Betisvisión. Modernidad para el Betis, algo así como Internet en una capilla. Hay ciertas cosas imposibles, como que Lopera resulte moderno, que sería igual que ver a un centurión en moto. El Centenario del Betis incluye ritos tridentinos, monumentos a la afición como un pastel luisino en Chantilly, pero también páginas web que les salen como de madera, claro. En las noticias de Canal Sur sacaban la presentación de esta Betisvisión, que en realidad sólo consiste en el uso de herramientas de Google que permiten enviar mensajes y vídeos, con los que seguramente los béticos se intercambiarán muchas estampas de santos. El primero fue Lopera, que comenzaba su vídeo con un primer plano del busto de un Cristo (no entiendo de cristos, pero éste parecía entre decapitado y trofeo de verano), para que luego la cámara fuera descendiendo lentamente hasta enfocar al Máximo Accionista (parece en verdad nombre de centurión) en un despacho alicatado, raro como en unas termas o en un matadero. “Béticos, enhorabuena. Como un club moderno que es el Real Betis Balompié, ya tenemos la televisión del Real Betis Balompié, por Internet (...). Lo que mi afición se merece”. Tela de moderno, Don Manué. Creo que ya están pensando cómo hacer para chatear con el Gran Poder.
La muerte con María. Vi a María del Monte a cuatro patas, olisqueando, y no era otro taichí raro o la definitiva asunción de su altura artística, sino que ahora hace teatrillos, sketches, que la dejan por los suelos, nunca mejor dicho. A ella y a colaboradoras como Rosario Mohedano o Maite Cadaval, menuda roña de actrices. Gracias a ello, y a que en una de éstas un actor travestido se atragantó con un tortillón, pudimos ver a los maravillosos puñeteros de Sé lo que hicisteis dedicarle maldades. “Morir en el programa de María del Monte ya es humillante, (...) pero morir en el programa de María del Monte, vestido de mujer y atragantado con un trozo de tortilla, no se me ocurre nada peor”, decía Ángel Martín. El público se reía sólo al escuchar “programa de María del Monte”, tanto que casi no hizo falta la ironía de comparar sus sketches con los de los Monty Python. El de la tortilla fue especialmente brillante: “Guarra, asquerosa, cómo tienes la boca de pringue”. Con María del Monte hay que morir, ciertamente. Atragantado o de puro asco.
Gran Bretaña Directo. Canal Sur va donde lo lleva el morbo, por muy lejos que caiga, que ellos no reparan en gastos cuando se trata de excitar a la plebe con truculencias. Nada menos que en Rothley, Gran Bretaña, se plantó Andalucía Directo (¿por qué se llama Andalucía Directo?), siguiendo el culebrón de Madeleine y sus padres, a los que, por cierto, el reportero llamó McCain, como las patatas fritas, en vez de McCann. Donde sea, hombre, como si aquí no hubiera dinero... Hasta para hacer Gran Bretaña Directo, si hace falta.
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