Innovación de la semana. Sin duda, en Tecnópolis lo hicieron como homenaje al aniversario de la llegada del hombre a la luna. Toda la televisión ha estado flotando estos días atrás en la audacia tecnológica del proyecto Apolo, en el romanticismo de queso de la luna y en sueños de escafandra. Creo que el primero que imaginó un viaje a la luna fue Kepler, en su obra Somnium, quizá inaugurando la ciencia ficción. Luego Julio Verne, Méliès o Arthur C. Clarke colocaron allí sombreros de copa, merengue o monolitos cantantes. En este ambiente de gesta, retrospectiva y celebración, Tecnópolis tenía que poner a Andalucía allí en órbita, cosa que hay que reconocer que consiguieron esta semana con dos reportajes en torno a Cazalla de la Sierra. En nada quedaban los recuerdos de aquellos astronautas, como fundando el mismo cielo, al ver al representante de una cooperativa textil de Cazalla recordar la épica de sus últimas décadas: “En estos 35 años hemos hecho trajes de gitana, pantalones, pijamas, sábanas, uniformes de trabajo, ropa militar...”. Es imposible imaginar un homenaje más adecuado a la aventura humana de la exploración de lo desconocido y a la valentía de llevar al límite la tecnología. Los “raíles para pasar los pantalones” de una costurera a otra que nos contaba el reportaje consiguieron emocionarme al darme cuenta de dónde puede llegar el ser humano con inventiva e intrepidez. Casi tanto como su siguiente reportaje, sobre una fábrica de tapones de corcho también por allí cerca, envidia de esta parte del Sistema Solar. Son cosas como éstas las que me hacen recuperar la fe en la humanidad. Conquistamos la luna, confeccionamos pijamas, descortezamos alcornoques... Vi a Andalucía tan decidida en la conquista de la inmensidad y del futuro, tan posibles todos nuestros sueños, tan cerca cualquier luna...
28 de julio de 2009
Somos Zapping 26/07/2009
Los días persiguiéndose: Juventud (23/07/2009)
La juventud siempre será corte de manga, pedrada a los cristales y cuerpo de su saliva. Están creciendo en su abundancia, en la arrogancia de su eternidad, y tienen cierto deber de ser salvajes. Pero sin educación, referencias, objetivos, valores, sucumbirán a ese natural salvajismo. Eso es lo que hemos conseguido. Ésta es la generación de la aciaga Logse, de la escuela demolida, de la abolición de cualquier autoridad o esfuerzo o excelencia, del mundo gratis, de la televisión basura, de la carne barata, de la cultura como algo enemigo y elitista, del igualitarismo estupidizante, del pavor a las reglas, de la confusión de lo vulgar con lo “democrático”. Toda una tropa nefasta de políticos, pedagogos, publicistas y mercaderes (públicos y privados) lo han ido haciendo posible, con la ayuda de padres que ya empiezan a ser de esta misma tanda de hijos perdidos de la democracia. No se trata de discutir si hay que preparar mazmorras u horcas para los niños de 13 años, sino de asumir el fracaso de todo un sistema de educación y de valores, y emprender con valentía un cambio sin el cual nuestro futuro estará condenado a la barbarie. Pero los políticos están más contentos con la masa ciega, inculta, acrítica y llevadera; ésa que ahora se forma en las escuelas sin saber y en las calles sin horas, en el botellón y el politono, en la televisión de chistes, tonadilleras, polvazos y pichichis; fruto inevitable de esta sociedad enferma de irresponsabilidad, banalidad y pasotismo que patrocinan sus dueños.
Veo a esta juventud, velocidad en sus ojos, sexo en sus camisetas. En sus plazas amontonan el caramelo de sus cuerpos junto a perros muertos o rosas recién violadas. Hacen ruido de campanillas con el pelo, las hebillas, los vasos y las manos. No parecen sucesores ni asesinos de nadie, más bien sólo palomas suicidas, bebiendo de sus precipicios. Algo les pasaba mientras el mundo adulto atendía a los bancos y a los planetas. Son los hijos de lo que hemos hecho, enseñándonos procazmente la lengua y el culo.
Somos Zapping 19/07/2009
Sinfonía ecuestre. Si aquí la cultura puede ser un guiso de habas, no digamos si a alguien le da por poner zahones a los violines o cascabeles a los pianos. Entonces ya les parece la releche. Veo en televisión el anuncio de una de estas cosas agromusicales y castizohorteras que hace Manolo Carrasco, un concierto para establo y orquesta, una sinfonía de boñigas o algo así que él llama “Sinfonía ecuestre”. No sé si el engendro hiede más musical o freudianamente. Esa fijación por el caballo, obvio símbolo fálico, daría para mucho análisis en Andalucía. Recuerdo la brillante explicación que de ello ofrecía el histórico documental “Rocío”, de Fernando Ruiz Vergara, auténtica joya. Pero bueno, que se psicoanalice ya cada uno si quiere. Lo que me interesa es que la ridiculez hipogrífica que perpetra Manolo Carrasco es otra muestra más de la cultura devaluada y catetizada que se las da de mayúscula y, además, racial. ¿Sinfonía ecuestre? Como decía Leonard Bernstein, lo que hace que la música sea sinfónica es el desarrollo, pero lo de Carrasco no deja de estar, musical y visualmente, a la altura de un tiovivo de feria. Este hombre no tiene remedio: carece de gusto y eso no cambiaría ni obligándole a escuchar todas las sinfonías de Mahler y Sibelius seguidas. No quitará los mordentes como no se quitará las casacas con puñetas, seguirá sonando a charanga y peinando a su pequeño pony. Seguirá siendo ridículo con cuadra o con filarmónica.
Resistencia. No sé si fue un gazapo o el sabotaje de un trabajador de los informativos de Canal Sur, rebelde y harto. El caso es que en una noticia sobre protestas en Venezuela, rotularon “resistencia contra Chaves” (sic). Quizá aún quedan héroes e insurrectos.
Los días persiguiéndose: La sentimentalidad y la pela (16/07/2009)
El nacionalismo siempre está entre la sentimentalidad y la pela, o una cosa le sirve para llamar a la otra. La patria y la identidad son sólo constructos levantados y alimentados por grupos interesados en que se les identifique con ellos, y así conseguir legitimidad para el poder, para el control, para el dominio. Vean el uso que se hace de términos como “anticatalán”, incluso por el PSOE, durante este chanchullo de la financiación autonómica. Esta palabra es en sí un desvarío, una perversión. Ni el Estado, ni los pueblos (se conciban como se conciban), ni los lugares tienen por ellos mismos ideología, doctrina, opinión, sentimientos; no al menos en una democracia con un Estado de Derecho sano. No, cada ciudadano tendrá los suyos y el ámbito de lo público debe salvaguardar los derechos de todos bajo el imperio de la Ley. ¿Cómo se puede ser, pues, “anticatalán”? Tendría el mismo sentido que ser “antiatlántico”. Sólo si una élite o incluso una mayoría (da igual) ya ha definido lo “catalán”, si ha decidido que su ideología, opiniones y sentimientos son los propios, los correctos, los que deben ser universales para toda la comunidad, cobra sentido lo de “anticatalán”. Pero eso es totalitarismo. “Antialemanes” decían otros, recuerden. Ciudadanos o partidos buenos y correctos y catalanistas, o malos, traidores y anticatalanes, dependiendo de si acatan o no esa inmoralidad democrática. Y la casta nacionalista, decisora y dueña.
De la sentimentalidad a la pela, al poder. Estas ficciones sirven para su saca, y no más. A veces pienso qué ocurriría si en Andalucía tuviéramos un nacionalismo como el catalán o el vasco. Quizá hubiéramos ganado la altivez de ser egoístas en vez de pedigüeños, de exigir “lo nuestro” en vez de apelar a la “solidaridad”. Pero enseguida concluyo que ningún beneficio compensaría de esa locura política, cultural y moral que es el nacionalismo pueblerino y filofascista.
13 de julio de 2009
Somos Zapping 12/07/2009
WSS. El apagón analógico, qué apocalipsis para nuestro analfabetismo en tecnología. Aquí se diría que va a acabar con toda la audiencia de María del Monte como un mal invierno. Cuántos reportajes sobre pueblos siempre como serranos, por Huelva o por otros sitios, con pavor ante el digital advenimiento, cuando todo consiste en llamar a un antenista y, si acaso la tele no es de las más nuevas, comprar un cacharro que se conecta igual que un viejo vídeo VHS. Pero casi es más chocante el atraso de las propias cadenas de televisión. No hablemos de emisión en alta definición, aquí sólo disponible por satélite, y que la novísima TDT aún ni se plantea. No, es que, sin ir más lejos, emitir en formato panorámico todavía parece que les supone lanzar sus presentadores a la luna (el personal flipa ahora porque La Sexta o Telecinco lo han hecho en algunos eventos señalados). Hace poco, me encontré precisamente con que Canal Sur hacía un intento torpe de emitir en formato panorámico. Era un concierto de jazz, a horas de carta de ajuste, que me asustó con la imagen de los músicos estiradísimos, como sometidos a la tortura del potro, y encajonados en el tradicional 4:3 a pesar de que mi aparato está configurado para detectar el formato de la emisión y adaptarse. Esto era así porque Canal Sur desconoce u olvidó algo que se llama WSS (widescreen signaling, o señalización de pantalla panorámica), unos pocos bits que se incluyen en una de las líneas de la imagen (la 23 en PAL) para que el televisor identifique el formato y para no pensar que los técnicos de la cadena son linotipistas. No sabían, no querían o no podían hacerlo bien, y la prueba definitiva era que la “mosca” (el logo) tampoco estaba adaptada. Es decir (acertada analogía nos dejaba eso): o veíamos las proporciones correctas del solecito de Canal Sur sobre una realidad deformada, o, tras cambiar manualmente a 16:9, veíamos a los músicos con proporciones humanas pero el logo de La Nuestra grotesca e ignorantemente abombado. En verdad, para traer la modernidad a Canal Sur habría que quitar mucha roña antes de pensar en lujos panorámicos.
Los días persiguiéndose: El paripé (9/07/2009)
Escenifican citas, fingen diálogos, amañan seducciones. Griñán y Chaves se reúnen con toda la parafernalia de dos ejércitos. La consejera de Economía Carmen Martínez Aguayo va a visitar al secretario de estado de Hacienda poniendo la cara redonda de contar monedas. Pero van a sonreírse y a cruzar cucharillas de azúcar, y todo es como un incesto de primos sobre las alfombras del Estado. El partido ya sabe lo que quiere, lo que le conviene y lo que va a ocurrir. Ni Griñán con su cortijo regalado ni Martínez Aguayo con su encomienda de echar un baile en Madrid se opondrán nunca al tongo que cuadrará el sudoku, a la mano catalana que Zapatero necesita en el Congreso, a los grandes movimientos de cordilleras en los que se juegan el culo. Todo es un paripé. Igual que la Junta reparte la tela a los alcaldes del PSOE, igual que las diputaciones barajan con trampa las ciudades, igual que todo mira a la suprema comandancia del partido, la financiación autonómica sólo tiene un bolsillo, que es el suyo, no se equivoquen. Salones con sofá para desmayos, autoridades que enredan sus pulseras, instituciones que besan o violan una bandera como subiendo una falda... No nos ocultan la obvia y aciaga realidad: que han pervertido lo público, que han terminado haciéndolo negocio doméstico, que han podrido la democracia y se felicitan entre ellos con besos babosos. No hay instituciones, sino partidos. No hay cargos de la ciudadanía, sino jerarquías del clan. Es más que un paripé. Es una estafa.
Somos Zapping 5/07/2009
Innovación de la semana. Seamos justos: de vez en cuando, Tecnópolis acierta en el vértigo de nuestra modernidad y en el brillo iridiado de nuestra tecnología. Quedé ionizado de asombro, sí, con la última aportación de Andalucía a la innovación que nos enseñaba el programa con justificado orgullo: los parques de atracciones con sus tiovivos, pasajes del terror y trenes de los escobazos... Sin poder recuperarme del impacto, aún siguieron con más: el zoo de Jerez con su sol de lagartos y monos en pompa, o ese poblado del oeste en Almería entre Hollywood y Bud Spencer. Tremendo salto hacia el futuro hiperespacial que en Andalucía ya vemos que es presente.
Premios. A Tecnópolis le dan pocos premios para los que se merece realmente. Ahora ha sido la Academia de Televisión la que le ha dado uno (esa academia en la que hace de Pantocrátor otro arrimado y otro inventor de grandilocuencias y modernizaciones gazpacheras, Manuel Campo Vidal). La sintonía del programa con las estrategias de estupidización, amuermamiento y empastillamiento de la sociedad que planean los políticos; su vocación de eco, su seguidismo y adoración hacia sus amos, lo hacen merecedor de todos los premios en los que el poder tenga mano y migajas. Ver en el atril a Pablo Carrasco, auténtico ministro de propaganda andaluz, y a Roberto Sánchez Benítez, el único click de Playmobil que presenta sus cositas de plástico con aires de astronauta, lo decía todo. Enhorabuena y gracias por abrirnos los ojos, Tecnópolis.
Los días persiguiéndose: El eslogan (2/07/2009)
He repasado los eslóganes del PSOE aquí, siempre como en gradiente: Andalucía “imparable”, “al máximo” o “de más a más”. Cantaban al movimiento porque se veían parados, se iban hacia las segundas derivadas por negar su horizontal y constante linealidad. Y sin embargo, su último eslogan, que he visto en una foto con Chaves encastillado, es diferente: “Saber que podemos”. No es ya un eslogan vertiginoso, sino que parece asumir su quietud, aunque haciendo de ella una sabiduría. Es como imitar el “yes, we can” de Obama pero desde la tumbona. Es un matiz importante, porque no es “poder” para ponerse a hacer, sino “saber que pueden”, que parece un paso previo antes de levantarse. Si Aristóteles nos habló de la potencia y el acto, el PSOE se limita a tomar conciencia de esa potencia para seguir contemplándose parado. Aun así, tiene cierto sentido que el PSOE andaluz, tan telarañoso, se ponga levemente aristotélico. La modernidad necesitó matar a Aristóteles. Es precisamente contra la física y la lógica de Aristóteles que pudo nacer el pensamiento moderno. Con Galileo primero, que posibilita la explicación mecánica del mundo natural; con Descartes luego, que la amplía y además establece el principio de subjetividad racional; y para qué hablar de lo que quedaría de la lógica aristotélica tras Russell, de la “potencia” y el “acto” después de la fenomenología o de Sartre. Aún mas atrás que Aristóteles, el PSOE se queda en la pre-potencia (el guión lo hace más significativo). Su eslogan medio aristotélico es tan pre-moderno como su política, hecha de atrasar relojes y de retorcer la lógica o pensarla acostado, igual que Aristóteles su física. Toda metafísica implica hoy, ya, una teoría del conocimiento. Toda política implica hoy, ya, sólo la alegre venta de banalidad. En realidad, nadie del PSOE pensaba tan hondo cuando sacaron ese nuevo eslogan para su negocio.
Somos Zapping 28/06/2009
Walker tertuliano. Walker, ranger de Texas, justicia fascistona, puñetazos vengadores. Se nota que ha llegado el verano a Canal Sur porque Bertín Osborne ya sale con sus vaquillas y porque Walker se ha ido comiendo el mediodía, poco a poco, quitándole primero un cuartito de hora a El meridiano y luego sustituyéndolo por sus espuelas y sombreros. Tal como estaba quedando El meridiano, apenas una tertulia como la de Ana Rosa Quintana, empezando con temas como Ronaldo, el caso Alcáser o los ombligos de Facebook, o con preguntas como “¿sobrevivirán los espetos de sardinas en Málaga?”, creo que ya da igual la ridiculez de Chuck Norris que lo que trataban sus tertulianos.