8 de febrero de 2010

Somos Zapping: Sevillanistas vs. ninis (8/02/2010)

Talento barato. Hay famosos de paquete y meadero, hay niñatos estrellas de sus pelotillas de ombligo, triunfan el edredoning y la generación nini, que son como si nuestra decadencia nos enseñara gozosamente el culo. Pero no diría yo que esto es lo peor, porque al menos este desbragamiento y esta putrefacción del mérito, el talento y la excelencia aún provoca indignación y rebeldía. Hay algo peor que la bajeza, y es la mediocridad. La bajeza no engaña: es evidente y orgullosa en su avilantez. La mediocridad, sin embargo, es usurpadora, puede confundir las escalas, puede abaratar o destruir lo auténticamente valioso. Por eso es tan dañina. Un especialista en ensalzar la mediocridad como cumbre de lo que sea (arte, conocimiento o política), es precisamente Canal Sur. Veo en Mira la vida a un señor que parece que va a pregonar dos pares de calcetines a un euro, pero del que rotulan que es “inspiración, talento y una voz excepcional”. Es Manuel Orta, sevillanista de tierna horterez y mantecosa vulgaridad, artistilla que canta unos infantilismos sonrojantes y malísimos como arrebatado por musas de tendedero. “Este es mi mejor amigo y tiene síndrome de Down”, remataba en una sevillana facilona dedicada a él mismo y a los fans que por lo visto tiene entre esas personas. Yo me acordé de algo que me mandaron por correo una vez, un hilarante top diez de discos de gasolinera en el que ganaba un tipo indescriptible con un CD titulado “Madre, soy cristiano homosexual”. Pero aquí, ya ven, enseguida todo es arte, inspiración y talento, sean unas sevillanas tan sentidas como ridículas, un chiste con tambor o un arremangamiento de enaguas; cualquier cosa que pueda justificarse por la racialidad, la populachería o la simple vecindad. Hace poco, vi en 1001 noches un largo y rendido homenaje a Miguel Caiceo, esa doña Paca empercochadora del humor, retratado como artistazo y a la vez santo, como si la bonhomía diera la talla del mérito. Salieron a adularlo y celebrarlo Victorio y Lucchino, Rafael Cremades y otros como compañeros de sus tostadas en el Horno San Buenaventura de la Alfalfa, y Miguel Caiceo parecía un premio Nobel de ésos que viven su grandeza y su modestia en las buhardillas. Pero sólo es un chistoso de gracia grotesca, dudosa o incluso ausente, al que Canal Sur agigantaba haciendo desaparecer, al mismo tiempo, el significado de la valía y la excepcionalidad verdaderas. Tanto talento aquí, y tan barato. Los niñatos nini nunca intentarán subirse a los pedestales de la excelencia, la cultura y el arte. Los Orta o los Caiceo de aquí, sin embargo, copan los nuestros, y eso es aún peor que si nos enseñaran sus ingles como lo único que pueden ofrecer.


Ajuste. El paro todavía es más doloroso cuando nuestros gobernantes responden a él con el disimulo y la sandez. Aquí dejo, con toda su crudeza y descaro, algunas declaraciones aparecidas en los noticiarios de Canal Sur tras la Encuesta de Población Activa y los últimos datos de las oficinas de empleo. Griñán: “Yo creo que éste es un dato esperanzador, dos años llevábamos en que siempre se destruía empleo y por primera vez en dos años ha aumentado el empleo” (la alegría venía porque la tasa de ocupados había aumentado el último trimestre en 9.000 personas, a pesar de que el paro sobrepasa el millón). Carmen Martínez Aguayo, Consejera de Economía de la Junta, citada por una reportera desde la Casa Rosa: “Ha querido destacar lo que considera un 'hecho diferencial andaluz' (!), y es que el paro ha subido menos que la media española y menos que en tres comunidades” (sin duda, un “hecho diferencial” más significativo que nuestro millón de parados). Celestino Corbacho, Ministro de Trabajo (o de su ausencia): “[Esperamos que] A partir del segundo semestre el paro ya se haya ajustado totalmente; es más, creemos que en los próximos meses el ajuste va a ser un ajuste que se va acercando más al ajuste estacional que al ajuste por destrucción de empleo” (ahora resulta que el paro en España no crece, sino que se ajusta ajustadamente a la vergüenza de cuatro millones ajustados de parados). Ajústense los cinturones, por si acaso.


Astronomía. Se abre el telón y aparece un reportero de Andalucía Directo entrevistando a una cocinera que alimenta a un zorro merodeador, luego una chica harta de que le pregunten si los nacidos tal día van a tener suerte esa semana y, por fin, el mismo reportero ilustrándonos así: “Digamos que aquí se recibe lo que está en el cielo”. ¿De qué va el reportaje? Pues del Observatorio de Sierra Nevada. Sólo AD podía hacer de un radiotelescopio una freidora, de un científico un esquiador y de la astronomía un oficio de manejar cisternas.

1 comentario:

yinyang mason dijo...

Mira lo último en mi blog que te hago un guiño