Ya están en la cárcel y sin cordones en los zapatos un
recadero, un director general y un consejero. Me pregunto qué va a quedar para
la comisión de investigación sobre los ERE y el fondo de reptiles: sólo los
últimos bedeles o cuñados, por un lado, y las cimas de la pirámide, Chaves y
Griñán, por otro. Y lo mismo éstos caen también pronto. Van a tener que montar
toda la comisión en la misma cárcel o al menos en su vestíbulo, y preguntar por
responsabilidades políticas a gente con el pijama de rayas puesto o medio
puesto. Va a ser un paripé difícil, porque la Junta siempre enfocó todo el
escándalo en la tesis de los cuatro sinvergüenzas y los intrusos, cuando la más
descarada y grave ilegalidad, como bien explica la jueza, era el ladino
mecanismo planeado por la Junta para repartir dinero público arbitrariamente
según criterios de puro interés partidista o personal, saltándose todos los
controles. Fernández llamó al fondo de reptiles “dinero presupuestado” y Mar
Moreno, en nombre de la Junta, ha dicho que esas ayudas no eran “ilícitas”.
Dado que la Junta considera lícito lo que la juez ve ominosamente ilegal, es de
prever que la cosa no se pare en Fernández, sino que se entre a fondo en
aquellos gobiernos que urdieron y llevaron a cabo esta rapiña, llegando a otros
consejeros o a los mismos presidentes
Entre todo
esto, nos encontramos con el arbitrio de IU. La izquierda de las cosas pequeñas
empieza queriendo desbarbar reyes, arar continentes y echar el capital al río,
pero luego se conforma con un carril bici o con que le presten un sitio para
colgar banderas y cantar canciones guerrilleras. IU, tiesa, se va a vender por
tres o cuatro consejerías y un 30% de toda la carne presupuestaria, según ha
pedido Valderas (para odiar tanto el capital, negocian bien sus dineros). Eso
les hará pasar, sin sobresaltos, de socios a cómplices. Poco le importará a la
ética de IU apoyar en su investidura como presidente al que conoció y consintió
todo ese saqueo sin hacer nada. Valderas confía en que el PSOE coloque a
“consejeros limpios”, olvidando que el escándalo apunta ya a Griñán y que, en
todo caso, su responsabilidad política por acción u omisión está clara después
del entrullamiento de Fernández. Por cierto, fue muy significativo el silencio
de IU sobre Fernández. Se pasaron todo el día haciéndole rimas a Montoro y
llamando a echarse a la calle con las sartenes en la mano para esa guerra suya
contra los mercados, los recortes, Rajoy y la señora Merkel, que ya son los dos
Cruella de Vil. Pero de Fernández, nada. IU hará de la comisión un paripé y si
pide explicaciones a Griñán será cuando lo vea con grilletes. Entonces exigirán
su dimisión con toda la cara de dignos que puedan. Pero mientras, a gobernar
con él y a exigirle lo suyo para la saca. El pacto se resume en un 30% de la
mercancía y otro 30% de vista gorda.
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