A
expensas de la fe. No me parece políticamente
inteligente quedar a expensas de la fe. Pero eso hizo Rajoy. Poco más que un
ataque de dignidad con un juramento cíngaro, por sus hijos o las estrellas, de
que él y su partido son inocentes. Palabrita del Niño Jesús. Yo esperaba un
papel, una prueba, alguna refutación o desacreditación mínimamente fundamentada
de los papeles de Bárcenas. Pero debe de ser que no tienen nada. La única forma
de parar el escándalo hubiera sido probar que esos papeles son anotaciones en
sucio de apuntes reflejados luego en la contabilidad real. Pero de momento, no
pueden. Rajoy nos contó su currículum y su vocación, y se unió a Arenas en esa
tontada de enseñar su declaración de la renta, que como sabemos es donde todo
el mundo mete el dinero que cobra en negro, claro… Todo quedó, pues, en una
cuestión de fe. Fe en Rajoy y en su Jura de Santa Gadea, o bien fe en los
indicios y testimonios y soplos de las gargantas profundas. Sí, me parece políticamente
poco inteligente quedar a expensas de la fe y así como con cara de Nixon. Después
de lo que ha dicho Rajoy, si sale una prueba más sólida de la existencia de los
sobres y de una caja B, este Gobierno caería. ¿Existirá esa prueba?
Canal Sur no
retransmitió la declaración de Rajoy en directo, pero abrió el informativo con
sus palabras: “Es falso”. Me fijé en que Rajoy, entre el “es” y el “falso”, desvía
la mirada buscando apoyo o confirmación. Yo no soy Paul Ekman, el detector de mentiras
humano, pero eso me dio mala espina. Después, contaron que la policía había
cortado la calle Génova, que la noche anterior se habían producido “protestas
ciudadanas contra la corrupción”, y siguieron con Ana Mato. Fue muy reveladora
la sensación de que Canal Sur no parecía ni tener necesidad de meter su
habitual sesgo: la realidad ya era suficientemente elocuente y favorable. Por
las profundidades de la TDT, en esas tertulias con alambre de espinos y cascos
prusianos, alguien que no recuerdo se inventaba la “unidad Bárcenas de
corrupción” para explicar que el caso de los ERE en Andalucía equivaldría a
cientos de casos Bárcenas. Pesar el dinero, la suciedad, el interés, la fe… ¿Creemos
que los partidos no tienen caja B ni aceptan mordidas? Podemos decidir creerlo.
Rajoy lo ha apostado todo a esa jugada. Pero un día podría llegar un leve
papelito con firma y cargarse un gobierno, un partido y no sé si un país.
El
tamaño de lo público. Mientras Rajoy sale con
cara de Ecce Homo o de dandi soportando una lluvia de huevos, nuestra
televisión andaluza nos presenta domingueras inauguraciones de Griñán cantadas
por Carmen Benavides. El Paseo de la Ribera de Córdoba, esta vez. Lo de cubrir
inauguraciones, actos horteras y amanerados llenos de soponcios pelotas, es un
trabajo periodístico como de recogecolas, bastante bajo a menos que se haga con
algo de mordacidad. Pero Canal Sur lo que hace son publirreportajes. Me fijé en
la gente que seguía a Griñán, la numerosísima corte de ayudantes, quitapelusas,
carguillos junteros o municipales, bardos, abanicadores y enciendefarolas, y me
di cuenta de que ése es el tamaño de lo público, de que para poner una losa
hace falta toda esa gente pasando por mil despachos y colocando mil papeles y
perchas. O no hacen falta, pero ahí les tenemos. Pero Griñán no sólo se paseó,
sino que hablo del Pacto por el Empleo, que no sé si entra en el Pacto por
Andalucía, que no sé si ya entraba en lo de la Segunda Modernización, y así.
“Es justo y necesario” ha soltado curilmente. “Es nuestro deber y salvación”,
hay que contestar en misa. No es que se vayan a poner a luchar contra el paro
ahora más que antes. Son sólo ritos eternos.
Traducir
sin cobrar. A los intérpretes del lenguaje de
signos de Canal 2 no sólo les obligan a vestirse como catequistas y a traducir con
dedos haciendo anos las cosas que dicen Valérie Tasso y Manu Sánchez. No,
además no les pagan. Desde octubre. Mucha promoción y mucho premio por la accesibilidad
total, pero ya ven. Un día, hartos, lo traducirán todo con cortes de manga y se
les entenderá perfectamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario