26 de abril de 2012

Hoy viernes: Rey simbólico (20/04/2012)


Antes a los reyes los mataba un jabalí, un hermanastro o un barbero. Ahora sólo pueden morir como papas, después de haber vivido como Francisco de Asís, acariciando el lomo de las yeguas y del pueblo, animalillos. Adiós a los reyes guerreros, bravos, puteros, comilones y apuñalados. La Monarquía perdió su sentido cuando ya no la legitimaban ni la espada ni el dedo embalsamado de los dioses. Hasta entonces se reinaba con el miedo y con la magia. El rey es una evolución del chamán y del sacerdote, la superstición de que una sangre, un linaje, ha sido elegido para conducir a su comunidad por su capacidad de comunicarse con los espíritus y ganarse sus favores. El rey, o era mágico o no era nada. Pero se inventó la monarquía parlamentaria, solución de compromiso en las guerras entre el poder tradicional y el nuevo poder burgués. Era un modelo que parecía transitorio hacia la modernidad, que no podía ser otra cosa que el gobierno de ciudadanos iguales y libres por ellos mismos. Pero algo, quizá melancolía, infantilismo, o una zurrapa de esa superstición, mantuvo a los reyes a medio camino entre la ceremonia y el funcionariado, reinando sin gobernar, manteniendo una paternidad simbólica. Ya no podían hacer ley de su real gana, pero aún se les exigía apariencia y comportamiento de seres mágicos. Y aún más, se les obligaba a la pantomina de representar una inhumana perfección. De los reyes crueles o bondadosos, idiotas o sabios, pero en todo caso caprichosos y arbitrarios, se pasó a gente colocada en una especie de portalito de Belén estatuando dudosos valores morales o patrios, cumpliendo ambiguos papeles moderadores o ejemplarizantes.

“El Rey es sólo un símbolo”, me suelen decir mucho. Pero eso es precisamente lo grave, que todo lo que haga sea símbolo. Si ellos se casan o malcasan, si cazan o se tropiezan, si echan cojones o piden perdón, si se pasean con obispos o con dictadores, son un símbolo. ¿Pero símbolo de qué? ¿Qué simple ser humano o familia, con sus debilidades y manías y torpezas y opiniones y creencias privadas puede ser un símbolo representativo o útil de una sociedad moderna, plural, libre y adulta? ¿Qué simboliza el Rey esquiando, comulgando, sermoneando o montando en helicóptero? Nada, creo, salvo una sociedad aún menor de edad. Criticar al Rey por matar elefantes es criticarlo porque no cumple el papel de referente moral que se le presupone. Lo que yo niego es que un Estado de Derecho necesite una referencia moral (aparte de la Ley), un modelo de conducta ni una mediación paternalista, personalizados en un particular. Si el Rey simboliza algo (otra melancolía, otro orden, otra magia), no tiene nada que ver con el Estado. Y entonces no es sólo una figura inútil, sino que tergiversa o aliena el sentido y el fundamento del mismo Estado: el pacto entre personas libres e iguales.

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