23 de febrero de 2009

Somos Zapping 22/02/2009

Medallas. Debemos de habernos quedado sin grandes poetas, artistas, intelectuales, científicos, economistas, profesores, o es que Andalucía ha acabado abaratada, acuñada con el oro más bajo, más pobre, más latonero. Las Medallas de Andalucía que otorga la Junta cada vez pesan menos, parecen lunares arrancados a nuestros estampados tópicos. En las noticias de Canal Sur se empeñaban en que fueran como nuestros Nobel, esa dignidad académica y un poco marina con su pesantez de anclas en el pecho y alfombras por la cabeza, pero aquí lo que se premia, demasiado a menudo, es otra cosa: divismos de barriada, andalucismos de tapete, vulgaridad con denominación de origen, rancias alcurnias o figurantes que sirven o al menos no estorban al poder. Ahí están enmedallados Los del Río, Lopera, David Bisbal, Isabel Pantoja, Carmen Sevilla, la Duquesa de Alba... Este año le han concedido la Medalla de Andalucía a La Mari, cantante de Chambao, ya saben, la de esa musiquilla de una Andalucía emporrada, la que nos dejaba el ánimo laxo y receptivo para los noticiarios de Canal Sur, la de “déjate llevar por las sensaciones”, todo un leit motiv para esta casta política sesteante y lisérgica. Debemos de estar sin genios, sin pensadores, sin héroes, o es que el oro viejo de esta Andalucía cada vez está más sucio y vale menos.


Marioneta. Buena pareja con La Mari, pues también participa en esa música de organillo de la propaganda juntera, haría Roberto Sánchez Benítez, el tecnopolitano de ojitos de botón. Al teleñeco de las modernizaciones mentirosas y la felicidad gominolera de Andalucía le han dado en Palma del Río (ayuntamiento socialista, claro) un premio de “comunicación”. Creo que ya tiene tantos premios como Los Lunis, con los que suele competir en la misma categoría. El poder trata muy bien a sus marionetas.


Tarantela. Toreros ellos y modelos ellas. Los confundo como a los japoneses. Los Rivera y sus parejas, iguales o intercambiables. Están los programas de la basura y el celestineo muy pendientes de Fran y Cayetano Rivera y de sus presuntas mujeres florero, mujeres como para dejar el estoque, pues los toreros no han cambiado de siglo y supongo que sus modernísimas novias lo tendrán asumido. El otro día, en uno de estos programas, sentí que Andalucía aparecía como una vieja Sicilia, como cuando en El Padrino Michael Corleone busca allí novia. Me acordé de esos rituales con toda la parentela caminando tras el paseo de la parejita, como entre cabras. Sí, fue cuando una de las contertulias tomó como prueba inequívoca de la relación de Fran Rivera con Elisabeth Reyes (me parece, porque ya digo que confundo a esta gente) el que ella acompañara al muchacho en sus ensayos semanasanteros, como una especie de ceremonia del pañuelo. Allí iba la chica, detrás del paso cargado con sacos, en un sitio que supongo deben de tener para las novias (para ellos las mujeres siempre tienen su sito), y Andalucía parecía una rancia tarantela mezcla de machismo, brujería y matanza de pueblo.


Cara. Siguieron el olisqueo de los perros, acompañaron a las lanchas que buscan el cuerpo de Marta del Castillo, hicieron espectáculo y morbo de los corazones encogidos, explotaron la piedad y la rabia. Y luego, los de Andalucía directo se dignificaron de “rigor informativo” y se distanciaron de la basura que había generado el caso en otras televisiones. Menuda cara.

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