El
rincón de Valderas. Salen Griñán, Susana Díaz,
hasta alguno del PP, todos con el ruido y la riña de las grandes noticias del
día… Y luego sale él, Diego Valderas, con asuntos pequeñitos, en despachos con
segundones, en entrevistas de té, lateral y un poco monjil, como una infanta o
una primera dama con los encargos de porcelana de su labor pública. Yo lo llamo
‘el rincón de Valderas’ y es una sección fija en las noticias de Canal Sur.
Antes había ministros sin cartera, pero Valderas es algo nuevo, un consejero
con cartera vacía. Sin embargo, tiene que salir en las noticias, así que lo vemos
recibiendo a asociaciones de barriada, a un bombero condecorado o a una
comisión sobre placas en tapias de cementerio (no es chufla mía, la placa era
para el cementerio de Granada). Da un poco de pena ver a un vicepresidente de
la Junta reducido a azafato o a conserje, pero es lo que eligió. Yo me sigo
haciendo la misma pregunta: ¿en qué se nota que IU forma parte del Gobierno de
la Junta? Quizá, sólo en que ahora les dejan jugar a las casitas y las
merienditas por los grandes despachos encerados.
Pido
un hijo tuyo. Fue como si se juntaran todos mis
niños, ocho presentadores de Canal Sur en una especie de plaza de toros
inversa. Era el estreno de Pido la
palabra y comprendo que reunir al elenco de La Nuestra no era mal cebo. Y
hay preguntas interesantes para ellos. Pero allí pasó otra cosa. Marujas pidiéndole
un hijo a Juan y Medio, fans arrobados, cuestiones sin más interés que el
lucimiento del preguntado y el piropo del preguntador… ¡Pero si una columnista
de prensa le preguntó al presentador de Más
que noticias si se había planteado dedicarse al cine! Lo único que tuvo
alguna enseñanza fue que, al plantearles cuestiones de actualidad (todo
bastante de barra de bar: los recortes, las penurias, Wert…) se nos reveló que
los presentadores de Canal Sur, hablando de política, parecen todos de La Sexta.
Era un formato especial para su estreno, pero espero que Pido la palabra busque gente más interesante a la que preguntar y que
la suerte (o el casting de inquisidores) nos dé más profundidad y afiladura en
el interrogatorio. A ver si vamos a terminar recomendando que emitan el
programa desde una peluquería o desde el bar donde apoya el codo ese marido de
Omaíta.
Papeles. El caso Mercasevilla es como un giraldillo de la corrupción. Y
esas grabaciones deberían exponerse en un museo, dando nombre a una época y a
un estilo, como ‘periodo expresionista trincón andaluz’. Pero viendo la noticia
sobre el juicio en Canal Sur, se diría que el asunto va de la avería de una
fotocopiadora. Nos cuentan que la defensa afirma que la subvención “se limitó
conforme a la ley” y luego se centran en la conveniencia, trastorno o pecado de
unos papeles presentados por la acusación del PP, calificados por el redactor
de la noticia de “maniobra”: “Los abogados defensores han tildado esta maniobra
de la acusación como ‘deslealtad procesal’ ”, dijo. Sí, el problema de
Mercasevilla seguro que está en los papeles que presenta el PP a una hora mala.
El trinque es sólo una psicofonía. Y eso no es noticia.
Innovación. Más que noticias parece
haber relevado a Tecnópolis (ya le
dedicaremos otro día su oda fúnebre): nos venden como innovación anticrisis
unos caramelos con los colores y emblemas de las cofradías de Semana Santa.
¿Habrán pensando en gitanillas para el mueble del comedor? ¿En abanicos con plazas
de toros? ¿En ceniceros con la Torre del Oro? O mejor, botijos. Adelante,
innovadores.
Sujeto
implícito. Las noticias de Canal Sur nos sacan un
baile por los Village People en un centro de salud de Granada para denunciar
los recortes en sanidad. Con enfermeras resulta bastante más sexy que el
original, pero no nos aclaran si los recortes son de la Junta o del Gobierno.
Para qué. Ya sabemos que la Junta sólo usa tijeras obligada. Y por evitar el
tijerón del PP. En Canal Sur, las noticias sobre recortes no tienen sujeto. Es
implícito.
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