5 de marzo de 2007

Somos Zapping 4/02/2007

Google en Fitur. Más que los diversos torreones, chacinas y señoritas como otra fruta de la tierra, la estampa de Fitur es sobre todo la de ese aspecto de ser transportados en bandejas que tienen allí los políticos. Concejalillos y prebostes han terminado mimetizándose con ellas y, agrupados alrededor de los stands o moviéndose por los pasillos, parecen langostinos servidos de pie. En Fitur, feria al andaluz modo que les pagamos a todos esos barandas con nuestro dinero, cambia un lema o cambia un moño de la azafata, pero poco más. Para buscar una novedad que presentar, otro cupo de turistas por cazar, la excusa anual para esa escapadita hacia un ambiente de discoteca de puretas, hay que ser imaginativo y lo que nunca falla es el recurso de las nuevas tecnologías, que es como mandar marcianos a raptar a los guiris. Parece que el pretexto de este año para llenar el AVE de toda la curia juntera ha sido más que nada una herramienta tecnológica que se llama “Andalucía en vivo”, y que no es un teletransportador, sino una simple página web con información turística. Lo molón es que, utilizando Google Earth, invento nada andaluz, se puede caer desde el espacio a la playa elegida en un segundo, cosa que les suena a magia. Pues eso, en el año 2007, una página web todavía maravilla a nuestros gobernantes y nos la enseñan en Canal Sur como si fuera una pila de fusión. Lo mejor fue la imagen de Paulino Plata mostrando en alto, igual que a un príncipe recién nacido, el móvil o PDA donde se veía la dichosa página, como si eso fuera también mérito de la Junta y no del fabricante del cacharro, de la compañía telefónica y de los motores de Internet que menean todo desde USA. Creo que les bastaría con decir que a Fitur se van de pingoneo. Total, si lo tenemos asumido. No hace falta que cojan gadgets copiados ni que se disfrazen de Merlín para impresionar al andaluz, tan analfabeto tecnológicamente que Internet le huele a azufre.

'Llamarme' a hotmail. Sumemos el analfabetismo tecnológico de aquí al otro de siempre, añadamos la cutrez televisiva propia de la tierra y la postal del paisano acodado en la barra del bar, ahíto de vinazo, dominó y fútbol, y tendremos el personaje del que se cachondearon largamente en Noche Hache para nuestra vergüenza. Se llama José Ramón, parece el panadero y tiene en Televisión Costa de la Luz, cadena roteña, un programa sostenido por sus delirios solitarios, ingenuos y camperos sobre el mundo del corazón, o eso pretende. En principio surge la duda de si el programa se ha planeado en serio o de cachondeo, pero luego concluyo que esa capacidad para resultar ridículo de una manera tan natural es imposible de fingir. Las televisiones locales son, ciertamente, el museo antropológico de lo que somos. Baste este ejemplo del tal José Ramón informando a la audiencia de su correo electrónico (me he ahorrado poner todos los sic): “Pa que la gente me quieran escribir o quieran saber algo mío, nada menos que tienen que hacer, llamar o escribir a joseramonconcorazon@hotmail.com, es mi..., mi... lo de Internet, mi número de esto para Internet, y quien quiera llamarme, aquí estáis...” . Y la gente lo “llamó” a hotmail, concretamente un tal Maguila, a quien le dijo esto: “Ahora no caigo quien es, pero me gustaría, a ver si un día quedo contigo... Yo paro en el bar Los Siete, allí puedes verme todos los días cuando tú quieras”. Ni “llamar” a hotmail ni messenger ni nada: que vaya al bar donde para. Maravilloso cómo ha cambiado la segunda o tercera modernización esta Andalucía.

Caballos. Los caballos, guapos animales guardiamarinas, y ese mundo alrededor suyo como de peluqueros o lanceros de una raza. Me pregunto, viendo en Espejo público (Antena 3) un reportaje sobre un espectáculo de la Escuela Andaluza de Arte Ecuestre en la Plaza Mayor de Madrid, por qué no los soporto. “Caballo y caballero, tándem inseparable, una comunión que se pierde en el tiempo, en las faenas del campo, en el apartado de las reses”, dice la voz en off. Y creo que ya lo sé. Dehesas y garrochas, caballos y jinetes, los señoritos que dejaron pudrirse a Andalucía, que la apartaron de la industrialización para tener mano de obra barata y seguir montando jacas. Sí, por eso no los soporto.

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