
Entourage. ¿Cuántos políticos y adláteres hacen falta para una inauguración? Un maravilloso plano picado que nos ofrecieron los informativos de Canal Sur durante la apertura de dos nuevas estaciones de cercanías en Málaga nos lo aclara: hacen falta por lo menos dos tramos de escalera mecánica llenos de secretarios generales, medio consejeros, alcaldes, ayudantes, asesores, quitapelusas y vicequitapelusas, muy apretujados. Así son los séquitos de la política, su entourage, como los de los roqueros. Entre los que hacen las cosas, los que sólo figuran, los que han sido invitados para el roneo, los jefes y los indios, los técnicos y los bardos, los enchufados y los pelotas, así toma su tamaño desmedido este transatlántico de lo público, en las inauguraciones o en los pasillos. Multipliquen administraciones, consejerías, ministerios, cargos, subcargos, fundaciones, observatorios y consejos por la longitud de dos tramos de escalera y empiecen a imaginar lo que nos cuesta esta fiesta. Piensen cuántos sobran en esas escaleras igual que en los despachos y tendrán un cálculo bastante fiable del número de vividores que nos saquean el presupuesto.
Prioridad del flamenco. No es el flamenco en sí, que a mí no me gusta pero ahí está como fenómeno cultural, social y también económico. No, es su prioridad, o mejor dicho, la descompensación entre la prioridad que se le puede asignar al flamenco dentro de toda la cultura y la que le otorga la administración andaluza, que parece que no conoce ni promueve otra cosa que quejidos y saraos. Entre las ciencias, las letras y las artes más elevadas, que nos abren el mundo, nos hacen pensar y evolucionar, nos enriquecen y humanizan, ¿qué es el flamenco? Después de oír cómo se expresa un cantaor (hagan la prueba, escuchen a los que entrevistan en ese documental que nos repiten tanto en Canal Sur HD), ¿de verdad lo pondrían a la altura de un científico, de un filósofo, de un gran escritor? ¿O más bien a la altura de un torero o un futbolista? Veo ahora en las noticias que el consejero de Cultura, Paulino Plata, firma un convenio con la RTVA para la promoción de la candidatura del flamenco como Patrimonio de la Humanidad. Muy bien, si no fuera porque aquí necesitamos mucho más esa otra cultura a la que ni la Junta ni Canal Sur atienden y, es más, que los dos demuestran despreciar. Más pensadores, más libros, más ciencia, más conocimiento, más Arte con mayúsculas y menos analfabetos por fandangos, eso es lo que habría que promocionar aquí con todos los dineros y convenios posibles. Pero alguien se dio cuenta del fácil truco de vender como máxima expresión de cultura el folclorismo inculto de esta tierra. Así ya lo tenían todo hecho. Así nos quedábamos igual. Y tan contentos.
1 comentario:
en el mundo de ayer viene una crítica al señor culto. léalo usted
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