Pedro Sánchez parece la fantasía de Jordi Évole. Nacido de sus desvelos y deseos nocturnos como a partir de un rizo salado en la almohada. Évole soñó a Sánchez antes que él se soñara dibujado en una Capilla Sixtina de helicópteros y vigilantes de la playa. Un presidente capaz de meter en el mismo espejo al indepe y al tibio, al totalitario y al demócrata, a la ley y a su desprecio.
http://www.elmundo.es/opinion/2018/07/07/5b3f54f5468aeb5d028b45aa.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario