28 de junio de 2013

Triclinium: El forense y la hamburguesa (27/06/2013)


Planificaron bien una noche de rumores y viudas, así que cuando Griñán subió a la tribuna con violonchelo, el debate sobre el estado de la Comunidad ya se había convertido en la muerte de Chanquete, en Juego de tronos, en culebrón sucesorio sobre el sitio del culo del presidente o de todo el PSOE andaluz. Me pareció más marrullería y cobardía que vanidad. Para anunciar que se irá pronto a pescar o cuidar tomateras, podría haber elegido cualquier otro día, pero quizá presintió que al PP le seduciría más su entierro político, si lo dejaba por los ERE o la bilirrubina del PSOE nacional, y algo así ocurrió.

En su discurso, Griñán me recordó a esos forenses de las series que se comen una hamburguesa ante el cadáver que chorrea aún en el fregadero. El cadáver es Andalucía, claro. No es sólo la costumbre, sino la ausencia de culpa, que siempre es de otros, lo que no le quita el hambre. Están el FMI, la troika, los mercados, Rajoy y Wert, que cada vez se parece más a Gárgamel, el malo de los pitufos. Frente a ellos, la resistencia, la aldea gala, la ternura maternal de la Junta zurciendo todo lo que nos descose el Gobierno Central con sus “reformas” que Griñán llamaba “soluciones mágicas” (no como sus pactos o sus planes de choque chocando aún con los anteriores). Recetas electrónicas, bilingüismos, bancos públicos de cordones umbilicales, más sus iconos o comodines ideológicos, nos separan por lo visto de la catástrofe. Mencionó una ley de Emprendedores y me imaginé a Invercaria repartiendo el dinero. No sólo despachó los ERE en medio minuto con las tesis oficiales, sino que los usó como introducción para hablar de su Ley de Transparencia. Me pregunto si las “almas de cántaro” son transparentes. Griñán cantó a la democracia como a Dulcinea y, al final, tras una larga cadencia nostálgica y orgullosa, llegó el anunciado adiós. “Estamos sujetos a la biología”, dijo, como si se fuera por la próstata. Pues muy buenas, que los parados lo lleven en procesión.

El debate de Griñán con Zoido, debate entre dos no-candidatos como dos no-muertos, podría haber sido una sombra chinesca, pero se animó porque Griñán se puso a imitar a Chaves, a chulear de ganar siempre y a sacar el libro negro de la derechona, cosa que Rajoy pone fácil. Zoido podía hablar del inmovilismo de la Junta, de desempleo, de umbrales de pobreza, de ruina educativa, de planes de choque no dan resultado, de pactos que se quedan en pinacotecas, del despilfarro o la corrupción de la Junta, de “las verdades del barquero”. Pero no puede defender a Rajoy y a su política, sus silencios, sus ministros córvidos, sus palos al bolsillo y sus tics ursulinos. Ahí Griñán se agiganta y saca catecismos, privatizaciones o abortos que le sirven para equilibrar su fracaso con el horror.

Griñán acusó a Zoido de no ser “nada aparte de los ERE”, de ponerse las gafas negras para mirar Andalucía. Zoido a Griñán, de usar toda la maquinaria de la Junta para la confrontación en vez para solucionar problemas, de “haber pasado de dar ordenadores a bocadillos”. “Aspiramos a más que a una cartilla de racionamiento”, sentenció. Griñán, algo afónico, terminó haciendo trampas con números: presumió del incremento en porcentaje del PIB de Andalucía, que sólo nos cuenta la gran distancia que hay del muerto al sano, o del mendrugo a la prosperidad. El conformismo del PSOE, negar que podríamos estar mucho mejor, eso es lo que nos hunde. Y eso es lo que celebran.

Castro, de IU, entre su satisfecho guerrillerismo, en su discurso que se tornó carantoñas gatunas con Griñán, dijo que el día estaba dedicado a “la política de las cosas y no a las cosas de los políticos”. Pero hubo mucho de lo segundo. Puede morir Chanquete pero todavía sonará su acordeón. Y sigue el forense con su hamburguesa. Y, enfrente, un PP andaluz al que le cuesta que no lo metan en la familia Adams de Rajoy. Y prejuicios históricos y cómodas falacias que atufan el Parlamento y nos condenan a repetirnos eternamente en la miseria, que es lo peor.

26 de junio de 2013

Ouroboros: El acordeonista ciego (25/06/2013)


Saltamos sobre el fuego, bicicleta de las brujas, violín del aire, melena de los faunos. Ahora en playas nocturnas, con el mar como un cubata tirado sobre la sábana del cielo; o antes en cuevas, donde nos descubríamos hombres, la destrucción y la purificación marcan umbrales, encuadran la vida y empujan a los arqueros que van en carros por las constelaciones. El fuego es el sol, o sea Dios, o sea espíritu, o sea inmortalidad, aunque no ésa judeocristiana y estática, sino la que se expresa a través de ciclos de muertes y renacimientos de la naturaleza. Ahora sirve para beber sangría con muslos y rodajas de luna, para que los chiringuitos parezcan Troya, para recordar los amores de verano como asaltos vikingos, pero seguimos quemando lo viejo para pedir lo nuevo, y soplando al sol desde aquí abajo para darle fuerza cuando decae, y saltando de una estación a otra aunque lo hagamos de culo. Somos inevitablemente simbólicos aun sin saberlo, aun queriendo hacer sólo una parrillada.

Amarcord de Fellini empezaba con una hoguera de San Juan y terminaba con una especie de boda de Cadmo y Harmonía (la última vez que los dioses y los hombres se sentaron juntos), marcando el comienzo y el final de la relación del ser humano con la magia, con la ingenuidad, que eso es precisamente la infancia. Yo me pregunto si esto que vivimos es el final de nuestra infancia política, si estamos escuchando al acordeonista ciego que toca por el triste fin de la inocencia. Aunque me parece que nos faltan por tirar al fuego muchas sillas viejas, muchos muñecotes del largo invierno que sufrimos; y pasar aún iniciaciones de dolor y deseo y decepción y belleza, que eso es toda la película de Fellini. La crisis como hoguera de San Juan podría hacer que la historia rescatase esta época como catarsis y así los tiesos, los muertos, los inocentes machacados, al menos tendrían panteón de héroes.

Lo de Soraya, con su cara de niña que juega con cerillas, es sólo una astilla al fuego. Y aun así se opondrán los sátrapas locales, hasta de su propio partido. Aquí volverán a hablar de recentralización y de que nos van a quitar nuestra autonomía procesional, nuestra bandera como un taparrabos, la épica aceitunera con la que tantos ingenuos se emocionan y tantos listos se llenan los bolsillos. Ya han visto para qué querían autonomía y competencias, para ERE e Invercarias, enchufes, tenderetes y convidados. Soraya aún no es el gobernante que ha puesto sobre la mesa las dos calaveras de la partitocracia y el Estado y ha dicho, valiente o suicida, que hay que salvar el Estado. Pero la van a asar viva, desde los nacionalismos al último pegasellos de los partidos.


Las hogueras de San Juan, hechas de simbolismo o ron, tendrían que llevarse todavía mucho para dejar sólo libertad, igualdad, honradez, justicia, austeridad, democracia purificada. Vamos perdiendo la inocencia, pero aún no nos ha llegado la madurez. Y en el fuego, fijándose bien, sólo se ven caballos relinchando de agonía.

25 de junio de 2013

Somos Zapping: Recibiendo como Don Corleone (24/06/2013)


Gestión de residuos. Tendrían que haber hecho la entrevista en el Bada Bing!, donde Tony Soprano contaba tetas y dinero y preparaba comida para los peces. Pero la hicieron en una especie de sala de espera de peluquería, con fotos de seducción barata. Francisco Guerrero, ex director general de Trabajo de la Junta, alto cargo con pinta y nivel de chatarrero, está entre tirar de la manta y quemarse los pies, pero hable lo que hable no deja de retratar cómo se hace la política aquí, con chusqueros, esbirros, ratillas, alcahuetes y ventajistas bajo el glorioso y digno marco institucional autonómico, palacio sobre mil cloacas. Fue un buen resumen del caso ERE el que hicieron en El intermedio (¿me reconcilio con Wyoming?). Explicaron cómo el mecanismo de transferencias a IFA/IDEA conseguía “eliminar en primera instancia la figura del interventor que debería fiscalizar estos gastos”, aunque evitaron mencionar a Griñán y Chaves. Y fue una gran entrevista la de Fernando González a Francisco Guerrero, que se defendió como un camello de medio pelo. Guerrero se considera “el chivo expiatorio de la Junta”. Otro que entró de pasante, a mover los papeles y el dinero como se habían movido siempre, y en eso no ve él culpa. “A mí me da vergüenza cuando he visto el tipo de actuación que se ha hecho a mis espaldas”, fue capaz de decir. Aseguró que era un tieso, negó haber trincado sobres y declaró que la manera en que se manejaban los fondos de los ERE la conocían “sus consejeros, el Gobierno andaluz, el Parlamento, la Intervención”, pero según el argumento de Griñán o Aguayo: “Eran fondos públicos aprobados todos los años en pleno parlamentario”. Aprobados pero no para hacer con ellos lo que les diera la gana, les falta aclarar. Cuando le preguntaron por qué se daban ayudas a unos sí y a otros no, contestó que “se les dio a los que vinieron”: conocidos suyos, “amigos de sindicalistas, amigos de empresarios”… Así funcionaba la cosa. Recibiendo, como Don Corleone o Juan Guerra. Caciquismo progre. Todo por la “paz social” que pedía Chaves, se excusó. Dinero público arbitrario para tapar bocas, y ya que nadie miraba, para calentar bolsillos. “Lo que yo tenga que decir lo diré cuando me parezca oportuno”, amenazó o faroleó Guerrero. Pero a lo mejor tiene la mano del muerto, que se dice en el póker. Admitió marlboros y gintonics, pero negó la coca de los horteras que remataba la trama ya suficientemente asquerosa, torrentiana ha dicho mucha gente. Así se hacen las cosas aquí. Ni defendiéndose ni atacando podía Guerrero ocultarlo. “Gestión de residuos” era el supuesto negocio de Tony Soprano. Política lo llaman otros en Andalucía y ya se van dando cuenta en toda España.



Duelo en el Neolítico. Mario Conde, newborn, renacido de la voracidad financiera a una especie de tibetanismo de derechas, cara a cara con Diego Cañamero, del comunismo no ya novecentista, sino neolítico, el que quiere arreglar la economía dándonos un azadón y una punta de flecha a cada uno. Combate digno de alguna clase de lucha libre mexicana a la española. “Otro día vendremos a quedarnos con tus tierras, porque no son tuyas”, le dijo Cañamero a Conde en su finca, y éste le invitó a El gato al agua de Intereconomía, a que hiciera de indio cherokee, de jefe Seattle. “La tierra no es de nadie”, dijo el sindicalista andaluz, que todavía pide reformas agrarias, cree en un vivir crudívoro y asalta fincas como ingenuidad simbólica. Mario Conde defendió la propiedad privada, su hacienda y sus olivos y dijo que él no había provocado la pobreza de Andalucía. Pero discutiendo sobre melonares, jueces y bancos, aquello terminó pareciendo una de esas conversaciones que se tienen con mormones. Al final, con Cañamero o Sánchez Gordillo lo que se demuestra es que esa ideología desesperada, tosca y primitiva que se da en Andalucía es consecuencia de su miseria, igual que la religión es consecuencia del miedo. Y a todo esto, lo que me pregunto yo es por qué ocupan fincas. Que se vayan todos los parados andaluces a Marinaleda, donde el desempleo es un imposible ontológico, y asunto arreglado.

#TuitMix: Maíllo en la Guerra de las Galias (23/06/2013)


IU es un péplum. Un profesor de latín pega en esa izquierda que ha cambiado tanto como la primera declinación y mantiene ese orgullo templario de custodiar o ser una lengua muerta. “Vota Maíllo, sabe latín”, fue un lema facilón que creo que inició @FelipeAlcarazM. Me cuentan que Antonio Maíllo era buen profesor, modernito aunque sin ir de guay. No todos los profesores de latín tienen que parecer de Fellini. Lo que ya no sé es si Maíllo se cree frente a fachas de Fellini, que así está esa izquierda de póster. Agradeceremos que ‏@MailloAntonio no nos pinche con la cacografía y la sintaxis alambrada de ‏@DValderasS, aunque en TW aún no es Cicerón: “Ser útiles a la gente y contribuir a la solución de sus problemas. Ser gente. Hacer política en su sentido más noble: servicio público y lucha”, flatus vocis con que se promocionaba antes de ser elegido coordinador de IULVCA (hay que poner todas sus letras, que ahora parecen el nombre de Julio César grabado en un obelisco). “Ser gente” es bastante común. Lo que le ocurre a su izquierda es lo contrario, que se creen que la gente y el pueblo son ellos, y llaman a sus tirachinas y concilios la democracia toda. Pero la estrella en TW no ha sido tanto Maíllo sino su tótem, esa planta que le regalaron con hashtag propio: #laplantadeMaíllo. “Símbolo de la unidad para organizar la rebelión y construir la alternativa”, interpretaba el hermeneuta @rojosevillano. “@iuandalucia prohíbe a cargos públicos ir a misa y adoran un poto al que llaman #laplantadeMaíllo #vamos caminando”, guaseaba @EnfurecidaJunta posteando una foto de la mata, que recuerda a La pequeña tienda de los horrores. Aun con flores en la sien y supersticiones y canibalismos heredados, “nunca ha vivido ‘de la política’”, recalcaba @rojosevillano de Maíllo. Eso me gusta, pero creo que a IU no le hace falta una maceta, ni un pajarillo bolivariano, ni siquiera otro Anguita. Le hace falta una refundación y pasar ya por la barbería de la historia. Aún están en su Guerra de las Galias (miren el perfil de @Zoser) y hartan como un péplum de ésos de relleno de Canal Sur.


Auditorías en chándal. Después de latín tenemos gimnasia, con Valderas que parece Luis Aragonés de vicepresidente. Y en chándal las auditorías suenan a pijada. “Por qué rechaza IU la auditoría de Empleo? Tienen que ocultar algo sus gentes de CCOO, dónde está la trasparencia?”, se preguntaba @gabrieltfexry. Una auditoría que ellos pedían cuando eran oposición, pero dentro del miriñaque de gobernar las cosas se ven diferentes, sobre todo cuando tu sindicato sale en investigaciones como en grabaciones de The wire. “Valderas considera que ‘el PP le pide a los de enfrente lo que no es capaz de hacer en su casa’”, posteaban desde @EPAndalucia. Estoy de acuerdo. Aquí no hay que hacer nada mientras no se resuelva lo de Bárcenas. Ya no auditar: ni gobernar siquiera.

20 de junio de 2013

Ouroboros: Dos papas (18/06/2013)

Valderas, que tiene pinta de linier de segunda, seguirá en la Junta jugando al futbito entre la corrupción y la mopa, que es lo que le han asignado, pero ya no es coordinador regional de esa izquierda unida, desunida, aglomerada o recosida, ya no sé si histórica o sólo estética. Hubo aquí una izquierda agreste y orgullosa, con más tierra que libros en los ojos y en la boca, que crecía con los señoritos y sus capataces señalando a los jornaleros a capricho en plazas donde las fuentes parecían horcas. Recuerdo a mi padre contándome que dormía en un montón de paja y chinches en cortijos lejanos, echando temporadas enteras con navaja, chuscos y mechero. Esto era una región semifeudal y quedaba pendiente una revolución por pura dignidad. No era una revolución teórica ni científica, sino una especie de evangelio de pobres centrado más en la esperanza que en el método. Eso fue quizá nuestra izquierda.

Entre aquello y el actual postureo antisistema, la economía del calabacín cooperativista y las pedradas a los bancos, han pasado muchas cosas. Una transición remendona, una democracia imperfecta, un Estado autonómico que nos dio nuevos señoritos, un Telón de Acero que cayó porque aquella revolución era una fábrica de óxido, miseria, asfixia y crueldad; la globalización del dinero invisible e instantáneo como las distancias… Y aquella izquierda se fue haciendo melancólica, icónica, con unos enemigos de madera, como de maqueta antigua: imperialismo, capitalismo, burguesía, multinacionales, mercados… Conozco a muchos que fueron comunistas hasta que se dieron cuenta de que en realidad eran como curas al revés. Dogmáticos, fanáticos, totalitarios, iluminados, arrogándose la voz y la voluntad de las gentes y los pueblos, imponiéndonos las cosas ‘por nuestro bien’. ¿Malvado capitalismo? Como dijo alguien, no hay diferencia entre la lucha por el control de la propiedad privada o del usufructo de la propiedad pública. Siempre habrá poderosos, injusticias y desigualdades. La distinción está en los mecanismos de control, la libertad individual y la posibilidad de que el sistema se cambie y corrija a sí mismo, cosas impensables cuando todo es obligada ortodoxia. Además de que, al final, se genere bienestar o moscas. 

Cuando le pregunto a mi padre, ya sabio y escéptico, se enfada con esta izquierda y este sindicalismo que usan a los pobres y a los obreros para su parchís, moviéndolos, sacándolos o acallándolos según les conviene, pero con tanta ambición como sus teóricos enemigos. Aquí, sobre todo, juegan a sorber algo del tremendo poder o sitio del PSOE. Ahora tenemos a Maíllo, otro cura con el mismo catecismo. Es la izquierda indefinida de este siglo, con sus mensajes de radionovela, su marketing del jaleo y el mendrugo, su isla ideológica imposible ya en el mundo. Y Valderas, vestido de princesita dentro del sistema que debería considerar corrupto. ¿Son dos papas con el mismo o diferente Cielo? Da igual cuando el Cielo es un invento.

Somos Zapping: Ada Colau y el malo de Batman (17/06/2013)


Dando lecciones. Hay que ver la última de Batman aunque sea sólo para oír al nuevo malo hacer discursos que parecen de Ada Colau o Alberto Garzón. Atiendan a su llamamiento a que el pueblo recupere el poder, mientras respira odio por esa máscara hecha de candados y todo arde a su alrededor. En Pido la palabra, donde por fin han hablado de desahucios y banqueros (ejem), invitaron a la lideresa de lo evidente con el puño americano de lo innecesario, que eso es Ada Colau. Ada Colau confunde las ideas con los procedimientos y eso es peligroso porque la ética es elegir procedimientos. Por eso no me gusta esta señora, que además tiene una concepción vaqueriza de la democracia, es de las de ‘conmigo o contra mí’ y habla así como en lenguas, siempre recitando rapidísimo su catecismo. Tiene cierta razón allá en el fondo, pero el fin no justifica los medios ni la democracia se pone de fiesta con las llamas. Por cierto, el público preguntador terminó gritando “¡sí se puede!”, con aire como legionario. También llevaron a José Manuel Gómez Benítez, vocal del CGPJ, para que diera lecciones de independencia en la Justicia. Entre jueces estrella y fiscales escorados, sólo se mencionó al PP. Pero, sobre todo, a nadie le pareció relevante informar de que Gómez Benítez fue propuesto para su puesto por el PSOE. Sabiendo esto, sus lecciones sobre independencia hubiesen sonado con otra autoridad.


Carrera de 13 años. Daba ternura Valderas, despidiéndose de su cargo como coordinador de IU con esa pinta suya como de árbitro que se retira. Y más aún que, en la entrevista que le hacía Mabel Mata, dijera que esos 13 años habían sido como una “carrera universitaria”, como un “máster”. Sí que le cuesta lo de estudiar, sí. Lo que no causó ternura, sino estupor, fue que en otra entrevista a los líderes andaluces de UGT y CCOO, Francisco Fernández y Francisco Carbonero, se les pusiera por delante lo que la Guardia Civil les está sacando en los ERE y ellos terminaran hablando del “acoso por parte de ciertos medios de la derecha más rancia”, y de que todo venía “porque el PP no gobierna en Andalucía”. Nadie puso ni un pero a ese brillante razonamiento, digno de una carrera de 13 años por lo menos.


El barullo griego. Veo a los griegos manifestarse por el cierre de su radiotelevisión pública y no me imagino a los españoles en la calle siquiera por quedarse sin Mariló Montero, sublime diosa del patinazo y de las almendras en la boca y en los ojos. En Andalucía quizá sería otra cosa. Canal Sur sustenta a nonainos, folclóricos, chistosos y mellados que tendrían que volver a sus peñas, verbenas y bingos. También alimenta el ego de los pueblos sacando su charcutería o sus azulejados y la gente dejaría de sentirse importante por ver a Rafael Cremades montarse en sus borriquillos o así. Pero no creo que hubiera una revolución por quedarnos sin Canal Sur. Sin embargo, en Grecia sí tienen conciencia de la importancia de los medios públicos. ¿O no? ¿O es más bien porque en Grecia es la televisión pública la que retransmite la liga de fútbol, la Champions, la Euroliga o la Fórmula 1? Ah, ahora se entiende mejor el barullo, ¿verdad? Ahí duele el servicio público.


Spa para Canal Sur. Casualmente, el Consejo Audiovisual de Andalucía, esa especie de clínica Buchinger construida para desarrugar, enjabonar y masajear a Canal Sur, sus  cojeras y bizqueras, ha organizado unas jornadas sobre los medios públicos y su valor. Valiosos son, sobre todo, para los que viven de ellos. Para el resto de la ciudadanía, son más una babosa cerebral que otra cosa, pese a que en las noticias hablaran de “la importancia de los medios públicos para garantizar los valores democráticos y el pluralismo social”. Eso, a lo mejor en la BBC, o por Escandinavia, donde son civilizados. Aquí, la verdad, todos los medios públicos son medios de partido. Inés Alba, directora de Canal Sur Radio, declaraba a las cámaras que se “garantiza por ley y con órganos de control pertinentes que haya pluralidad”. La sacaban entre fuentes que daban ganas de mearse de risa.

17 de junio de 2013

#TuitMix: Vuelva usted mañana para el terremoto (16/06/2013)


El príncipe y el botijo. Siempre recordaré El invierno en Lisboa, con el amor, la música y los revólveres hechos de niebla. Luego, Muñoz Molina me fue gustando menos o es que lo disolvieron esas editoriales mefistofélicas que fabrican celulosa y convierten a un buen o mal escritor en futbolista que vende sus calzones. Además, eso de montarte tu universo literario en el pueblo siempre me ha parecido como hacerte cura párroco para escribir, y sólo se lo perdono a Pessoa y a Umbral. Pero Muñoz Molina se fue a Nueva York, donde perfeccionó la distancia melancólica del saxofón y el artículo paseante, y además nos dejaba con Javier Marías unos piques divertidos y algo bobos, recordados ahora en TW (busquen “duelo al sol” en @jmariasblog). Se hizo un escritor sólido a base de lo que escribía y lo que encanecía, y aún más, un personaje amable, discreto y como de ventanuco (en @amunozmolina apenas dejó una mención al premio). Le han dado un merecido Príncipe de Asturias cuando la literatura española es más que nada muchas cenas y viejas de tragaperras. @RocioGlezMtez se quejaba de que en la Feria del libro de Madrid, “Muñoz Molina ha firmado menos libros que Mario Vaquerizo, Jorge Javier Vázquez, Mercedes Milá o Risto. Luego queremos ser algo en el mundo”. ¿Sí, de verdad queremos? Por aquí la gente lo que quería era su trocito de botijo del éxito ajeno. ‏@JuanJcrc enlazaba a esta noticia: “@PepeGrinan y @ZoidoAlcalde saludan el Príncipe de Asturias a Muñoz Molina, ‘andaluz universal comprometido’”. Lo que harán los dos por la cultura, vamos. “Nuestra tierra sigue siendo cuna de grandes hombres y mujeres”, se felicitaba ‏@Josefislop. Pero aquí somos más de cuna que de grandes personas. Yo, para recordar que hay poca literatura buena y el resto es papel del culo y putiferio, voy a releer como homenaje El invierno en Lisboa. Y luego, a mirar catálogos de editoriales para ir tirando, como Umbral, libros a la piscina que no tengo.

Churrería transparente. Menos mal que llegó la transparencia. Lo que no sé es cómo se van a conceder ayudas públicas con un pósit transparente. Ay, de la transparencia a la invisibilidad hay nada. @psoecadiz citaba a @_susanadiaz: “Hay que luchar contra el fraude, ahora en Andalucía computará el patrimonio en las ayudas públicas”. Antes contaban otras cosas, como la cercanía de una churrería al PSOE. “¿Es ésta la transparencia de PSOE-IU? Parlamento andaluz borrará las grabaciones de juntas de portavoces desde 1983”, ‏apuntaba sin embargo @fernandot. A ver si funciona la transparencia ésta, que las vacas están intranquilas.

Larra en Cádiz. Conversación verídica, según ‏@FardosPericon y otros: “-¿Por favor, Observatorio de Marina? - Sí -¿Puede confirmarnos el terremoto en la Bahía? - Verá, es que nos vamos a las tres...”. Larra en Cádiz: vuelva usted mañana para el terremoto.

15 de junio de 2013

Triclinium: En Chicago hay pocas vacas (14/06/2013)


Nos sobran matones, esbirros, cínicos y mangantes, pero además nos faltan políticos. No sé si me preocupan más las frases de tabernero en el Parlamento o que estemos en ese saloon, como un paisano con agujero de bala en el as de picas, y nos quieran remediar el paro con cupones de descuento de pizzería. Saloon o teatro (las palabras matoniles de Ávila el miércoles provocaron momentos Club de los poetas muertos, con cada pepero que se levantaba repitiendo la frase cambiando “derecha” por “izquierda”). El Parlamento como palomar cagado de insultos no dolería tanto si hubiera más ironía e inteligencia y menos tontería; pero sobre todo si por debajo toda esa vieja costra calcárea y submarina quedaran al menos ideas, hechos, soluciones. Que Cinta Castillo sea una especie de Mercedes Milá, que Castro Román te haga buscar su ventrílocuo, que los diálogos entre Griñán y Zoido parezcan los de Leoncio el león y Tristón intercambiándose cada rato; eso sería lo de menos si viéramos allí algo más que una gran máquina de cortes de manga.

El PP no sabe ni redactar sus papeles y cuando Ruíz Sillero volvía a pedir evaluación de los planes de empleo de la Junta, que son como velitas a San Pancracio, Cinta Castillo se dedicó a enumerar sus erratas. ¿A qué grupo le damos el premio? IU saca a la troika, palabra que les sirve de misil ruso o sable cosaco, y ya está. Castro Román es capaz de, en una sesión de control, preguntarle a Griñán por Rajoy y encima quedarse con esa cara de pedir aplauso en un karaoke. Susana Díaz habla de una “nueva cultura de la transparencia” después de todas las vacas que se han asado aquí con dinero público (por cierto, los ERE e Invercaria contra la Zona Franca de Cádiz también se plantearon como luchas de vacas a la brasa). Griñán dice que la crisis no ha sido “por culpa del gasto público”, o sea que todavía se pueden asar muchas más vacas a nuestra costa. Mar Moreno nos descubre que pagan “sin puntualidad pero con regularidad”, como los pobres con ditero… Y en ese plan.

En el mano a mano con Griñán, cada vez más decepcionante (son como toreros buscando burladero y botijo), Zoido acusó al presidente de ser telonero de IU, cosa con la que no estoy de acuerdo. IU ha aceptado su paripé (que Griñán defendió) pero su pacto siempre me ha parecido barato: carguitos a cambio de dejarles colgar algún póster. Yo veo a IU más pendiente de la reverencia a Griñán que a Griñán postrado ante el leninismo, pero a Zoido eso le parece muy efectivo. Yo creo que el pajarillo bolivariano está a gusto, bien alimentado y amaestrado. Zoido le pidió a Griñán reformas, pero ¿cómo pedir reformas en la contemplación de la eternidad que es la Junta? Si las cosas van mal, es culpa de Rajoy o la troika; si van bien, es gracias a lo que llevan haciendo siempre. No hacen falta reformas. Ni gobernar. También pidió Zoido un pacto como el nacional. Pero hombre, ¿no veía que Griñán le iba a pedir una alianza contra Rajoy, que defendiera esta tierra contra su partido que odia a Andalucía? Lo que Griñán quiere es un pacto con Aznar. Zoido volvió a pedir la verdad de los ERE, Griñán respondió con sus sobresueldos y en el suelo del saloon se pegaban los pies y la mugre.

Pero para mí, la estrella fue Antonio Ávila. Lo aguanta todo, lo escupe todo (hasta Invercaria), responde sin responder y encima se pone de un chulapo que sobrecoge. Sí, el consejero de Economía de una de las regiones más pobres de Europa va chuleando de su gestión y sus rosas en el ojal. Incluso con los trabajadores de Delphi allí, diciéndole las verdades como se dicen en Cádiz. Sólo le hizo sombra, un momento, el consejero de Justicia, Llera. Le preguntaron por la discreta comida de Griñán con el presidente del Tribunal Supremo y dijo que los querían comparar con “los mafiosos de Chicago”. Qué cosas. Griñán y el presidente del TS comieron juntos porque los dos están preocupadísimos por los asuntos del otro. Son instituciones muy rozables, como se sabe. Además, en Chicago hay pocas vacas.

12 de junio de 2013

Ouroboros: Cigarreras de Cádiz (11/06/2013)


Cuando salían las cigarreras, como un coro de ópera, se llenaba la calle Plocia de comadres, parroquianos, soldados de Mérimée que no había, pretendientes y fígaros para verlas pasar. Eran amazonas con olor a la selva de su pelo y de su labor, morenas de humo y raza, con la risa del ventazo y del bronce de Cádiz, allí donde se estrechan la cintura del agua y de las guapas. Las mujeres trabajaban el tabaco como deben de trabajar las diosas sus cereales o los faunos sus flautas, con el sol en las manos y flores regadas en los muslos. Mujeres libres, fuertes y capaces cuando eso parecía como ser corsaria.

Ahora, en aquella fábrica de tabaco de Cádiz que desembocaba en el escalón de ese mar de los indianos, los cañones y las veletas, hace mucho que sólo se celebran exposiciones, se reúnen odontólogos, te hacen la manicura con eco o se inaugura una maqueta como un minigolf. Aquel ladrillo que aún está cociendo historia, como si hubiera gente emparedada que todavía araña y ahúma por dentro los muros, ya sólo espera autobuses o políticos. Y el monumento a la cigarrera, fuera, parece una infanta asesinada hace siglos por las palomas. Llamándose Altadis, no se puede trabajar en un barco de piedra, en una pipa de espuma de mar, en una catedral con chimeneas, sino que había que irse a las afueras y darle a la fábrica pinta de cárcel de hormigoneras. Desapareció el mito, esa hermandad como de bravas hilanderas, ese lugar de ovillar tabaco como para una eucaristía, y quedó un trabajo precario, dudoso, hecho por grúas más que por manos, que trajo más despidos y padres medio suicidas, hasta que ahora las multinacionales han decidido que Altadis se cierra o se vuela como un polvorín.

A Cádiz, a la Bahía, que sacó tanto hierro del mar, tanto sol de los espejos, tantos cálices del viento, ya no le va quedando nada. Tabacalera era ya más símbolo que factoría; como los Astilleros, cementerio de jirafas, poyete para las nubes, marco sin foto para unos barcos que se columpian en la ausencia, como recuerdos de mujeres que se nos fueron en aquel verano o aquella moto. Todo se fue derrumbando porque las pirámides ya no soportan estos siglos o porque las máquinas ganan a los héroes. La Bahía se ha ido parando como un corazón de viejo gigante o trasatlántico. Han querido montar aviones como grandes y complicadas bombas, aún buscan chapas que sostengan el cielo, nos hablan de empresas con nombre de luces cristalizadas, de electrónicas invisibles que soplan el mundo, pero luego todo estalla en papelillos, se hunde como un paquebote, mata a gente con la fiambrera en la mano, deja por el Campo del Sur sombras sentadas como cenizas de Hiroshima. Ya no sé de qué vive Cádiz, quizá sólo de lo que le dejan los fenicios que salen todavía por sus grifos.

Hoy no estoy por cabrearme, porque me he quedado mirando la Bahía como un plato vacío, como un nido volado, como una alacena robada, y sólo he sentido tristeza, ésa que sienten los pobres cuando se cae toda la sal sobre la comida. He mirado la Bahía, Cádiz con sus torres vigías, con sus sombreros de conchas, con su mesa puesta para el té de tres mil años, con sus pozos de historia y desventura, con su larga mano de emperatriz con anillos en el agua, y me puede la pena más que la rabia. Sabios bajo las farolas, oficiantes de la Plaza de las Flores, café y diario con ese sonido de desagüe y tranvía, descalzos de La Caleta como pescadores copleros, la risa pegada a la lágrima en el mismo cucurucho, el horizonte como el último velero que se hunde.

Las cigarreras no eran ni bandoleras ni sirenas, ni burladoras ni cíngaras; eran ese Cádiz vivo de gente y alboroques que parece que nunca volverá. No se van llevando fábricas, ni símbolos. Se van llevando a trozos la Bahía de verdad, como teja a teja. Y nos dejan ya no sin historia ni dinero, sino sin aire, sin barandilla, sin pie en el mar.

11 de junio de 2013

Somos Zapping: Señores y colilleros de los ERE (10/06/2013)


Más arriba. Siguen rodando los ERE por las televisiones nacionales, aunque todavía son los carretilleros, los mensacas, los colilleros, los banderilleros, mientras esperamos a los jefes. Juan Francisco Algarín estuvo en El gran debate de Telecinco para contar lo mismo que en EL MUNDO, pero con el ambiente de peluquería del programa. O sea, que llevaba el dinero como papelones de churros a Juan Lanzas, y que en esos bares o retretes lo veía con gente del PSOE (un “secretario general” del partido en Sevilla y alguien “de la Junta”). De todas formas, él cree que todo se pensó “más arriba”. Para mí, es un hecho, lo he dicho muchas veces. El origen de todo, los convenios de las consejerías con IFA/IDEA, no tienen ningún sentido a menos que el objetivo fuera saltarse los controles y convertir las ayudas en un reparto arbitrario de dinero público. Esos acuerdos entre consejerías y agencias instrumentales de la Junta no salen de un director general ni de su quiosquero, ni siquiera de un consejero. Es imposible que decidieran eso por su cuenta sin que nadie por arriba planeara o consintiera ese peligroso y jugoso cajón abierto. Ése es el meollo. Jordi González lo llamaba “trama pestilente”, “asqueroso caso de los ERE” y hubo hasta comparaciones bandoleras. Pero aún tenemos sólo a barberillos, cantineros y pelagatos. Los “señores del sur”, las grandes equis del mangazo, se diluyen en la estrategia del “y tú más” como ya vimos en la tertulia del programa, con ese Antonio Carmona, Espinete que pone el PSOE para estas cosas. La gente se dedica a calcular cuántas “vacas asadas” corresponden al dinero de los ERE, Gürtel o Bárcenas, y así la merienda con payasos no termina nunca. Hasta que el personal empiece a cantar y la Guardia Civil a coger matrículas de los peces gordos.


De otro planeta. A Rosa Díez la entrevistaron en la tertulia de Mabel Mata un poco como a un alien, una especie de mutante política a la que se empeñan en situar en ambigüedades ideológicas (“su indefinición”, dijo la presentadora), y a la que le preguntan si se va a comer las autonomías. “Usted era de izquierdas”, le dijo Mabel Mata (¡!). Díez se definió como una “socialdemócrata clásica”, cosa que aquí no se entiende. El PSOE fue chaquetero desde la transición, comodón en sus baronías y bobalicón con Zapatero. Una socialdemocracia reformista, que plantee listas desbloqueadas y un federalismo factible e igualitario, que pueda hablar de la res publica (Díez mencionó el término tal cual) entendiendo su sentido e importancia, parece algo grecorromano en muestra política de comedero y santería. Le preguntaron por las televisiones autonómicas y dijo que las cerraría antes que un hospital. Y que sabía que “muchas veces la información pública no es independiente”. Román Orozco, hijo puro del sistema, le replicó que “no es ésa la opinión de los expertos” y ella lo fulminó así: “Hay expertos para todo, porque entre otras cosas a los expertos también se les paga”. Con lo que tenemos aquí, UPyD parece un partido de otro planeta. Y se agradece.


Lo indefendible. Admiro el talento de Wyoming pero hacía tiempo que no lo veía tan forzado, tan empujado fuera de su silla, con la gracia como una dentadura postiza suelta. Es que es difícil defender como gloria el fracaso y la vergüenza de que la Junta tenga, en estos tiempos, que repartir chuscos a niños que no tienen para comer. Y menos, haciendo una ronda por la “TDT Party” por criticar las absurdas ayudas de la Junta a la “redigitalización del cine cubano” (1 millón) o “la mejora de la estética” de una playa en El Salvador (3 millones). Wyoming se tuvo que ir al pico de la mesa y soltar, muy serio, que “lo que no sabemos, porque no hablan de ello, es lo que opinan sobre lo que es noticia esta semana, el Plan Contra la Exclusión en centros escolares andaluces”. Como si fuera Mario Jiménez. Creo que nunca lo había visto con los tirantes tan caídos ni la gracia como en salmuera. Ni un talento como él puede hacer sátira con lo indefendible y lo lastimoso. Ni evitar que se le noten las tuercas apretadas al intentarlo.

10 de junio de 2013

#TuitMix: Brochetas de vacas asadas (09/06/2013)


La madre de la folclórica. En realidad no son políticos chusqueros ni chatarreros del dinero ni corruptos de berrea estos paseantes del mangazo público. Son folclóricos. La podredumbre alrededor del poder político ya es otra sangre en flor de nuestra tierra y tiene raigambre, vestimenta, chiste, tablao, vulgaridad e incluso madre, la madre de folclórica que le hace el moño, le monta los altares y le abanica el arte. La madre de Juan Lanzas, el conseguidor, el cartonero de billetes de los ERE, ya saben que ha dicho que su hijo tiene dinero “para asar una vaca”, mira los gorgoritos y las pantorrillas de la niña. @kike_ASR resumía así el rengue: “Putas, coca y dinero ‘pa asar vacas’, el fiestón de la democracia andaluza”. Los ricos de por ahí son de pacotilla y como mucho se encienden el puro con un billete. Aquí en Andalucía hay tanto dinero que podemos hacer con él inmolaciones dignas de dioses filisteos o parrilladas con capea. Aquí el dinero sobra, lo que pasa es que lo tienen los que saben arrimarse. “Unos tienen dinero para asar vacas robadas al vaquero, y otros no tenemos ni para encender el horno. Barbacoa en la plaza pública, ya”, pedía ‏@LAmezaga. Lo que resulta escalofriante es pensar cuánto dinero nuestro se habrá dedicado durante décadas a esos asados en vez de al servicio público. “Con la montaña de dinero ‘para asar vacas’ de los ERE, cuántos hospitales y colegios se habrían construido; cuántos recortes amortiguado?” se preguntaba ‏@chemacj. Ay, y si fueran sólo Lanzas y los ERE… Si Lanzas tiene para una vaca, “por lógica –deducía ‏@MMayi- sus superiores una ganadería!”. Imaginen brochetas de vacas asadas, dehesas enteras de vacas asadas como sollamadas por un meteorito, pero cocinadas en la hoguera del dinero que llegaba de Europa para sacarnos de un subdesarrollo del que aún no hemos escapado. Puede que, como decía @japiso_, “asar x vacas” llegue a ser “el nuevo baremo que adopte la revista Forbes para su lista de personas más ricas del mundo...”. Pero aquí muchos dirían que lo importante es si tenemos leña, parrilla y tea para los chorizos. Y para alguna brocheta de vacas, pero de las sagradas…

Muñecotes. @AbeInfanzon los llamaba “los Teleñecos del PSOE”, pero me temo que estos muñecotes teledirigidos en atriles y platós están en todas las cadenas y siglas. Por guasap o por email mañanero se reparte el argumentario como el menú del día para carguillos, voceros y tertulianos esbirros. “¿Ha dimitido ya [Antonio] Carmona o está esperando que le escriba un guasap @pepegrinan?”, guaseaba ‏@Muriel_Rot. Si tuvieran que dimitir todos los que viven de cantar el prospecto del partido y dar cabezadas, a ver quién iba a quedar. Por cierto, el director de ese teatrillo de la Tía Norica no era otro que Mario Jiménez. Normal lo del guasap. @mariojimenez es el primer ‘ideólogo’ que piensa con emoticonos.

5 de junio de 2013

Ouroboros: Luz robada (04/06/2013)


Me he levantado en un día sin luz, quizá robada por los feriantes como nos decían de los niños, cortada por el charco de las calles o por el azúcar de corcho y mierda que hacen las ferias. La de Sanlúcar ha terminado y yo apenas he pasado de largo por ella. Cagajones y culos de flamencas como de caballos, eso es la feria, que se ha llevado todos los jardines, las últimas virginidades en las fuentes o en ese mar con color de cubata que tiene de noche, y ahora sólo deja rodadas, barrenderos con parsimonia japonesa y esta mañana sin electricidad, cuando parece que estás preparándote un desayuno amish y piensas si tendrás que escribir el artículo como en los viejos tiempos, a mano y dictándolo luego por teléfono, cuando el periodismo era periodismo, los periodistas tenían algo de saxofonistas y hasta los mismos teléfonos parecían saxofones o quizá violas.

Una fiesta que nos deja sin luz, a lo mejor es eso lo que nos pasa. Sin luz y con un silencio de desabrigo. Ese infierno, ese gran casino de patos de goma y niños de arena y papel pellizcado, esos cacharritos de feria en los que se marean gusanos gigantes y se mete un cochecito de bomberos en un pastel de bombillas… Ahora está apagado. Recuerdo que yo de chico tenía miedo de pisar esos cables tirados por el suelo (la electricidad es una serpiente que pica). Sueltos por ahí, o atados como fasces, les daban vueltas a las luces y las barcazas, pero yo creía que podían morderte como esas bichas que te contaban que anidaban en los tiovivos, dentro de esos caballitos como aztecas atravesados por sus plumeros o guernicas mal pintados por el taquillero. No sé por qué la gente contaba esas cosas ni por qué los feriantes tenían que raptarte ni las niñas morir despedidas o enredadas en los voladores. Siempre hay paranoicos y augures y hasta medias verdades confundidas en estas reolinas. Pero ya se fue la fiesta y me ha dejado una mañana sin electricidad en la casa, que curiosamente suena entonces a gruta.

Yo creo que esto es lo que nos pasa, el apagón tras la juerga, pero queda mal decirlo porque eso de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” ha devenido en chiste contra el liberalismo voraz y las alforzas cerveceras de la Merkel. Pero así vivieron los políticos y sus hijos feriantes, a nuestra costa, hasta que se acabaron todas las fichas. Y encima, los andaluces no hemos llegado a tener ni siquiera una verdadera feria de la abundancia. Lo nuestro siempre ha sido más bien como esos circos pobres, tristes y vocacionales, con sus tigres con calvas, con sus viejas con caniche, con sus tragasables y payasos cuya hambre y mala cara constituían el propio oficio. Salvo los arrimados al poder, que aún se notan en las ferias tanto o más que los chinos con sus chirimbolos luminosos, aquí ni siquiera podemos decir que tuvimos manzanas de caramelo y piñonates que nos duraron en la boca toda la infancia. Hambreando y mirando las norias de los demás, siempre tan altas, los políticos nos divertían con corros y nos regalaban peluches y chochonas como a los niños que creen que somos. Lo siguen haciendo, como viejos con caramelo, como malvados feriantes raptores, como esos tramposos con voz de latón que anuncian grandes premios que siempre se quedan en una puta plancha.

Ha venido por fin la luz, encendiendo la casa a trozos, como un árbol de Navidad o barrios de Nueva York, y podré escribir esto en este siglo, aunque las escopetas de feria y las tómbolas con reyes de bastos no cambian de siglo, de táctica ni de negocio. Hoy hay basureros como afiladores, hay peces muertos en jarras de rebujito abandonadas, el suelo parece turrón derretido y resulta que ni hemos tenido fiesta ni ahora tenemos paz. Y se van los feriantes a otro pueblo, a otra legislatura, a otra ley, a otro pacto, a otro timo, raptando hijos y llevándose nuestra luz en sus jaulas y bicheros.

Somos Zapping: El peligro del reguetón para la Junta (03/06/2013)


Nostalgia de Sandro Rey. Tenían tertulianos patillosos, camisitas de rayas (toldo casetero de su unánime opinión), Agustín Bravo que quería dirigir un debate haciendo de Tony Curtis, y al final sólo a ese vidente, Sandro Rey, Drácula a dieta de caldo y con peine de telarañas. Metropolitan Andalucía murió en un estallido de gomina y azufre, un poco como Javier Arenas (casualidad o causalidad). Ahora volvemos a tener otro intento de televisión privada andaluza, hija o hijastra de Unatel. Es 8TV, una especie de federación de campanarios de pueblo. Uno quiere darle margen y confianza, pero estuve atento a sus dos primeros días de emisión (con dificultad, porque se sintoniza o no según donde estés, su página web aún parece esos cartelones fijos de la Junta y les mando correos que no me contestan) y, la verdad, a veces llegué a sentir nostalgia de Sandro Rey apretándose las sienes.


Parchís de amiguetes. 8TV rellena el día con información local y ferretera, música niñata o reguetón, y su prime time es para un programa de actualidad, entrevista y debate dirigido por Fernando Pérez Monguió (SER y El País) poniendo más caritas que otra cosa. Me bastó el primer día para suspenderlo. Invitaron a Joaquín Durán, jefe de la RTVA, su competencia directa, no sé si para pedirle la bendición o permiso para recoger sus migajas. Y los tertulianos, todos con carguito, del establishment orgánico del periodismo nativo, y mirando para el mismo lado, ya me entienden: Antonio Manfredi, directivo de la RTVA; Emelina Fernández, presidenta del Consejo Audiovisual Andaluz (ése que siempre saca unos preciosos estudios sobre la pluralidad y la independencia de Canal Sur como redactados e ilustrados por Gloria Fuertes); Mercedes de Pablos, directora del Centro de Estudios Andaluces (¡dependiente de la Consejería de Presidencia!) y Rafael Rodríguez, Presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla y que fue subdirector de informativos de Canal Sur, por ejemplo. Sí, así empezábamos. Con eso y con salutaciones de Susana Díaz o Elena Cortes metiendo (8TV se dejaba) su propaganda. En 8TV estaban más preocupados por convencerse ellos mismos de que eran televisión y periodismo que por empezar a ejercer el oficio. Hubiera sido un gran comienzo llevar a los directores de los principales periódicos andaluces para introducir el panorama y los problemas actuales de nuestra tierra, pero quedó ese parchís de amiguetes, rematado con el postrecito de la casa de una oda de Román Orozco, para que la pluralidad nos estallara en los ojos. Hubo hasta publirreportaje sobre el decreto de vivienda con el moderador introduciendo la idea de que “la Junta no se queda parada”. Monguió les pidió al final a los tertulianos que adelantaran preguntas para el presidente Griñán, invitado del día siguiente: Futuro del PSOE nacional, ánimos con la ley de Transparencia y ley audiovisual, fue lo que se les ocurrió. Qué miedo le va a dar al poder esta cadena…


Ventajismo. ¿Cómo se entiende que se entreviste a Griñán y no haya nadie de EL MUNDO, ABC o La Razón para preguntarle? Esto, sin más, ya define y descalifica toda la planificación ventajista o pactada de esa entrevista de 8TV que podría haber hecho igual Mabel Mata con ese modelo suyo de tertulia “tres contra uno”. ¿Le preguntaron por los ERE e Invercaria? Sí, para que Griñán dijera que no ha habido fondo de reptiles, que estaba aprobado por el Parlamento y que el respeto a las causas judiciales abiertas bla, bla, bla… Y nadie insistió más. Y mucho asunto nacional y genérico. Vamos, que dejaron a Griñán acojonadito. Veremos cómo evoluciona (si podemos verla), pero la pinta es la de una televisión que, teniendo que vivir más de la publicidad institucional que de las de clínicas dentales, se muestra, de momento, tibia, comodona, torpecilla, entre escorada con disimulos y equilibrista con los poderes provinciales. Y decepcionante. Creo que el reguetón va a ser lo más peligroso que se encuentre la Junta en esta cadena. Para meterse en el mundillo audiovisual andaluz, hay que tener claras ciertas cosas.

3 de junio de 2013

#TuitMix: Sus señorías en Las Vegas (02/06/2013)


La casta blindada. Sus señorías se suben el sueldo, van al váter en coche oficial, tienen economato para el cubateo y hasta se marchan a los Goya como Paz Padilla a Las Vegas. Y ni siquiera podemos mandarlos al paro, al bonobús y al Primark, porque sus señorías, particularmente, no rinden cuentas ante sus votantes, sino ante un partido con murallas, escaleras y superintendentes kafkianos. A ‏@Saipyme le parecía “provocador, bochornoso, vergonzoso, inmoral... la subida de sueldos de los parlamentarios andaluces”. Acuerdo silencioso y unánime de todos los grupos, aunque con rajada final y ataque súbito de “sensibilidad” de Susana Díaz y demás. “IU dice que aprobó la subida de dietas porque las entendió mal ¡Venga ya, hombre!”, alucinaba @quinfernandezz. ‏@antonio_rvega nos proponía este test de perspicacia: “Elija opción correcta: Los diputados andaluces anulan la subida de dietas por a)mal ejemplo b)sensibilidad social c)porque nos hemos enterado”. Lo que pega ahora es pedir dimisiones, que es el mejor chiste español: “Si hubo ocultación de información sobre la subida de sueldos en el Parlamento andaluz, ese secretismo debería ser pagado ya con dimisiones”, decía @JuanRubioEx. ‏@CarlosBarrigaA lo veía de una manera diferente: “A mí los sueldos y ‘la oficina movil’ de los dipu andaluces no me indigna. Lo que me indigna es que no los usen”. O sea, que peor que sean caros es que sean inútiles. Sus señorías, con lujos y helipuertos y subvenciones para pisito y mueble bar... Pero la más molona de sus ostentaciones es que, si los trincan metiendo el cazo, los juzgan jueces que han elegido los partidos. ‏@hezmick nos dejaba estos datos tremendos: “Alemania: 0 aforados. Gran Bretaña: 1 aforado. Italia: 3 aforados. España: 10.000 aforados. La casta española está bien blindada”. @cdzabaa lo resumía así: “A mí que me defiendan los míos oiga: yo los puse ahí, me deben un favor #aforados”. Si pudiéramos echarlos a la calle y al juez de guardia, la verdad, yo les pagaba con gusto el cubata.

La Troika y la Tarasca. Uno se imagina a la Troika paseando por aquí como la Tarasca, aunque para unos es bicho y para otros hada. “Que ahora que está la Troika por aquí, progres, estaría bien enseñarle ese ‘otro modelo’... tipo Andalucía, con su 35% de paro”, sugería ‏@Ej12Ms. “No tenemos q pagar la deuda, es una deuda injusta, l@s trabajadores debemos intervenir en la política económica #1JContralaTroika”, arengaba por su parte ‏@iunida. Ante esto @quarteroni se planteaba: “Una pregunta: la deuda que generan los nuevos sueldos de los compañeros andaluces. ¿Esa hay que pagarla?”. Muy mal rollo. Mejor terminemos con una sonrisa, con @JoseantonioJun: “Una noche le dedicamos un rato en Twitter al boli de cuatro colores. ¿Algún objeto más característico de la época?”. Me pregunto cuál sería el de ésta. ¿El tonto o el chorizo?