Sánchez empezó la campaña en Sevilla, esperando ya la sombra de farol, castillo y ataúd de la Semana Santa, que pide fe trayéndote al calderero de la muerte por las calles. Sánchez también pide fe para él, mientras cena con romanos, zelotes y judas de lata y bolsa. Los Cristos, con los pies clavados por clavellinas, con la cruz adornada como una viola francesa, son la España que convierte el sufrimiento en gozo y belleza. Sánchez hace eso mismo.
https://www.elmundo.es/opinion/2019/04/13/5cb0ca9721efa0421a8b4690.html
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