26 de abril de 2012
Somos Zapping: Martirologio del ridículo (23/04/2012)
Hoy viernes: Rey simbólico (20/04/2012)
16 de abril de 2012
Somos Zapping: Hacer la lechuga en la ruina (16/04/2012)

Detectives de romerías. Que los alemanes no vengan al Rocío, que no lo pisen los enviados de Merkel con la libretita de poner ceros. Ésa debe de ser la prioridad de los gobiernos central y andaluz. Antes, incluso, pasearlos por las dependencias luisinas de la Junta, como comentaba en Twitter Berta González de la Vega, pero el polvo del camino que no lo huelan. Andalucía directo ya va tocando el pito rociero, pero esta vez se enfocaron en otro de los folclorismos que trae esta especie de rave agropecuario: nuestra alegre pillería regocijona. Se acerca el Rocío y las empresas contratan a detectives para descubrir bajas laborales fraudulentas, nos contaban. Hay hasta detectives especialistas en romerías, con cámaras ocultas en los zahones supongo. Sólo aquí podía nacer todo un oficio de perseguir a los escaqueados. Pero en fin, así es cómo salimos nosotros de la crisis, abandonándonos a la juerga y ahogando las penas en el vino caliente de la arena y la carne rozona. Que no vengan los alemanes, a ver quién les convence de que la reforma laboral va a ser efectiva, de que la austeridad es un compromiso serio. Que no vengan al Rocío ni a las ferias, que volvería a subir la prima de riesgo, que caería la bolsa, que el New York Times nos retrataría haciendo la lechuga con botos camperos mientras el país roza la ruina... Y dirían los muy malages y antiandaluces que nos merecemos lo que nos pasa...
Lo que nos queda. Una de las pocas certezas que nos han dejado las últimas elecciones es que continuará el reinado de los griñaninis. Demostrado que el nivelito de Mario Jiménez o Susana Díaz es muy apreciado por el andaluz, esta especial receta de ignorancia, demagogia y picaresca infrapolítica se ha revalorizado. Vi a Susana Díaz en la entrevista de Buenos días Andalucía y ahora tiene algo de fallera mayor que no tenía antes. Ha pasado ya como la reválida de su chorradismo. Dijo que era la época del “consenso” y que “por encima de los intereses de los partidos están los intereses de los españoles y de nuestro país”. Qué manera más cínica de referirse a la confrontación, a lo de los ataques a Andalucía, a la deslealtad institucional y toda esa matraca que manejan ahora contra el Gobierno. Será por defender los intereses nacionales que ellos han votado en contra de la Ley de estabilidad presupuestaria, o que están dispuestos a terminar de arruinar a Andalucía para seguir manteniendo su propaganda y dar de comer a los suyos más los de IU que se unan ahora. Por eso siguen con trampas en las cuentas y sin limpiar el establo, por el interés general. “No se puede cuestionar un consenso constitucional que es el desarrollo de la autonomía, que al fin y al cabo es el desarrollo del Estado del bienestar” (?). El bienestar para ellos, debe de ser, porque ese “desarrollo” que empezó como lucha sentimental no ha servido para sacarnos del pozo, sólo para crear una nueva casta de burócratas, reyezuelos, arrimados y rebañaplatos de lo público. Según ella, culpar a las autonomías de la crisis es “injusto”. Son las autonomías las que “se encargan de la sanidad, la educación y los servicios sociales”, y “si se habla de despilfarro es que se considera que los recursos que se destinan ahí [lo son]”. Ya ven, no hay despilfarro. Todo está en las escuelas y los hospitales. No hay nada para lujos ni palacios, no hay Canal Sur, no hay duplicidades, no hay organismos excrecentes, no hay EREs ni subvenciones por la cara para los amigotes, no hay negocios con comisionistas, no hay mordidas, no hay corte de vividores. Pero lo mejor fue cuando le preguntaron por el pacto con IU y ella dijo que “Andalucía no puede esperar”. Pero llevamos esperando más de 30 años. Y lo que nos queda...
Orígenes. La historia de Andalucía debe de dar para poco, porque en La respuesta está en la historia ya nos han contado el origen del paraguas, la bicicleta, el fútbol, la corbata y hasta el bigote. Claro que esta semana han vuelto a una de nuestras esencias y se pusieron a explicarnos el porqué de las ferias. Sin embargo, la mayoría de la veces, lo importante no es el origen de las cosas, sino por qué siguen perviviendo. Si siguen es porque cumplen una función, en este caso satisfacer unas ganas de juerga que en la primavera andaluza se come y anula todo lo demás. ¿Un tópico? Sí, los que alimentamos y de los que nos enorgullecemos. Creo que los alemanes se sentirían igual de intranquilos tras explicarles que todo viene de la venta de ganado, de una talla encontrada bajo un tronco o de la expresión del barroquismo de la tierra. Cualquier excusa nos vale para un sarao. La respuesta está en la historia, y las consecuencias, en cómo estamos ahora. Y lo peor es que en política ocurre lo mismo.
Hoy viernes: Pequeño mundo (13/04/2012)

Se empieza asaltando esas ventas de la tostada y el coñá y se puede terminar expropiando a la Merkel, que es como la duquesa de Alba con casco prusiano. A Sánchez Gordillo lo acusan de lo primero y seguro que querría hacer lo segundo. También lo señalan por cerrar colegios en huelgas de guardar, quizá porque allí empieza el capitalismo con los cromos y los bollycaos. Sánchez Gordillo parece ese Demonio de Tasmania de los dibujitos de la Warner que tiene aquí la izquierda. Esta izquierda, verdadera o paleocomunista o decimonónica (o del XVIII a veces), creo que ya no es una ideología, sino un movidón o botellón sentimental y furioso. Hay que salir con barbas y aperos, incendiar el capitalismo en efigie, exorcizar a los mercados tirando jamones al suelo, reclamar una finca como la luna, pintarrajear un escaparate, hacer la revolución de los poyetes y los pocijones, tirar boñigas a los sombreros de copa y terminar de hacer política comiendo uva y queso bajo una parra. Esta izquierda se define por el gran tamaño de sus enemigos pero el pequeño tamaño de su mundo. Quieren llegar al Capital pero se van a asustar a los camareros, quieren demoler los dogmas de la economía y se les ocurre un huerto de rábanos. Aún tienen estética pero no sé si tienen modelo, un modelo global, para llevar un país y no una comuna que cambie lechugas por zapatos. O sí hay modelo, pero decirnos que es Cuba o Corea del Norte les da vergüenza hasta a ellos. Por eso tienen pañuelos, soflamas, puños, poemas guerrilleros, malos muy bien dibujados, revoluciones del tamaño de un kiosco y un planeta propio que flota sobre éste, alimentado sólo por una canción y una acequia.
Sánchez Gordillo es el hombre orquesta de toda esta izquierda que se demostró tan fracasada y aciaga en el siglo XX. Lleva con él todos los cachivaches, tamboriles y estribillos de la utopía comunista que sólo dejó miseria y muertos. Personifica el extremismo según lo entendía Ortega, es decir, esa simpleza de enfocarlo todo en un problema único, el Capitalismo en este caso. Como si el egoísmo, la crueldad y la injusticia fueran cosa de un solo sistema económico o de pensamiento, y no males de la naturaleza humana. Él mira el mundo y sólo ve su patio. Mira la economía y sólo ve cajas de tomates. Mira los problemas y sólo saca un bieldo y una cerilla. Pero el mundo, que se hizo todo lo grande que era capaz, ya no puede abolir el capital, ni los países funcionar como invernaderos. Estamos conectados por mercados, intereses, dinero que pesa de verdad y aire y cadenas que nos prestamos unos a otros. Él, y otros como él, se van a hacer la revolución ante un ventero o cierran un colegio creyendo que clausuraron la realidad. Su mundo cabe en una cerca. No vale para más allá.
10 de abril de 2012
Somos Zapping: Como Dios manda (9/04/2012)

Canal Sur o La Gaceta. Los legionarios hacían de majorettes y Canal Sur hacía de curita o pregonero. Largas procesiones contadas con el corazón en la mano como un cirio sangrante, campanudas homilías, pedagógicas catequesis, sentidísimos suspiritos capillitas... Canal Sur ha tenido el mérito de armar de nuevo una Semana Santa nacionalcatólica en esta Andalucía tan progresista y de izquierdas. Los laicistas del PSOE e IU tienen que estar escandalizados. “Como Dios manda”, decía rancio el presentador de Andalucía directo, Fernando Díaz de la Guardia, para luego aclararnos el sentido de cada puñal de las dolorosas o leernos ripios cofrades sobre las Vírgenes (“todos los blancos claveles que su pureza atesora / Y aquí está Málaga entera con su Virgen y su novia”). Hubo días, como el Jueves Santo, en que la programación pareció como franquista. Procesiones, películas bíblicas, informativos que también empezaban con nazarenos, más procesiones, más películas bíblicas, procesiones de nuevo... Era como ver Intereconomía, pero con muchos más recursos. Alguien comentó por Twitter una portada de La Gaceta (ya saben, ese periódico que llega hasta donde la derecha se cae por su horizonte) con una gran foto de los legionarios llevando al Cristo de la Buena Muerte, y pensé que al lado de Canal Sur eso parecía Mundo Obrero. A mí, la verdad, al ver a esos legionarios tiesos ante los cristos, sólo me entraban ganas de hacerles cosquillas. Pero, en fin, no se trata de la estética místico-castrense, ni del mero minutaje de esta ocupación semanasantera en la televisión pública, que te puede hartar igual que el fútbol. Se trata de la posición devota y creyente que adopta Canal Sur, su lenguaje que asume una religión natural, de “todos”, y se hace sacristán de ella. “Está abierta de par en par la ventana de los sentimientos hacia lo nuestro”, predicaba Fernando Díaz de la Guardia. Aleluya. Ese “lo nuestro” es paradigmático. Cuando “lo de muchos” se entiende como “lo de todos” es que la libertad ha recibido un sopapo. Pero ni se dan cuenta. Por eso Andalucía sigue siendo tan gustosamente incivilizada.
Aparición. En Andalucía directo no cortaban las procesiones ni para la publicidad. Las dejaban en un recuadro en una esquina, como si fuera la Fórmula 1, no se nos perdiera algún vertiginoso detalle. Fue cuando la casualidad o el destino hicieron que una promo de Se llama copla se uniera a los capirotes para darnos la foto completa de Andalucía, de su televisión pública o de esta época que nos ha tocado vivir. “Ay, pena, penita, pena”, cantaba una mujer con los nazarenos pequeñitos abajo. Estuve por arrodillarme como ante la gloriosa y tremebunda aparición de lo que somos.
Valores mayoritarios. Canal Sur nos informaba del documento con el que el PSOE se va a medir al señor notario de Valderas en la dura negociación, sus propias “prioridades para el gobierno y la estabilidad de Andalucía”. Entiendo lo del empleo, las políticas sociales, lo que les hemos oído siempre más como letanía que como hecho. Lo que no entiendo es otro punto que destacaban en las noticias, el de “la apuesta por la cultura y los valores mayoritarios”. ¿Qué es eso de los “valores mayoritarios”? ¿El fútbol, Gran Hermano, Sálvame Deluxe, la Pantoja, Belén Esteban? ¿Y qué tienen que ver con la cultura? Pero me da que van por otro lado. Creo que con lo de “valores mayoritarios” quieren decir sus propias concepciones ideológicas, y con lo de apostar, imponerlas en la cultura y la sociedad. Seguro que ellos llamarían a esta cosa estalinista “democratización”, igual que el programa de IU mencionaba espeluznantemente la “democratización” de los medios de comunicación, o sea su control. Su mayoría política se diría que parte con vocación de gobernar sobre los valores particulares y la libertad de creación o expresión. Da mucho miedo. Espero haberlo interpretado mal y que al final se refieran a Belén Esteban o a la copla.
El futuro era esto. Una noticia en TVE nos anuncia un gran hito científico, que además es andaluz. Un sofisticado sistema para escanear objetos en tres dimensiones que aplican... a tallas de Semana Santa. Como en un simpático hashtag que vi en Twitter, tendremos que decir, más decepcionados que admirados, que el futuro era esto...
La salud de los curas. A veces, es más complicado encontrar sentido a las palabras de Roberto Sánchez Benítez que a las prioridades del PSOE. Entrevistaba en Salud al día al actor Cesáreo Estébanez, al que había pillado en un rodaje, y le preguntó esto: “Y esa salud que tú tienes, Cesáreo, ahora que estás caracterizado como cura, ¿cómo la mantienes?” (??). Los curas y la calidad de vida en Andalucía.
7 de abril de 2012
Hoy viernes: Dolorosas (6/04/2012)

Vayan aprendiendo porque haremos claveles de nuestra sangre, como ahora en las calles. Ya han empezado con la confrontación, con las venganzas contra la Andalucía que ha dicho no a la derecha, con el desprecio a su Estatuto, cosas así, tan infantiles y necias como siempre. No les hará falta solucionar nada, pues nunca lo han hecho. Tienen a un pueblo y tienen a un enemigo. Es más que suficiente. Lloraremos y supuraremos pero nuestras llagas serán por latigazos de otros. Resistir con harapos, pedir lo imposible para que se nos niegue, hacer que la menesterosidad a la que nos condenaron ellos mismos se convierta en furia contra el adversario. Es decir, su política. Les ha vuelto a funcionar, para qué iban a cambiar. Ahora que besamos cuajarones de sangre y Andalucía es una silla mojada esperando dioses de pan y miel, preparémonos para llorar la lluvia y reconocernos bellamente en el sufrimiento y la desdicha. Es lo que hacemos aquí para sentirnos vivos. Al final, sí nos alimentaremos como las dolorosas.
3 de abril de 2012
Somos Zapping: Huelga de Jackie Chan (2/04/2012)

Kung-fu. Jackie Chan daba patadas en Canal Sur cuando de repente llegó la huelga general. Luego pensé que aquel kung-fu había sido como un entrenamiento para el día siguiente. La izquierda peliculera planteó, como siempre, no una huelga, sino una ocupación. La lucha de clases nunca fue una metáfora. La logística y la estrategia de esta huelga fue de guerra. Jackie Chan, pues, se quedó con una patada en el aire que continuaron otros, como hacíamos nosotros de chavales en la calle después de ver una de chinos. Canal Sur creo que no dejó terminar la película porque a medianoche se nos apareció un especial informativo que más bien era un anunciamiento, un ángelus sindical nocturno. Empezaron a narrar el despliegue de los piquetes como si aquello fuera el glorioso Dos de mayo y nos explicaron con todo detalle las maldades de la reforma laboral que había provocado al pueblo a luchar. Todo un llamamiento. Luego, una carta de ajuste con tono de pancarta: “Nuestra programación se está viendo alterada a causa de la huelga general convocada por los sindicatos de clase contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno”. Rótulo largo, cargado de intención de clase y con los malos bien señalados. Más que una información, una justificación y una invitación. Canal Sur quiso escenificar con eso que el país se acababa de desenchufar, porque hubieran podido meter un documental, un peplum o un enlatado cualquiera. Pero el país no se desenchufó tanto y lo que siguió fue una película de chinos en la calle. Aunque se quedó a medias igual que la de Jackie Chan.
Incidentes. Con los presentadores de las noticias ante un épico fondo de banderas rojas, Canal Sur nos contó la huelga como un picnic. Algo festivo, alegre, bailón, como una cabalgata de Chueca. Decían mucho lo de “normalidad” y lo de “incidentes aislados” en un día que fue cualquier cosa menos normal: no puede ser normal en democracia que la libertad se ahogue en silicona, amenazas y empujones. Por lo visto, los “incidentes” requieren sangre, huesos quebrados o bares ardiendo (que los hubo). Gente obligando a hacer o no hacer cosas a otra gente que quiere o no quiere hacerlas no merece ese nombre. Es sólo “normalidad”. Por eso, cuando decían que “se habían paralizado” los sectores más importantes, olvidaban matizar que, naturalmente, había sido por cojones. Un piquetero se quejaba de una detención y se preguntaba “qué arma es un bote de silicona en el bolsillo”. Otro afirmaba que las fuerzas de seguridad estaban “al servicio del capital”. Otra, que iba asustando empresas por un polígono, decía de los que no se les sumaban que “es porque las puertas están cerradas y los trabajadores no pueden manifestar su opinión”. Muy suyo: la única libertad es la de seguirlos. A todo esto, aparece Mar Moreno para decir que la incidencia de la huelga en la Administración ha sido del 13%, cosa que a ella le parece “un toque de atención al Gobierno”. Hubo mucho miedo, coacción, fanatismo, cristales, lágrimas y llamas. En Canal Sur, sólo eran “incidentes aislados”. Nada importante en esa fiesta de banderas y pan con chorizo. Pero las guerras son fiesta para alguien, siempre.
Animar. También recapituló sobre la huelga general el programa Los reporteros. “Algunos momentos de tensión”, llamaban al chantaje de la fuerza. O decían que “grupos se reunían en la calle para animar a los pequeños comerciantes a que mantuvieran echado el cierre”. ¡Para animar! Y otro verbo precioso: “Pintadas, pegatinas y carteles trufaban las calles del centro de Granada”. ¡Trufaban! Como si las adornasen o llenaran con delicias. O se referían a la otra acepción de trufar: mentir.
Rococó. En la entrevista de Canal Sur, Valderas admitió que “a veces es un poco rococó” hablando. Yo creo que hay volutas, perifollos y pelucones anacrónicos sobre todo en su pensamiento. Dijo que quiere arreglar las cosas “moviendo al pueblo”. Yo sigo planteándome si va a ser tan fácil que lleguen a entenderse PSOE, IU y el notario. Apuesto por que IU se venderá por cuatro consejerías y la presidencia del Parlamento. Hacerle caso al notario convertiría la aldea gala en isla social-comunista. Y ni creo que Griñán acepte vestirse con cuello Mao ni IU volver a hacer de mirón.
Sin descanso. Qué pena, los que no hicieron huelga el jueves fueron Los Morancos. Podríamos haber descansado de Omaíta, Antonia y sus sketches como peleas de pollos. Pero no. Eso es que no tienen conciencia de clase. Más enemigos del pueblo.
