15 de febrero de 2010

Somos Zapping: Aspecto andaluz (15/02/2010)

Destellos de carnaval. Creo que ha merecido la pena cargarse las retransmisiones carnavaleras de Canal Sur este año (y hasta las de Onda Cádiz, aunque fuera sólo por ver a ese Martínez Ares figurando a lo Norma Desmond). Entre el chovinismo, la demagogia, las gracias de bidé y los arañamientos de tripas, siempre hay destellos y pequeños cofres que se encuentran. Y no lo digo únicamente por los pasodobles del Selu (qué monstruo), sino por el propio Canal Sur, que le añadía a la cosa su propio aliño chirigotero. Ahí nos dejaron, por ejemplo, entre telón y telón, a un Manu Sánchez anunciando vino con una camiseta del Algarrobo de Curro Jiménez, magnífico autorretrato y aún más: una confesión, una proclama, una bandera. O esos teatrillos sobre el 2012, con actores queriéndole dar al parlamentarismo gaditano y a la Pepa un aire virginiano, glorioso y fundador, como esas funciones de escolares americanos sobre los padres de la patria. Pero lo que parecían eran piratas de Isla Mágica, cuentacuentos para niños o el museo de cera de una celebración que ya empieza a resultar, tan pronto, jartible. Y qué decir de Manolo Casal confesando que se le ponía “el vello de punta” al oír las notas del himno de Andalucía... ¿Es que acaso hubo una izada de bandera en el Falla? No, era la chirigota La Pasma, con un tipo de supuestos policías autonómicos andaluces, cazurros y con boina y garrote, amagando con sus pitos esa música. Pero aquello no era sino una maliciosa parodia de ese patrioterismo institucional y cateto tan común aquí, o sea, precisamente el que Manolo Casal acababa de manifestar tan ridículamente sin entender para nada la tremenda ironía. Sí, mereció la pena comprobar que, en Canal Sur, el carnaval no es distinto al resto del año.


Amor y lozanía. A Roberto Sánchez Benítez, la salud se la da el estar hecho de plástico. Por eso sus recetas en Salud al día no sirven para nadie más, o al menos para nadie hecho de carne, hueso y cerebro. Hace poco lo vimos prescribir “risoterapia” mandándonos a Cádiz, lugar feliz y sano donde los haya, balneario de parados desde luego; y esta semana, con la excusa de San Valentín, nos ha recetado... amor. “Los besos son la mejor terapia para superar la depresión, sobre todo en invierno (?)”, decía una voz en off. “Las emociones son beneficiosas para la salud (!?)”, insistían. “Los enamorados son prácticamente invulnerables a los virus y a las enfermedades en general (!!??)”, remataban. Yo creo que a lo que son invulnerables Roberto Sánchez Benítez y su(s) programa(s) es a que los infecte la inteligencia. Pero si creían que con haber encontrado la cura definitiva para todo mal en la risa, el amor o la estupidez, iba la ciencia de Roberto Sánchez Benítez a quedarse satisfecha, se equivocan. Aún hay otra medicina más potente: ser andaluz. Vean lo que le decía a Juan y Medio en una entrevista: “Juan, pirata de la pradera [póngase aquí acento de Chiquito de la Calzada], te veo morenito, te veo con muy buen aspecto, aspecto andaluz dicho sea de paso, un aspecto lozano”. El “aspecto andaluz”, ya ven, la salud idiosincrásica, el vigor identitario. Y aún reforzó su brillante tesis otra vez: “Juan, hijo de farmacéutica y de médico, por eso estás tú tan sano, además de [por] ser andaluz”. Sin duda, lo mejor para estar sano a la manera de Roberto Sánchez Benítez, además de ser andaluz, es ponerse muchas cataplasmas de majadería.


Fantasías de Sisí. A ella, especie de panaderita de un emperador, le pegan mucho los casoplones con verja horrorosa, los candelabros con chorreras, las cortinas con antepasado, los jardines con cupidos y los marquesados de las vajillas. No podían darle a otra que a Inmaculada Casal este programa de cotilleo, tocador y mantelería que es De lujo, donde andaluces con mansión o yeguada nos enseñan en la pinacoteca de su casa, en sus salones hilados, su intimidad acolchada y su vida con muchas capas de nácar (empezaron por la Duquesa de Alba, estampada de ella misma). A la vez, se va desarrollando un debate de chismorreo cursi, entre la decoración y la genealogía. Yo no sé si es peor el encanallamiento de los programas belenestebanistas o este intento de distraer y deslumbrar al pueblo doliente con obscenas y horteras fantasías de Sisí.


Cementerios. Otra vez tuvo la tarde en Canal Sur su largo enterramiento. Esta vez, por ese incendio en una residencia de ancianos. De Juan y Medio a las noticias, cada grito, cada asfixia, cada manta en llamas, fueron contados, revividos, desarrollados y hasta olidos. No se cansan estos pajarracos de alimentarse en los cementerios.

3 comentarios:

yinyang mason dijo...

Dos cosillas. ¡Menuda manía le tienes al pobre chico de 'Salud al día'! Enamorarse y reirse por prescripción facultativa... ¡Éso está muy bien! Tú fíjate en él por la tele. Parece que se haya puesto dos palancas dentro de la boca para que se le mantenga la sonrisa. Siempre se ríe. Se puede morir medio mundo, pero siempre se ríe. El problema lo tenemos tú y yo, que somos unos tristes, amargados con el resto de nuestra sociedad. Si todo es bello y hermoso. Y un apunte: los sucesos siempre son tema de interés público y hay que tratarlos sin tapujos aunque con los límites correspondientes a cada hora.

Tricolor dijo...

Luis, ¿qué te parece la nueva cuña están poniendo en la SER (no sé si en otra emisora más) con la colaboración de la Junta en la que nos piden que nos sintamos orgullosos de ser andaluces como si de un deber patriótico se tratara? Auténticamente enternecedor. No te prives de escucharla (y mucho menos, de comentarla...).

Anónimo dijo...

este pseudointelectual/presentador paniaguado de la junta de andalucía tiene motivos obvios para estar siempre riendo. Vive del cuento, de su nula creatividad y los demás a sopas de ajo. Buen artículo, y si supiera las cositas que yo sé de él le arrearía con más saña...pero este chico no es más que una derivada de la España que vivimos, los mejores hace tiempo que se fueron.