12 de octubre de 2008

Somos Zapping 12/10/2008

Modernidad telegráfica. Esa juguetería de nuestras sucesivas modernizaciones, las bombillitas y los falsos calambrazos tecnólogicos que la Junta usa para su propaganda, de alguna manera tienen su razón de ser. Aquí, donde desde la Revolución Industrial llegamos tarde a todo, la tecnología aún nos produce cierto complejo cateto que intentamos compensar convirtiéndola en una cosa ridículamente icónica, fetichista. Tuve que reírme el otro día cuando en Andalucía directo nos ofrecieron un reportaje sobre Jun, ese pueblo de Granada donde se ha experimentado la teledemocracia. Allí, animados por una fiebre tecnológica con espasmos de vudú, se les ha ocurrido nada menos que incorporar a su bandera la palabra “amor”, pero eso sí, “en código binario”: “01 11 111 010”. Y me reí porque ese “código binario” era... ¡morse! El viejo alfabeto morse, como si todavía hoy estuvieran intentando comunicarse con el Titanic. Se habían limitado a sustituir los puntos por ceros y las rayas por unos, lo que al parecer les produce un desmesurado vértigo de modernidad y un sin par orgullo pionero. Han vuelto al telégrafo como al plumín y ellos creen que se han montado en una nave espacial. No me digan que no es para reírse. Pues había que escuchar al alcalde adornando el hecho de palabrería pseudocibernética. No, lo que han hecho no sólo no es nada moderno, sino que además han quedado como analfabetos informáticos. Me explico. No es correcto decir que la palabra “amor” está escrita en “código binario” porque el código binario es sólo un sistema numérico posicional ponderado que usa base 2 en vez de nuestra conocida base 10. O sea, que el sistema binario codifica números. Para codificar caracteres en binario, como hacen los ordenadores, es necesario otro paso: hacer corresponder a cada carácter un número. Es decir, hace falta otro sistema de codificación más que realice esta asignación, arbitraria por supuesto. Por eso, “amor” no está escrito en su bandera “en binario”, cosa que no tiene sentido, sino simplemente en código morse. Si querían reflejar su pasión por la informática, y no parecer sólo fareros, tendrían que haber recurrido a los sistemas de codificación de caracteres que usan verdaderamente los ordenadores: ASCII, Unicode o UTF-8... Aún más, lo suyo hubiera sido utilizar, en vez de binario, hexadecimal, más corto y cómodo como bien saben los informáticos. Esa bandera los deja como adorando un telegrama en pleno siglo XXI. Y encima flipando de modernos.


La mirada sangrienta. No sé si prefiero al Paco Lobatón que lamía puñaladas en sus programas o a este otro de Regreso al futuro, especie de pasacalles de momias, frikis y rancios, como portadas antiguas del Teleprograma. Esta semana me encontré con que le dedicaban homenajes a aquello de los viejitos de Juan y Medio y también a Juanito Navarro, en una inaguantable mezcla de cuplé y bragueros. El caso es que volví a acordarme de él, curiosamente, viendo La mirada crítica, cuando durante un momento imaginé o temí que se pudieran haber unido tan tremendas fuerzas andaluzas de la televisión como son Lobatón y María Teresa Campos. María Teresa Campos cada vez me decepciona más. No sólo se enreda en la actualidad como atrapada en hojas de periódico, sino que se va escorando de la noticia al suceso truculento hasta hacer recordar las carnicerías de Lobatón. La vi departiendo con un colaborador sobre viejos detalles del caso Wanninkhof (descripción de regueros de sangre incluida), introducir más carnaza de ese estilo con la frase “esta semana han pasado muchas cosas desagradables”, y, tras un curioso desmarque (“me querías contar el caso este del caníbal y he dicho no, porque no quiero irme yo con esa cosa tan desagradable...”), continuar (mucho mejor) con las declaraciones de un hombre “apenas unas horas después de que tres personas le robaran, lo rociaran de gasolina y le prendieran fuego en vida”. Por fin, remató con “la mujer que entró en el hospital de Barcelona y apuñaló a dos enfermos”. Cómo añoro a Vicente Vallés. Aunque cualquiera sería mejor que este nuevo monstruo andaluz que vemos en las mañanas de Telecinco, el marujeo de la Campos con el injerto de los tentáculos sanguinolentos de Lobatón.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre la bandera de Jun has acertado plenamente pero no la ha elegido el pueblo
Solo dos personas conocían el significado de la palabra oculta, fué aprobada en el Pleno pero sin decir que significaba
El himno sin embargo se estrenó en Un Acto Público con gran parafernalia pero sin pasar por Pleno cuando Izquierda Unida denunció este hecho en prensa, preguntó al pueblo en la Plaza de la iglesia si les gustaba el himno para después añadir "para que después digan que no soy demócrata"
Esta es la forma de actuar de este alcalde

Anónimo dijo...

Sobre la bandera de Jun has acertado plenamente pero no la ha elegido el pueblo
Solo dos personas conocían el significado de la palabra oculta, fué aprobada en el Pleno pero sin decir que significaba
El himno sin embargo se estrenó en Un Acto Público con gran parafernalia pero sin pasar por Pleno cuando Izquierda Unida denunció este hecho en prensa, preguntó al pueblo en la Plaza de la iglesia si les gustaba el himno para después añadir "para que después digan que no soy demócrata"
Esta es la forma de actuar de este alcalde

Anónimo dijo...

Una bandera al gusto y manera del Sr. alcalde que se ha empeñado en que "las Nuevas Tecnologías" son las señas de identidad del municipio y nada más lejos de la realidad, la teledemocracia aquí es una falacia ya que ni siquiera se permite participar a las personas críticas con su gestión en los Plenos y si lo intentan son expusados inmediatamente por la policia local

Anónimo dijo...

En el Pleno se aprobó lo de la bandera por la mayoría absoluta del PSOE, tanto la oposición como los vecinos no tienen nada que ver con su diseño, aqui se hace lo que este alcalde dice,el equipo de gobierno es él y lo que él dice "va a misa" como el programa de la sexta "El Intermedio"