29 de febrero de 2008

Somos Zapping 29/02/2008 (Especial campaña)

El autobús, Chaves y House. Es un hallazgo y me doy cuenta de que he terminado eligiéndolo como icono de toda la campaña. Sí, el autobús de Chaves, al que por fin le he visto otro de sus lados, porque es un autobús que va descubriendo sus secretos, trucos e intimidades en diferentes días y ángulos, como un diorama o una mujer. Allí está la Andalucía chavesiana cubicada o estereoscópica, el misterio de su magia explicado igual que en su Piedra Filosofal o en un tratado atlante. Yo había visto el lado un poco evangélico donde aparecía Chaves rodeado de niños, una especie de anuncio de Benetton o de Sugus. Pero en la crónica que ofrecía Canal Sur de la visita del presidente a Córdoba, nos enseñaron el otro, en el que Chaves se acompaña esta vez de protésicos o doctores que parece que le están anunciando su feliz embarazo o el de la Autonomía. Seguro que han tenido cuidado de que en esas fotos ninguno de los niños sea de los que dan clase en caracolas o están en la cola del informe PISA, igual que los médicos o investigadores no serán de los que tienen que irse a Portugal para cobrar un sueldo decente o a las universidades extranjeras para no quedar aquí como becarios desarrollando fuegos artificiales. En esta nueva imagen que descubro, Chaves tiene algo de House, de House simpático y rey mago, eso sí, de House que cura por imposición de manos, que dirige la ciencia con patronazgo y carisma y saca en las radiografías sólo los caramelos que hemos comido. Pero el otro House también le ayudó, por ejemplo a restarle audiencia al debate a cuatro, como le ayudará el fútbol del domingo en el cara a cara con Arenas. Cuantos menos sean los andaluces que vean cómo les sacan las vergüenzas a sus décadas de gobierno dormilón, mejor. Debe de ser parte de un pacto de corporativismo entre genios, que es lo que son Chaves y House, y que les lleva a repartirse el público y esa imagen de liderazgo, de maestría y de salvación. Estoy deseando ver el resto del autobús. ¿Tendrá un techo con Chaves de astronauta, una trasera con Chaves junto al cuerno de la abundancia?


28-F. El primer plano de Chaves se fundía con la bandera blanca y verde y el himno de Andalucía sonaba con el eco de la música de sus caravanas electorales. Era lo mejor que les podía pasar en plena campaña, el 28-F guapeado de conquistas y sentimentalidades, para volver a unir partido, Junta y Autonomía en el mazacote indistinguible que tanto les gusta. Mar Arteaga, que parece ser la elegida por Canal Sur para ponerle todos los tapetes y flores al poder en esta cuenta atrás hacia el 9-M, sacaba las viejas cintas de aquel referéndum, aquella ingenuidad cuando quizá creímos que eso significaba la libertad y el progreso para esta tierra, y no simplemente el comienzo del reinado de unos dueños perpetuos de Andalucía. En el acto de entrega de las medallas, con Los del Río o Rafael Camacho dando la estatura de todo el paripé, Chaves, entre arcas de civilizaciones y buenismos pseudohumanistas, transparentaba su propaganda: “la capacidad y el potencial” de Andalucía, “que se proyecta en el futuro” convertida “en una tierra innovadora”. Unos vecinos boicotearon el comienzo del discurso con abucheos y fueron desalojados, pero la propaganda continuó ya sin freno en la entrevista que Keka Conesa le hizo a Chaves en el informativo. Creo que ayer, a ratos, la bandera andaluza me pareció (qué tristeza) una toalla de bidé o una pegatina pisoteada más.

28 de febrero de 2008

Somos Zapping 28/02/2008 (Especial campaña)

Grogui. Con luz de lechería, con temperatura de gallera, el debate a cuatro, en falso directo, puso a Andalucía en la mesa de las autopsias. Hubo un envenenador y tres traumatólogos, hubo un rapsoda y tres exorcistas. En el plató como un comedero, las fieras rondaron a la Andalucía falsa de Chaves, que sobrevive como un barco fantasma, impulsado por la sola lentitud de su sombra. Un círculo de diferentes ideologías apretaba el cuello del presidente andaluz para estrangularle su autonomía del escaparatismo, del cartonaje, del subidón. La izquierda de siempre, la derecha más o menos maquillada, el andalucismo de colage, todos lo iban ensartando a cifras, a verdades, a vergüenzas. Chaves empezó como si estuviera en Tecnópolis, con la fluoresecencia mentirosa de las células madre, con la tecnología de los calambres. Ahora nos quiere alimentar con sopas de moléculas y electrones, aquí en esta tierra desindustrializada, campeona del paro, de una pobreza ya tísica. Pretenden gobernar 30 años y su presentación en el debate fue el quimicefa con el que ellos juegan, mientras las estadísticas nos hunden en todos los fangos posibles, de la economía a la educación, de las infraestructuras a la cultura. Entonces supe que le iban a dar fuerte y flojo y desde todas las esquinas ideológicas. Chaves fue un pimpampum. Arenas, aunque reservón, lo sacó de sus casillas. “Todo malo, todo malo”, interrumpía Chaves. “No, si le parece le vamos a aplaudir; ya se aplaude bastante usted solo”, le contestaba Arenas. Valderas le recordó la traición a los pobres. Julián Álvarez, que tiene coherencia y buen discurso, que estuvo hasta brillante (por eso decepciona más la afectación de la que peca su andalucismo), le acusó de no haber manejado bien los recursos de los que ha dispuesto, de que su Andalucía al máximo es en realidad el conformismo de la mediocridad, el no saber ir más allá. Inseguro, balbuceante, Chaves tiró de soberbia: “La credibilidad la dan los votos”. No, la credibilidad la da el que las palabras se correspondan con la realidad, con la verdad. Chaves acabó grogui. Adelgazado en su camisa, parecía una tortuga vieja.


Luto. El martes, los reporteros de Andalucía directo vistieron de luto para protestar por su lastimosa situación laboral, y pensé que ese negro era el crespón de toda la cadena pública y de toda la Autonomía con velos por la cara, con muertos puestos de pie, con máscaras de cera, con resurrecciones siempre aplazadas. La muerte de la dignidad, de la verdad, su olor a podrido camuflado con incienso o flores machacadas, todo eso, la Andalucía oficial y su espejo, su televisión de partido. La Junta Electoral andaluza va a abrir un expediente a la RTVA por “vulnerar el principio de neutralidad informativa” en el inicio de la campaña. Lo comentamos aquí. El PSOE encendía sus bengalas, como en una nochevieja de trasatlántico, pero el PP no salía. Mar Arteaga tardó media hora en pedir disculpas. Lo achacó a un fallo técnico. Cuando al fin Canal Sur emitió las imágenes del arranque de campaña del PP en Cádiz, hizo que las precedieran las del PSOE, otra vez. La muerte del pudor, de la decencia, de la libertad. Los reporteros de Andalucía directo, de negro, hacían juego con esta procesión de la Andalucía difunta o catatónica o amomiada, gran nido de cuervos, festín de insectos, vampiros, listillos, arrimados, antropófagos. Luto por esta triste viudez nuestra, por este larguísimo enterramiento en vida...

27 de febrero de 2008

Somos Zapping 27/02/2008 (Especial campaña)

El duelo. El debate andaluz a cuatro lo dejamos para mañana, pero el del lunes fue una escenificación de toda la legislatura: reproches, cataclismos, fe y traiciones. Zapatero y Rajoy como su zapping de estos últimos años. Al menos, en el cara a cara que tendremos en Andalucía si no se raja el PSOE, Chaves y Arenas no podrán repetir los duelos de balcón a balcón del Parlamento porque, con Arenas fuera teledirigiendo, simplemente no los ha habido. De este debate hemos aprendido que un traje pequeño achica también en la pantalla, que leer siempre queda mal y si es como Rajoy, peor; que el pasado decepciona como recurso, que los salivazos no convencen salvo a la propia parroquia, que la actitud es tan importante como los argumentos y que cuando desvían la mirada de la cámara parecen niños intentando recordar la tabla de multiplicar. Pero tampoco le demos tanta importancia al duelo. Canal Sur no se la dio. A la hora en que España olía a pólvora en los salones, La Nuestra emitía el peñazo de Arrayán, y el informativo del mediodía de ayer abrió con la noticia de unos pollos asfixiados. Sí, no le demos tanta importancia. Quizá el personal hace mucho que eligió su trinchera.


Moderadores. Algo más que aprendimos el lunes fue que el moderador da igual aunque resulte ridículo. Manuel Campo Vidal empezó con un discurso propio como si hubiera ganado un Oscar. Se engoló de sitio y momento históricos como Chaves cada día y, con aquello de “éste es el primer debate del siglo XXI, de la era de la información”, se diría que seguía poniendo a jóvenes emprendedores a la pata coja, como en el programa que tenía en Canal Sur con hechuras de parchís. Aun así, un poco presidencial él mismo, achichonado de importancia, alguacilillo de algo quizá grande para él, nos demostró que esa pelea por el moderador nos la podemos ahorrar en Andalucía. Yo propongo que aquí sea Roberto Sánchez Benítez, el que pitufa en Tecnópolis, para que la ridiculez compense la gravedad de la cita y haya un peluche en la mesa que frene las ganas de sangre y los insultos, como ante un sobrinito.


La guerra de papá. En Dos Hermanas volvió la guerra de los antepasados, votar por los muertos y por los abuelos y por los padres, la venganza histórica en la que se basa Chaves contra un enemigo que le parece napoleónico. Chaves nos ve en un pasado de esclavos redimidos, pero estos discursos levíticos y como en el Sinaí lo hacen más antiguo que la derecha a la que tanto critica. El pasado es alimento para la mitología y para el odio, totalitarismos y fanatismos se han fundado y justificado en él una y otra vez. La política debe ser futuro y no un ajuste de cuentas que nunca se acaba, como si se debieran denarios. Por eso nunca me gustó ese afán apoyado por ley de remover muertos, rencores y melancolías, del que el otro día, por cierto, vi el ejemplo más estúpido que podía imaginar, cuando las noticias de Canal Sur pusieron al concurso Se llama copla como una muestra de “rescate de la memoria histórica”. Ahora llega el 28-F y de nuevo aprovecharán su épica revolucionaria, algo como “el PSOE guiando al pueblo” en plan Delacroix. Ayer mismo salió Zarrías yendo del aniversario a la “Andalucía más segura, más robusta y más dinámica”. Menos batallitas y fantasmas y más ganas, señores.

26 de febrero de 2008

Somos Zapping 26/02/2008 (Especial campaña)

Goliat. Allí estaba el Goliat al que se refirió hace poco Arenas. Allí, en las 30.000 almas en coro de Dos Hermanas, con banderas de shogun, ante el Zapatero zen y el Chaves regio, el monje y el capataz, el advenedizo y el eterno. Dos Hermanas es un fetiche, como algunos árboles o puentes para los enamorados. Creen que allí se fraguó la última victoria y ahora han repetido rituales de lazos, besos y lanzas. Zapatero y Chaves hablan sobre la misma zeta roja, con algo de triclinio, pero son dos socialismos muy diferentes que la gente confunde con uno solo. Les une un pacto de no agresión, de lindes, como en los odios cazurros, pero nadie puede creer ya que el idealista ingenuo, con vestido de azafrán y campanillas en los dedos, y el amo de la burocracia y el clientelismo, que ha hecho de esta Autonomía una Ciudad Prohibida como aquella imperial de Beijing, representan lo mismo. Zapatero hablaba de ganar con “verdad y humildad” y Chaves gritaba que “no podemos consentir que se instalen en el poder unos integristas”. Unidos los socialistas hare Krishna con los otros de aquí, los amamantados, los chusqueros, los navajeros, la Familia, es verdad que dan un monstruo filisteo tremebundo. Otra cosa es todo lo que ha ayudado el PP a dar ese tipo de argumentos a los killers del PSOE, saliendo de paseo con la carcunda y con el Corpus de los puritanos y las llagas. Alguien me dice que sabe cómo vencer al monstruo, y es dividiéndolo: va a votar a Zapatero y a Arenas. Pero yo pienso que ya no es tiempo de milagros, y eso sería precisamente romper esta política de hinchadas, un milagro.


Un bono para qué. El mismo día que se proclamaba un David ante Goliat, Javier Arenas arremetía contra el bono cultural de 60 euros de Chaves, en el que ve un dinero de ida y vuelta presentado tramposamente como dádiva. Por cierto, quiero señalar que hay sutiles o malvadas diferencias en la manera en que Canal Sur ofrece su información electoral según sea el PSOE o el PP. Chaves siempre sale en un éxtasis, en un crescendo, con un titular en llamas, con una patada aérea. A Arenas, en cambio, lo suelen coger planeando una obra del pueblo que visita, hilando detallitos, disponiendo menudencias, con lo que queda como un filatélico frente a un karateca. Pero a lo que íbamos. El bono cultural de Chaves, como el mega de Internet, viene a ser de nuevo sustituir los fines con los medios o simplemente quedarse en los medios difusos sin que haya un fin. Si la cultura es el objetivo, regalar entradas para el cine no resuelve nada. Además, me estremezco pensando qué entenderá Chaves por cultura, sobre todo después de ver que todavía ayer lunes, los informativos de Canal Sur (¡sí, los informativos!) dedicaban odas y minutos a la final de Se llama copla, que fue como una disputa entre cigarreras llorosas. ¿Será un bono para ver a esta Joana Jiménez regando macetas con el corazón encogido? Viendo la cultura en la que se regocija su televisión de partido, yo le diría a Chaves que dejara esos bonos y regalara sombreros de alancha, que servirán para lo mismo.


Comedia. Escribo antes del gran debate, en el que Zapatero y Rajoy intentarán hipnotizar más que convencer. Observando los preparativos, los asesores midiendo las sillas, los brillos, los termómetros, concluyo que hemos asumido que la democracia es una comedia. Aun así, estoy deseando ver el de Chaves con Arenas. ¿Irá Chaves tuerto, como Sobles?

25 de febrero de 2008

Somos Zapping 25/02/2008 (Especial campaña)

Chaves y la morena. A lo mejor no entendimos lo de la “campaña limpia”. A lo mejor Chaves se refería a que su autobús, ése en el que aparece con chiquillos como si les repartiera huevos Kinder, era sostenible o funcionaba con las mismas burbujas que su propaganda. Pero repaso las crónicas y sí, fue en Jerez donde lo dijo, apostillando que eso era “bueno para la democracia”. No sabemos lo que pasó luego para que acusara al PP nada menos que de albergar en su sustancia “la xenofobia y el racismo”. Quizá fue poseído por el espíritu de Luis Pizarro, al que solemos ver junto al presidente con un inquietante parecido al Igor de El jovencito Frankenstein, como acarreando siempre el caldero del sociatismo más ruin. Pero sí, algo pasó en Jerez que lo convirtió después en fiera celosa y testosterónica. Algo irresistible, más hipnosis que magia, algo muy poderoso, pues hizo que hasta las cámaras de La Nuestra se olvidaran de Chaves (¡qué milagro!) para deleitarse en la imagen: una joven periodista, una morena con ojazos de vino oscuro, que miraba hacia atrás con el bolígrafo entre sus labios entreabiertos, durante segundos agigantados. Son cosas que hacen olvidar todo y emerger los instintos. Ya, les parece descabellada la explicación. Pero es la única que se me ocurre para no concluir que Chaves mintió, que su estrategia es la del odio, la de la demagogia, la del azuce, la del coco, la de la arena en los ojos, y que no tiene mucho más a lo que recurrir.


Chaves y la señora. Las leyes sin dinero, las promesas como billetes del Monopoly, el verso en vez de la acción y los hechos sustituidos por su envoltura de caramelo. Creo que fue también en Jerez, donde Chaves se adornaba de la generosidad y el izquierdismo sopero que le daba la Ley de Dependencia. Pero la realidad es tozuda y una señora le espetó que a ella no le llegaba la ayuda y que las leyes como fanfarrias no le servían para nada. “Es posible, señora, que haya habido retrasos, pero todo el mundo que tenga derecho va a recibir la prestación”, le contestó Chaves desde el atril, llevando de nuevo la política al terreno de la fe y del agua bendita de sus palabras. “Chaves ha tenido que tranquilizar a la preocupada mujer y le ha explicado personalmente el alcance de la Ley de Dependencia”, decía la noticia en Canal Sur, echándole una mano. Pero en las imágenes, Chaves esquivaba la mirada de la señora y parecía que sólo quería escapar de ella como de pedigüeños. Me encanta cuando un pedrusco de realidad se cruza en medio de la campaña preparada igual que un escaparate de pasteles. Parece entonces que los políticos se atragantan o se caen de la carroza. Luego, se mueven como con chichón y su pasajera fragilidad me reconcilia un poco con la esperanza.


Vocación de bisagra. IU juega a la ambigüedad, se nota hasta en la manera en que Valderas intercambia eses y zetas en sus declaraciones siempre un poco tristes o frioleras. Es capaz de criticar, como el otro día, al socialismo que tras 30 años mantiene a Andalucía en la cola de todos los indicadores sociales y económicos, y a la vez postularse como arrimado. “Convertirse en una fuerza decisiva en Andalucía”, así resumía Canal Sur las intenciones de Valderas en una de sus primeras intervenciones de campaña. ¿Saben cómo se llama esto? Sí, vocación de bisagra. Echan de menos el calorcito socialista. Lo probaron un día, babosos y serviles, y están deseando repetir.

24 de febrero de 2008

Somos Zapping 24/02/2008 (Especial campaña)

Gazpacho andalucista. Forrada de verde limón, con un gorro levemente francés o guerrillero, a Pilar González, de Coalición Andalucista, Canal Sur sólo le dejó decir el comienzo del poema: “En un valle del Genil, en una encrucijada de caminos...”. No sé de qué iría, pero desde la toma del Perejil, con el alba quijotesca y el levante macho de la germanía de Trillo, no escuchaba yo cosa semejante. El andalucismo se hunde y eso es mala noticia. Han caído en el vestirse de aceituna, en la épica de los antiguos alfanjes, en el romancero, en la trampa identitaria, remedo flaco de los otros nacionalismos que triunfan donde hay más dinero, ambición, egoísmo y una maquinaria homogeneizante que apabulla. El andalucismo podría haber sido una alternativa, pero Julián Álvarez, seducido por un Volksgeist un poco palurdo, lo está impidiendo. Su coalición es un gazpacho y cuando vi que se adhería a ella Liberación Andaluza, que me suele mandar correos clamando por la vuelta de un Al-Andalus con mezquitas, ajedrecistas y babuchas, me di cuenta de que toda esperanza se había perdido. Un andalucismo realista, moderno e innovador era posible. Pero ahora lo que queda es su sombrajo melancólico. Ya empiezan las campañas con poemas a la raza, entre cojines y laúdes.


La juventud de Chaves. El PSOE andaluz, que padece una vejez como egipcia, que está agotado de sus achaques y de su elefantiasis, aún trata de rozarse y de identificarse con lo nuevo y el intento es patético como los noviazgos asaltacunas de Ana Obregón. Hemos visto a Chaves meterse en las escuelas, a respirar la juventud y a masticar tizas; lo hemos visto definir al PSOE como el partido de la renovación constante, cuando parece que se refiera a otro recetario para sus pastillitas de la tensión; y ahora, recién comenzada la campaña, lo hemos visto también afirmar que se siente “como un chiquillo con zapatos nuevos”. Estas cosas de viejo con hula-hop, de viejo discotequero, como si fuera Paco Martínez Soria, resultan obscenas igual que Castro haciendo gimnasia. Es la lucha contra la realidad y contra el tiempo de un régimen apergaminado que quiere bañarse en sangre joven y en saunas de propaganda pero no puede disimular su decrepitud un poco vampírica. Un chiquillo con zapatos nuevos, así se ve Chaves, quizá con Andalucía como su pony, como su larguísimo cumpleaños emplatado, imagen triste como la locura de una actriz vieja y acabada que se maquilla y sueña. La crónica de Canal Sur terminaba con una toma del autobús de campaña del PSOE. Lo han estampado con una gigantesca foto de Chaves rodeado de niños, como una ilustración de testigos de Jehová. Quedaba entre Fausto y Dorian Gray, con su contrato antinatural y su pústulas por dentro.


Enseñanzas. Algunas enseñanzas del segundo debate sectorial en Canal 2 Andalucía, sobre economía, empleo y sociedad de la información. A saber: que sonaba a burla verlo competir en horario con Juan y Medio, que todos los asistentes eran bastante previsibles y tenían poca garra, que el consejero Griñán se aliña los números, que Antonio Sanz no manejó bien los suyos como si pincharan, que un zapato pegado en la solapa hace que los representantes de CA parezcan una viñeta de Mortadelo y que, desde luego, los del PP no se disuelven bajo los focos de Canal Sur ni caen entre estertores por ningún vudú.

23 de febrero de 2008

Somos Zapping 23/02/2008 (Especial campaña)

Comienza la feria. El arranque de la campaña en Canal Sur vino de la mano de Mar Arteaga, la que le prepara entrevistas al poder como desayunos con champán. Empezaron dando imágenes sólo del PSOE y de IU, y la presentadora tardó media hora en pedir disculpas porque un “fallo técnico” había impedido que salieran las del PP y CA. Yo creo que ella ni se dio cuenta. Chaves, en Cádiz, con el cunero Rubalcaba, entre decorados como quinielas, utilizaba un satélite para su omnipresencia, según explicaba el reportero, demostrando que la Segunda Modernización está pensada más que nada como hélice de su propaganda. Pero el satélite le daba ecos soviéticos a su discurso, que se limitaba a explicar que “no es lo mismo la derecha que la izquierda”, que ellos, que tienen parada a Andalucía, son el progreso y los otros “el oscurantismo y el retroceso”. Ya ven por dónde va a ir la cosa, otra vez con que viene el coco. Uno piensa que, al menos, Alfonso Guerra hacía decía lo mismo con más gracia. También en Cádiz, Rajoy invocaba a la Constitución de 1812 y aparecía junto a Arenas, Sanz y Teófila ofreciendo corazón y cabeza. Pero la cabeza debería llevarlos al centro, en vez de a usar tanto esa rara habilidad que tienen para asustarlo. IU, en Huelva, daba tristeza de ayudantía y Valderas parecía que espantaba moscas de la fruta con sus banderas. CA traía a Julián Álvarez sin atril, como un telepredicador, y a un grupo musical que cantaba “porque somos diferentes, lucha por tu gente”. ¿Sacarán un día el RH andaluz? Comienza la feria. Esto promete.


El debate y la valentía. ¿Qué le va a pasar a Javier Arenas si el debate con Chaves se hace en Canal Sur? ¿Lo van a maquillar como a Falete, van a cogerlo en todas las mojigangas, van a drogarlo con el agua, van a entremeterle imágenes de la cárcel de Abu Ghraib? Que Canal Sur está ahí como un ministerio de la propaganda, que lo lleva nada menos que un ex portavoz de la Junta, que es un póster del PSOE y que está habitado y dispuesto por sus camarlengos, no es algo que vayamos a descubrir ahora. Pero el temor del PP me parece exagerado, contraproducente y torpe. Algunas obviedades más: al PSOE no le interesa un cara a cara de Arenas con Chaves y su victoria estaría en que no se celebrase; al PP sí le interesa y debería mostrar más valentía y seguridad, en vez de quejarse por los árbitros caseros. Chaves, Zarrías y el chusquero Luis Pizarro cumplen con su misión poniendo pegas y haciendo que trabaje para ellos el miedo escénico. Pero tampoco Arenas debería inquietarse demasiado, que parece que está exigiendo su perfil bueno o filtros de gasa en su cámara, como si fuera Sara Montiel. Si todavía no han asumido que esto es una batalla descompensada, que pisan tierra hostil y minada, deberían desistir y marcharse a casa a lamentarse por las injusticias del mundo. El primer debate de peso que vimos, el de Solbes y Manuel Pizarro, nos demostró que ni el fondo ni el moderador ni la realización cuentan ante la actitud, los números, la seguridad y la listeza. Solbes, aun con un ojo caído y salivazos en la comisura de los labios, ganó a Manuel Pizarro, fichaje que ya me suena a bluf. Pizarro me decepcionó. Con pocas tablas, desconociendo la cosa pública, metió mucho soft data, trajo los comentarios de las fruterías, estuvo demagogo y pareció a ratos un tertuliano de la radio del veneno. Así pues, un poco más de arrojo, señores del PP, que Chaves no es Liberty Valance.

22 de febrero de 2008

Somos Zapping 22/02/2008 (Especial campaña)

La guerra de otros. Después de una legislatura entera rozando las armas con los dedos, igual que samuráis, ya llega el duelo al sol, en el que los partidos sacarán a sus tribus para que se reten o se escupan de orilla a orilla. No le viene bien a Andalucía este panorama de ganar o perder ahora las guerras de los antepasados y todos los alcázares y cuadros de lanzas de las dos Españas. Nuestras cuitas de menesterosos se perderán entre los jinetes del Apocalipsis que traen la izquierda y la derecha, que se juegan el país y el infierno. Me doy cuenta de que Canal Sur empieza su información electoral por los partidos nacionales, con colores como de batalla de Waterloo, y luego la campaña andaluza queda lateral, empequeñecida, subsidiaria, hecha como por secretarios o sacristanes de los otros. La primera trampa está dispuesta y los presentadores pasan de Zapatero a Chaves y de Rajoy a Arenas como dando paso a sus sargentos o mini-yos. Sería bueno recordar que, aunque por ahí se jueguen los estandartes o los esqueletos de la patria, lo que nos jugamos en Andalucía es el pan y la sal de los pobres. Pero esto nos lo hurtaron el mismo día que decidieron que las dos convocatorias coincidieran. Se ahorran funcionarios y se adunan los votos cuando hay que ir a hacia las urnas con el asco de este zafarrancho global y sucio en los ojos y en el horizonte. Andalucía, qué lástima, será sólo otro batallón en esta guerra de otros.


Mímica. Primero fueron la siglas y el abecedario, de Zapatero a ZP y de la socialdemocracia a la Z de sus hamacas o dormideras. El marketing ha sustituido a la política y lo último parece que es la mímica, los mimos que se suben a los atriles y ya no dejan ni un argumento ni su inicial, sino un gesto abracadabrante. Veo una y otra vez en televisión la ceja de Zapatero, como gafas hechas con los dedos, y a uno le parece una mirilla muy pequeña para la realidad y la complejidad de la política. Pero no es sólo Zapatero con su ceja de quita y pon. También Julián Álvarez, de la Coalición Andalucista, esa especie de rebujo agropecuario, va poniendo por seña unos pies descalzos, unos pies de bailarín, unos pies como ortopédicos, unos pies de saltimbanqui que anda con las manos, unos pies como un aplauso de pobres. Mímica o cortes de manga con los pies, en esto se ha quedado la política. Y si el PP no tiene aún gesto ni parte del cuerpo pintada para la campaña, es sin duda porque no lo ven propio de las “personas normales” que dicen ellos. Pienso, viendo en la información de campaña tanta posturita y sombra chinesca, que al PSOE de aquí le convendría otro signo, mejor que el de esa suma que tienen y que parece que ha copiado también Llamazares. El signo del PSOE de Andalucía podría ser pasarse dos dedos por el gañote de arriba a abajo y ya no necesitarían más explicaciones ni discursos.


Independencia. Manuel Campo Vidal se defendía en los desayunos de TVE y las campañas que le ha llevado a la Junta y los programas de televisión idiotas que le han dado (¿recuerdan esa yincana que se llamaba Generación XXI?) no importaban. Sí, pidamos independencia ahora a estos arrimados al poder y también a Canal Sur para el cara a cara entre Chaves y Arenas. Ya es demasiado tarde, hasta para los ingenuos.

21 de febrero de 2008

Los días persiguiéndose: País para viejos (21/02/2008)

Javier Bardem, con pelucón y matando a tuercazos, se va a comer Hollywood, que adora los papeles de tontos, locos y caníbales. Ha construido a un asesino que mata por fatalidad, tan sin culpa y sin ganas como el destino. La determinación en su tarea está disimulada por el azar, por el karma de los desgraciados, por la razón de lo inevitable. Así matan los iluminados, los tiranos, los dioses y los políticos, haciendo creer a la víctima que la culpa es suya, que en realidad es ella la que ha decidido morir. Pero no, esta columna no va de cine, qué mas quisiera uno. La vida no es cine, aunque eso cantara Aute, sino esta política de tramperos, profetas, felones, maquilladoras, ajustes de cuentas que hacen entre pistoleros y contables. Ojalá estuviera el país para hablar de cine, de arte. Entonces, yo podría escribir sin que se me atravesaran escorpiones, y seguiría con Bardem o confesaría que yo ya le di mi oscar a Expiación, después de que me enamorara con un plano secuencia de cinco minutos donde la playa de Dunkerque era una ópera que ardió. No es país para el arte, aunque ahora todas las páginas culturales lleven días mostrando torsos empaquetados. Lo que estoy decidiendo ahora es si éste es o no un país para viejos, que es el cansancio que quería transmitir desde el título la película de Bardem, el mismo cansancio sin salvación que nos deja quizá la política.

Sí, igual que el personaje de Bardem matan los iluminados, los tiranos, los dioses y los políticos, entre paisajes de aburrimiento, decadencia, lentitud, a distancia y con discursos. Es lo que ha hecho Castro en Cuba, un país que sobrevive a sus pellejos y a sus bicicletas de posguerra encalando a sus muertos. Es la política la que trae un país para viejos. Y cuando ocurre eso los viejos se retiran o se mueren como ganado en las carreteras, pero dejan su temperatura y sus escopetas en las mecedoras. En Cuba llevan la casaca de sus revoluciones, el hambre de sus dentaduras, una época arrastrada a otra época, y eso no ha sido por la edad de un hombre sino por la vejez de una política maldita como una momia, maldita como todo el siglo XX. Castro se jubila pero deja el país convertido ya en su geriátrico. No hay tanta diferencia con lo que pasa aquí, donde se siguen matando los antepasados, los anarquistas y carlismos, los santos con una espada como una escoba y los rojos con un libro como una guadaña. Este es un país para viejos que tiene a la derecha con levitón, a la izquierda con carromatos, a los nacionalismos con cistas mitológicas y a las tabernas con un Dos de Mayo.

No es por la edad Rajoy ni de su primo, de Zapatero ni de su abuelo, ni siquiera es por la edad de Chaves, aclimatado al poder como un lagarto al sol de su isla. Es la política tan vieja y es ese agotamiento de los árboles con horcas. Por eso Andalucía copia a sus señoritos y capataces hasta cuando reniega de ellos, por eso no importa lo que hace un gobierno sino la historia a la que le reza, la guerra en la que se funda. Chaves llega hasta a hablar de arcas de la alianza con el pueblo, cuando los dioses de la Autonomía le hablaron con las barbas en llamas. Todo es viejo, más allá de sus actores, por encima de sus actores. En este país para viejos, con todo podrido, todo ocurrido y todo anunciado, pasan las desgracias por sentencia y aún aparentan que el futuro llegará arrojando al aire una moneda, como hacía el asesino que interpreta Bardem. Pero en los ojos de la víctima (que somos nosotros) se adivina que ya está todo decidido, que no importa elegir entre morir o seguir muriendo.

Somos Zapping 17/02/2008

El talento de los esbirros. Un día perdieron definitivamente la vergüenza como las bragas y desde entonces nos van enseñando la sonrisa obscena de sus culos. Sólo en medio de una gran borrachera como la suya, pellejuda e impúdica, puede caber la desfachatez de convertir al que fue portavoz de su gobierno en director de la radiotelevisión autonómica, como hizo el PSOE andaluz con Rafael Camacho. Es como si nos estuvieran diciendo que igual podrían haber nombrado a un caballo, superados ya todos los límites de la decadencia, la arbitrariedad y la perversión. Pero aún esta orgía puede ser más repugnante, por ejemplo con un premio, equivalente al que se ganó Mesalina superando a las mejores putas de Roma. A Rafael Camacho, la Academia de Televisión le ha concedido uno de los premios Talento 2007, último insulto y risotada que nos arrojan a la cara los que se saben tan dueños de esto que ni la moral ni el sonrojo les alcanzan. Premio al talento de los esbirros del poder, que sirven al partido usando el dinero público en una meticulosa operación de embrutecimiento y propaganda; premio a su indecencia sin tapujos. Pero la cosa ya estaba aceitosa para el asco. Al fin y al cabo, esta Academia de Televisión está presidida por Manuel Campo Vidal, el ideólogo de la Segunda Modernización, el que tiene una productora con tanto talento que nunca le han faltado encarguitos y contratos de Canal Sur y de la Junta, éste señor de probada independencia que ahora quieren algunos que modere el debate entre Zapatero y Rajoy. Sí, un día perdieron la vergüenza, quizá el mismo día en que le perdieron el respeto a la ciudadanía. Entre ellos se besan los bigotes y se rozan las nalgas. Y ríen, lo peor es que ríen, seguros de que están consiguiendo lo que pretendían: convertir al pueblo en idiotas.


La medida del arte. Ésta es la tierra del arte sin escuela, de las lavanderas que cantan y de los maletillas con sueño de dehesa. Tanto le gusta esto a Canal Sur que tiene montadas una Operación Triunfo de tonadilleras y otra de rejoneadores. Vuelvo a ver a Enrique Romero, torerito de salón, coleccionista de toda la porcelana de las jacas, esta vez en Mira la vida, donde comenta con ranciedumbre el esfuerzo de su juventud agropecuaria y como cretomicénica, que quiere llegar a la gloria de esa manera salvaje y bandolera, siempre entre fogatas y bestias, que parece que es la única posible aquí. Nuevas remesas de rejoneadores salvarán sin duda a Andalucía de su incultura y de su pobreza. Sí, ésta es la tierra del arte sin escuela. Nos basta el pastoreo de los toros o el cante de taberna. O la poesía de las marujas, que es lo que me doy cuenta que trae también Mira la vida cuando Enrique Romero termina con su rocierismo taurino. En cada programa, alguien del público, pretenciosamente etiquetado por el rótulo como “poeta popular”, es invitado a leer sus ripios infantiles que enseguida merecen el aplauso entregado de los presentadores. “Alegría en la amistad / alegría en el amor / alegría en mi vida / es lo que tengo yo”, escucho recitar a una señora que casi no sabe leer. Es el arte abaratado, hocicado, bajado hasta la altura del vulgo, hasta que lo pudre o lo mata. El arte de verdad es enemigo, elitista, despreciable. Los eructos del pueblo, ésa debe ser la medida. Todo lo que necesitamos lo dan ya el campo y las trascocinas. Así se destruyen la cultura y la civilización; así vencen, a base de adularlas, la vulgaridad y la tiranía de las masas (ay, Ortega y Gasset). Ésa es la innoble tarea en la que no ceja Canal Sur.


Vagos. Cuando Manuel Pizarro, fichado por el PP como un escualo eléctrico de la economía, criticó la cultura de la subvención en Andalucía y usó con nosotros las mismas analogías de peces y cañas que se usan para África, Chaves se mostró enseguida insultado. Otra vez, dijo, los tópicos del andaluz indolente y vago. Pero con esto ocurre un poco como con las gracias sobre judíos o negros, que sólo las pueden hacer Jon Stewart o Chris Rock porque lo son. Miren por dónde, en un zapping de Cuatro veo frente a Jesús Quintero a un paisano barrigón con camiseta del Cádiz que cuenta muy rumboso un chiste de andaluces harones que les dio mucha risa (floja, claro). Mejor sería empezar con la viga en la tele propia antes que con la paja en el ojo de los forasteros bocazas, ¿no?

14 de febrero de 2008

Los días persiguiéndose: Desde el pupitre (14/02/2008)

A mí nunca me visitaron políticos en clase. Sólo recuerdo barullo en el patio cuando los golfos se colaban en el recreo saltando la tapia, esos niños sin colegio, un poco bosquimanos, que vivían en los tejados como los balones y las botellas; o aquella vez (mi primera y pequeña revolución) cuando protestamos con pancartas de cartulina, descolgadas quizá de los murales de las monocotiledóneas y las dicotiledóneas, porque se nos iba una profesora sustituta. Ella nos había seducido trayendo una ciencia nueva y que se tocaba, con átomos de juguete y clases como campamentos. No sé si hoy los alumnos se rebelarían por defender a un profesor que enseña con pasión o viene con una maleta de mago. Entonces todavía pasaban esas cosas, terminábamos queriendo al maestro que nos descubría la literatura o el baloncesto o las primeras calculadoras, que en aquellos tiempos parecían pizarrones o xilófonos. Pero nunca nos visitaron políticos, o es que la política sólo se estaba inventando entonces. Yo no sé qué les hubiera preguntado, quizá por qué se iba aquella profesora buena, pequeña y cantadora, o por qué había niños sin colegio, los que entendían de pájaros y de tabaco y de chicas.

Ahora llegan los políticos en coches como sobres lacados, como embajadas ambulantes, llegan igual que espías de uniforme o reyes en moto, a los colegios o institutos donde van a hacer una propaganda de chocolatina o Tulipán. Chaves usa los colegios para su campaña y no los distinguirá de piscinas municipales o de fábricas de lácteos, porque se trata de aparecer rozado por todo lo nuevo, lo joven y lo refrigerado, lo que crece a su pesar y lo que maneja de lejos a través de intermediarios sin ganas y de retratistas pagados. Chaves baja a la realidad como una dueña a la cocina, como un lord a sus caballerizas, pero es una visita donde sólo está su distancia y su desconocimiento, que es una manera de manifestar superioridad, tan lejos de las cosas como ese lord de la mierda de sus yeguas. Pero una realidad con alfombra nunca es realidad, como no lo son la pulcritud que se encuentra en los sitios ni las preguntas remitidas antes por escrito.

Los mesías, los tiranos y los mafiosos gustan de rodearse de niños y de orquídeas, que les prestan blancura, paciencia, paternidad, pureza. Hay algo de ogro y de sacamantecas en el político que se acerca a los niños y los besa con babas de viejo y toca su pelo con un punto de lascivia, como a una joven criada. Los políticos en los colegios dan fotos de pervertido. Ahora, no sé qué les preguntaría si yo estuviera en el pupitre. El colegio que yo viví ya no existe. Los golfos no saltan la tapia, sino que tienen sus tejados en las aulas, y a los profesores no se les quiere por enseñarte a medir árboles con el sol y un palo, sino que se les acorrala contra el encerado (ya tampoco dice nadie encerado). Desde el pupitre, quizá yo levantaría la mano y les preguntaría por qué han destrozado la educación pública, por qué la izquierda ha traicionado el futuro de los humildes, por qué han convertido la política en un oficio de canallas y en un estraperlo, por qué vienen ahora, dueños de todo, a estafarnos con besos repugnantes; por qué engañan con toda su dentadura, por qué nos usan como carnaza, por qué triunfaron los mediocres, por qué la propaganda sustituyó a la acción, por qué nos conforman con tan poco, por qué, aun así, viven tan felices... Pero seguramente no me contestarían y se irían como un circo, con peste y serpentinas, hacia otra mentira programada, en sus grandes coches que parecen siempre perseguidos o robados.

10 de febrero de 2008

Somos Zapping 10/02/2008

El escenario. En política, todo tiene el tamaño de sus mentiras, o es que la mentira sólo se puede creer en grande, algo así como esos globos enormes o esos cabezudos de los desfiles y carnavales. Esto, que es así para la política en general, lo es más para Andalucía y para el PSOE-A, al que su edad y su lentitud han sovietizado en estética, hasta hacerles montar tarimas del PCUS igual que inviernos techados en la Plaza Roja. Veo en las noticias de Canal Sur la conferencia o lo que sea que han hecho en Granada para proclamarse padrecitos del pueblo o herederos de ellos mismos, para rubricar su programa, para animarse con coros. Y era un Lego gigante o un Circo del Sol o una enorme piscina descuajada, con la altura del cielo y el color de los quirófanos. Tenía el tamaño de lo vacío, espectacular e inútil, pero así es la ópera en la que tienen que meterse para que la pequeñez y la pobreza de las ideas, del discurso, retumbe con campanazos de gloria. La reportera hablaba como desde la ONU, pero allí sólo estaban los viejos políticos que viven de la abulia y levantan cartones, los que ya no gobiernan sino se anuncian, los que han de montarse en un dirigible y catedralizar sus retruécanos y sandeces para que la realidad, la amargura de lo que nos pasa y lo que somos no les desinfle. Un gran escenario, un retablo, una pagoda, un oriente de papel, la montaña donde vive el eco, todo eso necesitan para que no nos muramos de risa o de tristeza con estas palabras de Chaves: “Estamos ante una oportunidad histórica. Por primera vez en nuestra historia moderna tenemos la posibilidad real, al alcance de nuestras manos, de situarnos entre los mejores, entre los que viven mejor, entre los que tienen más derechos y más oportunidades”. Por detrás, cruces verdes o entre verdes parecían imitar aquella marca de matacucarachas y a su anuncio. Creo que aquel sitio olía un poco a eso, a cuarto de baño desinfectado para soltar miserias y vergüenzas.


Trapitópolis. El programa tiene más gracia aún porque se lo toman en serio. Es como ver lo de José Ramón con corazón. Lo que le da naturalidad a la estupidez es la ignorancia de ella misma. Y si además las camarillas de propaganda del poder le conceden premios, ya da la risa del tonto coronado, que es la mejor. Sí, Tecnópolis es inagotable. Es como las tardes de María del Monte. No importa el programa que uno decida ver, está asegurado que sentiremos esa inimitable mezcla de hilaridad y vergüenza ajena. El único presentador de televisión hecho de gomaespuma, Roberto Sánchez Benítez, unido al patético intento de hacernos tremebundamente modernos a costa de cualquier cosa (desde la compota de castañas hasta balancearse en una cuerda), lo ponen fácil. Esta vez, el hito tecnológico, el ejemplo innegable de la hiperatómica modernización de Andalucía, estaba representado por el pueblo de Fuentepalmera, donde hacen muchos... trajes de novia (!!!). “Un ejemplo de diseño e industria textil que ha convertido a Andalucía en uno de los mayores referentes de la moda nupcial”, decía el presentador, exultante, como si alguna de aquellas novias pasteleras le hubiese tirado el ramo. Trajes de novia, ya ven qué logro vanguardista. Pero tenían el día costurero y aún pudimos ver una entrevista a Vicky Martín Berrocal, pues su moda flamenca es evidente que supone una victoria épica en nuestro avance tecnológico. “¿Verdad que el diseño andaluz está influyendo en la moda internacional?”, le preguntaban. Un poco más modernos y llegaremos ya al esparto.


Lo que queda. ¿Se han preguntado alguna vez qué queda de la indecente cantidad de millones de dinero público que se gasta en la RTVA, después de que pasen por las primeras manos de los amigotes del poder y de las productoras pata negra? Pues más o menos lo que queda para los pobres trabajadores de Andalucía directo: sueldos congelados y mileuristas (con suerte), 9 euros para la comida, y además el desdén y la insensibilidad de la productora (en este caso, Andalucía Digital Multimedia) ante su penosa situación laboral. Un programa estrella de Canal Sur, con su gente como limpiabotas. Sí, qué bien reparten el dinero de todos estos tipejos tan progresistas y tan de izquierdas, en la tierra del “bien vivir” y del “bien trabajar”.

8 de febrero de 2008

Los días persiguiéndose: Pange, lingua (08/02/2008)

Por hacer una torre de ladrillo y betún, que el Dios asomadizo y jardinero del Génesis pensó que le llegaría a las barbas (el cielo estaba entonces muy bajo), nos cuenta la Biblia que llegó la confusión de las lenguas. El hombre queriendo llegar con su curiosidad, su obra y su empeño “hasta el firmamento”, o sea, hasta el límite de sus posibilidades y de su conocimiento, y los dioses aplastando siempre esta osadía, es una historia recurrente no sólo en la tradición judeocristiana. La fruta prohibida del Árbol del Bien y del Mal se emparenta con Babel igual que también Prometeo se junta entre las nubes con Ícaro. Pero todo esto lo tiene muy explicado ya Frazer y uno lo que quiere es sacar enseñanzas políticas de este cuento.

La lenguas como plaga, como castigo, significan sobre todo el fracaso del hombre en su afán por entenderse, por comunicarse. Sin esta comunicación, es imposible la obra común humana, y esta moraleja es la que me parece verdaderamente importante. Cuando la lengua se utiliza no para entendernos con otros, sino para que otros no nos entiendan, es cuando estamos tirando nuestras torres, más por nuestra estupidez que por el vozarrón de ningún dios. Es la lengua como afirmación de una diferencia inventada o deseada, diferencia que promueve artificialmente cierta casta de partido para que se identifiquen las esencias del grupo con su ideología y por tanto su política se convierta en una especie de religión natural del pueblo. Tan sencillo como empobrecedor y destructivo, y esto es lo que uno cree que está ocurriendo con los nacionalismos en España, nacionalismos de burbuja y de cercado que están desevolucionando hacia la tribu y que no traen tanto una cultura desenterrada como el afán de control social y económico de toda la comunidad. El actual euskera se construyó ad hoc a partir de dialectos de los caseríos, el catalán se ha ido imponiendo antes en los decretos que en la calle, y en los dos casos hay un sólido y eternal cuerpo político que se apropia de la lengua y se ve recompensado con el poder. A ver adónde iría hoy quien sólo supiera catalán o euskera o gallego. Sólo le quedaría ese orgullo antihumanista y como arqueológico de saberse no entendido por nadie fuera de su pequeño mundo. Sin embargo, para los políticos locales esto representa mantener una comunidad cerrada, uniforme, monolítica y fiel. Suficiente para sus intereses.

Chaves apuesta ahora por que los andaluces aprendan esas lenguas como idiomas de runas y hay en ello muchos pecados de resignación y de cinismo. Primero, supone su apoyo a toda esta concepción manipuladora del idioma, que también le sirve a su partido por aquellos foros. Pero luego, y sobre todo, aquí nos está señalando de nuevo el camino de la emigración y de los andenes de las estaciones con equipaje de guitas. ¿Cómo puede prometernos una Andalucía de pleno empleo y decirnos que vayamos aprendiendo catalán para poder trabajar? Será que ese pleno empleo vendrá sólo cuando convoyes de andaluces sobrantes, con diccionario y manta, marchen hacia tierras de una prosperidad a la que aquí nuestros políticos han renunciado por incapacidad o dejadez. Pange, lingua. Que cante la lengua la gloria miserable de nuestros gobernantes, nuestro triste destino de mano de obra movediza y ganado de vagón, de los que tienen que aprender el idioma de los ricos para sobrevivir bajo su mesa. Que cante la lengua el triunfo de las tribus sobre la Humanidad y de la huida sobre la esperanza. No hay ya dioses que castiguen a estos cobardes.

4 de febrero de 2008

Somos Zapping 03/02/2008

Se llama rejoneo. Era el siguiente paso, evidente y natural, en su preocupación por el futuro de la juventud y por el fomento de la Cultura así con sus capiteles de mayúsculas. Sí, porque después de Se llama copla, lo que faltaba aquí era una OT de toreros, y eso parece que anda haciendo o patrocinando Canal Sur con una especie de certamen de jóvenes rejoneadores. Tiene jurado, puntos, clasificaciones, gran final, y todo ello retransmitido con emoción, entusiasmo y redobles por Enrique Romero, piconero de estas cosas, en unos domingos retrohispánicos con ambiente de cucaña en el pueblo. Jacas y casacas son de nuevo la modernidad y el horizonte de Andalucía, el olor a establo vuelve a dar la talla de nuestra cultura y en él se regodean, gloriosos y rancios, los de siempre.


Debate con hándicap. Hablábamos el otro día de la “Andalucía de dulce” que proclamaban en una serie sobre glorias de la Autonomía y resulta que me encuentro en el programa del Wyoming a Chaves prometiendo enviarle mostachones a una reportera. Podría ser una nueva promesa electoral: mostachones para todos, junto al pack de ADSL de un mega... Pero lo interesante fue que la reportera era Usun Yoon, cuya misión consiste en quedarse con el personal haciéndose la tonta, que es una manera de evaluar las luces del que entrevista. Chaves le respondió ridículamente (sus contestaciones incoherentes merecieron varias veces risas enlatadas de fondo) y me di cuenta de que estoy deseando ver ese debate cara a cara con Arenas, aunque seguramente el PSOE no se atreverá. Eso sí, que el PP no le ponga pegas al campo ni a las condiciones. Arenas podría hasta aceptar a Tom Martín Benítez de moderador, e incluso consentir hablar con un polvorón en la boca, y ni así creo que eso influyera. Si Chaves no supo comprender, contrarrestar ni reaccionar ante Usun Yoon, Arenas no tiene de qué preocuparse. Y lo mismo Chaves le manda luego mostachones.


Cruzada. Las noticias de Canal Sur tuvieron el viernes muchos minutos de obispos y casullas, a raíz de las declaraciones que está haciendo la jerarquía católica, participando a hisopazos en la precampaña. La Iglesia metida en política, vaya novedad. Por eso el espanto del PSOE me parece idiota. La Iglesia enseñando como enaguas sus preferencias ideológicas, ¿a quién le puede sorprender esto? Lo que me sorprende a mí son otras cosas: que el PSOE se queje cuando estas exhibiciones, que ponen en marcha el voto del asco, le benefician; que la Iglesia crea que su cruzada se puede traducir electoralmente, cuando los que le hacen caso hace mucho que tienen enmarcada la papeleta para el 9-M; que el PP no pida a los obispos que dejen de “ayudarle” tanto a espantar al votante de centro y en vez de eso le presten de monaguillo a Gabriel Elorriaga... En fin, que en esta movida de sotanas, autos de fe y arremangamientos píos, sólo he visto coherentes y listos a los de Canal Sur, que haciendo retrospectivas de declaraciones o encíclicas católicas y aventando esas fumatas de incienso y pecadores que producen tanto repelús, ya le habrán comido otro cachito de centro al PP. Los demás no hacen más que torpear.


A mamarla. Han completado la toma del carnaval de Cádiz, con los concursantes de Se llama copla en los palcos como un escaparate de abanicos, con Modesto Barragán subiendo a las tablas sagradas del Falla en mitad de la actuación de una agrupación para recoger un falso pavo. Esto ya tiene dueño, se nota en el peloteo, en la sumisión, en lo que no dicen la letras o en lo que dicen con la boca muy chica. Ni una crítica a Chaves o a la Junta he escuchado. El carnaval de Cádiz está enjaulado. Nada de palos al poder, basta con los localismos, las pichas y los ridículos ajustes de cuentas entre autores, ésos a los que Canal Sur ha engordado tanto el ego plazoletero. Sólo la chirigota Los que van como Cádiz, que llamó “infierno de cobardes” a lo que presentan al pueblo esos autores, domesticados como no lo estuvieron ni en la dictadura, y La comparsa de Momo, la ganadora, que le dijo las verdades a Canal Sur en un pasodoble con cuchillas, parecía que seguían gastando cojones. El resto, a mamarla.