6 de noviembre de 2009

Somos Zapping: Suspiros de Andalucía (1/11/2009)

Andaluces con morriña. No entiendo esos programas del tipo “paisanos por el mundo”, en los que un como primo nuestro nos enseña países empezando por su sofá. Para conocer otras maneras de vivir, lugares lejanos y culturas exóticas, no sólo no es necesario, sino que estorba que alguien nos presente a su suegra y la decoración de su saloncito con botijos o morcillas del pueblo. Somos tan catetos que nos maravilla que podamos sobrevivir por ahí, que hayamos atinado a coger trenes y aviones hasta tan lejos, que seamos capaces de manejarnos en otro idioma y adaptarnos a sus protocolos o descocos, como si fuéramos Paco Martínez Soria en la ciudad con los ojos espantados. Callejeros viajeros aún tira hacia el estilo National Geographic, Españoles por el mundo se enfoca más en el retrato, pero Andaluces por el mundo es como una reunión avinada en la que Lauren Postigo invitara a cantar la versión regional de Suspiros de España. Ya la promo del programa nos lo deja claro: “¿A quién se le ocurre irse a vivir fuera de Andalucía?”. Sí, a quién se le ocurre abandonar el Paraíso Terrenal para irse como a iglús, a paisajes de vodka, a desiertos sin jamón serrano, a metrópolis sin ferias, a mediodías sin cañas... Así, andaluces que triunfan en la NASA o dirigen orquestas levemente helvéticas son preguntados por la morriña de los carnavales, la Semana Santa o los aliños de su comarca, haciendo de todo el programa un moqueo y una llorera de tristes exiliados condenados a un dinero frío, a un éxito nublado, a un seco confort nórdico en el que languidecen sin sus Vírgenes, taconeos, paisajes y majados andaluces, con los que tienen que hacer capillas de torero en su casa para no morir de nostalgia. De eso se trata, de seguir convenciéndonos de que cualquier pobre en su plazuela andaluza será siempre más feliz que el triunfador apartado de la luz alimenticia, sagrada e incomparable de esta tierra. Los andaluces abogados en Manhattan, doctores en Vancouver o violinistas en Londres son en el fondo unos desgraciados sin calor y sin madre. Nada como esta “calidad de vida” nuestra, este sol de los tumbados, consuelo de menesterosos; otra vez el falaz locus amoenus pintado por un poder político que nos dice que nada más hay por hacer aquí cuando ya se ha alcanzado el Cielo y en él no necesitamos ni pan ni bolsillos. Ahora, al programa le han dado uno de esos premiecillos con los que el roneo autonómico se condecora a sí mismo. Vi a Pablo Carrasco, gran capitán de la estupidización y la complacencia regionales, darle la vuelta a la cosa hablando del orgullo y la excelencia de unos andaluces que triunfan tan lejos. Pero no, el programa es la mirada acuosa que quieren poner en nuestros ojos con los vapores de un pasodoble cateto.


Popurrí. Apuntes de las noticias del viernes en Canal Sur: 1) El presupuesto en un pen drive como una sortija. Me extraño. Lo propio sería un CD o DVD, mucho más barato y además de sólo lectura. En el pen drive todavía se podrían borrar o modificar los archivos, mover sus números, cambiarlos por una peli porno. Pero a ellos les parece como más japonés. Como siempre, el efectismo gana a la eficiencia. 2) Alrededor de Griñán aparece el presidente del Consejo Consultivo, Juan Cano Bueso, vestido como de Príncipe Valiente o macero de su dignidad. Pienso que en Andalucía se pagan demasiados collares y colgajos para nada. 3) Informe trimestral de analistas económicos (¿qué analistas?): “Lo peor de la crisis ha pasado”, anuncian jubilosos, si bien “la economía andaluza se contraerá más de un 3%” y “el paro alcanzará el millón de desempleados antes de que termine el año”. Este optimismo sí que no tiene precio.

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