19 de septiembre de 2012

Somos Zapping: La bocina en la cara (17/09/2012)



La voz de los ciudadanos. Con sindicalistas o con monjitas, todas las manifestaciones tienen truco. Se planean como una campaña militar, trayendo en tartanas a mercenarios, payeses y devotos para que parezca que una plaza es la boca o el vientre movedizos del país. Claro que eso no menoscaba el derecho a la protesta, a aporrear la cacerola, a sonarle la bocina en la cara al político, al financiero, a la monarquía o lo que toque. Yo hasta simpatizaba al principio con el 15-M. Creía que su ruido de lecheros y el enfrentar mimos a los maderos podrían servir para hacernos tomar conciencia de que esta democracia es perfectible y esta partitocracia tremebunda no es la cumbre de la evolución política. Luego se enredaron en sus propios tenderetes y ya no sabemos lo que quedó. Por supuesto que podemos cabrearnos y salir a la calle, y pintarles cuernos y signos del dólar en los ojos a los políticos con cara de puchero, y gritar verdades o simplezas rimadas. Faltaría más. Pero decir que eso es la voluntad popular, la voz del país, el Volksgeist que habla, la democracia misma, eso no sólo es una gran mentira, sino algo muy peligroso. El otro día recordaba Alfonso Lazo las palabras de Mussolini a su turba: “¿Para qué queremos elecciones si Italia entera está aquí?”. Este sistema no es perfecto y nuestros políticos y banqueros sin duda se merecen collejas y manteos en efigie. Pero la democracia no se puede sustituir sin más por una mera dinámica de multitudes callejeras. El titular de las noticias de Canal Sur para la manifestación del sábado, sintonizando con su espíritu, fue éste: “La voz de los ciudadanos”. De los ciudadanos. ¿De todos, de la mayoría, de un número significativo? No. El sentido de esta torpe pero seria frase va más allá: sugiere la voz del ‘alma’ de un pueblo, su ‘verdadera voluntad’ expresada por sus elegidos, vanguardistas, héroes o ‘auténticos’ integrantes. Nos suena demasiado. Es terrible, triste y macabro que estos sindicatos, partidos o paisanos; que esta gente que sale a gritar “democracia” reventándose los ojales desconozca lo que significa esa palabra que creen defender, hasta el punto de colocarse casi al otro lado. Es entonces cuando pienso que quizá no haya esperanza.


Culebrones. No sé si suenan a despedida o a recochineo las promos y los regurgitados que vemos aún de Menuda noche, con sus niños mariachis, o de la copla, con sus pianos como la comodita de la abuela. Lo primero va a desaparecer, pero se ha publicado que se negocia una compensación en forma de otro programa. Juan y Medio necesita estas compensaciones o si no su largo esqueleto puede desmontarse por falta de suministro. O él entrar en graves tristezas como de Cristiano Ronaldo… Yo me pregunto qué clase de ahorro es ése que termina en compensaciones. O es que lo de Juan y Medio y Canal Sur no era un simple contrato profesional, sino un matrimonio. En cuanto a la copla, parece que se recortarán moños o culamen, se reconvertirá al formato gala / refrito de verano y se mantendrá aún más cutre pero igual de larga y rancia. Y por si no bastara esto, ahora Ismael Beiro nos trae otro programa de cazar por ahí talentos de plazoleta. Canal Sur se libra de los culebrones sudamericanos pero mantiene el culebrón puramente andaluz, o sea la planchadora cantante, el pescador de coplas a lo Antonio Molina y el pequeño ruiseñor que se salva por el concurso de la radio patrocinado por una marca de cuchillas de afeitar o pastillas de jabón. Debe de ser nuestro destino.



Exportación. En el Canal 24 horas hablan de la “ópera” (!) Carmina Burana y me pregunto si ya es el efecto Bertín Osborne que se hace sentir en TVE. Sí, porque lo han fichado. Y no sé si también a las Mamachicho. Otro de nuestros productos de exportación: la pijicutrez hortera andaluza y sus humoradas con peste a desayunar anís.

Seriedad. No puedo tomar en serio a Metropolitan Andalucía. Da igual lo graves que pretendan ser sus tertulias: con Agustín Bravo presentando con pañuelo de bolsillo debates de periodistas que llevan chaquetas rosas, es imposible prestar atención a lo que dicen.

Hoy viernes: Corazón heroico (14/09/2012)


Esperar que las multitudes que salen a la calle en Cataluña, con el corazón en toallas rayadas, estén pensando en macroeconomía y en la UE, es casi como esperar que las que asaltan ahora embajadas por ahí estén pensando en los fundamentos de la ética y la filosofía. No se trata de economía ni de relaciones internacionales; de lo que ha dado una suma gordísima o de lo que han pesado en balanzas venecianas: se trata de sentimentalidad, se trata de espasmos estomacales del alma, se trata de la superstición de la sangre y de la fuerza ciega y descomunal del odio, o al menos el rencor. Salida del euro, recesión… ¿A quién le importa eso cuando podrían ver su bandera tapando el cielo, al enemigo expulsado por fin de los santuarios de sus ancestros y un solo himno en las gargantas? Los que han hecho las cuentas, los de las balanzas venecianas, son los que nunca han querido la independencia pero la han usado como espantajo, ésos que ahora se han tirado el farol igual que hacen los pardillos primerizos en el póquer, creyéndose que fanfarronean en un tren del Oeste. El pueblo, tirado de los alambres del alma, irá feliz hacia su ruina o su destrucción si hace falta, con tal de sentir el abrigo sentimental, maternal, infantiloide de un destino, de un útero, de un ser que anhelan, incapaces de sentirse ciudadanos ni individuos, sino sólo súbditos de una raza. Yo soy de los que votaría que sí a la independencia de quien lo pidiera. Aunque sólo fuera por ver qué hacían con esa independencia. Por mi parte, yo hace mucho que llegué a la conclusión de que la única Patria que merece la pena es una Ley justa.

En Andalucía también usamos de mitos originarios. Tienen barba y pana, y aún hambre de pastor, y fechas como de arcángeles, y padre mágico como los dioses solares. Aparte de la natural estupidez de los mitos fundantes, lo que no pueden hacer éstos es sustituir o hacer olvidar a su sujeto. La Autonomía o el 28-F, tomados con los toman algunos con la pureza y la sacralidad de las revoluciones salvadoras, han desplazado en los discursos al andaluz que querían celebrar en un principio, ese andaluz que sigue en su miseria histórica y su lucha por la dignidad. Los derechos no son de los pueblos, ni de sus constituciones ni estatutos, los derechos son de los ciudadanos. Pero a quién le importa esto cuando hay sentimentalidad, pertenencia, épica herrera, enemigos y desquites, tierra y aceite y sangre dentro del espíritu escolar que guardan las fotografías viejas. Así, algunos defenderán la Autonomía y hundirán a los andaluces con la misma mano y el mismo folio. Tirando del alma, llevándonos hacia lejanos paraísos que en realidad duermen en nuestros propios regazos, acurrucándonos en el encaje de las banderas con olor de abuelita, un pueblo puede caminar alegre hacia su ruina o su destrucción. Quién piensa en la realidad, quién piensa en la persona, cuando el corazón de todos suena como una unánime y estridente gaita heroica.

Somos Zapping: La hermana con gafitas (10/09/2012)



Un canal en dos. No hay dinero, así que adiós a Canal Sur 2, la hermana pequeña y con gafitas de Canal Sur, cultureta, hippie, alternativa, de carpetilla y tofu. No la cierran, pero emitirá lo mismo que Canal Sur 1, sólo que “cien por cien accesible”. Con CS2 quizá sea donde la RTVA se ha acercado más al servicio público, o sea que mejor hubiera sido cerrar CS1 y dejar ésta. CS2 era el rinconcito abuhardillado que les servía para encubrir o disimular la tremenda maquinaria de adoctrinamiento y estupidización de la RTVA. Y sin embargo, ese tono que pretendía tener, entre Redes y documental de fieras, entre cineclub y ateneíllo, entre cursillista y montañero, no era siempre exactamente eso (estaban Manu Sánchez o Manolo Sarriá) y también tenía su truco. El club de las ideas, diseñado por la misma Consejería de Educación de la Junta, era un mural propagandístico; Parlamento tenía todas sus cámaras escoradas hacia donde debía, Emplea2 nos metía por los ojos las salvadoras iniciativas de la Junta contra el paro o publirreportajes sobre los “sindicatos de clase”… A veces más, a veces menos, la intención ideologizante aparecía “transversalmente” en toda la programación, como dirían los de la secta logsiana. Ahora se refundirán parrillas, según ha dicho Pablo Carrasco, que además ha asegurado que no se tocará la plantilla (una cadena con el mismo personal que había para dos, optimización a la andaluza). La pregunta interesante es: según el concepto de servicio público que tiene la RTVA, ¿qué programas de CS2 sobrevivirán o no? ¿Se quedarán con el chistoso de ventorrillo Manu Sánchez o con el gran Jesús Vigorra? ¿Con el Taxi del Linterna o con Cifras y letras? ¿Tendremos baloncesto, aunque sea para que salga Leo Chaves? ¿Y dónde meterán lo que sobreviva? Porque Canal Sur está copado por programas de formato ‘aburrición’ que duran horas y horas: Tiene arreglo, La tarde, Andalucía directo, Menuda noche, la copla… ¿Van a quitar alguno para meter a escritores y ornitólogos? ¿Los apelotonarán en la madrugada? ¿Prescindirán de las telenovelas? Ahora nos daremos cuenta de qué entiende la RTVA por servicio público. Verán dónde encierran a las hermanitas gafotas que no interesan a los políticos para la propaganda o el atontamiento.


Zarzuela y cortijo. La Santa Televisión Pública, el interés general, el servicio público, la tele de todos… Por si no tenían claro qué significa todo esto, Esperanza Aguirre, la Doña, que gobierna una zarzuela como aquí gobiernan un cortijo, nos lo ha enseñado en dos frases. Supongo que habrán visto las imágenes: la presidenta está visitando una zona de monte quemado, cosa que nunca queda muy glamurosa ni muy propagandística, y al llegar unos periodistas de Telemadrid, ella se sorprende, farfulla “pero si yo he dicho que no dijeran nada”, y luego se va para ellos y les suelta: “¿Quién les ha dicho a ustedes que vengan, si no estaba previsto venir?”. Toma la chulapa, para que se enteren de quién manda, sin cortarse un pelo. Pues así funciona esto en todos lados, a ver qué nos creemos. Y por supuesto en Canal Sur, y más después de 30 años de gobierno de los mismos. Podemos aceptar esto de una vez e intentar cambiar ese pervertido modelo, o bien seguir chupándonos el dedito y sacando en pasopalio el “servicio público”.



Bollería. Las marchas de Sánchez Gordillo, su sindicato y sus chancleteros, se van pareciendo a una cosa de harekrishnas ya cansina e irritante. A Sevilla capital se fueron esta vez, pero, eso sí, evitaron pasar por la sede de la Junta. Sé de buena tinta que la razón fue que sabían que allí no había galletas María normalitas, sólo Campurrianas o del Príncipe, bollería fina y de ahí para arriba. No podían traicionar sus principios.


Salud de la pandereta. Roberto Sánchez Benítez, al que le recetaron la lozanía en la enfermería de plastilina de La banda, le dice a uno de la copla, un tal Fran, que “ha ganado en salud” por participar en el concurso. Anda… Así que la copla terapéutica, la salud de la pandereta… A ver si lo que nos va a dar salud aquí es la tontez…

Los días persiguiéndose: Autocrítica del otro (10/09/2012)


Lo estamos haciendo todo mal. O lo están haciendo todo mal por ahí los dueños del dinero, los que se hacen bufandas y mocasines con él, los del Monopoly de Bruselas, la Cruella de Vil alemana con la faja de pinchos, el BCE lleno de mayordomos ancianos y candados de pirata. Lo están haciendo todo mal por ahí los políticos extranjeros tan reverendones, la Troika que parece un misil soviético, los hombres de negro que vienen a colgar sus sombras en las esquinas, Rajoy que cree que la economía es una piñata, sus ministros que se pelean, duermen con el relicario de una Virgen en el palanganero o van de menesterosos a la UE… Todo mal, en Europa y en España, con la política de déficit, con la estrategia de salvar el euro, con el garrote a los países rescatados. Tan mal lo estamos enfocando que Griñán, en la interparlamentaria socialista, ha llamado a hacer autocrítica de la política económica... a los demás.

Eso de la autocrítica no lo tenemos en Andalucía. Bueno, es que no hace falta. La política económica de la Junta ha sido gloriosa, vamos. Mientras toda esta gente de por ahí, tan entendida, finolis y economistilla, torpeaba y se cargaba el estado del bienestar de los amables países del sur, con este sol y esta alegría, aquí éramos la leche porque hacíamos airbuses, teníamos la Andalucía sostenible y seguíamos hablando de abrir zanjas para taparlas, ya saben, ese Ícaro que se inventó Keynes. Y no sé por qué hablo en pasado. Griñán sigue diciendo que somos la leche porque hacemos las tapas de los váteres o medio cachito de alerón del Airbus… Hacer autocrítica del otro debería considerarse desde ahora solecismo griñanesco. Si en estos cinco años de crisis nada se ha solucionado, vino a decir, “tendremos que analizar qué estamos haciendo mal”. Y yo me imagino un silencio hijo de Hitchcock sobre la reunión de la interparlamentaria, como un péndulo parado, como el grito sin voz de un ahogado, esperando si acaso se atrevería a mencionar las economías sostenibles y las nubes de azúcar zapateristas, los planes E, el gasto babilónico de su querida Junta, el historial de parados, pobres y analfabetos que orlan 30 años de PSOE en Andalucía, e incluso los mangazos con mordida desde Mercasevilla hasta más allá… Pero no. Su discurso prefirió tirarle de la chaqueta a Merkel, que todo el mundo sabe que es la que tiene la culpa de que aquí tengamos cifras tercermundistas de desempleo desde que se inventó el hilo; y darle el repasito de enterao a todos los de Bruselas, a la liga prusiana y otra vez a la Troika, que es muy resultona porque tienen nombre de perra grande y coñona que muerde sin avisar.

Griñán puede que tenga razón, quizá se están equivocando los sastres y sacamuelas de nuestra crisis. Pero que alguien con semejante currículum de desastres y fracasos, presidente de una comunidad que por sus números sigue pareciendo algo así como un palafito amarrado a España; él, en la interparlamentaria de un partido que lleva treinta años viviendo de defender a los pobrecitos, desvalidos y menesterosos que se encarga sistemáticamente de crear, haga el discurso de la autocrítica con tirachinas… Para eso hay que servir…

Que caiga ya el meteorito (09/09/2012)



En Youtube triunfan mininos, culos, gamberradas y monerías; de vez en cuando sale un marciano con rayador de queso, un político con micrófono abierto o un ciudadano cabreado o simplemente fundido, con escopeta, con sorna o arrebatado por el espíritu de Hamlet y su calavera que era un espejo. Abelencastores, que así se llama el usuario de Youtube al que nos referirnos, tiene ya hasta publicidad antes de sus vídeos. El más visto, con casi 51.400 visitas, es “Que caiga ya el meteorito”. También tiene éxito “Ni un euro más sin una auditoría”. Abelencastores es en realidad Eduardo Maestre, “agitador, músico y lector espesísimo”, según se define en Twitter. Y lo suyo en Youtube, denunciando oscuridades, despilfarros y bobadas de la administración, no entra en la moda de guasas, caricaturas o cortes de manga. Es sólo la fuerza de los hechos y la risa que da la simple visión de la realidad desnuda, como ver a un guardia de tráfico en calzones.

Sin parafernalia o con la parafernalia de una maceta, Eduardo Maestre hace poco más que leer los propios papeles, organigramas y BOJAS que se encuentra, pero así nos enseña la obscenidad y el descaro de estos gestores de lo público en su propio lenguaje. “Que caiga ya el meteorito” se diría, por el nombre, que va a ser algo de Carlos Jesús, un fin del mundo con unos extraterrestres vestidos de licra y toallas portuguesas. Pero no. El meteorito es el que dice él que debería caer en ciertas estructuras de la administración por inútiles, pródigas y chupópteras. El vídeo es una vivisección de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Maestre nos lleva, con poco más que leer y apuntar o subrayar con las cejas, hacia el universo como tolkiano de la administración paralela de la Junta. Sólo el organigrama de esa agencia parece el árbol genealógico de las Casas de Juego de Tronos: Dirección, subdirección, secretaría general, 6 unidades, 13 departamentos, 8 áreas y las oficinas en el exterior. El cuadro que nos enseña es como el de Roland Garros y contiene, por ejemplo, áreas de “equidad de género”, de “fortalecimiento institucional” o un “departamento de acción humanitaria y emergencia” como si fueran los bomberos del mundo. “Y en cada uno de estos departamentos hay un montón de gente cobrando”, apostilla.


Pero es BOJA en mano, comprobando a qué se dedica tan arborescente agencia, cuando la retahíla de subvenciones para tareas loables o extrañas (en cualquier caso de dudosa competencia autonómica) se ensartan como una gran fuga de estupor burocrático: necesidades alimenticias en Somalia o campos palestinos se unen a alcantarillados en Mauritania, fomento del sindicalismo andino o marroquí, compostaje de basura en las islas Galápagos y otros epígrafes que en la neolengua administrativa parecen arte conceptual y, con sus euros al lado, su precio ya en Sotheby’s. Aprecien la belleza de esto: “Transversalización e institucionalización de la equidad de género en la municipalidad de Ayutuxtepeque, El Salvador: 38.970 euros”. Otras ayudas son minimalistas y carísimas joyas, como la que, bajo el epígrafe “Hábitat”, en Marruecos, se lleva 189.000 euros. O “pedazos de cursos” como el de “Experto en salud sexual y reproductiva en Senegal”, con 206.492 eurazos. En total, 10.622.624 euros, “sin contar las oficinas, los secretarios, las reuniones, las cenas, las copas, los viajes a estos países”. Resumiendo: “Un dineral… Una cosa…”. Y sólo es una agencia.

Es en otro vídeo, “Ni un euro más sin una auditoría” donde nos revela que esta agencia maravillosa aún cuenta en su presupuesto con 59 millones más. Y nos explica el extraño caso de otra de las agencias estrella de la Junta, la Agencia Andaluza para el Conocimiento, con casi 100 millones de euros de presupuesto, y cuya creación a partir de otras agencias ha sido invalidada por el TSJA por convertir en funcionarios a simples trabajadores. Pues ahí sigue la agencia, con sus cosas del conocimiento…

“No nos estamos dando cuenta de la cantidad de pasta que se está quedando esta gente”, dice Eduardo Maestre desde su terraza. Por eso pide una auditoría de las cuentas públicas, “de todo lo que se ha estado haciendo en Andalucía 30 años”. Pero mientras, también pide a las musas y los dioses “que venga ya el meteorito y caiga encima de la agencia, que caiga el meteorito en to'l patio”.



Las máquinas y las bananeras

A Eduardo Maestre no le salen sus vídeos como un chiste, sino como un gregoriano de verdades sonrojantes. Serio, lento, no pretende hacerse el gracioso, pero sin embargo tiene la gracia directísima del asombro, de la incredulidad, del esperpento. Cuando él lee el concepto de una subvención o la estructura de una agencia de la Junta, parece algo de Les Luthiers. Pero porque merecería serlo. Algunas muestras de ese surrealismo exótico, del imaginativo churriguerismo burocrático que se puede sacar del BOJA, y son sin embargo reales, y cuestan dinero público real, son éstas: Transversalización e institucionalización de la equidad de género en la municipalidad de Ayutuxtepeque, El Salvador, 38.970 €; estrategias para el fomento del diálogo social, la prevención y solución pacífica de conflictos laborales en Perú, 120.800 €; incorporación de la equidad sindical en salud laboral en Centroamérica: el caso de las máquinas y las bananeras, 229.154 €; información y capacitación en la Coordinadora de Centrales Sindicales Andinas, Bolivia, 400.000 €; investigación aplicada al desarrollo y formación sobre visiones del desarrollo y educación para un ciudadanía crítica y transformadora: Andalucía, 139.800 €; puesta en marcha de un proceso de compostaje de la materia orgánica procedente de los residuos sólidos urbanos en el cantón de Santa Cruz, Galápagos, 148.000 €. “Lo que me fastidia –afirma-- es que no nos estemos enterando de nada de esto. Ya está bien de tomarnos el pelo, ya estamos hasta aquí de sinvergüenzas, chorizos y malandrines”.

Hoy viernes: La extraterrestre (07/09/2012)



Merkel vino como Diana, la de V, no sabemos si a ayudar o a comer españolitos blandos y peludos. Me parece mejor comparación que la de Mr. (o Mrs.) Marshall, porque aquel señor o alegoría nos hacía soñar con lácteos y tractores, mientras que Merkel nos hace soñar con mazmorras, deshuesamientos y pesadillas de lenguas y escamas. Merkel nos salva esclavizándonos o nos mata chupándonos el caldillo. Más extraterrestre que hiperbórea, más de otra especie que guiri, creo que Merkel se ha encontrado no con otro país, sino con otra bioquímica. Aprovechando que hay sabios reunidos en Sevilla para mostrarnos la sopa viva que somos por dentro, la gusanera microscópica que anda enredándose y haciendo cremalleras en las células para que el cuerpo no se nos vierta como una carga de estiércol, podríamos preguntarles si hay algo por ahí dentro que nos distinga de los alemanes, que parecen de silicio. Pero la ciencia ya nos ha dicho que las diferencias biológicas son anecdóticas y las razas, mentira. Lo que sí queda es la conciencia sentimental, supersticiosa o políticamente cómoda de los pueblos, las culturas y la historia. Nos tenemos por sureños o mediterráneos, parece que eso nos gusta. Y una mujer como de sangre de amoniaco, con su calvinismo de palo y su norte cristalizado en los ojos, nos vino a medir, pesar, evaluar o engordar para la matanza. Y sin haberse leído La tesis de Nancy, de Ramón J. Sénder.

Ha habido mucho cachondeo sobre el cuidado que había que poner en lo que veía Merkel de España. Anda que si llega venir a Andalucía y se encuentra los palacios de la Junta y su burocracia como zarista, o se cruza con una feria o una romería, o se topa con ese comunismo de cebollín que asalta supermercados y subvierte el capital meándose en los macetones de los bancos. O le ponen Canal Sur, o, aún peor, ve el anuncio de Cruzcampo que dice que trabajar es cosa del norte… Los humanos tenemos la misma salchichería en las células y el racismo es ignorancia aunque aún tenga ese hijastro, el determinismo cultural, que nos mete en cajas como nuestras verduras. Los pueblos, los países, terminan siendo lo que el ánimo de sus ciudadanos y la determinación de sus líderes desea. No hay que volcar la historia como una piedra ni renunciar a la sangre para eso. Pero aquí el ánimo de los unos ha sido pereza y la determinación de los otros, ambición. Aquí, con sol de hambre, sin comer nieve, la casta política se ha ocupado de recordarnos lo afortunados que éramos siendo pobres y felices, mientras ellos se hacían los dueños. Merkel llegó como con traje de apicultor al primitivo enjambre de España y nos salvó o esclavizó con el manotazo de los dioses. No pasó por el sur del sur, o se hubiera espantado. Pero Merkel no es un extraterrestre ni la Virgen del Rocío de por allí. Simplemente, viene de un lugar donde se enseñan y se cumplen cosas que aquí despreciamos y olvidamos.

3 de septiembre de 2012

Somos Zapping: Apriétese usted las sienes para eso (03/09/2012)



Lágrimas y espanto. Huesos de niños muertos, hogueras de trenzas, padres que devoran a sus hijos, madres con el vientre seco de llorar, la justicia y la venganza prestándose los hierros y las biblias… Como para que la televisión no acuda. No sé siquiera si merece la pena insistir. La televisión hurga entre los gusanos y los caracoles de los muertos, se bebe las lágrimas y relame los cuchillos, dobla las sogas igual que abrigos y ajusticia en platós como morgues. Aunque quizá escribir esto también sea recrearse enfermizamente como ellos. Quizá elegir una metáfora con pajarracos o coágulos sea como elegir un plano con un fundido de fotos de niños con sus cenizas. No abusemos, pues, pero protestemos. Para Telecinco ya sólo tengo asco. Y en cuanto a nuestra televisión, sabemos cómo le gustan los esqueletos, las explosiones y las llamaradas, sobre todo para ponerlos delante de las incomodidades políticas. Y esta semana ha habido muchas. Según la programación de mi grabador, el especial Ruth y José: El desenlace sustituyó en la parrilla a Veraneantes. Pocas descripciones más exactas que este mismo tropo de la casualidad o la intención. “El giro inesperado y sorprendente que hoy ha dado la investigación merece un análisis sosegado y lo más completo posible”, decía Rafael Jiménez al iniciar el programa. Sosegado, apenas un rato después de la noticia. Y completo, o sea abrumador en lo iterativo, pues había poco más que un titular para un programa de una hora. Pero era prime time y la gente tenía hambre. Así que daban vueltas a las conjeturas y al horror. Y había mucho para dar vueltas. Y para análisis de cola de panadería. Aquí no vi al mismísimo comisario, como en otras teles, pero Toñi Moreno decía en su mañana de muertos con café y tostadas cosas como “presuntamente todo premeditado”. Todos tenían, a la vez, sentencias y garrotes para los asesinos y bordados para los muertos, como si una tía abuela nuestra fuera sheriff del condado. Mientras, pasaban otras cosas del dinero, la política y su suciedad contigua. Pero no traían fotos de niños en camafeos, ni el merengue que hacen las lágrimas y el espanto. Hasta yo he caído en la trampa. O no he querido escribir de nuevo sobre los ERE porque eso me repugna aún más.


Magias de perol. Le corren arañas por el pelo o uno se las imagina, se ha vampirizado a sí mismo o es que sólo come velas, tiene su calavera por fuera o el peluquero le ha hecho vudú, juega a las cocinitas con los espíritus o lo hicieron a él en una marmita, es el ‘antes’ de un anuncio de teletienda o es que su sangre es en blanco y negro. Me refiero, claro, a Sandro Rey, un vidente como envenenado por sus propias chorradas que siempre me encuentro en Metropolitan TV. En realidad, lo único seguro allí es que uno se va a topar con Sandro Rey o con un tertuliano con camisa de rayitas (deberían hacer sus debates en casetas de feria). Esto de la videncia televisiva, que es como un lingo con los muertos, ha sumado la crisis de la TDT con el imperio de la ignorancia que nos domina y el resultado es que los murciélagos te comen haciendo zapping. Estoy de acuerdo con que las mancias y las magias de perol se pueden considerar una especie impuesto a la estupidez, pero el otro día, con este Sandro Rey, me pareció casi criminal. Lo de aventar espíritus o soplar constelaciones para que te busquen novio o trabajo no deja de hacer gracia. Pero que semejante tipo se atreva a pasar consulta médica, ya es otra cosa. “Eso son las cervicales”, aseguró si más a una señora que le decía que le dolía mucho la cabeza. Ea, ya está. Y a seguir barajándose la peluca. Menos mal que pronto volvió el humor. Llama una mujer de Sanlúcar de Barrameda y Sandro le adivina: “Ahí hay un traje de faralaes colgado”. Y la mujer le dice que sí, que “por ahí anda”. “Es que esto es videncia –aprovecha para apostillar su compinche-, porque fíjate que tú no conoces a esta mujer de nada y le has dicho que tenía un vestido de faralaes, que no todo el mundo tiene, aunque sea de Andalucía”. Apriétese usted las sienes para eso. Y concédase al conjunto una licencia autonómica de TDT.