12 de diciembre de 2011

Somos Zapping: Luto en las sonrisas (21/11/2011)

Los lúcidos y los tristes. Ya terminó todo, volvieron las campanas a Génova, se culminaron las venganzas y el PSOE es la imagen de dos pececillos, Zapatero y Rubalcaba, ahogados y pisoteados fuera de la pecera. Una ruina de país por gobernar y un partido que habrá que reinventar, eso es lo que les espera a los dos grandes de la política española, que después de un par de legislaturas arrojándose primero muertos y luego paletas parados, bonos basura y picadillo ideológico, han terminado dándose el pésame el uno al otro. No parecía una noche de confeti, sino de suicidas. Había luto en las sonrisas del PP, aunque sus pijos parecieran tan contentos, y en las lágrimas del PSOE se despedía una era. Adiós zapaterismo, adiós neofelipismo, y lo malo es que nadie sabe qué ocurrirá ahora en la socialdemocracia española, o en lo que ha quedado de ese nombre. Los más viejos aún tienen la esperanza de aguantar con el búnker andaluz, aunque sea por los pelos. Si no, llegará una limpieza de arriba a abajo en el socialismo, que algunos llevan preparando dentro del partido hace mucho. Es curioso, pero ahora que acabó la campaña quizá más dura y determinante de la democracia, yo no dejo de acordarme de una frase que le escuché el otro día a Pedro Ruiz, entrevistado por Jesús Quintero. Nunca mejor que ahora pudo Quintero abandonar por un rato a esos sabios con borrico y otros vainas que él ha ido encumbrando. Nunca mejor que al final de esta campaña podría haber invitado a susurrar con él a alguien que se sacude tan irónica y finamente la suciedad y la saliva de esta política teatrera y mediocre para dejar algo que no sé si es una duda, una esperanza o una travesura. Pedro Ruiz es un hombre con talento e inteligencia, quizá algo afectado en su pose anacoreta o exiliada, pero que siempre ha sido indomable y por eso el poder le ha hecho vacíos y putadas. Ahora que todo ha terminado, ahora que hay nuevo comandante para nuestras cenizas en esta España polarizada, atrincherada, es reconfortante encontrar una voz en la distancia que pueda hablar sin sectarismos ni filiaciones, aunque le reverbere algo de amargura. Dijo Pedro Ruiz: “La derecha explota a los países y la izquierda los arruina”. Es una rotunda e interesante reflexión en el momento de las victorias de unos y los hundimientos de otros. Pensar que seguramente ayer ni se alcanzó la salvación ni venció Satán. Y que aún hay un espacio en política, fuera de las posturitas y los barullos partidistas, para que opinen los inconformistas, los lúcidos y los tristes. Los que ayer no ganaron ni perdieron, ni mucho, ni poco, ni del todo.


Neutralidad. Con España dividida y cabreada, con la guerra del PSOE y del PP viviéndose entre taxistas, brokers, quiosqueros, sindicalistas, funcionarios, monjas, banqueros, poetillas, pijos, currelas y pelados, sólo se podía mencionar la neutralidad desde la ingenuidad o desde el cinismo. Las televisiones públicas son cañoneras de partido, y si no llamaban a zafarrancho en campaña, si no las usaban ahora que se jugaban el culo, cuándo lo iban a hacer. La Junta Electoral puede decir lo que quiera, pero exigir neutralidad a las televisiones públicas es como ordenar que se vuelvan castos los crápulas o palomitas los halcones. Hay mil trucos en periodismo para afear o guapear a gusto a un partido. En la edición, el enfoque, la selección de una frase, en la actualidad que se saca o que se oculta, en el portavoz de un gobierno al que se le deja hacer su propaganda con la excusa institucional... En Canal Sur hemos visto todos esos trucos: Mar Moreno saliendo cada día a criticar al PP desde su sillón de la Junta, esas convenientes noticias sobre inversiones en educación o cobertura social del Gobierno Andaluz, esas manifestaciones contra Esperanza Aguirre que abrían los informativos de Andalucía... Lo de menos era que resumieran a Arenas o a Rajoy en la frase más insustancial de la jornada. Para que vean, el día en que la prima de riesgo española superó los 500 puntos, el informativo del mediodía sólo desarrolló la noticia después de haber dado buena cuenta de varias manifestaciones “por la educación pública”. Y no quedó ahí la cosa, porque la cobertura de una de estas manifestaciones, la protesta de universitarios en Madrid, nos dejó por la noche uno de los instantes más desvergonzados y obscenos de toda la campaña por parte de Canal Sur: la imagen final del montaje de la noticia era un primer plano del cartel electoral del PSOE colgado de una farola, Rubalcaba con su “Pelea por lo que quieres”. Sin ningún disimulo ni pudor. No creo que sea posible una mayor confesión de parcialidad y manipulación, de la indecente sumisión de Canal Sur a sus dueños políticos. Así terminaban la noticia, con una pancarta defendiendo la “escuela pública” al fondo y cartel del PSOE ondeando en la pantalla. Toma neutralidad.

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