
Carnalidades. Ha pasado de una desnudez de tendera a una desnudez de tenista, a la vez que pasaba de la finura a las taquillas camioneras y del arte por el arte a sus tetas bien tasadas en Interviú, que siempre ha sido la salchichería de tetas de toda España con la que además aquí se hizo la Transición entera, la Democracia que se podría resumir en evolucionar de la Cantudo a la Pataky. La concejala pepera de Lepe se ha paseado desnuda de nuevo por las televisiones como dejando un reguero de arena desde sus orificios, y a uno, que no es nada puritano, le parece muy saludable para la vista y hasta para la política ver a esta buena señora hacer campaña en pelota. Esto cura enseguida la crispación (mientras que a Esperanza Aguirre no le dé por imitarla, claro) y cambia la imagen mantillona del PP igual que la del pueblo de Lepe, llevándola de sus tópicos a un nuevo naturalismo venéreo y a esa alegría de la cosecha de la carne. Mejor que el graciosismo, mejor que la catetada, mejor que la Andalucía encendida en el folclore y los azadonazos, uno prefiere la Andalucía encendida por el cuerpo mojado de sus vecinas, que además, la verdad, a uno le hace caer en esa secreta perversión que siempre resulta de imaginar a una señora decente seducida hacia el pecado por el dinero. Todo mucho más sensual y agradable, dónde va a parar, que la patética imagen que nos deja el consultorio sexual que últimamente les ha dado por poner en La buena gente, en el que todos los andaluces quedan entre ignorantes en la cama y mal follados, aparte de bastos. A una parienta a la que el esposo no tocaba demasiado, Olga Bertoméu le recomendaba lo de aquel chiste: “A las 12 se folla esté el titi o no esté el titi”. Nada, yo me quedo con la concejala, que creo que me gusta hasta más que la Pataky, que realmente parece sólo pescada en su fría desnudez, mientras que esta chica deja traslucir todo el proceso que va desde la timidez hasta la gloriosa explosión pública de su carnalidad. ¿Puede haber algo más sexy?
El otro culo al aire. Al morbo del desnudo de la concejala de Lepe sólo le ha podido hacer sombra en televisión el morbo de una nueva operación contra el blanqueo de dinero en el entorno Marbella. Por cierto, que el culo al aire que se le ha quedado a la Junta con sus abrazos al gilismo, con su silencio o con su silbar, que es a lo que ellos se dedicaban mientras Marbella se iba pudriendo, sigue siendo negado por Chaves, al que hemos visto culpar hasta a la prensa, ya ven. Vamos, que la corrupción ha venido con los reporteros del Tomate. Malo y torpe intento de tapar una vergüenzas imposibles de tapar, aunque ahora que Yola Berrocal se presenta a la alcaldía, según nos recuerda el Gran Wyoming, quizá les queda la esperanza de que otro culo más vistoso se interponga.
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