El paro que nos parió. Aquí tenemos paro como tenemos aceites y hollejos. Debe de ser lo
que sobra de estrujar el sol, la alegría y todos esos dones que nos gusta
enumerar como sonriendo con un mondadientes asqueroso en la boca. Los políticos
se pasan la culpa, pero siendo científicos, la única constante en Andalucía,
entre distintos gobiernos y coyunturas del dinero, es el PSOE. “PSOE: 35% de Paro en Andalucía después de 30 años
gastando miles de millones de euros en políticas de empleo. ENHORABUENA!”, felicitaba
@SrDador. @Rosalarroyo nos
recordaba: “Comunidad con más paro de España desde hace 40 años. 40 años de paro
culpa de Rajoy, por supuesto”. @jpcorrales803 añadía: “La
culpa de Rajoy y Franco”. Pero la excusa histórica es casi tan efectiva como la
de Rajoy El Destructor. Griñán declaró esta misma semana que la economía en
Andalucía “plantea desequilibrios porque su historia es la que es”. Bueno, ¿qué vamos a hacerle? Seguro que sin nuestro paro las
chirigotas parecerían de Valladolid. Pero Griñán aún sabe unir su caída de ojos
derrotista a infantiloides confianzas. @CaraballoJav lo comentaba:
“Surrealismo andaluz. Griñán ve elementos esperanzadores en el 36% de paro de
Andalucía. Por el potencial de la juventud, dice. Para tirarse!”. Pero siempre
hay consuelo. “¿Asusta el paro en España del 26,02%, eh? Pues en Cádiz es del
40,63%!!!!!!!!!!”, escribía @falconchel.
Record europeo que será culpa de Merkel… “Viva Cádiz y el paro que lo parió”,
proclamaba @MuerePatata. Pues aún se permiten exhibirnos como
modelo: “Andalucía en torno al 37% de paro y viene @_Rubalcaba_ y dice que va
a usar el "laboratorio de ideas" de @PepeGrinan ¡Cuerpo a tierra!”, se
espantaba @CorsarioFinch. @Romualdomaestre se
preguntaba: “¿Para qué sirve una sociedad como la andaluza que es incapaz de
ofrecer trabajo al 62% de sus jóvenes?”. Pues para que sea posible el Estado
del Bienestar, dicen. O para no dejar de ser quienes somos.
Sexo y
embudo. Aquí faltan cintura y
sentido del humor (ejemplo, lo de la Macarena y la @revistamongolia). Pero,
ay, lo políticamente correcto… Yo no creo que sea sexista decir que una señora
(o un señor) está de buen ver. Otra cosa es que se usen valoraciones sexuales
en argumentos políticos. Ahí sí hay mal gusto. Y estupidez. En eso cayó el
concejal de IU Diego Díaz (@21031954) con lo de Cospedal: “Esta
señora, no malota sexualmente, se olvida que donde aparecen las cuentas, en Suiza
(…)”. A él se le olvidó sacar la cabeza del pantalón. Pero también tiene razón la ironía de @antonio_rvega: “Colapsado
el Twitter con el aluvión de críticas de asociaciones feministas al concejal de
IU”. O la de @GemmaMndza:
“Oigo voces feministas poniendo el grito en el cielo? Ah no, que el tipo es de IU
y muy macho ibérico curado!”. Silencio progre. La ley del embudo, tan vieja
como el sexo.
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