23 de octubre de 2013

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17 de octubre de 2013

Ouroboros: Jersey de madre (15/10/2013)


El PSOE cargándose Rumasa o a Mario Conde, eso sí que eran alardes. Así se hacían con la colmena del dinero, convirtiendo a los atravesados en presos de dibujitos animados. Felipe, Guerra, aquel socialismo marismeño con tarteras y gracietas modernizaban España, y entrábamos en la OTAN, aunque fuera de recluta que friega los cañones, y hasta volvíamos a ser Europa de una manera que nos vendían como carolingia, pero era más bien buñuelesca. En aquella época de movidón y desperezamiento, queríamos coger a cambaladas esa modernidad a la que le perdimos el rastro desde Fernando VII, o antes. Pero también fue entonces cuando se asentaron las malas costumbres y feos defectos de nuestra democracia, que tantos disgustos nos están trayendo ahora: la partitocracia piramidal, hija de una Transición titubeante; la muerte a espadín de Montesquieu y el conchabamiento corrupto entre poder político y poder económico. Que Ruíz Mateos quedara en cromo y Mario Conde en Buda cristificado no deja de ser una anécdota ante el paradigma que aquel tiempo traía o retomaba: el dinero y los negocios tenían que tener el permiso, la visita y el manoseo del poder político. Al principio, quizá sólo con cierta intención controladora, estatalista, aunque pronto vendría el hambre. Si para que nos enterásemos de quién mandaba tenían que darles la vuelta a las Torres de Colón (que siempre han estado dadas la vuelta), pues lo hacía Boyer tan tranquilo como si fuera el hombre de la tónica. No entro en razones o legalidades, pero eso sí que eran alardes, hacer que el poder retumbara físicamente en toda la Castellana, igual que si se moviera el Bernabéu a remo.

Nuestro país desperdició recursos, ideas, gente, riqueza, por culpa de ese encamamiento sucio de políticos, banqueros y empresarios pasándose el mechero. Luego, además, todo esto se provincializó. Las autonomías multiplicaron las barajas y los jugadores en la mesa. Y en Andalucía, donde no se han barrido los despachos en más de treinta años, las consecuencias están a la vista. Por toda esta tradición, por toda esta manera de hacer política que parece que viene como desde Ramoncín, a uno le dan mucha risa esos amagos de “regeneración” y esos pactitos contra la corrupción como lavados de gato. Más si vienen de la mano de advenedizos criados en ese mismo sistema putrefacto. Que Susana Díaz se fuera a ver a Mariano Rajoy significa tanto como que comprara un décimo en Doña Manolita. Hace falta nadar mucho más hondo en la democracia. Esto que heredamos de la Transición parece un viejo jersey de rombos que insistimos en ponernos. Pero no nos cabe y además apesta.

Sí, qué alardes aquéllos, tirando bancos, expropiando por cojones, montando horcas en el despacho de Mariano Rubio… Las transferencias de financiación para engordar reptiles parecen casi una finura francesa a su lado. Pero todo empezó aquella vez que nos equivocamos con tan buena voluntad, como el jersey horroroso que nos hizo nuestra madre.

15 de octubre de 2013

Somos Zapping: Santos con trabuco (14/10/2013)


Criaturitas. Peleando por su aire, por su sitio, por su culo, por sus tripas. Qué importará la verdad con el estómago acostumbrado y la gorra en la mano. Criaturitas. Defendiendo su derecho a chupar del bote, su sitio en el pilón, como palomos viejos. A ver qué tendrán que decir la ley y la justicia (burguesas, corruptas), en esa pelea eterna que tienen ellos, no por defender al trabajador, que no les importa, sino sus propios intereses; no contra el dinero, que desean tanto como los capitalistas, sino contra el hecho de no ser ellos los que lo manejan y reparten. Sindicalistas acusados de tráfico de influencias, malversación, falsedad y delito fiscal, jaleados como Messi. Insultos a la jueza que trata de hacer cumplir las leyes. Comparaciones con el franquismo, porque no puede ser otra cosa que franquismo atreverse a someter su agreste voluntad al derecho. Hubo criaturitas que recibieron dinero, paguita, prejubilaciones... ¿Arbitrariamente? ¿Mediante un uso fraudulento del dinero público? Qué más dará… Su furia no es de hambre, sino de engreimiento. Y los apoyan sus jefes y hasta el vicepresidente Valderas. “No terminó con nosotros la dictadura y no van a terminar tampoco actuaciones mediáticas”, decía en Canal Sur Francisco Carbonero, justo después del vídeo de la Guardia Civil con los perros sacando fajos de billetes. Sí, hemos vuelto a rodar por todas las televisiones, la Andalucía que vitorea a sus bandoleros que dejan monedas y vinazo, como romerías de santos con trabuco. Pasa también en otros sitios. Pero aquí con más fiesta, más tradición, más saliva y más orgullo.


Sindicalismo sin ira. El sindicalismo con olor a neumático quemado y ruido de polluelos piando montaba su escrache en los juzgados de Sevilla, pero para los informativos de Canal Sur los insultos a Alaya no existieron o se diluyeron en una canción de Jarcha. Cuando Salvador Mera, Secretario General de UGT Cádiz, entraba en los juzgados, Bárbara Ruiz informaba que “los afiliados a los sindicatos lo han apoyado gritando ‘libertad, libertad’”. Al día siguiente, en el informativo de la mañana, volvió a oírse el mismo coro, esta vez cuando el sindicalista salía. No se escuchó otra cosa en La Nuestra. La música de siempre, en realidad.


Joyas y cojetadas. Pueden imaginarse las tertulias de Canal Sur con estos zafarranchos de la actualidad y el disimulo. Dejo aquí algunas joyitas y cojetadas. Antonio Yélamo hablando de la “leyenda urbana” de los fondos de formación, o recalcando que “ninguno de ellos [los detenidos] se ha podido demostrar que se apropiara de un solo euro público” (no malversar para uno, sino para tu sindicato, no es tan malo). Casi lo mismo decía Juan Manuel Marqués sobre el caso ERE y los políticos: “No han podido demostrar el enriquecimiento personal de ninguno de ellos, a excepción de Guerrero” (otra cosa son los beneficios para el partido o los amigotes). También ironizaba con que habría que alquilar el salón del Ritz en el que estuvo Susana Díaz para que cupieran todos los que supuestamente conspiraron en la trama (o el Palacio de San Telmo, diría yo). Para Pilar Gómez, “hay un afán muy importante por denostar la función de los sindicatos, por retroceder en derechos” (el reconocido derecho de llevárselo calentito, debe de ser). Y Diego Suárez: “Cuanto más tiempo pase con la investigación abierta parece que esa causa general que denuncian los sindicatos se va a seguir manteniendo”. Y Paco Lobatón: “Me parece que hay que ser muy ingenuo para pensar que es pura casualidad (…). En la agenda de la jueza siempre hay coincidencia con algunos hechos”. Ya para Javier Aroca, necesitaríamos un libro. Por cierto, ¿quién sale más en Canal Sur? ¿Juan y Medio o Javier Aroca? Habría que echar las cuentas.


Sandokán. Casi peor que las sentencias del caso Malaya, es que a las televisiones les dé por matarnos de vergüenza ajena con especiales sobre Sandokán, ese personaje de José Mota, mezcla de Gil, vieja del visillo, Mocito Feliz y Lopera. Lo hicieron en Nitro y la risa no compensaba el asco y la tristeza.

#TuitMix: Derecho a meter el cucharón (13/10/2013)


Monarquía sindical. Sabrán ustedes que los sindicalistas no pueden ser detenidos. Son inviolables, como corresponde a la monarquía de barbas y regalías que forman. Así lo tuiteó mayestáticamente @ccooandalucia: “Toxo ve impropio de una democracia que se mantenga detenidos a sindicalistas”. Sí, dijo “democracia”, sin duda en un lapsus. Cualquiera se confunde entre tantos sistemas, mayorazgos, melancolías y bulas que usan a la vez. Extraño concepto de la democracia, por lo visto un señorío que ellos manejan concediéndose privilegios incendiarios y graciosos saltos a piola de la ley. “Sí claro, la democracia está pa el mangoneo, que no pasa nada, y a las comilonas con marisco incluido. ¡Habrase visto!”, protestaba @Trianabetis4. @edbalta señalaba: “Que alguien le explique al Toxo que no han detenido a nadie por sindicalista, sino por LADRONES, coño, por ladrones”. Pero nada: “Persecución a sindicalistas, encarcelamientos, desprestigio a los sindicatos con ayuda mediática... el PP es hijo del Franquismo”, insistía @ZasRoberto. Lanzas y su vaca asada, las facturas engordadas y los ricos botes, son cosa de Franco. “Ahora los sindicatos UGT y CCOO dicen que detener a sindicalistas que han robado es una persecución de la brigada social franquista. Mafias!”, les acusaba @DidacPolo. Pero @carboneropaco dedicaba su #FF a “quienes, como yo, sienten, #orgullodesersindicalista. La defensa de los derechos no descansa”. “No nos van a callar, como no lo hicieron en el pasado”, se unía al hashtag @CCOOCORDOBA. Pensé que ese hashtag podría querer reivindicar la esencia del sindicalismo, ahora tan pervertida. Pero ese último tuit enlazaba a este tremendo titular: “CCOO: ‘La juez Alaya y el PP no olvidan que en Andalucía hay un gobierno de izquierda por el papel jugado por los sindicatos’”. Al final, creo se referían al derecho a meter el cucharón en la olla hasta el codo. Y el orgullo de que nadie les rechiste. Por cierto, ¿saben dónde no he visto nada sobre conjuras contra el sindicalismo? Pues en @CGT o @cnt1910. Entre los sindicatos también hay clases.


El pacto de los calvitos. Susana Díaz sigue haciendo sus Américas como una folclórica de las palabras vacías como calabacines o castañuelas. Y algunos ilusos hasta la creen. Taconeos, revoleras, visitillas y preludios de pactos que no son nada pero van haciendo nombre, rodada y cantares. “Pregunto: ¿qué hay que pactar sobre corrupción? Los chorizos a la cárcel. Punto”, escribía @J_A_Isla tras la visita a Rajoy. “Un acuerdo para no atacarse mutuamente con la corrupción”, le parecía a @mdlherran. Mucho pacto implacable, pero luego aquí vetan una comisión sobre el fraude del Plan Bahía Competitiva… Ahora, el mejor y más atinado, el propuesto por ‏@Susi_Enfuresia: “Voy a pedí a Rajoy un pacto contra los carvito con barba. Er quita a Aria Cañete y yo a Rubarcaba”. Éste lo doy por hecho.

Triclinium: Retrato con pasapurés (11/10/2013)


Implacabilidad trampera contra la corrupción, transparencia de mentes en blanco, “tolerancia cero” eructante e insípida como un refresco… Todo se lo llevó Susana Díaz camino de Madrid, donde se fue a ver a Rajoy para seguir jugando a hacer política de alta tetería. Con el eslogan de la legislatura en otro bolsillo, el bipartito, que tenía ayer la oportunidad de convertir por fin las flores en panes y “las palabras orales” (Marina Segura dixit) en hechos, se tragó como una papilla verde sus discursos de regeneración y negó la comisión de investigación sobre el fraude del Plan Bahía Competitiva. Las razones fueron grotestas, previsibles y antiguas. Ignacio García, de IU, que fue presidente de la Comisión ERE y allí se dio cuenta de que era menos cansado disfrutar de la tapicería sin preguntar tanto, admitió el “tufillo” del asunto pero acusó al PP de “seguir por la senda de la demagogia”, de pedir comisiones de investigación “sin criterio”, “a todo lo que se mueve”, y usó ese argumento que merecería siempre una de esas falsas fanfarrias neronianas de las pelis: “no tener autoridad moral”. Digo yo que si cree que el PP no tiene autoridad moral para pedir la comisión, debería pedirla IU. Para García y Díaz Trillo, la Junta no tenía nada que ver (a pesar de los imputados de su agencia IDEA), y sin más que decir, el socialista se paseó por Bárcenas y Gürtel, por “la paja en el ojo ajeno”, “la doble moral” (que en él sería ya cuádruple) y el “fariseísmo”, mientras afirmaba que Susana Díaz viajaba a Madrid para “recuperar el valor de la política”. Sí que hacen falta tragaderas y pasapurés para decir y escuchar todo esto.

Antes, Zoido había preguntado a la presidenta sobre corrupción y paro. Zoido ataca como un zombi, con esa tenacidad idéntica, sin cansancio, dolor ni media lengua, pero es verdad que Díaz no responde, ni ha mejorado la defensa a escobazos de Griñán, a quien se parece cada vez más. Para Díaz, las explicaciones y auditorías que pide el PP son una demostración de la “penosa situación de la oposición”, un grupo “descabezado” y “atrapado en los ERE”. Hemos regresado a la jorobas verbales de Chaves y a las lecciones de profesor con cuello duro de Griñán. Tampoco concretó nada Díaz sobre qué va a hacer contra el paro. Sólo que ella se reúne mucho, gasta suelas y cera con agentes sociales y prebostes con escalinata. A ver cuándo se reúne con ella misma y su gobierno, y empiezan a hacer algo más que maletas. Quiere solucionarlo todo con un bonobús, aunque sus sueños son más de Orient Express, arreglando Madrid, Cataluña, España y un poco los Cárpatos. Ayer, el PSOE se autopreguntó sobre el plan de financiación de Cataluña. Ya, interpelar sobre Rajoy y sus presupuestos, o Wert y su película de El muro, es una catetada. Al menos, la presidenta nos trajo una contradicción que casi aniquila el universo: aseguró haber recuperado 25.000 euros de unas facturas “indebidamente cobradas” por UGT-A, a la vez que el sindicato afirmaba no haber encontrado ninguna irregularidad en su comisioncilla interna. ¿Irá esa diferencia a un bote?

Ayer, toda la corrupción resbalaba como en un domingo piscinero. A Montero le preguntaban si seguía manteniendo que las transferencias de financiación eran legales, y contestaba que ellos tienen la mayoría en el Parlamento (¡?). ¿Invercaria? ¿Facturas de UGT? ¿Heracles? Para Sánchez Maldonado, que es un abuelo de Casa Tarradellas, todo se queda en “confiar en la Justicia”. ¿En qué consistirá esa implacabilidad suya contra la corrupción, si todo lo van a hacer los tribunales, hasta las fotocopias? Pero para nuestra presidencia, “hemos avanzado en transparencia” por su declaración de la renta. Ayer era el día para retratarse. Como exhortaba Zoido: “Hágalo, y no lo diga”. Pero hicieron y dijeron lo de siempre, o sea nada. No existe ese Nuevo Tiempo, esa secta de políticos sinceros o suicidas. Todo será igual pero con una bandera grabada de palabras susanistas, como el tapiz de una alegoría comido por bichos. Y que ayer se quedó en el maletero.

9 de octubre de 2013

Ouroboros: Una pura maravilla (08/10/2013)


Cuando llegó el zapaterismo con el talante y el sándalo, decíamos que nunca iba a bajar de Despeñaperros, aquí donde gobernaban sus enemigos, las viejas ayas del PSOE, los clanes de barraca y navaja campera, la rica Virgen en carreta de los harapientos. Al final, el zapaterismo se disolvió como la pastilla de su sonrisa, pero aquí permaneció el imperio chino del PSOE crecido sobre las moscas, manteniendo su religión de partido, su táctica de ocupación y reparto de la autonomía, a la vez que su cara de migajón de pobre. Ahora, podría ocurrir que fuera esa antigua biblia del PSOE andaluz, que sobrevivió a la hoguera, la que pasara Despeñaperros. Qué irónico desquite. Qué horrible vértigo.

En Madrid, en el Ritz, que es como media Rusia y tiene historias de transiberiano, le organizaron a Susana Díaz una puesta de largo nacional entre muertos vivientes y cruasanes emponzoñados. A la presidenta le hacían falta los acericos de banderas y las gorras enceradas para parecer una estadista, y algunos ingenuos hasta se lo han creído. Por allí están acostumbrados a que en Atocha sólo desembarquen limpiabotas y torerillos, pero por eso mismo, si escoges adecuadamente las palabras y la puesta en escena, te pueden tomar por genio lorquiano, que es el otro tópico. Se trataba de convertir a una florista de partido provincial en una princesa húngara de la alta política, como en My fair lady. Para eso pueden bastar tres frases con sombrilla, si hay predisposición al enamoramiento. Y por allí la hay, porque, por un lado, el PSOE nacional está desmoralizado, y por otro, hasta los más derechones suspiran por un Partido Socialista que no empuje hacia el precipicio catalán. Ella únicamente tenía que decir que la lluvia en Sevilla es una pura maravilla para que allí se les cayeran los monóculos en la taza, como a barones rijosillos. Qué poco conocen a Susana Díaz, que sólo es la nada con hambre.

Sin rival, sin miedo, con más joyas que ningún socialista en España, no había ni riesgo ni mérito en librarse de un zapaterismo que nunca llegó a Andalucía, aunque ella tampoco lo criticara en su día. Con la garbosa y fácil valentía de cuando no hay peligro pero se queda audaz en la foto, dijo lo que todos deseaban oír. También el PSOE, que necesita la fantasía contradictoria pero dulce de algo así como un revival rompedor. Alta idea de España la que quiso dejar mecida en las flores del Ritz, que son como cafetales con coroneles y azafatas. Pero ella era diputada y votó aquel Estatut. Igual que fue chaconista cuando tocó. Si esperan que la nueva socialdemocracia llegue desde Andalucía, van aviados. Hija purísima del modo andaluz del socialismo (sin socialismo si hace falta), ella sólo atiende al poder, como bien conocemos por aquí. Y no sabe de nada más. Antes era un soldado de partido y ahora es el ejército de ella misma. Me aseguran que se cargará a Rubalcaba en cuanto pueda. Que en Madrid aplaudan sus mohines los inocentes. No saben que les trae la peste.

Somos Zapping: Sandokanes por salvar (07/10/2013)


Juicios paralelos. Mientras se leía la sentencia del caso Malaya, en Canal Sur lloraban los sofás con goteras de Tiene arreglo. Para ver el programa especial, extensión de la tertulia mañanera, había que buscar en el Canal 2 o HD. Quizá porque hay cosas que es mejor no dejar muy a la vista, como que la miseria moral del país es aún peor que la económica. De este especial me llamó la atención la oportuna mención a los “juicios paralelos” o “mediáticos”, como si la gente, sean informadores o albañiles, no pudiera tener juicio y discurrir propios. Siempre es complicado cuando el periodismo tiene que hablar de la justicia, pero no entiendo a esos periodistas que se cambian el sombrero con el juez y confunden la información y veracidad periodísticas con las sentencias. El periodismo debe buscar y ofrecer datos y hechos veraces para que juzgue el ciudadano. Estaría bueno que para investigar, informar y opinar hubiera que esperar a que el Espíritu Santo bordado descendiera sobre un tribunal. Juan Manuel Marqués decía ese día que “hay casos como Bárcenas o los ERE que están levantando muchas expectativas y nos podemos encontrar con problemas como los que están surgiendo aquí, de vulneración de derechos fundamentales, de delitos prescritos, de instrucciones excesivamente amplias e incluso de acusaciones realmente inciertas”. Sí, sería muy conveniente para algunos que fuera así. Y más aún que, mientras llega el juicio tardón, nadie pudiera pensar ni atar cabos. No hagamos juicios paralelos, es decir, no hagamos ningún juicio. Se trata de eso, ¿no? Sigamos a De Llera, en fin. Que sólo llegue la sentencia desde el silencio y se anulen todas las opiniones o verdades no contempladas en ella. Pero según Tomás de Aquino, ni siquiera Dios puede hacer que dos y dos no sean cuatro. Menos, digo yo, un juez. La verdad únicamente como ese tapetillo que le queda a un magistrado vestido de abuela con el hilo que le dan, me parece un concepto muy pequeño. Aunque útil. Muchos sandokanes se han salvado y se salvarán con él. Y conviene ir preparando el terreno para los próximos.


Inmaculada Susana. Después de tantos años, hasta a mí es capaz de impresionarme el nuevo Nodo de Canal Sur con Susana Díaz. No habla ni declara, sino que se aparece como una Virgen en un árbol, con rayos en las manos, para salvarnos, y los informativos tienen una luz de hornacina mariana. “No habrá nuevos recortes para los empleados públicos”, nos tranquiliza maternalmente al comienzo de las noticias. Luego, nos la sacan en uno de estos foros donde montan desayunos como conferencias, o al revés, y la voz en off, con tono de hosanna, nos cuenta que “Susana Díaz ha hecho profesión de su fe en la política dejando pinceladas de su personalidad”. De su intervención, destacan frases como éstas: “Yo sé que tengo fama de mujer dura, en algunos momentos, implacable… En temas como la corrupción lo soy, lo voy a ser y lo irán comprobando”, “nos resistimos a gobernar desde la insensibilidad social” o “hay un gobierno sólido, cohesionado, con una voz única”. Ya ven el alcance y la sustancia de estas simplezas dichas en Madrid entre vapores de cafeteras. Pero era la aparición del día y el órgano tenía que sonar. Eso sí, también quiso arreglar Cataluña y España, ya que tiene Andalucía arreglada. Y entre versículo y versículo, la locutora nos contaba que le parece “una crueldad reducir los ingresos de los pensionistas” o que “va a salvar los sueldos de los funcionarios”. Comparen este concierto de arpa con la cobertura de la visita de Rajoy a Japón, cuyo titular fue: “Rajoy resalta la bajada de salarios en España”. También sacaron a la presidenta en la inauguración del curso universitario, en Jaén, donde parecía una confitera de birretes. Hubo manifestantes que la abroncaron y le gritaron “los de los ERE fuera de la UJA”. Para Canal Sur, fue así: “Varios colectivos han protestado por los recortes en enseñanza, los salarios de los empleados públicos y los recortes en investigación”. Cosas de Rajoy o Wert. Ella siempre queda inmaculada.

#TuitMix: La cárcel del Monopoly (06/10/2013)


“Estas condenas tardías como en Malaya tienden a la melancolía”, escribía @teoleongross el día en que el mayor caso de corrupción municipal terminaba mandando a la gente a la cárcel del Monopoly y poco más. Sí, qué tiempos aquéllos en los que aficionados, vendecoches, ferrallistas, cantineros, chachas y chóferes tomaban las instituciones para mangar. Qué antiguo parece el gilismo despechugado, la horterez advenediza de estos diletantes de la política con peste a tele de pueblo y toallitas de limón, cuando la corrupción ahora se diseña, se reparte, se enmadeja en los más altos cargos de la partitocracia y las administraciones. El caso Malaya parece una niñatería casi tierna por el tiempo, como una trastada del Piraña. Pero no por eso su leve sentencia, lenta y distanciada como un oráculo, deja de ser un augurio, “el capítulo piloto de los casos Gürtel, Bárcenas, ERE, Fabra, Noos, Liceo, etc, etc, etc”, preveía pesimista @jvmendezdeleon. Todos esos otros imputados que, como decía ‏@LMmARISCAL con ironía, “deben estar asustaícos”.

La pesada justicia, trabada, sacerdotal, esotérica, ciega o tuerta, de nuevo ha dictado algo que el sentido común no entiende. “Robar en España sale tan barato...”, tuiteaba @pacorobles63. Normal, cuando esas leyes están hechas precisamente por quienes temen sufrirlas. El cohecho o la prevaricación son delitos líquidos, escapistas, definidos en las leyes para que requieran adivinación. @cruzmorcillo veía a “todos los chorizos de guante blanco frotándose las manos tras la sentencia de #casomalaya”. “Ejemplaridad? Sí, la de la risa”, remataba. ‏@cmgorriaran sostenía que “si los jueces son más duros con quien roba un coche que con quien saquea una Caja o un Ayuntamiento, nadie creerá en la Justicia. A ver!”. Mucho se comentó la vergonzosa cuenta que aparecía en la portada de @larazon_es: “9 horas y 24 minutos de cárcel por persona y millón estafado”. “Sale más caro robar 1 euro que 1 millón”, colegía @tonimoyalatorre. Habrá que repartir las culpas entre las santas puñetas y los políticos y adláteres que quieren protegerse, pero ésa es la lección que nos deja la ley y que resumía @jaimegacela: “Si robas... roba mucho mucho mucho...”.

Con lo de Malaya ha habido espanto, pero también mala memoria. “IU pidió 21 veces que se disolviera el ayuntamiento de Marbella, frente a la oposición de PSOE-PP”, tuvo que recordar @FelipeAlcarazM. Tanto al PSOE como al PP les interesó el gilismo. La Junta hizo negocios con él y el PP hasta reclutó o acogió luego a esbirros suyos. @hermanntertsch dejaba “un recuerdo para el periodista valiente que hizo frente a Gil cuando todos le adulaban, Felix Bayón”. En la cárcel del Monopoly ha acabado todo. Y algunos, hasta se han librado con la tarjeta de suerte. “Empresarios absueltos celebrándolo en afamados restaurantes”, nos contaba @JC_Villanueva. Celebraban el triunfo del Estado de Derecho, que suele decirse. 

3 de octubre de 2013

Ouroboros: Airbuses con lacito (01/10/2013)


Los aviones, cielo con ruedines, taquilla del viento, tobogán de turistas y apresurados, los tacones más altos en los que puede venir una bandeja y el capacho más alto del que pueden caer las bombas. El avión es más o menos igual de antiguo que la cremallera, pero Ícaro es eterno como todos los mitos y volar aún nos parece subir a tirarles de las barbas a los dioses o a desplumarlos con una afeitadora. Por eso los aeropuertos tienen algo de anticatedral encerada, de vestíbulo de la impiedad. Los aviones, los coches, el acero ensartado con la velocidad, han sido medida de la potencia industrial y del ego de los países, como pistones con significado freudiano. En la Guerra Fría empezaron por lanzar ollas espaciales y terminaron diseñando la aviónica para extinguirnos mil veces, aunque aquel miedo nos legó casi toda la tecnología del siglo. Pero Estados Unidos y la URSS jugaban su propia liga. Entre los demás, Japón se ponía las gafitas de afilar lo pequeño y lo barato, y Alemania seguía con sus automóviles cuadrados y sus cerebros como búnkeres, o al revés. ¿Y en España? Del Jumbo al seiscientos estaba toda la distancia entre una primera potencia y un fabricante de fiambreras.

Aquí no podemos presumir de industrias celestes ni de remachar estrellas. Con eso sólo nos sale algo de Tony Leblanc. Únicamente cuando la Unión Europea ha reunido recursos y siglas, y luego ha repartido el hambre de trabajo, fotos y gloria argonauta, aquí nos ha tocado poner un alerón o un váter en un Airbus, más cerca de fregar el avión que de fabricarlo, o terminar de ensamblar el famoso A400M, que nos llega ya como algo de Ikea. Espectaculares, poderosos aviones que nos levantan soplando de la tierra, pero que abultan más en las nubes que en nuestra economía y nuestro empleo. Lamentablemente, aquí hay boqueando bastantes más camareros, albañiles y cursillistas del Windows que superingenieros. Grandes, complicados y acojonantes como dragones con poleas, estos aviones a los que les ponemos el lacito no bastan para redimir el indigente tejido industrial andaluz.

Ayer se entregó en Sevilla el primero de estos A400M que envasamos más que hacemos, y allí estuvieron los políticos, como siempre desde que nos prestaron esa gorra de piloto. No sólo Susana Díaz, sino también Zoido, que se olvidó de las aceras por reparar para hacer visera con la mano y mirar, mejor, cómo se enladrilla el cielo. Achampanaron y apadrinaron el avión, se lo pusieron como pin, presumieron de él como de un hijo guardiamarina y nos hablaron de las glorias que trae su panza. El mismo desfile, la misma ventolera, las mismas palabras que en la primera presentación del avión, allá por 2008. Desde entonces, no sólo no se han llevado a nuestros parados volando, sino que más bien los han ido dejando en paracaídas. Nos señalan otra vez arriba, nos vuelven a prometer el Cuerno de la Abundancia descendido. Pero aquí se nos derriten las alas y los sueños apenas pega el sol en la realidad como en una chapa.

Somos Zapping: Arriñonados de transparencia (30/09/2013)


Hércules con braguero. Ya habían dejado la gota de sudor en los titulares del informativo: “esfuerzo de transparencia”. Luego, Susana Díaz, con verdadera cara de agotamiento, como un minero que acaba de terminar el turno, añadía aún más peso a la hazaña: “Un sobreesfuerzo, más que un esfuerzo”. Y ese trabajo de levantatroncos, de picapiedras, de Hércules con braguero, por el que el PSOE andaluz ha ganado como un campeonato escocés de transparencia, es ni más ni menos que presentar la declaración de la renta con la pareja, como cortando juntos la tarta de la idiotez. Podrían enseñarnos las fotos de las vacaciones, el cajón de las servilletas, los cupones del supermercado, y daría lo mismo. A ver si en las rentas de Susana Díaz y su marido van a estar las cuentas, gastos, negruras y agujeros de la Junta, las consejerías, las agencias, las subvenciones, las ayudas europeas, los cargos a dedo, los fondos de reptiles, las mamandurrias sindicales... A ver si en el pequeño dinero legal, doméstico y de cartillita va a estar el rastro de la gran comilona, el prorrateo y el saqueo de lo público. Pero Canal Sur nos enseñaba a la presidenta con su declaración como la prueba del pañuelo, y luego a IU, que también se presta, y a Mario Jiménez exigiendo que Zoido y su señora se unan a la conga, y por último al PP que, como siempre, se resiste y se excusa por su alma podrida. ¿Pedirán que también presente su declaración aquel churrero de El Pedroso que recibió 120.000 eurazos por saber con quién rozarse? Menuda estupidez, en fin, esto de la renta, cuando lo que necesitamos saber es adónde va (y adónde ha ido) cada euro público, el dinero de todos que ha engordado a tanto particular en vez de ayudar a Andalucía a salir de verdad de la pobreza y el subdesarrollo. Pero me temo que por el PSOE no lo sabremos. Ya ven, nos enseñan el carné de conducir y ya están arriñonados de transparencia.


Intereconomía al revés. El programa @Debate, como era de esperar, se ha centrado pronto en las grandes cuestiones que ya suponíamos: ¿Está en riesgo la educación? ¿Están en riesgo las pensiones? ¿Está en riesgo el PSOE andaluz con Canal Sur discutiendo esos asuntos? Vale, los dos primeros temas se trataron realmente esta semana, y el tercero es una guasa mía que necesita poco debate. El programa tiene toda la manteca y todos los amarrijos de estos debates dirigidos: temas escogidos para perjudicar al adversario político, útiles tertulianos de las tortas en minoría (aquí suelen ser cuatro contra dos), y un moderador escorado, con misión, con veredicto, quizá verdaderamente creyente, que interrumpe y objeta a los de una opinión, y ratifica y no molesta a los de la otra (lo hace constantemente Rafael Fernández). Y, además, en este caso en el que participan los telespectadores, intentan que las opiniones convenientes parezcan unánimes (“las voces rezuman indignación”, por ejemplo). Dos cosas había que transmitir al telespectador juanymedista de Canal Sur el otro día: con el PP la educación será para los ricos, y Rajoy os va quitar la paga. Es como una tertulia de Intereconomía, pero al revés. Y con dinero público, estas cosas dan bastante asquito.



Ciencia castiza. La ciencia, con sus lavadoras de átomos, sus cremalleras de ecuaciones y sus flautas de afilador hirviendo, es magia esotérica para la mayoría de los mortales. Y a los políticos no les importa salvo si les sirve para un titular o un palito. Al informativo de Canal Sur no le interesaba tanto La Noche de los Investigadores, con la ciencia en toboganes, como mencionar las protestas por los recortes y sacar logos de la Junta en el cartelón. Pobre ciencia, siempre ninguneada, emputecida, pobre, como con toda su inteligencia en hueveras de cartón. Pero hasta la ciencia que se hace o se publicita aquí tiene que ser castiza. En las noticias, nos enseñaron con orgullo un programa para identificar los palos del flamenco. Digno de un Ig Nobel. ¿Estos son los proyectos que consiguen aquí recursos y financiación? ¿Para cuándo un robot que corte jamón?

#TuitMix: Bote y toque de campana (29/09/2013)


La culpa del camarero. UGT Andalucía continúa su campaña contra el sindicalismo. En su destructivo empeño, no deja de airear vergüenzas y proporcionar documentación para intentar acabar con la dignidad de la lucha de los trabajadores. Lo último, el bote de la bonoloto de lo público que ellos ganaban siempre pasando a la Junta facturas hinchadas como el cartón mojado. Pero las evidencias dan lugar a otras preguntas, como la que se hacía @JMMCervera: “UGT estafaba a la Junta de Andalucía o la Junta de Andalucía se dejaba estafar para beneficiar a los que tenía colocados el PSOE-A en UGT???”. Y lo que le parecía aún más importante a @gaviota1314: Qué es mejor, ser de UGT o del PSOE-A? Dónde hay más mamandurria? Que lo digan y nos apuntamos!!!”. @OgrO_corrosivo llegaba a afirmar: “La unta (sic) de Andalucía, cooperador necesario en las diversas estafas de UGT”. ‏“Esta es la Izq que sacará Andalucía de la crisis? UGT estafa sistemáticamente a la Junta, q 'no se enteraba' de nada”, decía @Buzz_es. Y @Xusticieru se quejaba así: “Qué cojones vamos a luchar contra el fascismo, cuando tenemos los chorizos y ladrones en casa: PSOE-IU y UGT-CC.OO... Hay que ser gilipollas!”. Con buen tino tuiteaba @FelipeAlcarazM aquello de “puto o ladrón, queremos a Perón”. Por cierto, nada han mencionado en TW sobre ese bote @UGT_Andalucia ni @pacofsevilla. Andan entre matar al mensajero y los esforzados trabajos de su particular comisión de investigación. “Por trabajo se refiere usted a la búsqueda del chivato, ¿cierto?”, le señalaba ya hace algún tiempo @_carteia a @pacofsevilla. Pero yo creo que la culpa ni siquiera es del kiosquero. Es del camarero. Lo decía @rafaguilarc: “Eso pasa por no gestionar bien las propinas como hacen en los bares clásicos: ‘BOOOOTE’ + toque de campana”.


Todos transparentados. Vaya modita la tontería de presentar la declaración de la renta como una indulgencia plenaria para todos los pecados y chanchullos. Tontería en la que han caído, recordemos, desde Javier Arenas a Susana Díaz. Como apuntaba @chemaferrero, “hay políticos que se afanan en enseñarnos sus declaraciones de la renta para demostrar que son honrados. Lo que mangan también lo declaran?”. Para @juande93, es “preocupante que el mayor ejercicio de transparencia que puede hacerse en Andalucía sea que un parlamentario publique su declaración de renta”. Pues totalmente transparentados están ya con eso Susana Díaz, su marido y todo el PSOE. Al menos, sirve para que @Susi_Enfuresia le saque punta: “Fiarse si soy sensilla y der pueblo que siendo Consejera me salió a pagá 1.400 euro la renta y lo puse en dos plaso” (es cierto). O nos deje misterios flotando: “Qué pasa, que no os creei que viendo ganao 75.000 euro tengamo en la cuenta 2.000 pavito y 14.000 a plaso fijo o qué??”. Claro que nos lo creemos. Y lo tranquilos que se quedan los andaluces con eso.

30 de septiembre de 2013

Triclinium: La corrupción como el amor (27/09/2013)


No sé si cada vez que la presidenta Díaz comparezca en el Parlamento vendrá de una sacristía. Primero, se casa con ella misma en su toma de posesión, y luego, se casa con la declaración de la renta de su marido. Pero con esas aureolas de santidad de corcho puede hacer del hisopazo de Griñán un triunfo de la Democracia, y de enseñar un prospecto la prueba de su furia contra la corrupción. Como se sabe, la declaración de la renta es demostración incontestable de limpieza y honradez. El PSOE podría pedírsela a Bárcenas, y ya se quedarían tranquilos. Es más: presentando la declaración no sólo se vuelven imposibles tus chanchullos o negruras particulares, sino los de tu gobierno y tu partido. Cómo va a estar imputado todo el consejo de Invercaria, si los diputados socialistas presentan su declaración de Hacienda… Sí, de este nivel es la tontería.

Con semejantes armas venía Susana Díaz para estrenarse en una sesión de control. Y con su discurso de investidura. No se va ni a molestar en repetir promesas: le bastará con la referencia a sus promesas ya encuadernadas. Así lo hizo cuando Zoido le preguntó por los mecanismos para evitar nuevos casos de corrupción. Como si ella no se hubiera expiado y expurgado suficientemente en aquel discurso de pureza y transmutación. Y encima, desnuda matrimonialmente su IRPF y a Zoido le parece “teatro”. “No me van a superar en la lucha contra la corrupción”, insistió la presidenta, pero Zoido le reprochó no haber tomado aún medidas concretas en el último consejo de Gobierno y quiso saber si mantenía las conclusiones de su grupo en la Comisión ERE. Díaz no le salió por peteneras, sino por rumbas. Dijo que llevaba de presidenta “19 días pero no 500 noches”, como la canción de Sabina. Ah, la corrupción tarda más en curarse que el amor. Y con menos ganas. “Su grupo está obsesionado con los ERE”, volvió a decir con voz de Griñán, e invitó a Zoido a preocuparse por los pensionistas o los enfermos de cáncer. Derechona, pobrecitos, obsesiones, la paja y la viga… Estos nuevos tiempos se parecen demasiado a los pasados.

No necesitó Díaz más munición ante Zoido, porque, frente a viejas argucias y nuevos retruécanos, el líder del PP estuvo torpe, balbuceante, como sin las gafas. Pero la imagen de gran estadista de Díaz ya había quedado clara antes, con autopreguntas de IU y el PSOE sobre financiación autonómica y modelo territorial (parecía Carme Chacón arreglando España). O con su grandioso estreno, al contestar a Castro Román así: “Comparto con usted de que...”. Olé. Como el que se merece De Llera, que llegó a afirmar que “respeta las decisiones de la justicia”, sin que tuviéramos noticia de ninguna emergencia urinaria tras esas palabras. Y otro olé del Nuevo Tiempo para Manuel Jiménez, consejero de Presidencia: le recordaron que el fondo de reptiles le tocaba a través de una subvención pósit para una feria en Chiclana, y contestó que él “hizo una petición, recibió los fondos y los ejecutó”. Pedid y se os concederá. Si sois del PSOE, claro. Y en cuanto a Sánchez Maldonado, consejero de Economía, va como de abuelete tierno, no sé si para que dé reparo atizarle con sus enclenques números o justificaciones. Al ritmo de su andador parece que van las ganas por investigar las facturas de UGT. El asunto ya está en los juzgados, pero él explicaba que aún andan mirando si hay algo que mirar…

Era el día del combate entre transparencias de unos y otros, como un concurso de camisetas mojadas, por eso, la proposición no de ley del PP al respecto fue rechazada. El PSOE es “más ambicioso” y prepara su propia y definitiva ley. Para Ignacio García, de IU, el PP “llega tarde” y “no entra en el fondo, que es la financiación de los partidos”. Yo diría que el fondo es la fiesta a costa del dinero público, pero eso no se ve igual cuando uno está invitado. “Busquen el dinero para asar una vaca” y “dejen el teatro de las declaraciones [de la renta]”, terminó diciendo Carlos Rojas, del PP. Difícil encontrar ahora esas cosas. Con tanta transparencia no se ve nada.

27 de septiembre de 2013

Ouroboros: El otoño en las clepsidras (24/09/2013)


Ha vuelto el otoño como un lento señor gato a la casa, sin darnos cuenta, después de que en el verano nos avisaran de que se acercaban revoluciones y eras como zepelines en el cielo. El señor gato ha entrado sin que veamos cambiar la temperatura ni los colores. Ha traído el otoño con el periódico, pero no en los ojos, que aún viven la marea de la carne, la saliva del sudor y la noche como una alta palmera. Las revoluciones y las eras también se supone que han llegado, porque ya han pasado por las grapas del calendario y sus protocolos de cartero o verdugo. Pero no terminamos de verlas ocupar su sitio en los planetas ni en las chozas. El horizonte sigue siendo el mismo lago quieto, y la tierra y las manos siguen criando las mismas hormigas. La cuerda del sol se ha tensado, es otoño realmente en las clepsidras de los dioses y en la cintura del hemisferio. Pero aquí aún notamos el calor como una concha ardiendo, como un escorpión en una piedra. Igual han cambiado de era en alguna centralita telefónica, en algún almacén privado, en algún poema de algún cajón. Pero aquí aún notamos el frío como un hielo que se orina.

Todo se repite, pero lo que más se repite es el cambio. Y no sólo en las esferas celestes que según Pitágoras y Kepler cantan, en el Universo que rueda, se mueve y se mece para mantener a la eternidad existiendo. El cambio se repite en política, dando vueltas para llegar adonde estaba hace un año o treinta, aun habiendo visto en el camino mudar todo el tapiz de las estrellas o todas las caras de una foto. Susana Díaz no es ninguna novedad en ese cambio estacional, circular y cartográfico. No va a inventar otro horóscopo ni otro sistema solar, no se va a salir del zodiaco ni va a torcer el eje del globo como una gavilla. Simplemente flotará en las ecuaciones eternas de la partitocracia, cruzará por primaveras como si la rozara un ala de cometa, pasará por tormentas que no la moverán, y el tiempo la devolverá al mismo lugar aunque nos cuente que hemos visitado galaxias de coral.

Susana Díaz no puede hacer ninguna revolución porque no han cambiado ni las leyes cósmicas de la política ni las del PSOE andaluz. Ella es la prueba. Una manijera de partido para llevar Andalucía como se lleva una cantera. Un Gobierno trapero construido según intereses provinciales. Un quehacer enfocado en el pensamiento performativo, la confrontación, la menesterosidad y la propaganda. La nueva era y la revolución, con megáfono de heladero, eran sólo cartelones de verano, como de circo pobre. Ha llegado el otoño porque lo dicen los mapas y los campanarios que se reguinchan en su sombra. Pero aún hace calor como de tener un animal en los brazos. Ha llegado un nuevo tiempo porque lo publicitaban el interés, el disimulo y el cinismo de los políticos. Pero tenemos frío por dentro de la carne, por dentro de los años, y sentimos la esperanza como un cubo de pozo vacío. Ya es otoño. La cintura del planeta baila y nosotros tiritamos haciendo caso a la eternidad.

Somos Zapping: Poner ojitos de langostino (23/09/2013)


Apostolado de Susana. Se veía venir: el debate con colores de ruleta de Telecinco, con el público allí mismo palomitero o salpicado, con los temas del taxista, con la falsa participación que es sólo repescar en Internet y grabar a la señora en la plaza… Pónganle todas las arrobas que quieran, pero @debate ya está más visto que Javier Aroca, que, cómo no, también estaba, con su cabeza y su pelo de profeta ante su viento imaginario y eterno. Si al formato completamente vulgar le unimos la visible intencionalidad de Canal Sur, la cosa tenía que terminar en esperpento. No se merece otra palabra la avilantez de presentar el tema de la “regeneración política” con las imágenes y las palabras sacrificiales de Griñán y, luego, de Susana Díaz en su discurso de investidura (justo lo de “me avergüenza la corrupción y me propongo combatirla con todas mis fuerzas”, con convenientes zooms subrayando su determinación). Pero continuaba la voz en off: “Y para combatirla, lo primero que ha hecho ha sido mover ficha renovando a su equipo de Gobierno”. Tremendo porrazo a la corrupción ése, sí. Y enfrente, a contrapié, y con sus siglas sobre fondo negro, “el PP sigue sin decidir quién será el sucesor de Arenas, salpicado por el caso Bárcenas”. “Andalucía sólo supone un eslabón en la cadena [de esa regeneración]”, seguían, para terminar colando el eslogan mismo de Susana Díaz en un gran rótulo sobre el hemiciclo del Congreso: “¿Nuevos tiempos para la política?”. Sí, Susana Díaz ha despertado a toda la política, por lo visto. Una revolucionaria. Cuando uno de los invitados se limitaba a hablar de la “crisis de los dos grandes partidos” en general, el presentador, Rafael Fernández, reconducía la cosa: “En el caso del Partido Socialista en Andalucía, ¿no lo podemos calificar de renovación?”. Hombre, y aún más: inspiración, apostolado… El susanismo debería crear pronto un logo para que Canal Sur lo adoptara como suyo. Ese sol perplejo o copyright navideño que identificaba hasta ahora a La Nuestra se ha quedado viejo en el Nuevo Tiempo.


El mal picador. Antonio Lozano, ex Director General de Presupuestos, es imputado por prevaricación y malversación; admite que las transferencias de financiación no se pueden usar para ayudas, y además la jueza nos descubre que la Junta engordaba los gastos del IFA/Idea para tapar el fondo de reptiles. Un bombazo que destroza las tesis de Aguayo, Magdalena Álvarez, Chaves y Griñán. Pero en Canal Sur, las noticias sobre Alaya parecen taurinas, así que lo que venían a decir era que había castigado demasiado al imputado, como un mal picador. “Lozano, tras contestar a cinco preguntas, ha pedido que se suspenda su declaración por considerar que se no se están respetando sus garantías”, abría Juan Carlos Roldán. “Ha sido un interrogatorio tenso, con algunos rifirrafes”, comenzaba su crónica la inevitable Bárbara Ruíz. Pasando rápidamente por los graves cargos, sin mencionar los gastos engordados ni lo que suponen, los micrófonos recogían luego las quejas o las simples tácticas de defensa del abogado. No es que eso no sea digno de mención. Pero el titular no puede ser algo así como “pobre toro” cuando ha corneando a toda la cuadrilla.


Miasmas. Me debato entre darle el premio a la vergüenza esta semana al programa de Merche, resucitando entre jaramagos a la más relamida y telarañosa Isabel Gemio, o la intervención en Canal Sur del líder de UGT Andalucía, Francisco Fernández Sevilla, afirmando que había devuelto algunas facturas irregulares a la Junta para más tarde desdecirse. Creo que ya no cuelan las flores perfumadas con lágrimas ni, mucho menos, la teoría de la conspiración mediática contra los sindicatos con tantas pruebas evidentes y saltonas como ojitos de langostinos. Merche intenta llevar con dignidad y mucho tacón un formato coñazo, hortera y tan remuerto como las Mamachicho, Steve Urkel o el Un, Dos, Tres, pero los miasmas traspasan la pantalla. También la suciedad les traspasa la pana a los líderes sindicales. Pero ellos no pueden poner ojitos. Ni de langostino siquiera.

#TuitMix: La consejería de pegar pellizcos (22/09/2013)


Coyotes y correcaminos. Lleva razón @FcoJavierRecio: “Todos los gobiernos tienen un ministro/consejero señuelo para periodistas. El de la Junta ahora es De Llera”. De Llera, consejero siempre horripilado u horripilante, subidor oficial del pan, lenguaraz sin dejar de ser artero, como un heladero zampaniños, tiene una consejería de pegar pellizcos a la que hasta ahora se le desconoce otra utilidad que quejarse de Alaya y hacer quites a los sospechosos de corrupción de su partido. Al fin y al cabo, fue elegido para eso. Lo que sigue resultando curioso es que en el #NuevoTiempo de Susana Díaz, cuando la transparencia nos ciega y la contundente lucha contra la corrupción le pone martillitos de goma en los discursos, la presidenta decidiera conservar a De Llera. Debe de considerarlo un consejero fundamental, estratégico, lo cual dice mucho del cambio y la regeneración susanistas. La última perla de De Llera: “Los medios airean excesivamente asuntos judiciales con políticos involucrados”. Evidentemente, “el consejero igual prefiere que no se aireen…”, decía @edubarbaramos, que añadía: “Si el grotesco mensaje de Llera contra los medios lo hace alguien del PP, se levanta en armas Twitter y el falso corporativismo periodístico”. Sí, los paladines de la libérrima libertad libertaria y pañoletera parece que esta vez no se dieron por aludidos con la libertad de prensa, cosa de derechas. “Qué recuerdos tienen algunos de cuando los medios tenían que escribir al dictado”, señalaba ‏@FernandoDValle. “Calladitos están más guapos, ¿no?”, escribía @miguelangel_g15. Lo de siempre entre el poder y la prensa libre… Y si se nos olvida, ahí está para recordárnoslo De Llera, coyote de este Gobierno Warner con demasiados correcaminos.

Capacidad de gasto. @_susanadiaz sermoneaba en el @XI_AECPA que “la transparencia es la mejor vacuna para que la política recupere su prestigio”, y Alaya imputaba a su ex número dos por prevaricación y malversación. Algo compatible para el @psoedeandalucia, que tuiteaba: “@mariojimenez advierte de que no se puede acusar de malversación a quien no tiene capacidad de gasto, como el director general de Presupuesto”. No sé si canta más que nos digan que ese cargo no sirve para nada, o el hecho de que Jiménez señale así a los que están por encima, los que sí tienen esa capacidad de decidir el gasto. O sea, que la jueza hace bien al apuntar más arriba. Si es que Alaya les hace caso y se quejan…


Con los tuyos. @conchacaballer posteaba: “Mi artículo de hoy. Sobre imputaciones, garantías y literatura. Señalados: objetivo conseguido”. Enseguida, aplaudía @AmparoRubiales: “Gran artículo!!! Y q bien se está con los tuyos y contigo! Bss”. Seguro que era por otra cosa, pero eso de estar “con los tuyos” tiene una gran carga de significado. Ya no se trata de pensar. Se trata de estar. Con nosotros o contra nosotros.

18 de septiembre de 2013

Ouroboros: La chistera (17/09/2013)


Llevar chistera siempre me ha parecido algo como de deshollinador de musical. Ir con chistera es como llevar en la cabeza el podio de los pies, una dama sentada, un paso de baile, el ataúd de una chimenea, una olla de palomas, un escritorio con tintero o un personaje de Víctor Hugo. O eres un mimo en La Rambla, o eres un bailarín muerto, o eres Juan Tamariz, o eres Carlos de Inglaterra. A partir de ahí, las chisteras son capuchones a rosca para caricaturas. Hay quien, con chistera, lo que parece es un boy en una despedida de soltera. Pero seguro que es porque soy poco fino. Estoy acordándome de la boda de Fran Rivera con Eugenia. Toda una Duquesa de Alba, ante quien la Reina de Inglaterra es sólo una palanganera, a mí me parecía Omaíta en el casamiento de la Devo. Su hijo, Cayetano, diría que iba de presentador de circo o de peluquero de lujo de caballos. Y a su hija, Eugenia, sin duda la habían vestido para la boda en Disneylandia, en una caseta frente a un castillo hinchable. Como seguro que en realidad iban todos elegantísimos, cosa que dan los títulos, la clase y todos sus muebles con volutas en las patas, es que no tengo ni idea de eso.

Chistera y chaqué tienen dos ches que suenan a chuminada, pero eso es lo que hay que vestir cuando la clase se le puede salir a uno por la cabeza o el pernil, como al champán destapado. Esto habrán pensado en la boda rondeña de Fran Rivera y Lourdes Montes. La clase adecuadamente embotellada, la elegancia con todos sus forros, que si no se vuela como una gorra, menuda vulgaridad. Por eso los hombres tenían que ir con chaqué y chistera, y las mujeres de corto y con tocado, a ser posible del modelo ensaladera o ave atrapada en un cepo. No era una boda, sino un anidamiento en masa, con tanto pingüino y tanto palomo. Eso sí, todo finísimo. La novia llegó en un Rolls verde con las lunas tintadas (¿pondría detrás “turbo” con letras de llamas?) y uno se imagina cisnes de hielo, templetes adornados con cintas y guirnaldas, y tartas imitando fuentes o fuentes imitando tartas. Miren si fue elegante que estaba invitado Farruquito, que es capaz de llevar más encajes que la novia. Y César Cadaval. Y José Manuel Soto. Gente que uno no se puede imaginar sin chistera (hay otros a los que no te los imaginas con ella, como Fernando Alonso, que por eso no fue). También estuvo Eva González, novia de Cayetano Rivera, como una princesa de los geranios. ¿Cómo vas a quitarle a esta gente su chistera de charol, su pamelón como un sombrajo derretido, su traje como cosido aún al perchero? Sería dejarlos sin piel, peor que quitarles el meñique estirado o el gintonic con adelfas. No estaban vestidos para una exclusiva, domo dicen, sino para retratar a la auténtica aristocracia de este país, una aristocracia como dos tallas más grande que cualquier otra. La elegancia está en esos detalles. Yo quizá soy poco fino, pero ya me voy enterando de qué va la cosa. La finura es que parezca que a todos les falta el caballo, el muerto, la varita mágica o el maletín de facturas.

Somos Zapping: Alaya, la panadera y el emperador (16/09/2013)


La caza. En las noticias de Canal Sur dividían la pantalla entre la imagen de la jueza Alaya y la de Chaves y Griñán, como el cartel de una velada de boxeo. No es sólo un recurso gráfico, sino que es así como lo presentan. No se trata de dos ex presidentes autonómicos (y otros) pendientes de la justicia por lo que han hecho o dejado de hacer (el auto habla de “presuntos delitos de prevaricación y malversación entre otros”). Canal Sur lo trata más como una lucha o una persecución a paraguazos de una aviesa señora contra pacíficos abueletes de la autonomía. El foco no está nunca en los graves hechos que se plantean, sino en quien los señala, cruel como un cazador de focas. No parece que sea una jueza haciendo su trabajo, sino una maníaca que quiere matar al PSOE con hielo y veneno. El informativo de aquella noche había abierto así: “La Fiscalía Anticorrupción estudia el último auto de la jueza Alaya para determinar si se ajusta a derecho”. Ése era el titular, no que una juez instruya derechos a dos ex presidentes porque ve indicios para solicitar su imputación. Incluso aunque el auto no fuera necesario, incluso aunque esa instrucción de derechos fuera formalmente defectuosa (se verá), eso no cambia para nada el fundamento, la gravedad y la cercanía de esa petición de imputación. “Se trata de un nuevo auto polémico de la jueza Alaya, presentado en un momento político crucial, y que según algunos expertos jurídicos, está lleno de filigranas que podrían incluso rozar la ilegalidad”, destacaba la imprescindible Bárbara Ruíz, cronista de todo lo resbaladizo de Alaya. Con uno de estos especialistas hablaron en directo. El profesor de derecho procesal y penal de la Universidad de Sevilla, Miguel Polaino Orts, afeó la crónica anterior asegurando que Alaya sólo ha aplicado el artículo 118 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. No muy conforme con eso, Mabel Mata le preguntó si “es habitual un auto de estas características”. Si el auto es correcto, por lo menos que parezca malintencionado. Que las sombras vampíricas de Alaya oculten las verdaderas responsabilidades.


Campechanos. A Susana Díaz le estropearon el primer picnic de su Gobierno, como un chaparrón de realidad sobre su té de muñecas, pero pronto se pudo resarcir pisando palacio. Su audiencia con el Rey tuvo un poco de aquello de La panadera y el emperador. En Canal Sur veíamos la cara de la presidenta multiplicada por las pantallas, una cara que parecía haber ganado perfil de moneda y finura de tapiz por la cercanía con la realeza. Fue un ejemplo muy gráfico del susanismo caleidoscópico que diseña La Nuestra. Esta muchacha nueva tienen que conocerla los andaluces, parece que han dicho, y Canal Sur pone espejos y orlas a cada una de sus presencias. Susana Díaz sigue sin decir nada (un poco como el Rey), aunque lo dice como desde la pinacoteca o la Navidad de su cargo (como el Rey). Al final, lo único que podremos afirmar de ella (como del Rey) es que es muy campechana. Ya, con eso, se ganan el sueldo.


Cutre pero barato. Canal Sur renueva la parrilla de una manera rara, como abrillantando sus telarañas, igual que la familia Munster. Nos van a colocar, a estas alturas, un programa estilo Sorpresa, sorpresa presentado por Merche (pero qué necesidad había…) y sigue el latazo retrofranquista de la copla, pero por ejemplo nos quedamos sin Pido la palabra, un espacio domesticado aunque con destellos interesantes de vez en cuando. Veremos si el nuevo programa de debate tira más hacia La clave o a Telecinco, pero pueden hacer ustedes apuestas… Tampoco se renueva La semana más larga, no porque el papaconchoquismo humorístico o las pollas de goma sean más o menos servicio público, sino, creo yo, porque tenía demasiada estrellita y salía bastante caro. La mañana la llena el drama gratis; la tarde, el achuchón con bolsa de agua caliente, igual de gratis; y los niños cargantes y los chavales de la copla, baratos como un organillo con cabra, pueden ocupar noches y noches sin que decaiga su entusiasmo. Ya que va ser todo igual de cutre, al menos que sea barato.

16 de septiembre de 2013

#TuitMix: Expertos en Alaya y en Casillas (15/09/2013)


Jurisperitos. Los expertos en derecho procesal han superado a los expertos en Casillas. “Prevaricadoramente clarito” le parecía el auto de Alaya a @Jelbali, fontanero de Griñán.  “Con prevaricación o sin ella, la jueza Alaya ha conseguido el golpe de efecto que pretendía y desviar la atención informativa del día”, decía @merceperello. “Pseudoimputaciones y otras balas mediáticas en días señalados”, coincidía  ‏@Pedro_Orteg, responsable de comunicación de IU-CA (¿sorprende?). El periodista de Canal Sur @plazaro67 afirmaba que “la juez #Alaya deja claro a Susana Díaz quién lidera la oposición en #Andalucía en plena toma de posesión de su gobierno”. Como decía ‏@Joseluis_Cuevas, “llevan meses pidiendo celeridad y que los imputen ya... y hoy se quejan”. Hay expertos serios que le ponen pegas al auto, o aseguran que sólo sigue las recomendaciones de la audiencia provincial. Se resolverá en ese mundo de sutilezas y dobles fondos de los tribunales. Lo que me extraña es que los socialistas digan que la jueza prevarica claramente y su instrucción puede llevar a la nulidad, y se quejen de ella. Deberían aplaudirla y sonreír. Pero mirar las puñetas desenfoca la gravedad del asunto. O lo salda. @iescolar, director de eldiario.es, tuiteaba: “Lo que ha sucedido con los ERE es impresentable y exige responsabilidades políticas, no solo judiciales. Pero Griñán ha dimitido”. Y ahí se acaba la cosa. Que le quiten las multas de tráfico también. “Ha dimitido, qué más responsabilidad cabe??”, insistía @Jelbali. “Pero sin admitir responsabilidad alguna”, matizaba @kakanizacion. @m_gonzalezgcia resumía: “El régimen socialista andaluz ha vaciado las arcas públicas para su beneficio y ahora lo que les preocupa a Griñán y Chaves es su reputación”. Pues sí. Prioridades.

Susi censurada. Otra prioridad del PSOE andaluz: denunciar la divertidísima cuenta @Susi_Enfurecida, que ha sido suspendida (ya funciona @Susi_Enfuresia). Me pregunto si la misma presidenta habrá rellenado el formulario en inglés. Éstos de Twitter no entienden la guasa, porque se puede suspender una cuenta por suplantación de identidad, pero no por hacer una parodia. @evacampostower, que se proclama “progresista”, lo justificaba así: “Una cosa es guasa y otra bien distinta la falta de respeto. Creo adecuado que twitter ha hecho bien cerrando esta cuenta” (sic). Son como curas de Agustín González.

Cuánta responsabilidad. @_susanadiaz no tuiteaba desde el 25 de julio y volvió a hacerlo el día de su toma de posesión. Y a lo grande: “Camino de mi toma de posesión como presidenta de la Junta de Andalucía. Asumo con responsabilidad, ilusión y orgullo esta responsabilidad”. “Cuánta responsabilidad!”, se choteaba @cchurruca. Asumir con responsabilidad la responsabilidad. Que alguien escriba ese tuit, que se mantenga desde el día 7, que no se den cuenta o les dé lo mismo... El nivelito del #NuevoTiempo.

12 de septiembre de 2013

Triclinium: Alguien se sentó en el pastel (11/09/2013)

Entre el merengue de la comunión, los bordados de la nada coronada y la mesa puesta para las provincias del PSOE en este nuevo Gobierno de repartición, apareció Alaya y en San Telmo se atragantaron con rabos de cereza. Esta manía de Alaya de colarse sin estar invitada, sin haber regalado un libro de nácar ni un monedero en la puesta de largo del Nuevo Tiempo… El PSOE le había pedido celeridad, había criticado mucho esas “imputaciones selectivas” que dejaban fuera a los aforados… Pero claro, tampoco había que estropearles su paripé, su cambio de mantel. Si el PSOE protesta ahora, es porque Alaya les ha fastidiado el último vals de la noche de bodas. No tendría sentido que se quejaran de que la jueza haya hecho precisamente lo que pedían. ¿O sí?

Susana Díaz, con el cuadro velazqueño de sus consejeros detrás, hablaba de “un gobierno sensible, que escuche, transparente”, y fue como si le empezasen a caer horquillas del precioso moño de estos días. Su transparencia se convirtió en invisibilidad. Sus palabras, en musiquilla de ascensor. La gente dejó de escucharla para tuitear y retuitear la bomba. “Vaya caritas”, decían en Twitter de los socialistas presentes en la fiesta aguada. A Susana Díaz se la llevaron luego en volandas para informarla. Chaves despareció. En TW, nadie del PSOE decía nada. Al primero que vi reaccionar fue a Enrique Linde. “‏Leído el auto de la jueza Alaya, no es ni siquiera propuesta de imputación sino trasladar a los citados la existencia del procedimiento”. Sí, la jueza avisa de que va a solicitar su imputación y les da la oportunidad de personarse para alegar lo que estimen oportuno. Para el PSOE, esto significa que no pasa nada: el auto es una no imputación de quien no puede imputar aunque a veces se equivoque no imputando, o sea. “¡Que no puede abrir ese proceso de imputación!”, insistía Amparo Rubiales. Cómo se notaban las ganas de algunos de luchar implacablemente contra la corrupción. Sí, no pasaba nada. Y tan leve era esa nada que en San Telmo estaban blancos. Y pronto llegó la hora de atizarle a la jueza.

Parecía que los informativos de Canal Sur habían tenido que cambiar de vajilla más que de primera noticia, pero el titular fue acertado: “La jueza Alaya abre el procedimiento para una posible imputación por el caso de los ERE a los ex presidentes de la Junta…”. Claro que luego llegó Bárbara Ruiz, la especialista de Canal Sur en los borrones de la jueza, para decir que el auto era “cuanto menos peculiar” y que “incluso incurre en algunas contradicciones”. Según, eso sí, “las fuentes consultadas” (uno se imagina a Pérez Royo siendo esas fuentes con todos sus chorritos). La noticia en Canal Sur siempre tiene que ser una grapa del auto. El hecho capital de que dos ex presidentes y cinco ex consejeros más puedan ser imputados, de que un juez vea sólidos y graves indicios de delito contra ellos, les parece una riña de gorrillas al lado de la gramática, las motivaciones, el almanaque y el uso del typex de Alaya, agente del PP.

Se puede pensar que el auto es innecesario, que bastaría remitir el suplicatorio al tribunal competente y se ahorrarían disgustos intermedios. Pero que Alaya haya decidido este método por garantismo, cautela o intención de dejar mejor atada la instrucción, es irrelevante ante el hecho cierto y cercano de la petición de imputación. A Emilio de Llera, que salió en el informativo nervioso de ojos y horripilado de cejas, le parecía otra cosa: “¿Pero es verdad que lo ha sacado hoy? –preguntaba a los periodistas-. Increíble. Me parece increíble”. Ha sido tan increíble, tan imprevisible esto de Alaya, que a Griñán ni le ha dado tiempo a quitarse de en medio... Ah, no, que sí... En fin. Por su parte, Valderas decía que “cada institución, a lo suyo”. Es que él ya ha pasado página con esto del Nuevo Tiempo. Sus ternezas con Griñán, la defensa que ha hecho del ex presidente negando los argumentos de la jueza, no importan. En realidad, nada importa, salvo que alguien se sentó en el pastel.