29 de mayo de 2013

Ouroboros: Oligarquías (28/05/2013)

Da la impresión de que todo acaba o comienza, pero es el mareo de dar tantas vueltas. El 15M, con las chanclas de la democracia o sólo del chiringuito, empezó una protesta o un reventón y luego fue usado por los partidos del sistema o del antisistema, que tienen la misma hambre. Parecía nuevo como una novia, pero no lo era tanto. Y la crisis, la puta crisis, nos decían que venía del skyline de Manhattan, que son los puñales del dinero contra el mismo Dios. La codicia de los brokers como ascensoristas ambiciosos, el capitalismo ahíto de sangre y champán, la desregulación de la banca americana que ya no trabajaba con oro ni moneda, sino con apuestas contra el mismo dinero o el futuro… Menos nos hablaban aquí de la casta política que mangoneaba en las cajas de ahorro, que había hecho babilonias de las autonomías, que tenían esperando para vivir del presupuesto a miles de hijos eclosionados en sus colmenas. Un gasto desmesurado, una deuda irresponsable de pródigos y crápulas y mangantes, justo cuando huían los piratas que nos podían dejar dinero: eso es lo que nos pasó, lo que nos pasa.

Parece que hemos salido un día en bicicleta y hemos descubierto que los partidos son iglesias de poder, que el dinero no puede multiplicarse a partir de su propia respiración, que los prestamistas nos piden una libra de nuestra carne. Pero es falso que nadie viera venir esto. Lo vieron en USA, pero los organismos reguladores estaban concienzudamente desactivados y los que se hacían millonarios traficando con nubes de papel cortaban las manos a los que advertían del crash. Y aquí, ¿cuándo vimos venir nuestra propia crisis, la política, la institucional, la de legitimidad democrática? ¿Ahora, cuando sacan tijeras de corcho en las manifestaciones, cuando Rajoy parece un cirio negro apagado, cuando se ríen los sinvergüenzas de los ERE, cuando nos sorprende que los partidos repartan el dinero de las mordidas y los sobornos? No, eso es lo que nos parece, sobre todo a los jóvenes, que sólo recuerdan unos pocos veranos y besos. Hasta que llega un viejo guerrero y nos dice que todo esto tenía que pasar.

La entrevista que Victoria Prego le hizo a Alfonso Osorio este domingo tendría que lanzarse desde aviones, para que cubriera las calles como suministro médico de guerra. Los que tuvieron que construir sobre escombros esta imperfecta democracia, entre el reojo de los espadones, las exigencias de la periferia y el abrazo con asco de las dos Españas, ya se plantearon qué podía pasar si los partidos se sostenían en listas cerradas y bloqueadas. Se pensó sólo para las primeras elecciones, pero una vez que se vieron en ese trono, nadie les pudo bajar. “Esto no es una democracia, es una oligarquía de los gabinetes de los partidos”, diagnostica el viejo prócer con razón. Y esa oligarquía lo decide todo, incluyendo los jueces que tendrían que juzgarlos. Por eso a veces, desde los altos tribunales, salen vedetes a enseñar muslo y liga, como ahora contra la jueza Alaya, y en otras ocasiones guardan un subterráneo silencio. Partidos piramidales, vaticanistas, todopoderosos, que además tienen, para ir colocando influencia y favores, 17 miniestados con sus respectivas burocracias intencionadamente gigantescas, cada una como para una China entera.

Aquellos padres de nuestra Transición, que fue ingenua o posibilista y ahora incompleta y fracasada, ya lo vieron. Pero estaban rodeados de cuchillos y susurros. Lo he dicho otras veces: parte de la solución a esta crisis pasa por una reforma metaideológica, estructural, de nuestra democracia. La que entonces no se pudo hacer pero tampoco han descubierto ahora los mochileros. Nada ha acabado ni ha comenzado, sólo vuelven la misma duda y la misma avidez. Esa entrevista tendría que llover como alfileres sobre la España aturdida. Veríamos qué pocas cosas nuevas nos quedan por gritar en las aceras.

28 de mayo de 2013

Somos Zapping: Aparecidos en política y bigote (27/05/2013)


Pescar en la nostalgia. Aznar tiene ese mismo misterio del desaparecido / aparecido en política y en bigote que Zarrías. Claro que Zarrías, reducido ya a leyenda de pastores, ni sale en Canal Sur. Pero Aznar todavía puede abrir el informativo de La Nuestra, que suele empezar por las estampas, ya sean andaluzas o neoyorquinas, más convenientes: el primer piso embargado a un banco, leyes del aborto cuando el PSOE firma un pacto por la igualdad, o los del PP tirándose a la cabeza gaviotas como bumeranes. Los ex presidentes, en fin, se van a pescar en la nostalgia pero vuelven para contarnos cómo se hacían las cosas en los viejos tiempos. Aznar designó a Rajoy a dedo para lo que creía una victoria segura, pero Rajoy ha acabado como un bombín atropellado por sucesivos tranvías. Ahora, comanda un palomar de pobreza desde una cobardía apachorrada. Normal que cabree a Aznar o a otros muchos (y eso que no creo que el estilo ni el equipo de Aznar arreglara algo ahora). El caso es que Aznar apareció en Canal Sur de repente, como Narciso Ibáñez Menta haciendo un Hamlet pepero, pero lo mejor es que luego ese preludio predisponía el ánimo para enlazar con la boda churrigueresca de su hija, la grasilla de Gürtel y Bárcenas. Mucho más importante, por supuesto, que lo que está ocurriendo aquí, que les parece como volver a hablar del bigote de Zarrías, escaldado o arrancado como la pajarita que le dibujaban Idígoras y Pachi.


Aviesa lentitud. Lo comenté la semana pasada y tengo que repetirme. La jueza Alaya ya se merece su rinconcito propio en los informativos igual que Valderas. El vicepresidente sale cada día con un embajador andino o así, y la jueza sale rodando su maletita mientras Canal Sur insiste una y otra vez en contarnos lo que tarda en todo, esa lentitud suya aviesa e innecesaria, como la de los malos de James Bond. Cómo no, lo mismo que están diciendo la Junta y el PSOE (el propio portavoz Álvarez de la Chica en la entrevista de la mañana). El TSJA, con el presidente que más sale, habla y posturea de todos los altos tribunales, Lorenzo del Río, o el CGPJ, apremian a Alaya y la noticia es esta tardanza y cómo nos altera los biorritmos. El PSOE quiere pronto un imputado aforado para que se desfonde esa famosa maletita, Alaya supongo que no quiere que se le escape nadie por gateras políticas en casos con tan enormes consecuencias y, por su parte, Canal Sur ya no sabe cuántas veces poner las imágenes de la jueza entrando y saliendo, que ya son como anuncios de temporada de El Corte Inglés. Eso sí, luego apenas le dedica un minutito a Invercaria, que el otro día describieron como una especie de discrepancia con un amigo informático. Las prioridades.

Irregularidades selectivas. Hablando de tribunales, las noticias de Canal Sur no dijeron por una vez eso de “supuestas irregularidades”. Bueno, quizá fue porque se trataba del caso de la Zona Franca de Cádiz, con imputados nombrados por Aznar (esa invocación). Se limitaron a decir que “entre otros delitos se les acusa de fraude y malversación”. Mucho más claro así, que si no parece que sólo se ha perdido una fotocopia. Que lo recuerden para los ERE y demás.



Valderas es Selina. Hay tres series de televisión que me han impactado por la manera que tienen de tratar el mundo de la política, aunque sea la estadounidense. Boss, con un inconmensurable Kelsey Grammer (Frasier) haciendo de despiadado y corrupto alcalde de San Francisco; House of cards, que coloca a Kevin Spacey en las sucias telarañas de poder alrededor de la Casa Blanca; y Veep, una comedia sobre una especie de vicepresidenta florero (Julia Louis-Dreyfus, Seinfeld), totalmente superada por el cargo, tan inútil y torpe como su equipo, y a la que el presidente encarga asuntos inocuos o ridículos como “filibusterismo”, “empleo limpio” u “obesidad”. Me pregunto qué serie reflejaría mejor la política andaluza y no me decido. Ahora, eso sí, cuando veo la Selina Meyer de Veep, su equipo y las grotescas situaciones en las que se meten, no puedo dejar de pensar en Valderas. Valderas es Selina. Vean la serie y díganme que no.

27 de mayo de 2013

#TuitMix: Los leninistas que nos van a salvar (26/05/2013)


Democracia comunista. Han metido su menaje, sus mitos; han colocado su puestecillo de bicicletas de alambre entre el cabreo de la gente y hasta dan lecciones de democracia. Pero es que ya no recordamos cuál es la democracia que quiere IU. Quizá porque Valderas despista, parece un cabañuelista equivocado aunque inofensivo. De vez en cuando, sin embargo, algunos de sus orgullosos guerrilleros se transparentan. @MariscalCifu, Secretario General del PCA, tuiteó esto: “‘Derecha democrática’, el mejor oxímoron del siglo XX y lo que llevamos del XXI”. La pregunta evidente, y así se la planteé, era qué le parecía el marxismo-leninismo democrático. Y su respuesta fue: “Una redundancia”. Así que ya sabemos la democracia a la que se refieren y a la que aspiran: un estado totalitario de partido único, esa vanguardia de disciplina inquebrantable que guíe a la masa y dirija la dictadura del proletariado hasta la purga de la peste burguesa. Y ya sabemos qué pasó después de estas ocurrencias. “El terror rojo”, “la violencia como compañera inevitable de la bancarrota del capitalismo y del alumbramiento de la sociedad comunista” según recordaba García de Cortázar. El Gulag, la miseria y la muerte de la libertad, así hasta el fracaso. “Los ojos azules de la Revolución brillan con una crueldad necesaria”, escribió el poeta Louis Aragon. Van de redentores de los pobres y se ponen sombreros de vendimiar contra los bancos, pero ésas son las hoces con que quieren redimirnos. Por eso hace gracia que ‏@agarzon diga: “Qué cantidad de gente de las viejas formas políticas quiere venir a salvarnos”. No, hombre, el marxismo-leninismo es la nueva forma política que necesitamos. Eso, comernos la cecina de la momia de Lenin. Con el resto de momias, cascotes, muertos, represaliados y esqueletos temblando que dejó. Y esta gente no sólo pide la calle, sino que gobierna aquí.


Res publica para republicanos. IU puede ser terrorífica y a la vez encantadoramente ignorante. Hasta de sus propios símbolos. Les gusta mucho la tricolor republicana, como a mí (la tengo en mi despacho), pero no la entienden. “La Razón ha descubierto que IU está en la Junta de Andalucía y se asusta de las banderas republicanas”, tuiteó @agarzon. Sí, IU había colocado banderas republicanas en dependencias oficiales de la Junta. ¿Pasa algo por eso? Bueno, de momento demuestra que no saben qué es la res publica. Si no, no confundirían ideología de partido con institución, ni los lugares que les corresponden. Es como esa Red de Municipios por la III República. Lo público (el municipio), ese espacio común, no puede identificarse con una ideología. Es tan inaceptable como una red de municipios por el catolicismo, por ejemplo. Pero muy consecuente con su visión totalitaria. Ya ven, republicanos que no saben qué es lo público y demócratas marxista-leninistas. Estos sí que nos van a salvar.

25 de mayo de 2013

Triclinium: El capital riesgo es lo que tiene (24/05/2013)


La papiroflexia es ese arte de convertir un papel en un andaluz feliz, un pobre zurcido, un parado desparado, una economía de campanillas o lo que haga falta. Ese arte que domina Griñán, al que uno ve ya levantarse como un maestro chino de caligrafía que nos va a dibujar muy lentamente dos rayas y a decirnos a nosotros, pequeños saltamontes, que ahí están una casa bajo el sol y el arco iris. Zoido le pedía a Griñán objetivos cumplidos y el presidente le enumeraba planes, teorizaciones, acuerdos y platonismos que no sabemos si han terminado en la salvación o el desmayo del parado porque simplemente no lo dice o no lo sabe. Todo se va en llevar y traer al atril ese puchero de los pobres que se derrama entero por el camino. Pero a ellos les sobra con la intención. Ya Ruiz Sillero (siempre un poco nerviosa y aturrullada, como con picor de todo lo que quiere preguntar) le había solicitado antes al consejero Antonio Ávila resultados de ese plan de choque del que aún no hemos oído el chasquido. Pero Ávila se fue al pasado, a la crisis a la que Rajoy le añadió su barbería siniestra, y luego al futuro, a “medidas de impulso” que siempre “van a”, pero que nunca “ya han”. Uno diría que eso de la herencia recibida, la confianza en el futuro y la bizquera con el ahora lo están usando igual aquí y en Madrid, en los dos parlamentos guardados por leones de peluquería. Puede que esta derecha o centro de rebequita y contadores sea mucho de los números (les salgan mejores o peores) y la izquierda o semiizquierda siempre haya sido más del poema, pero a veces sus pájaros volando se parecen.

Enfrentando números con haikus, esa oposición a la oposición que hace el PSOE aquí les sale muy fácil. No hay ni que contestar a las preguntas e interpelaciones: basta con sacar a Rajoy, ese paraguazo. A Rajoy deberían dejarle allí una silla vacía o un pimpampún que lo personifique. Según Ávila, “el empleo lo crean las empresas” (¡oh!), y aunque su consejería tenga un nombre tan largo como ancho, si el Gobierno no crea “un clima favorable”, parece que ellos pueden hacer poco. ¿Para qué entonces tanto plan de choque y tanto pacto, si entre la crisis mundial, la troika y las trompetas del Apocalipsis de Rajoy, todo está ya sentenciado? Es más, ¿para qué un Gobierno autonómico con unas competencias que sólo usan para darle nombre de marquesado a sus consejerías? A la consejera Aguayo le preguntaron por “los intereses de demora” y eso parecía el título de la película de todos los años de socialismo aquí. La economía “funciona con reglas del Gobierno y de la UE”, dijo también Griñán. Yo creo que deberían dejar la Junta en un kiosco. Total, para lo que le dejan hacer…

Y si no es Rajoy, el PSOE recurre a la estrategia Tecnópolis. Otra vez habló Griñán de la “industria aeroespacial” (cuando hace eso, dan ganas de mandarlo en un cohete). Cohetes a una luna de queso o “economía sostenible” (¿recuerdan cómo Zapatero soplaba ese molinillo?). Así se adornaba en preguntas del propio portavoz Álvarez de la Chica, esas preguntas autoeróticas. Y si todo lo anterior falla, queda el silogismo o simplemente la sordera. Algo así pasó con las preguntas sobre Invercaria. Lo de FIVA fue “un proyecto fallido”, según Ávila. Es que es capital riesgo. Y el capital riesgo es lo que tiene. Dar dinero sin control ni garantías, tirarlo al aire para que caiga en un enchufado o en un baile de majorettes: ahí está el riesgo. Aparte de que pillen a Laura Gómiz cantando todo el Credo del funcionamiento real de la Junta y sus catacumbas. Y aunque entre Invercaria y los ERE hagan un monumento al pósit del mangazo público, Ávila insistía en que no había que “mimetizar” los dos asuntos. Para mímesis, la de Griñán pasando de contestar a Zoido sobre si hay o no “caso” Invercaria. Se emboscó en el europeísmo y sólo le faltó cantar la oda de Schiller. Muchas veces se le oyó decir al PSOE que ellos colaboran con la Justicia... Sí que tienen para colaborar, sí, cada vez más. A ver si le admiten como defensa la papiroflexia.

22 de mayo de 2013

Somos Zapping: Roberto Alcázar y Bertín (20/05/2013)



Dedo de Dios. Andalucía está surtiendo últimamente de menudillos a El gran debate de Telecinco, esa hamburguesería de feria de la opinión. Está tirando de nuestros frikis más que Jesús Quintero. Frikis de esa política nuestra de pajar y cabezas de gambas, o frikis que dieron nuestros botijos o hidalguías. Esta semana llevaron a Bertín Osborne, guapo de cuadra, diletante de su espejo, infante de sus zahones, profesional de estar ahí y rascarse el paquete. Nos resolvió la crisis con las recetas del pescadero: “sólo comprar productos españoles” y advertirnos de que “estamos dando trabajo a un chino” cuando compramos en sus tiendas. Sonaba a aquella autarquía del franquismo con algo de Roberto Alcázar y Pedrín (aquella viñeta en la que decían “son pisadas de chino”, o algo así). Era como la indignación de Manolo el del Bombo. Pero también entrevistaron a Pedro Pacheco, que, según para quién, fue el Papá Pitufo de Jerez o sólo un señorito que usaba el andalucismo como calesa y viñedo. Se defendió desde una dignidad linajuda, adornada como de papada cardenalicia, y yo me lo imaginaba pensando que hay quien llamaría enchufe al dedo de Dios tocando a Adán. Él fue el dedo que llegaba a todo Jerez, pero no nos metamos en teologías. Bertín y Pacheco son ya iconos trash. Y eso se sabe porque, con todas sus diferencias, los dos parecían Doña Rogelia o David Hasselhoff. A la vez.


Jueza ciclista. No sé si lo de Invercaria lo van explicando mejor en las noticias de Canal Sur: “Supuestas irregularidades de esta empresa pública de la Junta a la hora de escoger a las empresas a las que ayudaba mediante la fórmula del capital riesgo”, decían. Suena más a lío de la telefonista que a mangazo, y quizá es lo que se intenta. Además, si ni su ex director financiero sabía lo que era “capital de riesgo”, imaginen los telespectadores. Por cierto, nada dijeron del nulo currículum ni del enchufazo de Antonio Nieto. Pero sí nos dieron la relevante información de que “su abogado está convencido de su inocencia”. Y tras esta noticia, un clásico: la jueza Alaya. No por los otros mangazos que investiga, sino por lo que tarda. Hombre, si no tuviera prácticamente a toda Andalucía enredada en sus macrocausas y no llegaran hasta los pináculos a los que llegan, seguro que tardaría menos. Pero la noticia era su velocidad, como si en vez de jueza fuera ciclista. El coche escoba es lo que quieren para ella.


Anunciación. Tom Martín Benítez anunciaba en la televisión (“anunciar” en el sentido que tenía para Fra Angélico) la presencia de Susana Díaz en su programa de radio: “Qué necesario es en este momento luchar por la igualdad, en este momento de dificultad económica”, decía él con su voz de evangelio. Importante, siempre. Pero ahora, más que cualquier otra cosa. Estamos que nos morimos de hambre con lo de la igualdad. Hay que arreglarlo ya.


La valentía. A ver cuándo dejan de darle tanta caña a la Junta en Pido la palabra, que ya está bien. Se puede hablar de otras cosas. Doy ideas: ministros y leyes de Rajoy, recortes, desahucios, el poder de los bancos, jubilados con la silla coja… Anda que no hay temas. Pero no es lo más fácil ni seguro. Y yo que creía que Jesús Vigorra era más valiente…


Como un explorador. El Rocío, con sus bueyes frailes, sus lágrimas de vino, sus cantes en salmuera, sus curas con pandereta; todo ese barullo de una religión de pies y trapos. Segundo especial de Menuda noche sobre el tema, reportajes en 75 minutos, conexiones de Andalucía directo, portada en el informativo… Que si el camino, que si la misa de romeros, que si la Virgen cambiándose de sayo o de palomar... Y esa gente que deja el trabajo y se gasta un pastón para ir a pedir precisamente prosperidad y curro… Yo ya no me asusto. He asumido ese africanismo religioso y televisivo y uno mira Canal Sur como un explorador. O como James Frazer.

¿Sin jamón? ¿Es posible que dos programas estrella de Canal Sur estén en peligro porque La Nuestra no paga a su productora ‘pata negra’? ¿Es posible que hasta ellos se queden sin jamón? Pronto lo veremos.

20 de mayo de 2013

#TuitMix: Define 'destreza personal' (19/05/2013)



Cervantismo del enchufe. Parecemos escandinavos, escandalizándonos por un enchufado. Un respeto por esa sagrada institución, cervantismo inmortal que nos ha convertido en este país de mediocres con peana y gilipollas de gabinete del que disfrutamos tanto. Antonio Nieto Garrido, ex director financiero de Invercaria (otro agujero de la Junta para el viento y las manos), no tenía más que el bachiller y un curso de “destreza personal”. “Define ‘destreza personal’”, pedía con razón ‏@ArturoTaibo. Quizá fuera “su capacidad de no dar la lata, y firmar el papel que le pusieran delante”, como decía ‏@Treintanyero. Una habilidad muy apreciada en la política, más que esos títulos pijos adornados como una invitación de Willy Wonka. Y esto es así porque se trata de servir al partido, que ya tiene sus fontaneros pensando y sus comandantes dictando, y no de hacer una buena gestión de lo público, mera excusa para el interés doméstico. Ése es nuestro gran mal y nuestra podrida mella cervantina. Como escribía @KnoMorales: “Fenómenos como éste tenemos muchos. La noticia es que tuviera estudios y título universitario”. “Andalucía, tierra de oportunidades”, rotulaba @CGMCruzado con aires de Far West. ¿Escandalizarse por enchufes? Miren a Pedro Pacheco, inventor del andalucismo hacendado. Claro que con sus cuatro años de cárcel por colocar a dos asesores, @FrayJosepho hacía unas cuentas muy claras: “¡Magnífica jurisprudencia! ¡Que construyan más cárceles!”. @Joseluis_Cuevas se preguntaba cuántos años caerían “por enchufar a 20.000 personas por la ley del enchufismo, con condenas del TSJA por medio....”. Enchufados, chusqueros y esbirros sustentan la casta política. Si caen, no queda ni un sombrajo. Ni una celda.

Igualdad comodín. Será por hacer pactos… ¿Por la igualdad? Venga, vale, por la igualdad. Total, las frases comodín son intercambiables (el efecto Forer que comentábamos). “Invertir en igualdad es invertir en futuro”, ponía @IAMjunta en boca de @_susanadiaz. De anuncio de Matías Prats. “El Pacto por la igualdad […] demuestra q otra política es posible”, tuiteaba ‏@AmparoRubiales. Antes de “demuestra” podría haber puesto (y lo han hecho) cualquier linda cosa. Y para ‏@nicadichiara, “una vez más Andalucía marca su propio camino”. “Hay que preservar la igualdad de oportunidades sobre todo ahora en estos momentos de crisis”, insistía @IAMJunta. Y es verdad. Lo de la igualdad de oportunidades se ha notado mucho en Invercaria.

Mejorando. Que ‏@_Rubalcaba_ pregunte “qué consejo me darías para mejorar mi presencia [en las redes]?” ya tiene gracia, una gracia como de feo. Ahora, que se lo pregunte a @JoseantonioJun es para morirse. Aún recuerdo la instantánea que colgó el alcalde de Jun cantándole con una guitarrita, en plan María Ostiz, a una foto de Merkel. “¿Y no os gustó Grease?”, escribía el otro día. Que siga mejorando este PSOE así…

15 de mayo de 2013

Ouroboros: Mis pequeños emigrantes (14/05/2013)


Se irán, con sus robots que pelean con tiburones, con su hambre de queso y madre, con sus lápices que hablan con los dedos, con sus cuentos como selvas dobladas por la mitad, con su curiosidad por las cosas caídas detrás de otras cosas, con su ternura rodando por el suelo. Ser ya emigrantes, tan pequeños, cargando con La Masa y con media magdalena en la mano; cambiar de continente y de idioma y que se lleven su risa y su llantina donde las tapa la nieve, donde no se ven sus piecitos. Se van mis sobrinos. Robertito tiene ocho años y una inteligencia que ya te desarma. Juan tiene cuatro y hay que perseguirlo siempre. Y se va mi hermana, María, que me quiere tanto que de chicos me protegía de los escobazos de mi madre aunque yo le pegara. Mi hermana, tan valiente que lo dejó todo por hacer una familia, por perseguir ahora con una cuchara a estos seres indescifrables que se esconden bajo las mesas y los misterios, tras las preguntas más grandes y los dedales más diminutos; eso que debe de ser amor, un tipo de amor que yo aún no conozco pero que a lo mejor voy sintiendo ahora que se van, tan lejos que parece que marchan a otro tiempo, como si embarcaran en el Mayflower. Quizá es que estamos de verdad en otro tiempo y hay que sobrevivir haciéndonos colonos, tramperos con hatillo, buscadores más de raíces que de oro en las montañas, lo que nunca creímos que volveríamos a ser.

Se van mis sobrinos, se va mi hermana. Mi cuñado Roberto ya los espera con trabajo y casa dignos, algo que aquí necesita cada día peleas en los periódicos y políticos fingiendo milagros para conseguir nada, sólo fracaso. No se van a Alemania a hacer la película del españolito, sino nada menos que a Canadá, donde nació Roberto. Canadá, que parece otro planeta, con árboles de altura extraterrestre, cimas de espejos y la distancia más grande que puede haber entre vidas, como entre soles. “Ya no es por nosotros, es por mis hijos”, dice mi hermana asumiendo que aquí no hay futuro, que no lo habrá, que han desahuciado a varias generaciones mientras los partidos se comían el país y el dinero se pudría en su máquina de hacer ricos y estafadores. Se irán cuando acabe el colegio y uno todavía piensa que es como si sólo fueran a dejar olvidados los babis o un sacapuntas, esa pena inconsolable que te daba de pequeño perder un sacapuntas. Pero no, se van lejos y no sé hasta cuándo. Al acercarse el momento, pensando en ellos me parece que voy desatando tristemente y uno a uno los globos de una fiesta que pasó, la fiesta de la que no me di cuenta, la de esos pequeñuelos en mis rodillas o las de sus abuelos, entre chocolate y dinosaurios. Y siento que viene algo que aún no he sentido jamás.

Se irán y dejarán cosas chupadas, cabezas arrancadas a muñecos, un kimono con colores de arco iris, un coche que vuela con un tigre encima, xilofones de payaso, caballitos descarrilados con los trenes, caritas como encaje contra mi barba, ese rastro suyo de ruedecitas y pisadas y migas, como de ratoncitos de la casa que te comían y te robaban el corazón. Yo apenas les leí algún cuento, les dibujé un Mazinger Z, les expliqué el ajedrez o un superhéroe o un planeta. Apenas los besé, tan arisco yo. No me gustaban los niños, o no los entendía. Seguramente siguen sin gustarme y sigo sin entenderlos. Pero dejan ese balancín descabalgado que se sigue moviendo en el pecho, esa casita de jugar que se te ha desinflado dentro como los castillos de goma en los que ellos saltaban igual que sobre mis hombros. “Papá está muy solito -dice Robertito-. Hay que irse corriendo antes de que el avión salga volando”. Volverá a reunirse la familia, pero quedaremos lejos los abuelos huérfanos y los tíos raros como yo. Se van mis sobrinos y mi hermana María, la de los rizos hermosos y el amor callado. Se van o me los quitan. Y yo apenas los besé. Pero los quiero.

14 de mayo de 2013

Somos Zapping: Pitos contra botafumeiros (13/05/2013)



Cambalache. Saquen sus pitos, sus cazos o sus catecismos. Da igual. El sectarismo nos ha condenado a una educación ideologizada. La izquierda la convirtió en un alegre tobogán porque cree que la igualdad significa que el pueblo mate a Arquímedes una y otra vez como el bruto soldado romano. El tango Cambalache describía esta decadencia así: “¡Todo es igual! ¡Nada es mejor! Lo mismo un burro que un gran profesor. No hay aplazaos ni escalafón, los ignorantes nos han igualao”. Y la derecha quizá no es ya la del regletazo de monja, pero siempre nos termina metiendo su crucifijo, sus niños con los niños y las niñas con las niñas, su miedo a lecturas peligrosas y a los besos de gorrión de los escolares. Todo es un cambalache entre estas dos condenas. Ahora, pitos contra botafumeiros. Que la progresía que se ha cargado la educación pública diga que la defiende hace que su pancarteo parezca carnaval. No me gustan ni Wert ni que en el Parlamento andaluz hablen del “miedo y sufrimiento” que provocan los exámenes. Canal Sur, eso sí, lo ha tenido claro con esta huelga. Primero, la unanimidad: varias veces en estos días dijeron “alumnos, profesores y padres”, así, como si fueran todos. No se trata de las cansinas guerras de cifras de siempre (20% del alumnado, 1’5% profesorado, dijo el Gobierno), pero eso de eliminar completamente del discurso al disidente ya dice mucho. Luego, el daño de la Ley: “Todo se resume en una palabra: recortes. Económicos, de oportunidades y de poder de participación y decisión de los protagonistas de la educación”, sintetizaba convenientemente Bárbara Ruiz (¡la autora de aquella increíble pieza que ponía a caldo a la jueza Alaya!). El resumen es aún más sencillo: unos por otros, la educación pública es una ruina. Aunque según Canal Sur aquí éramos Finlandia hasta que llego Wert con su cara de curita.


Soldaditos de plomo. Rocieritos con borriquillo, pequeños romeros empujando carretas como pagodas de un dios de caramelo, desfile de medallas y simpecados con alegre aire de fútbol alevín, a la altura exacta en que la inocencia tiene su flaqueza. Nuestros niños ya no tienen indios como húsares, ni bicicletas rojas como locomotoras lacadas, ni cuentos de piratas pajareros o principitos que pinchan estrellas. Sólo tienen como juguete o modelo los zapateos, las guitarras toneleras, las fogatas de lunares, los santos con mazmorra, los dioses de botijo de sus padres, de su raza. Así saca a los chiquillos Canal Sur, así se emociona Juan y Medio, con la jibarización de lo andaluz, el suvenir viviente que es un niño flamenquito o costalero o torerito, el tópico en muñequitos como esos monos con platillos. “La romería más menuda de la televisión”, anunciaban. Y así los pusieron, a hacer de rocieros como soldaditos de plomo, gritando vivas a la Blanca Paloma, igual que antes los pusieron de nazarenos o feriantes o chistosos. Ya ni me quejo por el asunto laico, en este Canal Sur que saca a la derechona con mantilla mientras ellos se la ponen a niñas de guardería. Aquí hasta se hacen romerías escolares, durante esa verbena alpinista de la Virgen de la Cabeza, y los progres que nos gobiernan no han protestado. “La Junta dota de GPS a la Hermandad de Córdoba”, fue un titular del informativo esta semana. No, me molesta más la manera en que van dibujando el futuro de los andaluces, desde pequeñitos, conduciéndolos a su destino de dar palmetazos sonrientes y cargar con la religión de cera a la que le pedirán trabajo y suerte para su pena eterna. Así van asegurándose de que nunca lleguemos a ser más que lo que siempre fuimos.


La baraja. Lo destacaban en las noticias como si fuera un mandoble, pero Griñán sólo dijo esto: “Tenemos un Gobierno que dialoga con la sociedad. Mire: cuatro acuerdos políticos”. Y le sacó a Zoido su abanico de pactos, pactitos y merendolas. Ya está. Eso es gobernar. Podría haber sacado igual las cartas de la baraja de la Warner Bros. ¿Se acuerdan? Piolín, Bugs Bunny… Como ejemplo de acción y eficacia de gobierno, daría igual. Y con esta oposición, quizá no hace falta más.

#TuitMix: Caminando en alpargatas (12/05/2013)



Un año en helicóptero. @DValderasS ha cambiado su avatar. Aparece muy trajeadito y tecleando en su tablet como Horowitz tocando el Tercero de Rachmaninoff. Aunque a mí me recordó más a esas fotos que se hace la gente en la cabina de un helicóptero simulando pilotar. Yo creo que Valderas, en la Junta, tiene algo de visitante en un portaviones, como cuando iba Bush y se ponía el casco o los prismáticos al revés, y le dejaban encender una luz roja o hacer sonar una sirena. Pues sí, IU lleva ya un año “gobernando”, o dejándose gobernar, o prestando gente y barullo a los que le prestan alfombras y percheros, para estar todos más calentitos. #VamosCaminando es el hashtag que han dedicado al aniversario, y que han llenado de triunfo, pósteres, pies con nuestras alpargatas de siempre y alguien que canta “vamos caminando, aquí se respira lucha”. Caminando… No han cogido ni un borriquillo. ‏@InmaNietoC hacía este balance: “Un año d trabajo y decisiones valientes: plantando cara a la dcha y a la crisis estafa”. No se puede ni dudar. A la crisis le han pegado un montón de cartelones en la puerta de su casa y ya está a punto de rendirse. Y para confortar a los pobres, han mandado soviéticamente decretos a la estratosfera ideológica, que no sabemos con qué volverán. #VamosCaminando a la fuerza, atados a un grupo d irresponsables q ha decidido quemar las naves y volar los puentes. Pobre Andalucía terminal!”, decía ‏@eduardo_maestre. Mientras, @DValderasS proclamaba: “Hacemos balance (critico y autocritico), rendimos cuentas de nuestra gestion, somos gente de @iuandalucia #Vamoscaminando TROIKA Nooolll (todo sic)”. ¿“Nooolll”, como Chiquito de la Calzada? Caminando o a saltitos, IU nos lo va solucionando todo. Atendamos sólo a sus propuestas, que fue enumerando con bastante sorna @miquelroig. Por ejemplo: “IU quiere garantizar por ley ‘a cada trabajador y trabajadora ... un empleo o una formación remunerada o una renta básica’”. Brillante. “Francamente, no sé cómo nadie ha pensado en esa solución, una reformita de la ley y arreglado el paro”, ironizaba @fr_carrillo. Pero no seamos tan duros. Se les ve una cara de felicidad jugando con su helicóptero…

Humo del caro. @SsasDiary tuiteaba un artículo de El Confidencial sobre el efecto Forer, que explica “por qué consiguen los vendedores de humo engañarnos”: “ambigüedades”, “expresiones obvias con las que todo el mundo está de acuerdo”, “frases ampulosas con supuesto contenido ético”... ¡Es el manual del PSOE andaluz! Poco tuve que buscar en mi TL para encontrar confirmación: “Nuestra prioridad son los ciudadanos”, cita de @_susanadiaz en el Comité Director. O esto de @mariojimenez: “Hay otra forma d hacer política como hemos demostrado en #Andalucía pr poder sacar a España adelante #JuntosSomosMásFuertes”. Telepredicadores y vendedores de humo. Y del caro. Pero aquí se lo compran.

10 de mayo de 2013

Triclinium: Decretos de agua bendita (09/05/2013)


Habían convocado a la tristeza, a José Chamizo, venerable santo de la impotencia que hace tan buena pareja con Griñán, como compañeros galeotes en esta condena de Andalucía. Chamizo enseña nuestras llagas y trae penas sin remedio, y luego Griñán y su gobierno las empanan y las sirven como refrigerio y agasajo. Ese concepto del pobre como materia prima, no como fracaso, es la base de la teología de la Junta. Sin desgraciados no hay bienaventuranzas ni salvadores. Aunque sólo salven, con agüita bendita del Guadalquivir, un alma metafísica y futura. Al Defensor del Pueblo todos lo admiran y todos lo ignoran. Chamizo pidió “operatividad”, se quejó de la “grandilocuencia” de planes que no pasan del papel, y mientras los diferentes grupos lo citaban para demostrar una miseria debida a los otros, él parecía despedirse como un beato entre cínicos.

Uno se pregunta para qué sirve el Defensor del Pueblo, si la Junta ya nos defiende de todo. Pues sirve, por ejemplo, para que el drama que nos contaba con números y desfallecimiento condujera al rescate providencial del Gobierno andaluz. Elena Cortés empezó diciendo “nosotras parimos, nosotras decidimos”, y se puso frente a la derecha, la Troika, los bancos y todo el ejército del mal con ese decreto sobre la vivienda que ya sabemos que va a acabar hasta con los bajos de los puentes. Mi decreto es mejor que tu decreto, le decía al Gobierno central. A ver quién gana cuando las palabras se hagan hechos. Pero mientras eso llega, si llega, queda el debate de la contabilidad de viviendas públicas vacías. La verdad, a uno le parece un debate tomado al revés. Lo que esperamos de la consejera es que nos diga cuántas familias consiguen casa ahora, gracias a sus sortilegios, y no tanto si los pisos habitados por ecos son de los bancos, aunque se construyeran con dinero público, o son hijos incluseros de la antigua mala gestión en vivienda de la Junta, que ahora les afean su redención de pobres con el blanco insultante de sus habitaciones con alcayatas. Pero las palabras llenan más que los hechos. “Primero comer, después la hipoteca”, vino a decir también parafraseando a Cospedal. Queda hermoso, justiciero y hasta bíblico, pero no sé si conviene insinuarle aquí a la gente que no hace falta pagar…

Una vez salvados de la calle y del cartón, lo que les quedaba era salvarnos de la “educación franquista” de Wert, cuyo nombre les suena casi a disciplina inglesa. Para Mar Moreno, se quiere convertir la educación en “una carrera de obstáculos” con esas pruebas y reválidas que, fíjense, “se hacen para aprobar a unos y suspender a otros”. ¿Aprobar? ¿Suspender? ¿Qué será eso? Pronto nos enteramos de que “suspender” significa para ella “pérdida de equidad”. Luego, Segura Gómez, de IU, habló de “miedo y sufrimiento” ante los exámenes. Sí, yo los quitaba. Y las jeringuillas, también. Como el paro. Como la pobreza. Como el relente. Por decreto. A ver qué cuesta hacer un decreto derogando la realidad, con un poco de agua bendita.

9 de mayo de 2013

Ouroboros: El socialismo tongo (07/05/2013)



Umbral llamaba a lo que hizo Felipe González “socialismo welter”. Más o menos, hablar con gorra y herencia de obrero mientras usaba las mañas de la derecha para juntar muelas de oro y hacer crecer el dinero de su propia ambición. La modernidad de González fue darse cuenta, simplemente, de que en España como en el mundo ya no se podía funcionar dando de comer guitarras con arañas ni libritos de Mao ni martillos de mármol teóricos. Él no inventó la socialdemocracia, pero, teniendo en cuenta que el PSOE no renunció al marxismo como ideología oficial hasta 1979, sí la trajo a una España que sólo parecía conocer el espadón con crucifijo y el bigote bolchevique. Hacía falta el dinero, hacía falta Europa, y hacía falta hasta sentarse sobre cañones como marineros de musical, de ahí la repentina necesidad de la OTAN como de una novia. Con Solchaga, que parecía más hombre del tiempo que ministro, se hicieron reconversiones industriales y se inventó el pelotazo como venerable institución carpetovetónica. A España no la conocía ni la madre que la parió, ni a cierta izquierda la reconocían sus fundadores barbiespesos, apenas dioses filisteos. Luego, el socialismo welter fue sustituido por la derecha de rebequita sin que se moviera el dinero ni cambiaran sus hormigoneras y, por fin, la crisis se unió con el nuevo socialismo bobo para dejarnos ahora buscando líderes para el PSOE de esta decadencia noventayochista.

Felipe González tuvo reflejos y fue capaz de ir renunciando a las siglas bordadas del PSOE porque España no podía seguir pareciendo la Eurovisón de Massiel pero con rosa obrera. Luego se equivocó gravemente, pero tuvo visión de Estado, no como sus sucesores. En lo que a Andalucía respecta, las dos ramificaciones del socialismo han sido igual de aciagas: el zapaterismo, perfumista y ñoño; y el chavismo, paralítico y tragantón. Griñán no sé si merece una categoría aparte, ya que sólo es la radiografía final de nuestra artrosis institucional. Eso sí, quiere rodearse de juventud, aunque una juventud no de ideas, sino de tipito. Porque Mario Jiménez y Susana Díaz son rancios de una manera guerrista, chusqueros de una manera pizarrista y huecos de una manera zapaterista, formando ellos solos toda una horda apocalíptica. Ya no son ninis, sino canis, que hasta Mario Jiménez habla como Flaman, incluso en el Parlamento.

Griñán no ha sido nunca el ateniense que una vez llegué a imaginar, sino un cobarde que vio un partido podrido y, en vez de intentar regenerarlo y darle con eso una oportunidad a Andalucía, se acomodó entre las mondas. Sólo le faltó, para abandonarse definitivamente, constatar que ni siquiera la aceitosa hartura de Zapatero y su fracaso happy podían desalojar al PSOE andaluz del poder. Bastaban la víbora de la derecha, el discurso de las gachas de los pobres, el paternalismo curil, el victimismo arrecido y una propaganda capaz de conciliar miserias y pináculos. Y aquí, en el peor socialismo, el del triunfo del fracaso, el que se complace en las mañas y las pocas luces de matoncillos de recreo; este socialismo mosca en resultados y sumo en gorduras, rey de harapos y remiendos como en Hamlet; aquí, dice Griñán, cansado de todo excepto de su propia nada, que “hay mejores candidatos a secretario general que los que suenan”. Deben de ser candidatos con un puñal tras los que conocemos, o Griñán se ha propuesto destruir lo que puede quedar de valioso en el PSOE, o simplemente no sabe lo que dice o dice las cosas según el sonido de mandolina que le devuelven sus mármoles.

El socialismo welter de González era un intento de socialdemocracia moderna y ligera en un país que todavía era una colegiata de antiguas ideologías. Ahora tenemos un socialismo grogui en el que, encima, una cuarta parte es el andaluz, a la vez mosca y monstruo. Y Griñán aún sueña con que lideren el partido sus paquetes y tongos.

Somos Zapping: Estructura de ONU y de bautizo (06/05/2013)



Enchufes. Por los ayuntamientos, donde se contratan a dedo hasta los ficus; por la Administración con un supervisor, un perito y un bedel por cada bombilla; por la España de lo público como un bufé de los pordioseros. Por ahí nos paseó La Sexta, el programa Equipo de investigación, esta vez centrados en el enchufe municipal, los cuñados fontaneros de taburetes, los amigos oteadores de paseo marítimo, las hermanas coordinadoras internacionales del barrio, los pueblecillos con estructura a la vez de ONU y de bautizo. Dan ganas de coger el programa, o toda la serie, o la colección de Salvados, y enviárselos a Merkel, a ésos de la UE que miran al dinero como en sus queseras transparentes, y pedirles no que nos intervengan, sino que directamente nos invadan. Pero no me tengan en cuenta esta boutade. Fallaron los partidos y los poderes del Estado, la corrupción no sólo es rentable sino un chollo, el dinero público es considerado botín, hay un Gobierno que desconcha hospitales o escuelas antes que meterle mano a todo este gran convite, y por eso uno a veces se mosquea y pide, aunque sea metafóricamente, que nos arranquen de aquí y nos instalen en Escandinavia.
Pero a lo que íbamos. Ni los enchufes de barrenderos, ni las orondas agencias municipales para las macetas, ni la empresita propia o de la hija con la que contrata el ayuntamiento, son cosa exclusiva de Andalucía, aunque el programa de La Sexta nos puso la cara bien colorada con los casos de Manilva y Chipiona. Antonia Muñoz, de la inmaculada IU, con una causa abierta por 200 enchufados y su empresa facturando al ayuntamiento (ah, no, dice que es de su marido); Dolores Reyes, socialista, ya condenada por otorgar por su divina gracia 345 empleos a dedo. Y no pasa nada. Si acaso esas inhabilitacioncillas de algunos añitos, y a seguir la fiesta. Pero lo más sangrante es la naturalidad con la que se acepta el sistema. A un chipionero le preguntaron cómo consiguió trabajo en el ayuntamiento y el hombre respondió con toda su pachorra: “Pues hija, yendo detrás de los concejales, porque dicen que el que no llora no mama”. Empleados a dedo que “se iban al paseo marítimo, se sentaban, y al mes cobraban”, relataba el mismo señor como caso habitual. “¿Para qué queremos trabajadores de playa que prestan un trabajo de tres meses de verano nueve meses [contratados]”, se preguntaba otro paisano. “Quiero que se sienta cómodo el pueblo con esta alcaldesa”, discurseaba ella, siempre muy folclórica. Como para no estar cómodos: con “la Lola”, que así la llamaban, “uno de cada 50 vecinos era un enchufado”, aseguraba el programa citando la investigación. Pero ni cárcel ni sanción económica, sólo siete años de inhabilitación merece esto. Así nos retrataban, hablando del “imperio de la ineficacia”, de lo que se malgasta de lo público para “mantener las redes clientelares”. Y esto sólo alrededor de fuentes, parterres y verbenas. Imaginen las administraciones autonómicas. Imaginen todo el país. Pero no, ni ejércitos de funcionarios hiperbóreos ni demagogos boticarios del alma del pueblo nos van a salvar de esto. Sólo nosotros, los ciudadanos, si alguna vez despertamos.


Paseo por Chernóbil. Tras los ecos de El gran debate de Telecinco, especie de barbería de barrio de las ideas, donde Sánchez Gordillo y Cañamero han vuelto a hacer de Epi y Blas del sudor y los jaramagos, me he encontrado al alcalde de Marinaleda perdido por mis grabaciones, en un programa del canal Viajar. Sí, una guiri nos llevaba por ese pueblo de murales y acequias sentimentales como por un parque temático del comunismo ya muerto, como si fuera Chernóbil. Y yo volví a pensar que aquello no es comunismo, sino un campamento de scouts subvencionado por la Junta; que sus conceptos económicos equivalen a la idea del Koala de hacerse su corral, que su ideología no pasa del sombrajo y que sus soluciones no llenarían ni un serón. “Si la finca es pública, es nuestra”, decía Cañamero en Telecinco. Allí ya los tienen de clowns o poetas locos, apretando una bocina como discurso o hablándole al oído al borriquillo con sombrero del pueblo.

6 de mayo de 2013

#TuitMix: Ética para la izquierda ropavejera (05/05/2013)



La 'bazofia' de Savater. Arañaba la vista, y más porque lo retuiteaba @pilartavora, la candidata del PA a la alcaldía de Sevilla (candidatura que me parece la de un farolillo). El tuit escandalizado, de @DaniPachamama, decía: “¿Sabéis q vuestros hijos leen en el colegio ‘Ética para Amador’? Es del fundador de UPyD, el partido q apoya a los falangistas en Santoña”. @PabloAlbarreal le secundaba: “Yo me lo tuve que leer con 16 años y es cuando empecé a darme cuenta de la bazofia intelectual que es el liberalismo”. Lo peor de tener una socialdemocracia ñoña y zangolotina, y una derecha meapilas y grogui, es la izquierda orgullosamente ignorante o fanática que nos deja. Qué peligroso Savater, qué asqueroso liberalismo, qué filofascismo eso de querer “estimular el desarrollo de librepensadores” con todo un libro sobre la ética de la libertad y la responsabilidad. “El libro relaciona la ética solamente con la responsabilidad individual obviando la social”, me justificaba @DaniPachamama. Pero Savater dice: “La buena vida humana es buena vida entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana (…). La humanidad depende en buena medida de lo que los unos hacemos con los otros”. Será que esa “responsabilidad social” significa para algunos subordinación de la libertad a abstractos intereses ‘colectivos’ de clase, pueblo, nación, raza o lo que se quiera. Así que la pedagógica invitación de Savater a una reflexión ética libre es dañina “bazofia intelectual” que pervierte a los jóvenes. Y UPyD, que se puede equivocar en peleíllas municipales pero me parece un centro izquierda reformista, laico, con un sólido concepto de la democracia y la res publica, es tremebunda ultraderecha. Quizá porque atiende más a las libertades ciudadanas que a nuestras herrumbrosas mitologías políticas, y eso es un imperdonable pecado aquí. Vean, pues, la manera de desbarrar a partir de un libro ejemplar y lloren por lo que viene. Por cierto, le pedí cuatro veces a @pilartavora que explicara su retuit y no quiso. Será que el renacimiento del PA se queda en poner otra vez su guirnalda verde en el montón ropavejero de una izquierda fanática y lerda.

Cohesiones paralelas. A esta izquierda que gusta de las catervas unánimes, para la que la libertad es una sola flecha, días como el Primero de Mayo le producen eufóricos sarpullidos melancólicos. “Estuve una vez el 1º de mayo en La Habana: la alegría organizada de la revolución”, tuiteaba @FelipeAlcarazM colgando una foto de ésas de muchos colores que son uno solo. “Qué envidia”, suspiraba @CapitanDarman. Más que organizada, alegría “obligatoria”, intervine yo. “Si no hubiera un alto grado de cohesión con la revolución en Cuba, no podrían seguir adelante”, me contestó el histórico líder de IU. Pensé enseguida en el grado de cohesión que había en España con el franquismo. Decían…

5 de mayo de 2013

Hoy viernes: Pisar flores, destripar caballos (03/05/2013)




Después del rastro de rabia y corcho, de obreros maniquíes y tiesos con peto, de ciclismo sindicalista y cofradías del hambre y su usufructo, nos ha quedado la calle como para cuadros patrióticos, vamos. Mayo empieza con flores cortadas por hoces y sigue con caballos acuchillados por panaderos. Todos necesitan mártires y sangre hecha ortodoxia, la de los que murieron en Chicago por las ocho horas o en Madrid por llevar tijeras de bordadora. Pero de todo aquello ya no sé si quedan ideales o sólo láminas de almanaque y novelillas de quiosco de estación. El Primero de Mayo es como un picnic en el cementerio de los propios currantes y de su ideología. El Dos de Mayo da ganas de defender España con podadera, aunque no sabemos de qué. Después de barrer la herrería de plástico que dejó la izquierda, tocaría aplaudir a Manuela Malasaña dirigiendo el desfile del orgullo goyesco de una manera como fallera o brasileña. Entre el confeti de la miseria y las pinacotecas épicas, el caso es que nos vemos, como siempre, mirando los muros quevedianos del país, cuyas grietas revienta con jardines la primavera, como los vientres ahora.

Una vez le escuché a Pérez Reverte que las dos grandes equivocaciones históricas de España habían sido alinearnos con la Contrarreforma y confundirnos de enemigo en la Guerra de la Independencia. En vez del Dios laborioso y cívico que traía el protestantismo, preferimos el Dios de Trento, oscuro y parrillero. Luego, terminamos haciéndole la guerra a la Ilustración por defender a reyezuelos de piñata calzonazos o tiranos y a curas de capón y tinto (si bien los franceses nos empujaron a ello a bayonetazos). A partir de ahí, ya siempre llegamos tarde. Y se nos quedó una mezquina mala sangre como de envidia de bajito histórico. Celebremos victorias, derrotas, matanzas o simples tapices, estos días con ejércitos y murales, con mineros atlantes y héroes con sombrero de tres picos; estas efemérides que ponen en una fecha una capa, un fogón, un castillo de popa o una trinchera de sacos y muertos; todo esto, digo, suelo mirarlo con distancia e ironía, como aniversarios de boda. Sirven para recordar ingenuos romances o resignados fracasos, y quizá para retomar las ganas de amor o libertad cuando se va ese jaleo de borrachos o matones que dan todas las fiestas e ideologías.

No participo yo de fervores de clase, revolucionarios, nacionales ni artilleros. Pero creo en la civilidad, quizá el único patriotismo digno. Claro que eso fastidia mucho los cuadros e himnos de mayo. Sí que dan ganas a veces de coger una podadera, un hocino, un gancho de porquero o de pirata contra tanto mangante, demagogo, felón, ignorante y mameluco. Lo que parece que nos sigue negando la historia es la madurez para, en vez de eso, enfrentarnos a ellos con la razón atrevida, la civilidad crítica y la rectitud democrática. Aquí sólo nos sale pisar flores y destripar caballos. Así tenemos las calles y la política.

Somos Zapping: Rajoy con capa de Darth Vader (29/04/2013)



El alma en vilo. Sí que da miedo Rajoy, que suena a látigo y hierro como un carcelero que se acerca, que se aparece escociendo como un enfermero con su carrito de jeringas, tenacillas y frío. Otra cosa es que en los informativos de una televisión pública anuncien la presencia del presidente del Gobierno como arañando una pizarra con las uñas, o que casi se oiga el relinchar de los caballos ante el mal como en El jovencito Frankenstein. Pero Canal Sur es lo que es, no vamos a descubrir ahora las ruedecillas que lo mueven. De todas formas, hasta en La Nuestra resulta chocante que una pieza informativa arranque de esta manera: “Con el alma en vilo estamos ante las medidas que pueda aprobar el Gobierno el viernes”. Tal cual. Sólo faltó que, en vez de sacar a Rajoy o a Soraya Sáenz de Santamaría, hubieran puesto unas imágenes de película con Darth Vader o el cardenal Richelieu rozando con sus capas el vacío o el mármol de la muerte. Al día siguiente conjeturaban: “No está claro que las medidas no recaigan de nuevo sobre empleados públicos, pensionistas e incluso los parados”. Cuando llegó el viernes, claro, tampoco pudieron evitar llamarlo “Viernes de Dolores”. Como oportuno contrapunto, y con eficaz inciso valorativo o justificativo, nos decían cosas como: “Dada la situación, la oposición pide medidas (…) como las de Andalucía”. O nos presentaban el amago de estriptis de Joan Baldoví así: “Tal es la situación de desesperación para muchos que algunos parlamentarios no han dudado en desnudarse por ellos (sic)”. Y el remate, Susana Díaz volviendo a decir que el Gobierno “insulta a Andalucía”. Es una táctica transversal, que dirían los logsianos, en toda la programación de Canal Sur: las conocidas miserias e injusticias en bucle con claros malvados y buenos de película. Y la Junta siempre es el mushasho, claro. Sí que da miedo Rajoy con capa. Aunque menos que los que aprovechan las cacerolas del hambre y la rabia para promocionar su antigua máquina salchichera de hacer y vender pobres.


Ciencia-ficción. A Tiene arreglo le han concedido no hace mucho el premio al “mejor programa de entretenimiento autonómico” (sí, “entretenimiento”, como si el premio se lo hubiese dado Nerón). Aunque me lo había impedido la actualidad llena de emergencias nacionales y folclóricas, no quería que se me pasara comentarlo. No tanto el premio ni el programa, en realidad, porque ya he criticado otras veces ese placer confitero de las lágrimas y ese hacer caniches de circo con los pobres. No, fue más por algo que dijo Modesto Barragán en la glosa que le dedicó en Andalucía directo a Toñi Moreno, que ya parece la Virgen del Rocío: pidió un programa de televisión que “nos solucione el paro”. No desentona esto con nuestra realidad ni con nuestra época, la verdad. No sólo porque la Junta parece que únicamente sirve para aplaudirnos y pintarle tijeras a Rajoy, sino por esa advertencia premonitoria, orwelliana de algún modo, de una televisión tomando el control absoluto, satisfaciendo en todas sus necesidades a una ciudadanía que no pide nada más. Pensé en Black mirror, esa serie que explora de manera magistral y angustiosa los inquietantes abismos que se vislumbran en esta sociedad tecnológica, morbosa, voyeur, pasiva y adocenada. Recordé la segunda temporada (advierto que vienen espoilers), donde un dibujito animado de la tele se presenta a las elecciones o la justicia termina convirtiéndose en un despiadado parque de atracciones. Canal Sur da demasiadas veces el mismo escalofrío que esta serie. Me imagino un reality de pobres compitiendo por un trabajo o una nevera. Y lo peor es que no parece ciencia-ficción.



Malaje. Que Canal Sur se equivoque en un rótulo y convierta al crítico de flamenco de EL MUNDO Manuel Martín Martín en alcalde de Mairena del Alcor, puede pasar. Que se vuelva a equivocar y ponga de alférez de la Guardia Civil a otro señor que no lo es, bueno. Que todo esto ocurra en la noticia de un entierro, y que el entierro sea el del cantaor Manuel Mairena, ya es mucha torpeza, guasa o malaje, ¿no? Lagarto, lagarto…