25 de mayo de 2009

Somos Zapping 17/05/2009

Educación infantil. El programa Los reporteros tenía que darle cobertura al nuevo decreto de la Junta sobre educación infantil y el viernes nos colaron el publirreportaje, tierno como un documental de oseznos. En la guardería, niños gateando, pintando con las manos, caritas de flor y dados por el suelo entre sus casitas de caramelo y el idioma de animalillos que hacen a esa edad. Según dice una educadora, quieren que tengan “una base fuerte”. Hay que tener la educación bien asentada en su plastilina porque luego todo se seguirá fundamentando en eso. La voz en off del reportaje nos cuenta que allí “aprenden a reciclar, a relacionarse y a compartir”, y remata sentenciosamente que “en la escuela infantil se ponen los cimientos de la educación (…), aquí comienzan a regarse las semillas que luego darán fruto toda una vida…”. Ciertamente, los niños llegarán a los 16 años y seguirán con el pegamento en la mano y pintando en las paredes. A esto lo ha llamado Mar Moreno “proyecto de gran calado”. Está muy bien eso de “conciliar la vida familiar y laboral”, pero enfocarse en los primeros churretes cuando la educación pública es uno de nuestros más vergonzosos fracasos, intentar vendernos a unos payasetes con tijera como excelencia de la escuela mientras el nivel académico de nuestros jóvenes los deja en el taca-taca, sobrepasa la propaganda para convertirse en cinismo. Otras reformas son las que hacen falta, pero la Junta sigue dándonos sólo papilla y Canal Sur, conformándonos con balancines.

El sheriff. Cargando sogas, enseñando bieldos, Javier Arenas se llevó al Parlamento a los padres de Mari Luz y Marta del Castillo para aventar sus propuestas de cadena perpetua y venganzas bíblicas. Lo vimos en las noticias y en las tertulias, como un sheriff con balas en los dientes. Arenas se ha apuntado al populismo del linchamiento y a la derecha con horcas, eso tan feo. “La sociedad lo demanda”, decían estos padres y parece que en ello coincide Arenas. Pero con firmas o barullos, la “sociedad” podría pedir igual gladiadores o fritanga de brujas, y eso no significa que sea justo. No sé qué quieren, cadena perpetua para los asesinatos con un mínimo de share o de odio de los vecinos, que las sentencias se dicten según el griterío que produzca el caso, que condenen los taxistas, o qué. La cadena perpetua me parece inadmisible, pero decidida por la turba, es espeluznante. Arenas era un poco ya como María del Monte, aprovechando para su oficio el morbo y la gula que ello produce en el gentío. Creo que se equivoca. Remite a esa derecha tan española de los guantazos y a esa otra como texana de la silla eléctrica.


Pudor. A Blanca Rodríguez, presentadora de Andalucía directo, le han dado un premio de ésos de ATEA, esa asociación un poco fantasmal que sólo aparece para guapear anualmente a los de siempre. “¿Qué noticia te hubiera gustado no dar?”, le preguntó una compañera para que luciera buenismo. “Las relacionadas con menores (…), lo de Mari Luz, Marta del Castillo…”, contestó. Curioso este pudor de la presentadora comparado con la actitud de los que dirigen su programa, que ha hocicado sin melindres en el morbo, la carnaza y la tripería de todos esos casos, hasta que la sangre les chorreaba por la papada. El expediente que le abrieron en el Consejo Audiovisual ya saben que quedó en nada, enterrado en su vasta y olorosa colección de muertos. Siguieron con su necrofilia y ahora, encima, reciben un premio. Eso sí, con pudor…

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