Mímica. Primero fueron la siglas y el abecedario, de Zapatero a ZP y de la socialdemocracia a la Z de sus hamacas o dormideras. El marketing ha sustituido a la política y lo último parece que es la mímica, los mimos que se suben a los atriles y ya no dejan ni un argumento ni su inicial, sino un gesto abracadabrante. Veo una y otra vez en televisión la ceja de Zapatero, como gafas hechas con los dedos, y a uno le parece una mirilla muy pequeña para la realidad y la complejidad de la política. Pero no es sólo Zapatero con su ceja de quita y pon. También Julián Álvarez, de la Coalición Andalucista, esa especie de rebujo agropecuario, va poniendo por seña unos pies descalzos, unos pies de bailarín, unos pies como ortopédicos, unos pies de saltimbanqui que anda con las manos, unos pies como un aplauso de pobres. Mímica o cortes de manga con los pies, en esto se ha quedado la política. Y si el PP no tiene aún gesto ni parte del cuerpo pintada para la campaña, es sin duda porque no lo ven propio de las “personas normales” que dicen ellos. Pienso, viendo en la información de campaña tanta posturita y sombra chinesca, que al PSOE de aquí le convendría otro signo, mejor que el de esa suma que tienen y que parece que ha copiado también Llamazares. El signo del PSOE de Andalucía podría ser pasarse dos dedos por el gañote de arriba a abajo y ya no necesitarían más explicaciones ni discursos.
Independencia. Manuel Campo Vidal se defendía en los desayunos de TVE y las campañas que le ha llevado a la Junta y los programas de televisión idiotas que le han dado (¿recuerdan esa yincana que se llamaba Generación XXI?) no importaban. Sí, pidamos independencia ahora a estos arrimados al poder y también a Canal Sur para el cara a cara entre Chaves y Arenas. Ya es demasiado tarde, hasta para los ingenuos.
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