24 de mayo de 2012

Somos Zapping: Los mejores años de nuestra vida (7/05/2012)



Oposición contra Babilonia. Esos discursos y debates de investidura son como una larga visita de dos días al sastre para salir al final con lo que uno ya tenía puesto. El PSOE andaluz, además, suele usar un tono de recién graduado irritante después de tantos años: siempre parece que acaban de llegar para empezar a gobernar, cuando sólo se suceden a sí mismos. O sea, nos dicen que todos los problemas se van a solucionar, pero a partir de ahora. Lo de antes es como si lo hubieran hecho otros. Y eso, en cada legislatura. Nada nuevo esperaba yo, pues, del debate, que en Canal Sur transcurría como un ensayo de la eternidad con ayuda de ujieres fantasmas. Griñán, hablando como el resucitado que es, se empeñaba en inaugurar otra nueva época, pero nos dejaba el sermón de siempre. Eso sí, ahora se ve como la resistencia a Rajoy, a Merkel, a los mercadotes y al Mal en general. Cuando clamó contra la política económica de la UE, la dictadura de los mercados y la especulación, pensé que iba a votarlo hasta Sánchez Gordillo. Este jefe de aldea gala ya no sólo quiere reconquistar España para la izquierda, sino el mundo entero que se ha  convertido en una Babilonia del dinero y la crueldad. Pero las recetas nos sonaban a vieja propaganda y a volver a estar en la luna: “la industria aeroespacial”, “las energías renovables”, “una economía más sana” (?), “la artesanía agroalimentaria”... Otra vez le van a dar un molinillo a cada parado. Parecía el de Tecnópolis. Pero sólo un visionario sería capaz de colar esta frase en su debate de investidura: “creer en la seguridad y la higiene en el trabajo”. Tan visionario que su principal medida de estímulo económico va a ser poner a los parados a limpiar bosques. Nos suena todo esto, ¿verdad? Otro Plan E con colilleros, otra vez el keynesianismo inútil que nos endeudó y otra vez las ñoñerías verderonas del zapaterismo, pero ahora con el apoyo de la izquierda bucólica, o sea, aún con más radicalidad y contumacia. Además, se atrevió a hacerle un poema entero a la ética (!!!), y citó a Camus casi como si fuera mérito educativo de la Junta. Griñán se instalaba en la oposición a Rajoy y al mundo, otra vez con una margarita en la mano. Pero con millones de rehenes.

Gollum del PP. El PP tampoco aportó nada nuevo al debate, pero lo más significativo es que se le ve perdido, desconcertado, noqueado. No es que no haya digerido los resultados de la elecciones, es que parece que no se haya levantado de la cama desde la noche de los balcones tristes. Sólo les queda el recurso impotente y patético de llamar “alianza de perdedores” a los que les ganaron, al fin y al cabo, sumando votos, que es de lo que va esto. Tiene que ser frustrante, pero eso no puede convertir al PP andaluz en un partido reconcomido, rencoroso y abatido, con un Arenas invisible y llorón, que se aparta infantilmente para no sentir dolor, como hizo al no acudir a la toma de posesión de Griñán. Arenas parece el Gollum del PP, consumido y atormentado. Quizá sea la hora de cambiar caras, gentes y cansancios. La pregunta es: ¿tienen a alguien?


Coronación. Los presidentes de Gobierno toman posesión como con algo de frío, ante la Constitución, un crucifijo en espada y la cara de naipe de los Reyes, y luego se van con la cartera a Moncloa con pinta de llegar a la mili. En Andalucía, no. Aquí, tienen que montar una coronación con guateque. En el Parlamento, bajo un gran Hércules que parecía Valderas vigilando, en un amplio salón de tapices abarrotado y con un ambiente de anuncio de Ferrero Rocher, Griñán tomó posesión rodeado de un gentío de consejeros, almirantes, cargos, carguetes, socialistas de todo el escalafón, ex varios, pelotas e invitados de una y otra orilla. Hubo otra vez prediscursos, discursos, reverencias y aplausos. Era como si Griñán se casara con su puesto principesco. Así de modesta es nuestra autonomía. Griñán se definió como “servidor público”, no mencionó la corrupción y se puso sentimentalote. Yo pensé que de “servidores públicos” está lleno el fondo de reptiles, pero en fin... También dijo que “la economía social de mercado y el Estado de las autonomías nos han permitido los mejores años de nuestra vida”. Completamente de acuerdo, sobre todo en lo que respecta a ellos. Canal Sur preparó un largo especial más propio del Hola! que otra cosa y se dedicó a loas y recapitulaciones sobre la figura y el discurso de Griñán. De “emotivo”, “denso” o “con peso” lo calificaron, destacando “la defensa de lo público” o que “Andalucía es un exponente de libertad, tolerancia e igualdad” (?). Luego, en la tertulia, en la que volvían a cantar su gloria y se hacían quinielas de consejeros, hubo poca crítica, pero Mabel Mata se reía mucho y de corazón, toda puro gozo. Pues ea, ya tenemos presidente, Papa o emperador, con coronación incluida. Eso sí, una coronación muy de izquierdas.

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