30 de julio de 2011

Somos Zapping: El roce hace el cariño (25/07/2011)

Transparencias. Ya somos una democracia transparente, según ha decidido el PSOE andaluz tras varias semanas de escaparatismo y bobadas en el Parlamento. Ha bastado que Griñán se fuera a la gestoría a por su declaración de Hacienda, que luego cayera en que todos los problemas de Andalucía vienen de que hay alcaldes diputados, y ya está. Con eso se han purificado para una larga temporada. Ahora nuestros gobernantes parecen escolares de primera comunión. Hasta las noticias de Canal Sur las ve uno desde entonces como fregoteadas con cristasol, con un brillo de democracia nacarada que deslumbra. Es que toda esa transparencia se contagia enseguida, sobre todo si siguen paso a paso, como han hecho los informativos de La Nuestra, la estrategia del PSOE andaluz: según tocaba, sacaban el IRPF de Griñán contra los escamoteos de Arenas, el sueldo de Arenas luego, más tarde esos alcaldes que ensucian el parlamentarismo (hablaban de la “mala imagen del Parlamento andaluz” por la protesta de los populares), y por último, claro, Camps. Por supuesto, nada de los ERE aparecía ni de lejos tras esas transparencias. Canal Sur siempre ha sido muy transparente, así que no sorprende que toque la misma arpa de cristal que el PSOE. Pero me temo que nada ha habido en estos paripés que tenga que ver con la verdadera transparencia y honradez de la política. Sólo ha sido una larguísima chorrada que se descubre muy bien en estas palabras del parlamentario socialista José Muñoz sobre la ocurrencia de expulsar a los alcaldes diputados: “Lo hacemos porque lo reclama la ciudadanía, la máxima atención reclama la ciudadanía a sus problemas” (sic). Yo creo que la ciudadanía reclama otras cosas, entre ellas menos mentecatadas pomposas y más soluciones de verdad contra la miseria y la corrupción. Para lo que ha servido esta transparencia es para dejar aún más en bragas la desfachatez y la tontería de esta caterva que nos gobierna.


Periodista de camarín. Sigue los pasos y la voz de Griñán, le ahueca los discursos, canta sus milagros, esparce su perfume y su Buena Nueva. Quizá no se han fijado, pero Canal Sur tiene asignada a Griñán una especie de periodista de camarín que le sigue allí a donde va, como con una palangana o un incensario. Es Carmen Benavides, más escriba que cronista, más retratista de corte que reportera. La verán indefectiblemente en las noticias tras un mitin, una inauguración, una declaración, una vista del Presidente, sea donde sea, porque hay oficios consagrados, hay sacerdocios de lealtad que no se pueden dejar en manos de cualquier corresponsal de provincia, sino que requieren el entusiasmo y la veneración de una dedicación absoluta y devota. Allí estará ella siempre, lanzando pétalos, anunciando las sucesivas salvaciones que nos trae Griñán, con su lenguaje más propagandístico que informativo, con sus palabras como de esposa o al menos de secretaria un poco enamoriscada del jefe. Quizá ni siquiera es culpa de ella. Es como si Canal Sur quisiera casar a sus periodistas con sus políticos para que nazcan esos lazos de fidelidad o dependencia que den como fruto natural unas crónicas sumisas, hagiográficas, complacientes y guapeantes. Quizá Canal Sur ha casado a Carmen Benavides con Griñán para que el roce haga el cariño.


Nuestro consejero. No ocurre sólo con esas reporteras que yo llamo vaticanas, las que te cuentan la crónica política como Paloma Gómez Borrero te contaba los desayunos del Papa con los ángeles. También hay periodistas masculinos que dejan notar su amor por nuestros gobernantes. Como Tito Ortiz, encargado de las noticias desde Granada en ese espacio que tienen los informativos de Canal Sur para pasearse como en bicicleta por las provincias. Con cierto tono curil también, habló de “nuestro consejero Paulino Plata”. “Nuestro consejero”... Ahí hay cariño, cercanía y sólo la justa sumisión. Podría haber dicho “nuestro querido consejero”, pero hubiera quedado como norcoreano. “Nuestro consejero” pega mejor con ese sutil estilo de hijo respetuoso a la vez que amoroso y agradecido que Canal Sur usa para referirse a los dueños de Andalucía.


Andalucía es. Son unos breves que rematan siempre “Andalucía es innovación” o “Andalucía es cultura” y que hacen surgir de repente, entre los anuncios de detergente, empresas de nanotecnología y otros vértigos o guapuras de esta Andalucía guay. Pues dedicaron uno a la Real Escuela de Arte Ecuestre y dijeron esto: “Su tesoro de brillantes carruajes y coloridas guarniciones compone la viva imagen de la cultura andaluza, la modernidad hecha sobre historia milenaria”. La modernidad de los coches de caballos o las chaquetillas, ya ven. Le van a quitar el puesto a Roberto Sánchez Benítez.

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