30 de julio de 2011

Los días persiguiéndose: Crepúsculo (29/07/2010)

El romanticismo de la destrucción ha tomado el país y triunfan las metáforas góticas, apocalípticas, los adjetivos sombríos, las lunas que sangran sobre las tumbas. Rajoy ha llamado “crepuscular” a este Gobierno, palabra que junta a los lobos, pero ya no parece sólo el agorero del fin de los tiempos, papel que ha asumido el PP muchas veces, sino el simple notario de la muerte, acercando el candelabro al cadáver. A Rajoy lo han acusado de ir de enterrador y de sastre de fiambres, de manejar la gaviota carroñera, de ser la derecha pesimista, triste y macabra que bebe anís en los velatorios, pero puede que ya la única manera de ser cuerdo sea admitir que un cementerio se ha cerrado sobre nosotros. Ante el desastre, sólo los locos pueden seguir con el lujo de la sonrisa, con la cursilería del optimismo. Prefiero a un Rajoy funerario, milenarista, malasombra, que a esos otros que están aguantando en la fiesta del fin del mundo, llámense Rubalcaba o Griñán, cambiándose de peinado para los gusanos que nos comen.

Es buena metáfora ésa del crepúsculo, hora en que la luz se corta las venas. El crepúsculo inevitable hasta para los dioses, con el color de sus murallas fundiéndose, como cuando cayó el Valhalla también por las contradicciones de los inmortales, por los pactos que no pudieron cumplir ni con los humanos ni con ellos mismos. Hipnotiza esta hora de la destrucción, con una belleza de planetas cayendo como anillos. Casi no importa morir cuando se sabe que va a morir todo. Ahí está el sol arrancándose la melena, ahí está el infierno empezando a escalar el cielo, ahí está el pavoroso y magnífico espectáculo del mundo cayendo en una catarata. Es una bonita y certera metáfora, este crepúsculo de todo con nuestros gobernantes paralizados o borrachos, quizá también con la ciudadanía fascinada y quieta, mientras nos deslizamos hacia las monstruosas fauces del abismo. Estaba por decir que tras el crepúsculo y la noche esperamos un amanecer, pero eso de los nuevos amaneceres suena siempre a fascismo o a secta. Confiemos sólo en que esta destrucción se lleve a los malos gobernantes y a los mentirosos con sonrisa, pero nos deje algo con lo que reconstruir el día. Todavía estamos en la hora de las sombras, entre los fracasados y los profetas, cuando la luz y la oscuridad se arrancan jirones la una a la otra. Rajoy quizá ha construido una metáfora bastante más grande que él mismo. El sólo pretendía ser un señor serio y nada lírico, avisando de que este Gobierno no tiene manos ni fuerzas para nada, menos para detener al sol. En este crepúsculo se cruzan las hadas y las brujas, los demonios y la esperanza, mientras la noche se prepara para verter a cubazos su hielo sobre nuestra espalda.

Somos Zapping: El roce hace el cariño (25/07/2011)

Transparencias. Ya somos una democracia transparente, según ha decidido el PSOE andaluz tras varias semanas de escaparatismo y bobadas en el Parlamento. Ha bastado que Griñán se fuera a la gestoría a por su declaración de Hacienda, que luego cayera en que todos los problemas de Andalucía vienen de que hay alcaldes diputados, y ya está. Con eso se han purificado para una larga temporada. Ahora nuestros gobernantes parecen escolares de primera comunión. Hasta las noticias de Canal Sur las ve uno desde entonces como fregoteadas con cristasol, con un brillo de democracia nacarada que deslumbra. Es que toda esa transparencia se contagia enseguida, sobre todo si siguen paso a paso, como han hecho los informativos de La Nuestra, la estrategia del PSOE andaluz: según tocaba, sacaban el IRPF de Griñán contra los escamoteos de Arenas, el sueldo de Arenas luego, más tarde esos alcaldes que ensucian el parlamentarismo (hablaban de la “mala imagen del Parlamento andaluz” por la protesta de los populares), y por último, claro, Camps. Por supuesto, nada de los ERE aparecía ni de lejos tras esas transparencias. Canal Sur siempre ha sido muy transparente, así que no sorprende que toque la misma arpa de cristal que el PSOE. Pero me temo que nada ha habido en estos paripés que tenga que ver con la verdadera transparencia y honradez de la política. Sólo ha sido una larguísima chorrada que se descubre muy bien en estas palabras del parlamentario socialista José Muñoz sobre la ocurrencia de expulsar a los alcaldes diputados: “Lo hacemos porque lo reclama la ciudadanía, la máxima atención reclama la ciudadanía a sus problemas” (sic). Yo creo que la ciudadanía reclama otras cosas, entre ellas menos mentecatadas pomposas y más soluciones de verdad contra la miseria y la corrupción. Para lo que ha servido esta transparencia es para dejar aún más en bragas la desfachatez y la tontería de esta caterva que nos gobierna.


Periodista de camarín. Sigue los pasos y la voz de Griñán, le ahueca los discursos, canta sus milagros, esparce su perfume y su Buena Nueva. Quizá no se han fijado, pero Canal Sur tiene asignada a Griñán una especie de periodista de camarín que le sigue allí a donde va, como con una palangana o un incensario. Es Carmen Benavides, más escriba que cronista, más retratista de corte que reportera. La verán indefectiblemente en las noticias tras un mitin, una inauguración, una declaración, una vista del Presidente, sea donde sea, porque hay oficios consagrados, hay sacerdocios de lealtad que no se pueden dejar en manos de cualquier corresponsal de provincia, sino que requieren el entusiasmo y la veneración de una dedicación absoluta y devota. Allí estará ella siempre, lanzando pétalos, anunciando las sucesivas salvaciones que nos trae Griñán, con su lenguaje más propagandístico que informativo, con sus palabras como de esposa o al menos de secretaria un poco enamoriscada del jefe. Quizá ni siquiera es culpa de ella. Es como si Canal Sur quisiera casar a sus periodistas con sus políticos para que nazcan esos lazos de fidelidad o dependencia que den como fruto natural unas crónicas sumisas, hagiográficas, complacientes y guapeantes. Quizá Canal Sur ha casado a Carmen Benavides con Griñán para que el roce haga el cariño.


Nuestro consejero. No ocurre sólo con esas reporteras que yo llamo vaticanas, las que te cuentan la crónica política como Paloma Gómez Borrero te contaba los desayunos del Papa con los ángeles. También hay periodistas masculinos que dejan notar su amor por nuestros gobernantes. Como Tito Ortiz, encargado de las noticias desde Granada en ese espacio que tienen los informativos de Canal Sur para pasearse como en bicicleta por las provincias. Con cierto tono curil también, habló de “nuestro consejero Paulino Plata”. “Nuestro consejero”... Ahí hay cariño, cercanía y sólo la justa sumisión. Podría haber dicho “nuestro querido consejero”, pero hubiera quedado como norcoreano. “Nuestro consejero” pega mejor con ese sutil estilo de hijo respetuoso a la vez que amoroso y agradecido que Canal Sur usa para referirse a los dueños de Andalucía.


Andalucía es. Son unos breves que rematan siempre “Andalucía es innovación” o “Andalucía es cultura” y que hacen surgir de repente, entre los anuncios de detergente, empresas de nanotecnología y otros vértigos o guapuras de esta Andalucía guay. Pues dedicaron uno a la Real Escuela de Arte Ecuestre y dijeron esto: “Su tesoro de brillantes carruajes y coloridas guarniciones compone la viva imagen de la cultura andaluza, la modernidad hecha sobre historia milenaria”. La modernidad de los coches de caballos o las chaquetillas, ya ven. Le van a quitar el puesto a Roberto Sánchez Benítez.

22 de julio de 2011

Hoy viernes: Lejos como el frío (22/07/2010)

Las familias pasando hacia la playa parecen tenistas del matrimonio. El verano es una lealtad a la repetición y al cansancio, tanto como el trabajo, la gimnasia o la política. El españolito entierra ahora en la arena al jefe, al perro, a la suegra, a ZP, a la puta crisis, y suda con eso como un minero con todos sus cacharros. Mientras los padres montan el campamento de sus barrigas, mientras los delfines de plástico raptan a los niños y el sol se agarra a los pechos de las muchachas como un bebé albino, pienso si los políticos se llevarán la horca a la playa este verano. Al que no le espera luego un fiscal o un juez, le espera la venganza del pueblo o el gobierno de una ruina. Los políticos verán en el mar el suicidio sin dolor de la luz, o verán en la orilla su enterramiento bajo un castillo, o verán en sus pies su condición de peces desnudos y sin bolsillos. Estarán entre matarse ellos o matarlos nosotros, estarán entre ahogarse o quedarse a mandar una isla de náufragos. Es como para desear que no termine el verano, poder permanecer para siempre en el sueño de las moscas, al borde de esta catarata.

Aún está todo lejos, como el frío. Las elecciones, las revanchas, las diferentes sentencias que nos traerán penados o apoteosis... De momento, aquí estamos, esperando el dinero que se llevaron los muchos piratas, atentos a si el euro se derrumba o no como un faro podrido, mirando a la estupidez de la política poner su kiosco de gaseosas baratas, dudando si atraparemos a todos los corruptos que salen de los agujeros igual que cangrejos o si se arriarán las banderas de los partidos hegemónicos en sus chiringuitos eternos. Pero ahora el mundo entero parece estas tardes de verano en las que sólo se oye botar una pelota, como puntos suspensivos que caen de los tejados. Sólo los niños arañan las paredes, sólo los dormidos encuentran la paz como agua. Estamos soñando con otra cosa pero es como soñar con nieve, ahora, cuando hay volcanes derramándose por las paredes hasta el mar. Soñamos el fin de la crisis, soñamos gobernantes que no nos mientan ni nos tomen por idiotas, soñamos salvarnos de esta carne quemada de la política y sus miserias, soñamos todo eso como fresco por la nuca, como una fruta a gajos en la mano, mientras nos comen las hormigas y nos ciegan olas de fuego que sobrepasan a las palmeras. Hay pirámides aztecas en la playa, hay esquinas con la luz en una alcayata, hay cáscaras del mundo en lo que pisamos, hay toallas por los ojos, hay una densa pausa de todo apartando las nubes en paréntesis, hay una duda que parece una salamandra en una tapia. En la orilla, como en la política, esperan la salud o la inhumación los cansados y los muertos. Pero aún queda mucho, como para el frío.

18 de julio de 2011

Somos Zapping: La salud de los culos (18/07/2011)

Fregonas y alcancías. La ponen contando los centimitos, enarbolando la bayeta, teorizando sobre cómo rebañar la espuma del lavavajillas... La mujer andaluza, pegada al fregadero y mirando por el dinero como sólo lo hacen los que tienen la larga costumbre de ser pobres... Sí, son esos anuncios de Fairy, Don Limpio o Ariel, marcas que han decidido que el acento andaluz pega con el detergente y con las estrecheces. Recuerdo incluso uno de Air Wick que parecía normal hasta que al final mencionaban un descuento y eso sí lo decían con acento andaluz (!). Creo que estas marcas son de la misma propiedad, así que todo indica que eso de andalucear los enjabonados y la penuria de las alcancías es una estrategia de marketing muy pensada. En fin, no sé si estos spots salen en toda España o sólo los hacen para Andalucía, pero es difícil decir qué es más humillante, que nos pongan como chachas y especialistas en estropajos baratos para todo el país o que nos dediquen anuncios especiales por nuestra vocación para el fregoteo y la menesterosidad. ¿Hará Fairy anuncios diferentes para gallegos o madrileños? Y encima, el acento andaluz ni siquiera es verdadero, sino imitado por algún actor norteño, como en el último de Fairy. Entonces es cuando parece una burla, como aquel Gazpacho de Los Fruitis o los personajes de Bandolero, esa penosa serie de dibujitos de Canal Sur. Otro detalle a remarcar de este anuncio de Fairy es que los padres hablan con ese acento andaluz de imitación, pero los hijos no, los hijos pronuncian un perfecto castellano. ¿Quieren dar a entender con eso que son emigrantes? Sería un retrato muy completo que nos diría que el andaluz pega con las cocinillas, con la calderilla recontada y con la maleta de cartón. Y, aún más triste, que eso vende...


Culos transversales. La salud de los culos debe de ser una cosa también muy andaluza, si no, no le prestarían tanta atención en Salud al día, programa que ya desde la cancioncilla de la cabecera nos dice que el sur “me llena de vida”. Sí, los culos sureños también llenan de vida, sobre todo los de las jovencitas atractivas, y sin necesidad de excusas científicas o nutricionales. Esa atención de Salud al día por los culos hermosos podría ser un contenido “transversal”, como dicen los logsianos, o sea que su redondez y su mordibilidad están presentes en todo lo saludable, formando parte de la “calidad de vida” de esta tierra, que también consiste en admirar con complaciente deleite bonitos culos de chavalas. Toda esta teoría acabo de armarla al ver en el programa cómo un médico nos informaba de los misterios y peligros de los lunares usando a una muchacha que se nos aparecía en sujetador y braga tanga. No, a la muchacha no le analizaron ningún lunar en los glúteos, sólo en la espalda, pero aun así se notó mucho el interés del programa por que esa gloriosa salud de la andaluza a cachete destapado fuera evidente. Quizá era una manera de destacar la lozanía idiosincrásica, la hermosura genética de lo andaluz, por encima de lo accidental, en este caso el problemilla de los lunares. Yo, la verdad, lo pasé mal, porque pensé que ese señor tan serio, con su bata blanca y hasta su logo de la Junta, no iba a poder reprimir dar una palmetada en ese bello culo al aire antes de terminar la explicación. Afortunadamente, no fue así. Pero está claro que si Roberto Sánchez Benítez puede decir, como hizo luego en la entrevista a unos sevillanistas, que “la música es salud”, con más razón podría decir que también lo es la belleza, de ahí ese culo exhibido sin ningún motivo médico ni periodístico, pero que daba muchas ganas de ser saludable. “Hay que morirse sano” (sic), dijo también Sánchez Benítez. No sé si alguno se moriría, sanísimo, al ver ese culo. Pero a más de uno, desde luego, se le rejuveneció el ánimo. Viva la salud.


Chaves otra vez. Hay imágenes que uno nunca hubiera pensado que volvería a ver, como la de Chaves prometiendo otra vez un cargo en el Gobierno. Me la encontré en el Canal 24 horas de sopetón y fue como contemplar a Béla Lugosi saliendo del ataúd de Drácula de nuevo. Se nota que Zapatero va a aguantar la legislatura hasta el final con lo mejorcito que tiene, señal de que le queda mucho por hacer.



¿Qué Wells? Ay, estos programas pretendidamente culturetas de Canal Sur... En Más que palabras preguntaban por el autor de La máquina del tiempo, alguien contestó Julio Verne y el presentador aclaró que no, que fue “un escritor británico llamado Herbert George Wells”. O sea, el famoso H.G. Wells, el de La guerra de los mundos, del que nadie, salvo los de Canal Sur, hubiera dicho eso de “un escritor británico llamado”, como si no lo conociera nadie. No, no son los de Saber y ganar precisamente...

Hoy viernes: Transparentes (15/07/2011)

Los políticos ya eran transparentes antes de esta moda de enseñarse unos a otros la cristalería de casa, la ropa tendida del IRPF y los monederos llenos de botones. Me refiero a que siempre se les ha visto venir de lejos con todos los trucos al aire, el de la dignidad, el de la demagogia, el del populismo, el del paternalismo, el de la salvación... Ahora les parece lo más llegar al Parlamento mostrando la cartilla y los calzones, como si la política no tuviera por ahí otros muchos bolsillos, lavadoras, barrenderos, zurcidores y escapistas. Lo llaman transparencia como podrían llamarlo baño del sábado, pero lo que se les transparenta es lo de siempre, una política baja, teatrera, efectista, disimuladora y tramposa. Ojalá la corrupción, el enchufismo, el tráfico de favores y los negocios a costa del dinero público desaparecieran aireando las declaraciones de Hacienda de Griñán, de Arenas y de todas sus señorías en fila. Pero sabemos que no es así, que todo eso es toreo de salón, competición de coladas entre vecinas, y que ni la suciedad ni el honor de la política salen en esta película, cuyo guión tiene otros objetivos. Nadie nos va a convencer de que la política tiene de repente su váter con paredes de cristal por estos paripés ridículos con certificados de virginidad comprados en el estanco.

Los políticos ya eran transparentes, se les ve todo por debajo, lo rudimentario de su discurso, lo escuchimizado de sus estrategias. Y lo peor es que asumen que ése es el nivel de la ciudadanía. Si no, no recurrirían a trucos de feria como ha sido éste del PSOE andaluz de poner a Griñán a ducharse en la tribuna del Parlamento para limpiar todos los pecados del Régimen con esa candidez sin efecto, con ese gesto sin peso de enseñar su carpetilla con el IRPF. En esta Andalucía de los ERE para los amigos, de los millones regalados sin control, de los hijos del poder haciendo de comisionistas e intermediarios con la Junta, de altares a la desfachatez y al choriceo como Mercasevilla, resulta que los dignos, los honrados, los transparentes son los socialistas porque su jefe ha enseñado, como un Cristo con el corazón en la mano, poco más que su lista de la compra. Miren a Mario Jiménez, a Susana Díaz, los dos iconos más puros de esta política estupidizante, señalar ahítos de superioridad moral engaños, ocultamientos y malvados desde el trono de podredumbre del PSOE andaluz, el de un poder corrompido por el tiempo, la ambición y la desidia. Sí, ya eran transparentes estos políticos, les vemos todas las trampas y todas las digestiones, imposibles de tapar con escenitas tragicómicas ni actos de contrición o purificación con material de papelería. Ya eran transparentes, pero eso importa poco cuando el poder confía en que dejó al pueblo cegado.

Somos Zapping: La prueba del pañuelo (11/07/2011)

Guerra de papeles. Griñán ha inventado la prueba del pañuelo de la honradez política, y no es tanto presentar la declaración de Hacienda sino aventarla en la tribuna del Parlamento, aunque sólo se vea la carpetilla. A menos que los socialistas consideren esa ceremonia, ese abrirse de piernas, como una especie de juicio de Dios, no entiendo el lío que han formado con eso del IRPF de Arenas. No sólo en las noticias de Canal Sur, sino también en La Sexta, vi el asunto presentado como un escándalo, y hasta con una curiosa selección de planos: Griñán enseñaba la carpetilla (que podía tener dentro el Superpop, nadie vio más) y luego entremetían la imagen de Arenas en su escaño diciendo que no con el dedo... Que alguien me lo explique, porque, aparte de la exhibición de la pobreza de nuestra política, no sé qué significa todo este jaleo. El pobre Arenas ya se había ido al notario para que tradujera al cristiano el sudoku que es siempre la declaración de Hacienda, y además con todas las facturas. Y eso lo entregó al Parlamento. Y luego ha rulado y se ha publicado. ¿Pero hay alguien que aún no haya leído el acta notarial, que no conozca hasta la donación que hizo a las Hermanitas de los Pobres? Pero si creo que la van repartiendo ya por los parabrisas de los coches... Pues tenían que escuchar a Mario Jiménez diciendo que “Arenas tiene algo que ocultar” y a Susana Díaz llamándole “fullero y embustero”. Hay varias reflexiones que pienso que debemos hacer ante este artificial culebrón. La primera, que las declaraciones de Hacienda sólo son un papel y hasta a Roca le salían a devolver. O sea, que demuestran bastante poco (¡como si no fuera deporte nacional burlar a Hacienda!). Segunda, que las de Griñán y Arenas las conocemos igual, con o sin ceremonias de ponerse en pompa, y tampoco eso dice mucho. Y la tercera, y más grave, es que siguen asustando la bajeza, la tramposería y la estupidez de los argumentos y del lenguaje de los matoncillos del PSOE. No hay en toda esta chorrada ni honradeces demostradas ni engaños descubiertos, sólo trucos de política cutre. Nada en esta guerra de papeles nos va a medir la limpieza o la suciedad de la política. Griñán podría irse con su prueba del pañuelo a la jueza Alaya, a ver qué le dice...


Risas y muertos. Con la temperatura del verano, llegan las fritangas de Canal Sur. Menuda noche ofrece sus greatest hits, se rellenan noches resucitando el Carnaval enlatado y hay un nuevo programa de videoteces que esta vez quieren ser temáticas y ordenadas. Listísimas se llama, y aunque se presente como “la mayor encuesta sobre gustos jamás hecha en Andalucía”, sólo es otra exhibición de vídeos de gatos, chorradas de archivo o Youtube y doblajes tontos. No merece el programa más comentarios, salvo que, curiosamente, es un engendro de Redacción7, la productora de Paco Lobatón. Ya ven que hay gente que, tire por lo sórdido o por lo ridículo, siempre encuentra acomodo en Canal Sur. Lo mismo dan los niños muertitos que los tartazos y la risilla meona. El caso es que el dinero público no deja de fluir a los mismos bolsillos.


Miedo. Manu Sánchez le dedicó su programa al miedo, no sé por qué. Quizá repetían el de Halloween, o, simplemente, es que Canal Sur da de por sí mucho cague, tan lleno de momias y espantajos. Invitó ese día a El Arrebato, puede que porque tiene algo del Shaggy de Scooby-Doo, y confesó el icono de esta juventud andaluza de guitarrita floja que una vez durmió en un hotel como “rococó”, con “cuadros de gente antigua mirándote”, y tuvo que descolgar uno de ellos del acojone. A mí, la verdad, me dan más miedo él o María del Monte. Ellos perjudican bastante más al sueño, al buen gusto y a la inteligencia que las cortinas que se mueven y los cuadros que te miran.

Nandía. Cuando hacíamos aquella locura de labahiadelmamoneo.com, era nuestra musa. Hernán Díaz, “Nandía”, caudillo de El Puerto, alcalde chirigota, Chávez de la Bahía antes de que apareciera Chávez... Ahora lo exhiben por las televisiones, después de que a él y a aquella pandilla suya que nos daba los artículos hechos con las perlas que salían de sus bocas, su gloria cateta y sus chanchullos de freiduría, los hayan imputado por esas cosillas del urbanismo. En La Sexta lo sacaron en un vídeo que reflejaba toda su época, mezclando su populismo con el vinazo mientras la gente coreaba “menos rotondas y más rebujito”. Tuve un ataque de melancolía, casi de ternura, al verlo. Pero luego pensé que esa política chusquera, hortera y rebañadora no empezó ni acabó con Nandía. Pensé en todos los nandías que aún quedan en Andalucía. Se me fue la melancolía y me sobrevino la rabia.

8 de julio de 2011

Hoy viernes: Todos los nombres (8/07/2011)


Los socialistas son mucho de retocarse el nombre, de hacerse una marca con él, como los escritores o la vedetes. Zapatero fue Zapatero y no Rodríguez, y luego ZP, que eso siempre ha parecido un matamoscas. Griñán lo primero que hizo para cambiar Andalucía de marcha, de época o de cortinas fue pedir que le llamaran Pepe, como el del bar. Felipe González también fue siempre Felipe, e hizo felipismo y no gonzalismo, que a lo mejor la izquierda es eso, quitarse los apellidos como la corbata. Alfredo Pérez Rubalcaba tiene nombre de galán pero apellido de árbitro, así que se puso a remediarlo y le salió una cosa un poco anglosajona, como todos los nombres que se colocan por el medio una inicial. Alfredo P. Rubalcaba es casi nombre para best-seller, cabe mejor en los carteles y se quita algo de oficinista que tenía el Pérez. Se ve que esta política de ahora no está tanto en si se les pone o se les quita el sombrero a los banqueros o les dan caramelos o manguerazos a los del 15-M, sino en saber elegirse un nombre. A lo mejor ya no queda más ideología que eso, el nombre y si acaso el sastre. Este PSOE no sabe encontrarse a sí mismo, ni sabe sacarnos de la crisis, pero sabe ponerse nombres chulos, eufónicos y de anuncio, como los caballeros andantes, los modistos o los modelos de coches. Así están, a falta de mejores ideas, cambiándose la firma como primera o única medida.

La política ya perdía con los personalismos, los salvadores, los gurús, porque se dejaba de pensar para adorar a un figurín. Pero antes un liderazgo suponía también una idea de partido o de país o de política o de discurso. Ahora se nos presentan candidatos que apenas tienen la intención del nombre, pero no sabemos con qué vienen detrás. De Rubalcaba podemos decir que se ha quitado letras pero desconocemos si trae el neofelipismo, un zapaterismo postapocalíptico, un socialismo de los muertos, un oficio mefistofélico o una melancolía con braguero. A Griñán podemos llamarlo Pepe pero tampoco sabemos adónde va su llaneza, a liquidar o a barnizar la herencia chavista, a renovar el PSOE andaluz o sólo a entremeterle ninis, al cambio o a la eterna justificación del fracaso. Se retocan el nombre o se maquillan la calva y aquí estamos fascinados por un candidato que sólo presenta su tarjeta de visita y las manos en los bolsillos. Los nombres tapan a las ideas, la política parece un bautizo. Felipe dejó su nombre como sus labios en la rosa socialista, ZP nos dejó tiesos con su espray matamoscas, Chaves dejó cheques con su apellido, Griñán llamándose Pepe parece que sólo nos deja cañas contra la crisis y Rubalcaba deja un solo punto suspensivo en el interregno del PSOE. Pónganle a eso el nombre que quieran, menos política.

4 de julio de 2011

Somos Zapping: Griñán y San Agustín (4/07/2011)

¿Qué hacía Griñán antes? En esos largos debates, como la vuelta ciclista de sus señorías, ni se miran ni se arreglan los países ni las autonomías, sólo salen los gobiernos a endomingar sus fracasos y la oposición a dejar chinchetas en los escaños y cáscaras de plátano por las escaleras. Tienen estructura de duelo a florete, o de tren de las ferias con sus brujas y escobazos. Allí se va a hacer política de la puntería, del tartazo, de la finta, del equilibrio sobre fosos de cocodrilos. La tribuna parece un trapecio con una señorita con sombrilla cuando habla el gobierno, y el púlpito de un adventista cuando habla la oposición. Griñán no esperaba explicar ni arreglar nada, sólo preparaba su función: dar un discurso de padre y prometer que se van a hacer muchas cosas nuevas a pocos meses de las elecciones. Después de cuatro años de crisis, después de 30 años de este socialismo casado con el desempleo y la pobreza, ahora nos dicen que tienen nuevas medidas contra el paro, contra la decepción, contra la ruina... Ahora. ¿Serán como las de antes, como los planes E, como lo de la economía sostenible, como los 400 euros para aquello o para lo otro? Me imagino a Griñán con todas esas medidas hirviéndole en la cabeza hace mucho, y no pudiéndolas llevar a cabo hasta ahora, hasta que vinieran las cámaras y los traductores del lenguaje de signos, hasta el debate del lucimiento, ese maratón o teletienda en el Hospital de las Cinco Llagas. Así gobiernan, sacando como en el día del patrón unas cuantas bengalas que Canal Sur repetirá como un milagro, pero luego se apagarán, se olvidarán o no servirán para nada, como las de antes. Más, claro, un golpe teatral, preparado para comenzar los telediarios: Griñán dejando sus declaraciones de Hacienda a la mesa del Parlamento... En fin, eso da tanta garantía como si hubiera dejado su currículum... Los chanchullos, los negocietes, las comisiones, las subvenciones, los favores de los socialistas con ellos mismos o sus amiguetes, no estaban en esa carpetilla de cursillista. ¿Saben qué frase de Griñán eligieron en Canal Sur para empezar el informativo? Fue esta: “El paro afecta al arraigo social al excluir a muchas personas”. Al arraigo social, y al estómago, y al frío de los huesos y del alma. Así que el presidente estaba ahí para explicarnos qué es el paro y cuánto hace sufrir. Eso ya lo sabíamos. Lo que no han sabido ellos es sacarnos de ahí. Pero esta vez es diferente. Los locutores de Canal Sur lo explicaban de esta manera: “El presidente ha avanzado un nuevo plan de oportunidades laborales (...) pero además ha anunciado otras muchas medidas de carácter social y de transparencia democrática”. Observen ese “además” y ese “otras muchas”. Es el lenguaje de la propaganda. Esas frases podrían ser de Mario Jiménez. Tantos años, tanto sufrimiento, y estaban esperando justo ese día para rescatarnos. A San Agustín le preguntaron una vez qué hacía Dios antes de crear el mundo... Nosotros nos podemos preguntar qué hacía el Gobierno de Griñán antes de salvarnos el otro día.


Capital universal. Córdoba se ha quedado sin capitalidad europea de la cultura y eso enseguida ha generado unos encantadores y ridículos ataques de dignidad cateta. En Andalucía directo rotulaban esto: “Córdoba, capital universal de la cultura, se mire como se mire”. Tal cual. Nada menos que capital “universal”. La nueva Alejandría. Y “se mire como se mire”, que así lo dicta el tierno sentimiento pueblerino. Como prueba de la superioridad, del imperio que sobre la cultura tiene Córdoba, y como orgullosa revancha, AD nos contó que los amigos de la Cofradía del Salmorejo Cordobés iban a repartir por ahí su exquisita receta y que reposteros de la ciudad han creado helado de caracoles en honor a esa capitalidad. Capitalidad cultural universal e incontestable, como se ve. “Hay que continuar adelante y hay que levantar el ánimo”, decía Modesto Barragán dándole el pésame a la cultura. Salmorejo, helado de caracoles y camisetas azules... Capital universal de la cultura, se mire como se mire.


Estafa. En Andalucía hay mil funcionarios para cada lince, camaleón, jaramago, ave con la pata quebrada. Hay mucho dinero público en esto y tarde o temprano unos listillos se la tenían que jugar a la Junta a costa de ese amor suyo por la naturaleza que lleva sin mucho cuidado, pues lo que cuenta es quedar de buenos ecologistas y besabichos. La Junta nunca sospechó de lo bien que funcionaba todo en ese centro de recuperación del águila imperial que ha resultado una estafa y que nos han sacado en todas las televisiones. Qué desfachatez, mangar dinero público apañando subvenciones. Lo nunca visto. Un día, a la Junta le pasará algo más grave, qué sé yo, con los fondos para el empelo, con unos ERE o así.

3 de julio de 2011

Hoy viernes: La noria de la cultura (1/07/2011)

En Córdoba, con el cielo tejado de siglos y los tejados almenados de sol, se han dado cuenta ahora de que la cultura también es política, bendita inocencia. Política y negocio, triunfo de los logotipos, señoritas de los ayuntamientos, séquitos inaugurantes, gobiernos que pulen sus espejos, peanas para fotos, venta de papel al peso, museos que conducen a las croquetas, violines expuestos para turistas en toalla... Todo eso es la cultura institucionalizada, esa gran máquina de colgar carteles de las grúas. Igual en San Sebastián que en Córdoba. Quien piense que en esto tienen algo que ver los moros a caballo por las nubes, las piedras que hablan con los dioses como con el agua, la música que asciende por las calles como una salamandra, la poesía que hacen las ciudades con su gran melena sobre los puentes, es que no sabe de lo que está hablando. En Córdoba creían que se iban a pesar en una balanza la historia de los muros, las cristaleras del arte, las almas de los escritores muertos y los antiguos repujados del pueblo, pero la cultura se ha quedado en el adorno de otra cosa, quizá sólo de la política y de los restaurantes.

Esto de las capitalidades europeas me parece sólo el sorteo de una noria. Que tengan que ponerle a una ciudad esa noria para traer conciertos o iluminar los cuadros, para que la cultura se enchufe de repente al ayuntamiento, me parece una impostura y un acto de hipocresía. Claro que es una impostura hipócrita que señala a la ciudad en el mapa, atrae visitantes, llena las cervecerías y deja dinero igual que lo haría una carrera de coches o un campeonato de fútbol, eventos por los que seguro que se hubiese llenado igual de gente el Puente Romano, sin diferencia alguna. Eso es lo que me da rabia. En Córdoba están heridos ahora como si les hubiesen dejado sin cultura, como si se la hubieran robado de un arcón, como si ya no pudieran tocar los músicos ni mirase los rizos los poetas ni leer libros la gente, pero sólo están tristes por esa noria que no era cultura sino otra cosa, un cartelón, un foco, un azafato. En Córdoba están con la tristeza del tendero, no con la tristeza del tañedor de lira.

No, no se trata de enfrentar a los cortadores de troncos del norte con la monumentalidad de Córdoba, ni de que se deje a Bildu atiesar su kultura con kas y pinacotecas de etarras. Nos puede preocupar el gesto político, pero en su medida política. Es por eso que puede dolernos la designación de San Sebastián, pero no por ningún insulto a la cultura, que es verdadera en cuanto a universal, que es transportable como sus chelos y pinturas. Nada que tenga que ver con la cultura se ha perdido o ganado con esta decisión política. Lo que me desconsuela es que la cultura sea un pin, un podio, una postal y una moneda de cambio para los partidos y que, en realidad, siga sin importarle a nadie. Mucho más que el que dejen a mi pueblo sin feria, sin noria.