12 de diciembre de 2011

Somos Zapping: Andalucía encorvada (10/10/2011)

La boda. Se casó la gran duquesa, gozo para todos los abanicadores y peinadores que corte que hacen este país de plebeyos. Rodeada de toreros, rumbistas y curas en racimo, Cayetana se casó no sólo con un señor, sino con toda la tradición de esta aristocracia española hecha más que nada de mozos de cuadra, borracheras de tablao y catolicismo azahonado. Yo me imagino a Cayetana, hasta en en Buckingham Palace, sacudiéndose la paja de los hombros y cargando con un porrón y una familia de banderilleros. Canal Sur, que es un canal muy plebeyo y muy rancio, le dedicó especiales sobre especiales y un sitio de honor en los informativos. Volvieron a repetir parte de la entrevista que le hizo en su día Inmaculada Casal, cumbre del periodismo en que se le preguntó a la duquesa por su color y su aroma favoritos, en un ambiente tan asfixiantemente rococó que la emisión de la TDT se pixelaba por lo recargado del saloncito (¿se puede medir la horterez por sobrepasar el ancho de banda de la tele?). Luego, el día de la boda, una mesa de ampulosos cotillas y recogecolas hicieron de la televisión pública una peluquería de barrio. Horas de encajes, hagiografía y retratismo de salón, babosillos y reverenciales, para la gran terrateniente de Andalucía, icono de la aristocracia indolente, vividora y aciaga que nos regaló la historia. Como cumbre, la duquesa se quitaba los zapatos y bailaba en un gesto como de reina enseñando el orinal. Que sea feliz. Ella no me importa tanto como la estatura encorvada que mostró toda Andalucía a su paso.


No tiene arreglo. El nuevo programa de Toñi Moreno, Tiene arreglo, sobre consumo o denuncia ciudadana, está lleno de estafillas, vecinos coñazo, locos o puercos, sofás mal empaquetados y cosas así. Toñi Moreno tiene naturalidad y desparpajo, aunque demasiado. Vamos, que es como otra maruja que saliera del público. Sus ganas de agradar, de que se note que es puro pueblo, le llevan a muchas tontadas condescendientes, cursis, lamiosas y chovinista-afectivas. Pero lo más curioso es que, a pesar de su vocación de denuncia, hay la consigna de que ninguna de esas denuncias afecten a las administraciones públicas. Pueden ustedes quejarse de los pollos del vecino, o de una tienda de muebles, pero no de la Junta, ni de un ayuntamiento. Aquí, lo que funciona mal nunca será culpa de los poderes públicos. Eso sí que no tiene arreglo.


Reidores del paro. Canal Sur nos dio las cifras del paro de septiembre (25.592 desempleados más en Andalucía) con Silvia Sanz sonriéndose mucho. Debe de ser el optimismo de Manuel Recio, que se contagia. Esto fue lo que dijo el consejero: “El dato es malo, pero seguimos siendo moderadamente optimistas”. Antes, en los informativos provinciales de Cádiz, amortiguaban o más bien achampanaban la noticia con un toque de aviónica, que les gusta tanto: “Sube el paro en todos los sectores aunque del aeronáutico nos llegan muy buenas noticias: Airbus Puerto Real pasa a la historia de la industria con la fabricación de la primera pieza del A-350”. A la “historia de la industria”, nada menos. A la historia de la infamia y la desvergüenza pasarán sin duda los reidores del paro y los comités florales encargados de guapear noticias.


Millonarios vendimiando. Las estrellas de Canal Sur, millonarios por atontar y adular a un pueblo pobre y cegado, no sólo no padecen la crisis, sino que se cachondean de ella. Manu Sánchez se hizo la promo de la nueva temporada de La semana más larga aparentando que estaba vendimiando con la cuadrilla, con el caldo de la uva chorreando por los codos, cuando recibía la llamada de Canal Sur. Sí, menos mal que Manu Sánchez tiene que echar la vendimia... Yo pensé en los miles de andaluces que sí tienen que coger el tijerón y sudar el sol de la tierra en su chepa, y me pareció una burla fea, sobrada, denigrante. La llamada debería de haberla recibido en un yate o en el piscinón de una mansión con flamencas en topless. Manu vendimiando... La verdad es que, aun con sus millones, Manu sigue oliendo un poco a mosto, a albariza y a esportón.


Tristezas y tontadas. En el Club de las ideas continúa la batalla entre las tristezas y las tontadas de nuestra educación. A unos chavales ya como trinquetes se les intenta acercar a la lectura con un concurso sobre tebeos de Tintín (¿llegarán a Mortadelo y Filemón en el Bachillerato, o eso se considera tema universitario?). Otros terminan en pomposos comités de mediación formados por los propios chavales porque, jugando al fútbol, uno soltó una patada y otro agarró de la camiseta. Tribunales de chiquillos se juzgan los bocados al cropán mientras la auténtica violencia, la que tiene a los profesores indefensos ante los gamberros, sólo merece la ocultación y la negación.

1 comentario:

Salvador dijo...

Cuanta verda, a veces el sistema educativo es de chiste...