
En todo caso, esto nos hace constatar ese divorcio que existe entre la Justicia y el pueblo. Y aunque los casos de Mari Luz o Marta, tan sensibles, tan emocionales, son extremos, ciertamente la Justicia y la ciudadanía parecen hablarse desde muy lejos y con idiomas muy distintos. Seguimos sin confiar en una Justicia lenta, desbordada, desfasada, manejada como entre viejas tenedurías; una Justicia donde desbarran jueces y jurados, y que, para colmo, desde aquella Ley del Poder Judicial con la que Alfonso Guerra declaró muerto a Montesquieu, duerme blandamente en los tentáculos de la política. Que robagallinas y arrancadores de matas de poleo terminen en la cárcel mientras corruptos y terroristas tienen a la Ley por jardín, es algo que sigue chocando y no sin razón. Espectáculos como el de Garzón y Bermejo, con sus conchabamientos y causas generales, o los de los jueces que ponen su moral, su ideología y sus prejuicios por encima de la legislación; todo esto, en fin, es lógico que nos desasosiegue. Ahora parece que no hay más que esas cadenas perpetuas que se piden a bocados, pero creo que lo que necesitamos urgentemente es una Justicia moderna, independiente, eficaz, sin sus almenas kafkianas, y una Ley equilibrada, proporcionada, ejemplarizante y útil. Más que con horcas o mazmorras eternas, ganaríamos por ejemplo endureciendo las penas por corrupción, malversación de fondos públicos, cohecho y prevaricación, auténtico cáncer que amenaza con comerse a la Democracia misma. Desde “el clan de la gomina” hasta Ohanes, pasando por el paradigma de Marbella, vemos que la corrupción sale demasiado barata. Hay quien ve sus breves años de cárcel como una inversión aceptable porque luego retornarán a la sociedad igual de ricos y perfumados. Si la Ley asusta tan poco que un alcalde no duda en usar dinero púbico para irse de putas, imagínense cómo tiemblan si las corruptelas les hacen millonarios. ¿Pero quién grita en las calles por todo esto? Aún nos puede más el morbo que la necesidad.
1 comentario:
parece ser que Luis Miguel Fuentes esta en posesion de la verdad absoluta y esta declamando como si se tratase de u n dios del olimpo que esta por encima del bien y del mal
La corrupcion la venganza el odio la maldad y la bondad no la va a inventar ahora Luis Miguel Fuentes .Deja de declamar y ateinde a la realidad . Me gustaria verte en una situacion de aprieto aver hasta donde llegaba su mala leche dejate de tonterias y centrate en la realidad necesitamos castigos somos animales y como tales necesitamos palos
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