
Epopeya. Hay unos guionistas de cámara y unos enciclopedistas de la épica o la miseria andaluza que están elaborando unos muy educativos reportajes desagraviadores y cantores de esta tierra, por cierto, narrados con un bello acento andaluz que no vemos casi nunca en Canal Sur, pero que a veces, cuando pega con la hagiografía o con el llanto, es un buen recurso. La serie se llama Andalucía es su nombre y, según leo en la programación, su objetivo es “reflejar la identidad de los andaluces y su capacidad para construir su realidad social y política”. El escepticismo me hace sonreír porque con la miseria de Andalucía, con el tráfico de sus lágrimas de pan duro, han hecho su trono los políticos de aquí y cuando recurren a la epopeya regional, al 28-F y al guerrillerismo de este pueblo tirando sus alpargatas, suele ser para infiltrar su patronazgo en el asunto, para identificarse con el heroísmo de todas esas églogas, para vendernos el jardín que ellos trajeron después de una travesía del desierto y, finalmente, pedirnos un voto identitario y salvador en honor de los mártires y los romances de nuestra sufrida tierra. El episodio que vi trataba de explicarnos que no somos vagos y en ello insistían muchos políticos e historiadores. Cierto, y uno añadiría que los verdaderos vagos e indolentes de Andalucía han sido los señoritos, los terratenientes, los latifundistas, ésos a los que la Junta todavía concede medallas. Pero, sin embargo, no puedo dejar de ver, en esos tópicos injustos y dolorosos que soportamos, casi el mismo pecado que en los gloriosos esencialismos comuneros y mosaicos que esta serie parece querer trasladar quizá porque ahora (seamos maliciosos) conviene para hacernos guapo y rescatador el nuevo Estatuto. La lucha de esta tierra, que sigue pobre y en barbecho, no ha terminado con el logro de la Autonomía. Más aún, su ensillonado y eternal gobierno sigue teniendo la culpa de un atraso que nos quieren borrar hablando de la Expo y de los invernaderos de Almería en contraposición a un pasado negro y orteguiano. La serie, en fin, parece hecha desde la cima de una montaña a la que no hemos llegado. Aún así, nos la venden. Aún así, la poetizan en Canal Sur, cómo no, los mismos de siempre y para lo mismo de siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario