11 de mayo de 2008

Somos Zapping 11/05/2008

Nacionalcatolicismo. Ahí está, capitaneando al pueblo que tiene las pantorrillas en agua, los bueyes alados, un calor religioso en las ingles y los dioses medio enterrados en arena, como anclas. Nuestra televisión autonómica se debería llamar Hermandad Matriz de Canal Sur y tener por logotipo, en vez de ese sol con tatuaje, esas telas sobredoradas y duras que llaman simpecado, como corpiños de monja en los que se han posado un ave o una salamandra. Cuando al poder le interesa el pueblo en cuanto a gentío, no importa en pos de qué, siempre se pone delante a vocearlo, a acompañarlo, a aplaudirlo. Como instrumento del poder que es, Canal Sur tiene el disfraz de rociero como tiene el de nazareno y sabe convertir la televisión en capilla o en tronco sagrado con el que luego recoge votos sin pudor. Esto del socialismo nacionalcatólico no es una contradicción, sino el resultado perverso del interés sin escrúpulo, del populismo sin valores, de la venalidad de su ideología que no es ideología sino adulación a la masa en todas sus manifestaciones de amontonamiento. En las noticias, en Andalucía directo, en Mira la vida, en todos sus programas, el Rocío, religión de descalzos, de pastores y de traperos, era ensalzado con resoles de agua, con fervor manijero, y un continuo rezo a los pantanos y las piedras se apoderaba de la cadena pública con reporteros y helicópteros arrodillados y piadosos. Carriolas, simpecados, herrajes y bombonas consagrados; ritos en los ríos, cantos a la luna, lloros histéricos, salves en directo, un hermano mayor que dice que lo ha puesto allí “el pueblo” (no los socios), clubes de fútbol ofreciendo ramos, Chaves recibiendo una medalla y dando vivas a la Blanca Paloma, María del Monte explicándonos lo que es la hermandad (“hermandad porque van todos a una, buscándola a Ella, con mayúscula”)... Canal Sur, sacristanejo de un nacionalcatolicismo con todas sus hechuras y pústulas franquistas. Tras tanto embarque, camino y rendido fervor, sólo un olor desvergonzado a pies llegaba hasta los espectadores y los cielos.


Extraterrestes de las marismas. Lo he dicho alguna vez: para el resto del mundo somos bosquimanos o extraterrestres. Nuestras costumbres tienen la ternura de lo primitivo o el asombro de lo incomprensible. En La Primera, el programa de Carolina Ferre, Yo estuve allí, invitó a Los del Río, a María José Suárez y a Belén Ordóñez para que explicaran el Rocío, y pareció que aquello trataba de exobiología, como si intentaran entender la bioquímica de un marciano a través del idioma del mismo marciano. Ni las visitas a una madre pastorcita ni las noches al raso como un impresionismo de lo religioso con que trataban de aclarar Los del Río su esotérica devoción, podían eludir la realidad de que, fuera de su pequeño contexto o microcosmos palanganero, el Rocío sólo puede verse como una extraña idolatría de las piedras, una merendola medieval y unas incómodas escoceduras en las que se solaza toda una tribu prehistórica. Las imágenes, siempre espeluznantes, de los almonteños saltando la reja con ese fanatismo que parece hambre, aún intentaban justificarlas como amor de hijo. Cuando no sabían que responder, Los del Río se arrancaban por sevillanas: “La reunión va cantando sevillanas y plegarias / a la Virgen del Rocío, que es la más guapa de España”. Inconscientemente quizá, buscaban con eso el abrigo de su catetismo, volver a su idioma, a su contexto en el que no hace falta explicar nada porque todo resulta evidente, claro, eterno y normal. Pero a mí nunca me ha parecido evidente ni normal que haya una marabunta de extraterrestres por las marismas.


El eslogan. Si tuvieran que describir a Canal Sur, ¿con qué palabras lo harían? ¿Una televisión zafia, vecindona, populachera, chovinista, hortera, analfabeta, kitsch, folclórica, filofranquista, al servicio baboso del poder político? Pues ellos se han buscado un eslogan bastante más rimbombante, tanto que parece cachondeo. Invitándonos en un spot a visitar las ferias del libro (¿pero para qué un libro, con lo contentos que estamos aquí con los pitos rocieros?), Canal Sur aprovecha para definirse como “la primera industria cultural de Andalucía” (¡¡¡sic!!!). Cuánto cinismo... ¿Qué creerán que es la cultura? ¿Los regüeldos de los gordos de María del Monte?

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