Es buena metáfora ésa del crepúsculo, hora en que la luz se corta las venas. El crepúsculo inevitable hasta para los dioses, con el color de sus murallas fundiéndose, como cuando cayó el Valhalla también por las contradicciones de los inmortales, por los pactos que no pudieron cumplir ni con los humanos ni con ellos mismos. Hipnotiza esta hora de la destrucción, con una belleza de planetas cayendo como anillos. Casi no importa morir cuando se sabe que va a morir todo. Ahí está el sol arrancándose la melena, ahí está el infierno empezando a escalar el cielo, ahí está el pavoroso y magnífico espectáculo del mundo cayendo en una catarata. Es una bonita y certera metáfora, este crepúsculo de todo con nuestros gobernantes paralizados o borrachos, quizá también con la ciudadanía fascinada y quieta, mientras nos deslizamos hacia las monstruosas fauces del abismo. Estaba por decir que tras el crepúsculo y la noche esperamos un amanecer, pero eso de los nuevos amaneceres suena siempre a fascismo o a secta. Confiemos sólo en que esta destrucción se lleve a los malos gobernantes y a los mentirosos con sonrisa, pero nos deje algo con lo que reconstruir el día. Todavía estamos en la hora de las sombras, entre los fracasados y los profetas, cuando la luz y la oscuridad se arrancan jirones la una a la otra. Rajoy quizá ha construido una metáfora bastante más grande que él mismo. El sólo pretendía ser un señor serio y nada lírico, avisando de que este Gobierno no tiene manos ni fuerzas para nada, menos para detener al sol. En este crepúsculo se cruzan las hadas y las brujas, los demonios y la esperanza, mientras la noche se prepara para verter a cubazos su hielo sobre nuestra espalda.
30 de julio de 2011
Los días persiguiéndose: Crepúsculo (29/07/2010)
Somos Zapping: El roce hace el cariño (25/07/2011)
Periodista de camarín. Sigue los pasos y la voz de Griñán, le ahueca los discursos, canta sus milagros, esparce su perfume y su Buena Nueva. Quizá no se han fijado, pero Canal Sur tiene asignada a Griñán una especie de periodista de camarín que le sigue allí a donde va, como con una palangana o un incensario. Es Carmen Benavides, más escriba que cronista, más retratista de corte que reportera. La verán indefectiblemente en las noticias tras un mitin, una inauguración, una declaración, una vista del Presidente, sea donde sea, porque hay oficios consagrados, hay sacerdocios de lealtad que no se pueden dejar en manos de cualquier corresponsal de provincia, sino que requieren el entusiasmo y la veneración de una dedicación absoluta y devota. Allí estará ella siempre, lanzando pétalos, anunciando las sucesivas salvaciones que nos trae Griñán, con su lenguaje más propagandístico que informativo, con sus palabras como de esposa o al menos de secretaria un poco enamoriscada del jefe. Quizá ni siquiera es culpa de ella. Es como si Canal Sur quisiera casar a sus periodistas con sus políticos para que nazcan esos lazos de fidelidad o dependencia que den como fruto natural unas crónicas sumisas, hagiográficas, complacientes y guapeantes. Quizá Canal Sur ha casado a Carmen Benavides con Griñán para que el roce haga el cariño.
Nuestro consejero. No ocurre sólo con esas reporteras que yo llamo vaticanas, las que te cuentan la crónica política como Paloma Gómez Borrero te contaba los desayunos del Papa con los ángeles. También hay periodistas masculinos que dejan notar su amor por nuestros gobernantes. Como Tito Ortiz, encargado de las noticias desde Granada en ese espacio que tienen los informativos de Canal Sur para pasearse como en bicicleta por las provincias. Con cierto tono curil también, habló de “nuestro consejero Paulino Plata”. “Nuestro consejero”... Ahí hay cariño, cercanía y sólo la justa sumisión. Podría haber dicho “nuestro querido consejero”, pero hubiera quedado como norcoreano. “Nuestro consejero” pega mejor con ese sutil estilo de hijo respetuoso a la vez que amoroso y agradecido que Canal Sur usa para referirse a los dueños de Andalucía.
Andalucía es. Son unos breves que rematan siempre “Andalucía es innovación” o “Andalucía es cultura” y que hacen surgir de repente, entre los anuncios de detergente, empresas de nanotecnología y otros vértigos o guapuras de esta Andalucía guay. Pues dedicaron uno a la Real Escuela de Arte Ecuestre y dijeron esto: “Su tesoro de brillantes carruajes y coloridas guarniciones compone la viva imagen de la cultura andaluza, la modernidad hecha sobre historia milenaria”. La modernidad de los coches de caballos o las chaquetillas, ya ven. Le van a quitar el puesto a Roberto Sánchez Benítez.
22 de julio de 2011
Hoy viernes: Lejos como el frío (22/07/2010)
Aún está todo lejos, como el frío. Las elecciones, las revanchas, las diferentes sentencias que nos traerán penados o apoteosis... De momento, aquí estamos, esperando el dinero que se llevaron los muchos piratas, atentos a si el euro se derrumba o no como un faro podrido, mirando a la estupidez de la política poner su kiosco de gaseosas baratas, dudando si atraparemos a todos los corruptos que salen de los agujeros igual que cangrejos o si se arriarán las banderas de los partidos hegemónicos en sus chiringuitos eternos. Pero ahora el mundo entero parece estas tardes de verano en las que sólo se oye botar una pelota, como puntos suspensivos que caen de los tejados. Sólo los niños arañan las paredes, sólo los dormidos encuentran la paz como agua. Estamos soñando con otra cosa pero es como soñar con nieve, ahora, cuando hay volcanes derramándose por las paredes hasta el mar. Soñamos el fin de la crisis, soñamos gobernantes que no nos mientan ni nos tomen por idiotas, soñamos salvarnos de esta carne quemada de la política y sus miserias, soñamos todo eso como fresco por la nuca, como una fruta a gajos en la mano, mientras nos comen las hormigas y nos ciegan olas de fuego que sobrepasan a las palmeras. Hay pirámides aztecas en la playa, hay esquinas con la luz en una alcayata, hay cáscaras del mundo en lo que pisamos, hay toallas por los ojos, hay una densa pausa de todo apartando las nubes en paréntesis, hay una duda que parece una salamandra en una tapia. En la orilla, como en la política, esperan la salud o la inhumación los cansados y los muertos. Pero aún queda mucho, como para el frío.
18 de julio de 2011
Somos Zapping: La salud de los culos (18/07/2011)
Culos transversales. La salud de los culos debe de ser una cosa también muy andaluza, si no, no le prestarían tanta atención en Salud al día, programa que ya desde la cancioncilla de la cabecera nos dice que el sur “me llena de vida”. Sí, los culos sureños también llenan de vida, sobre todo los de las jovencitas atractivas, y sin necesidad de excusas científicas o nutricionales. Esa atención de Salud al día por los culos hermosos podría ser un contenido “transversal”, como dicen los logsianos, o sea que su redondez y su mordibilidad están presentes en todo lo saludable, formando parte de la “calidad de vida” de esta tierra, que también consiste en admirar con complaciente deleite bonitos culos de chavalas. Toda esta teoría acabo de armarla al ver en el programa cómo un médico nos informaba de los misterios y peligros de los lunares usando a una muchacha que se nos aparecía en sujetador y braga tanga. No, a la muchacha no le analizaron ningún lunar en los glúteos, sólo en la espalda, pero aun así se notó mucho el interés del programa por que esa gloriosa salud de la andaluza a cachete destapado fuera evidente. Quizá era una manera de destacar la lozanía idiosincrásica, la hermosura genética de lo andaluz, por encima de lo accidental, en este caso el problemilla de los lunares. Yo, la verdad, lo pasé mal, porque pensé que ese señor tan serio, con su bata blanca y hasta su logo de la Junta, no iba a poder reprimir dar una palmetada en ese bello culo al aire antes de terminar la explicación. Afortunadamente, no fue así. Pero está claro que si Roberto Sánchez Benítez puede decir, como hizo luego en la entrevista a unos sevillanistas, que “la música es salud”, con más razón podría decir que también lo es la belleza, de ahí ese culo exhibido sin ningún motivo médico ni periodístico, pero que daba muchas ganas de ser saludable. “Hay que morirse sano” (sic), dijo también Sánchez Benítez. No sé si alguno se moriría, sanísimo, al ver ese culo. Pero a más de uno, desde luego, se le rejuveneció el ánimo. Viva la salud.
Chaves otra vez. Hay imágenes que uno nunca hubiera pensado que volvería a ver, como la de Chaves prometiendo otra vez un cargo en el Gobierno. Me la encontré en el Canal 24 horas de sopetón y fue como contemplar a Béla Lugosi saliendo del ataúd de Drácula de nuevo. Se nota que Zapatero va a aguantar la legislatura hasta el final con lo mejorcito que tiene, señal de que le queda mucho por hacer.
Hoy viernes: Transparentes (15/07/2011)
Los políticos ya eran transparentes, se les ve todo por debajo, lo rudimentario de su discurso, lo escuchimizado de sus estrategias. Y lo peor es que asumen que ése es el nivel de la ciudadanía. Si no, no recurrirían a trucos de feria como ha sido éste del PSOE andaluz de poner a Griñán a ducharse en la tribuna del Parlamento para limpiar todos los pecados del Régimen con esa candidez sin efecto, con ese gesto sin peso de enseñar su carpetilla con el IRPF. En esta Andalucía de los ERE para los amigos, de los millones regalados sin control, de los hijos del poder haciendo de comisionistas e intermediarios con la Junta, de altares a la desfachatez y al choriceo como Mercasevilla, resulta que los dignos, los honrados, los transparentes son los socialistas porque su jefe ha enseñado, como un Cristo con el corazón en la mano, poco más que su lista de la compra. Miren a Mario Jiménez, a Susana Díaz, los dos iconos más puros de esta política estupidizante, señalar ahítos de superioridad moral engaños, ocultamientos y malvados desde el trono de podredumbre del PSOE andaluz, el de un poder corrompido por el tiempo, la ambición y la desidia. Sí, ya eran transparentes estos políticos, les vemos todas las trampas y todas las digestiones, imposibles de tapar con escenitas tragicómicas ni actos de contrición o purificación con material de papelería. Ya eran transparentes, pero eso importa poco cuando el poder confía en que dejó al pueblo cegado.
Somos Zapping: La prueba del pañuelo (11/07/2011)
Risas y muertos. Con la temperatura del verano, llegan las fritangas de Canal Sur. Menuda noche ofrece sus greatest hits, se rellenan noches resucitando el Carnaval enlatado y hay un nuevo programa de videoteces que esta vez quieren ser temáticas y ordenadas. Listísimas se llama, y aunque se presente como “la mayor encuesta sobre gustos jamás hecha en Andalucía”, sólo es otra exhibición de vídeos de gatos, chorradas de archivo o Youtube y doblajes tontos. No merece el programa más comentarios, salvo que, curiosamente, es un engendro de Redacción7, la productora de Paco Lobatón. Ya ven que hay gente que, tire por lo sórdido o por lo ridículo, siempre encuentra acomodo en Canal Sur. Lo mismo dan los niños muertitos que los tartazos y la risilla meona. El caso es que el dinero público no deja de fluir a los mismos bolsillos.
Miedo. Manu Sánchez le dedicó su programa al miedo, no sé por qué. Quizá repetían el de Halloween, o, simplemente, es que Canal Sur da de por sí mucho cague, tan lleno de momias y espantajos. Invitó ese día a El Arrebato, puede que porque tiene algo del Shaggy de Scooby-Doo, y confesó el icono de esta juventud andaluza de guitarrita floja que una vez durmió en un hotel como “rococó”, con “cuadros de gente antigua mirándote”, y tuvo que descolgar uno de ellos del acojone. A mí, la verdad, me dan más miedo él o María del Monte. Ellos perjudican bastante más al sueño, al buen gusto y a la inteligencia que las cortinas que se mueven y los cuadros que te miran.
Nandía. Cuando hacíamos aquella locura de labahiadelmamoneo.com, era nuestra musa. Hernán Díaz, “Nandía”, caudillo de El Puerto, alcalde chirigota, Chávez de la Bahía antes de que apareciera Chávez... Ahora lo exhiben por las televisiones, después de que a él y a aquella pandilla suya que nos daba los artículos hechos con las perlas que salían de sus bocas, su gloria cateta y sus chanchullos de freiduría, los hayan imputado por esas cosillas del urbanismo. En La Sexta lo sacaron en un vídeo que reflejaba toda su época, mezclando su populismo con el vinazo mientras la gente coreaba “menos rotondas y más rebujito”. Tuve un ataque de melancolía, casi de ternura, al verlo. Pero luego pensé que esa política chusquera, hortera y rebañadora no empezó ni acabó con Nandía. Pensé en todos los nandías que aún quedan en Andalucía. Se me fue la melancolía y me sobrevino la rabia.
8 de julio de 2011
Hoy viernes: Todos los nombres (8/07/2011)
Los socialistas son mucho de retocarse el nombre, de hacerse una marca con él, como los escritores o la vedetes. Zapatero fue Zapatero y no Rodríguez, y luego ZP, que eso siempre ha parecido un matamoscas. Griñán lo primero que hizo para cambiar Andalucía de marcha, de época o de cortinas fue pedir que le llamaran Pepe, como el del bar. Felipe González también fue siempre Felipe, e hizo felipismo y no gonzalismo, que a lo mejor la izquierda es eso, quitarse los apellidos como la corbata. Alfredo Pérez Rubalcaba tiene nombre de galán pero apellido de árbitro, así que se puso a remediarlo y le salió una cosa un poco anglosajona, como todos los nombres que se colocan por el medio una inicial. Alfredo P. Rubalcaba es casi nombre para best-seller, cabe mejor en los carteles y se quita algo de oficinista que tenía el Pérez. Se ve que esta política de ahora no está tanto en si se les pone o se les quita el sombrero a los banqueros o les dan caramelos o manguerazos a los del 15-M, sino en saber elegirse un nombre. A lo mejor ya no queda más ideología que eso, el nombre y si acaso el sastre. Este PSOE no sabe encontrarse a sí mismo, ni sabe sacarnos de la crisis, pero sabe ponerse nombres chulos, eufónicos y de anuncio, como los caballeros andantes, los modistos o los modelos de coches. Así están, a falta de mejores ideas, cambiándose la firma como primera o única medida.
La política ya perdía con los personalismos, los salvadores, los gurús, porque se dejaba de pensar para adorar a un figurín. Pero antes un liderazgo suponía también una idea de partido o de país o de política o de discurso. Ahora se nos presentan candidatos que apenas tienen la intención del nombre, pero no sabemos con qué vienen detrás. De Rubalcaba podemos decir que se ha quitado letras pero desconocemos si trae el neofelipismo, un zapaterismo postapocalíptico, un socialismo de los muertos, un oficio mefistofélico o una melancolía con braguero. A Griñán podemos llamarlo Pepe pero tampoco sabemos adónde va su llaneza, a liquidar o a barnizar la herencia chavista, a renovar el PSOE andaluz o sólo a entremeterle ninis, al cambio o a la eterna justificación del fracaso. Se retocan el nombre o se maquillan la calva y aquí estamos fascinados por un candidato que sólo presenta su tarjeta de visita y las manos en los bolsillos. Los nombres tapan a las ideas, la política parece un bautizo. Felipe dejó su nombre como sus labios en la rosa socialista, ZP nos dejó tiesos con su espray matamoscas, Chaves dejó cheques con su apellido, Griñán llamándose Pepe parece que sólo nos deja cañas contra la crisis y Rubalcaba deja un solo punto suspensivo en el interregno del PSOE. Pónganle a eso el nombre que quieran, menos política.
4 de julio de 2011
Somos Zapping: Griñán y San Agustín (4/07/2011)
Capital universal. Córdoba se ha quedado sin capitalidad europea de la cultura y eso enseguida ha generado unos encantadores y ridículos ataques de dignidad cateta. En Andalucía directo rotulaban esto: “Córdoba, capital universal de la cultura, se mire como se mire”. Tal cual. Nada menos que capital “universal”. La nueva Alejandría. Y “se mire como se mire”, que así lo dicta el tierno sentimiento pueblerino. Como prueba de la superioridad, del imperio que sobre la cultura tiene Córdoba, y como orgullosa revancha, AD nos contó que los amigos de la Cofradía del Salmorejo Cordobés iban a repartir por ahí su exquisita receta y que reposteros de la ciudad han creado helado de caracoles en honor a esa capitalidad. Capitalidad cultural universal e incontestable, como se ve. “Hay que continuar adelante y hay que levantar el ánimo”, decía Modesto Barragán dándole el pésame a la cultura. Salmorejo, helado de caracoles y camisetas azules... Capital universal de la cultura, se mire como se mire.
Estafa. En Andalucía hay mil funcionarios para cada lince, camaleón, jaramago, ave con la pata quebrada. Hay mucho dinero público en esto y tarde o temprano unos listillos se la tenían que jugar a la Junta a costa de ese amor suyo por la naturaleza que lleva sin mucho cuidado, pues lo que cuenta es quedar de buenos ecologistas y besabichos. La Junta nunca sospechó de lo bien que funcionaba todo en ese centro de recuperación del águila imperial que ha resultado una estafa y que nos han sacado en todas las televisiones. Qué desfachatez, mangar dinero público apañando subvenciones. Lo nunca visto. Un día, a la Junta le pasará algo más grave, qué sé yo, con los fondos para el empelo, con unos ERE o así.
3 de julio de 2011
Hoy viernes: La noria de la cultura (1/07/2011)
Esto de las capitalidades europeas me parece sólo el sorteo de una noria. Que tengan que ponerle a una ciudad esa noria para traer conciertos o iluminar los cuadros, para que la cultura se enchufe de repente al ayuntamiento, me parece una impostura y un acto de hipocresía. Claro que es una impostura hipócrita que señala a la ciudad en el mapa, atrae visitantes, llena las cervecerías y deja dinero igual que lo haría una carrera de coches o un campeonato de fútbol, eventos por los que seguro que se hubiese llenado igual de gente el Puente Romano, sin diferencia alguna. Eso es lo que me da rabia. En Córdoba están heridos ahora como si les hubiesen dejado sin cultura, como si se la hubieran robado de un arcón, como si ya no pudieran tocar los músicos ni mirase los rizos los poetas ni leer libros la gente, pero sólo están tristes por esa noria que no era cultura sino otra cosa, un cartelón, un foco, un azafato. En Córdoba están con la tristeza del tendero, no con la tristeza del tañedor de lira.
No, no se trata de enfrentar a los cortadores de troncos del norte con la monumentalidad de Córdoba, ni de que se deje a Bildu atiesar su kultura con kas y pinacotecas de etarras. Nos puede preocupar el gesto político, pero en su medida política. Es por eso que puede dolernos la designación de San Sebastián, pero no por ningún insulto a la cultura, que es verdadera en cuanto a universal, que es transportable como sus chelos y pinturas. Nada que tenga que ver con la cultura se ha perdido o ganado con esta decisión política. Lo que me desconsuela es que la cultura sea un pin, un podio, una postal y una moneda de cambio para los partidos y que, en realidad, siga sin importarle a nadie. Mucho más que el que dejen a mi pueblo sin feria, sin noria.