Lo que han hecho en el Virgen del Rocío ha sido una cirugía cercana al alma, más que cuando abren el tórax con sacacorchos. Platón ponía almas diferentes en el cerebro, el corazón y el hígado, pero eso ya sólo son bolsillos, como esa cara que trasplantan ahora con el alma de unos labios pegada. Primero se difuminaron las fronteras del alma con la filosofía, luego las del yo con el psicoanálisis y las últimas serán las del cuerpo con la tecnología. Un día seremos múltiples, extensibles y biónicos, nos prestaremos y recargaremos un brazo o el cerebro como un mechero. Uno lo que lamenta es que se esté avanzando en la ciencia-ficción en los mismos hospitales donde las listas de espera admiten muertos y los médicos tienen contado el esparadrapo. Hace poco, un amigo, traumatólogo en la privada, me contaba que colegas suyos, médicos de cabecera en el SAS, le llevan radiografías para pedirle opinión, porque cada vez que ellos derivan un paciente al especialista, los de arriba ponen un punto negro al lado de sus nombres. Y esto es así mientras la Junta añade su logotipo a vídeos de siameses separados y Canal Sur publicita estas operaciones de cien médicos y cien palanganas como prueba de nuestra vanguardia. Pero la impresión que dan es que se han gastado todo el dinero en eso como en una boda de pobre.
La política quizá también lo está gastando todo en caras mientras se mueren sus urgencias. Llegó la cara de Griñán por la de Chaves a la presidencia de la Junta, pero hablaban igual y a nosotros nos seguían mordiendo las pulgas. Ahora Griñán colgará su retrato en el partido pero no sabemos si eso será política o decoración. El PSOE andaluz parece ahora operado a vida o muerte, queda por averiguar si lo han llevado al quirófano de ese congreso extraordinario para hacerle un lifting o para cambiar todas sus vísceras nicotinadas por otras esponjosas. Empiezan por la cara de convaleciente de Griñán, pero la cara ya hemos dicho que no es el alma aunque insistamos en buscarla allí. Más hondo está el espíritu de un partido y quizá no hay médicos para curar ciertos males. Mucha microcirugía y mucha sangre va a necesitar Griñán si quiere cambiar en este PSOE más que una cara de repuesto. No sé si el PSOE andaluz resucitará como rubia operada o como monstruo de Frankenstein, o acaso está entregando la cuchara, como dicen los médicos cuando alguien va a palmarla sin remedio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario