Amor y lozanía. A Roberto Sánchez Benítez, la salud se la da el estar hecho de plástico. Por eso sus recetas en Salud al día no sirven para nadie más, o al menos para nadie hecho de carne, hueso y cerebro. Hace poco lo vimos prescribir “risoterapia” mandándonos a Cádiz, lugar feliz y sano donde los haya, balneario de parados desde luego; y esta semana, con la excusa de San Valentín, nos ha recetado... amor. “Los besos son la mejor terapia para superar la depresión, sobre todo en invierno (?)”, decía una voz en off. “Las emociones son beneficiosas para la salud (!?)”, insistían. “Los enamorados son prácticamente invulnerables a los virus y a las enfermedades en general (!!??)”, remataban. Yo creo que a lo que son invulnerables Roberto Sánchez Benítez y su(s) programa(s) es a que los infecte la inteligencia. Pero si creían que con haber encontrado la cura definitiva para todo mal en la risa, el amor o la estupidez, iba la ciencia de Roberto Sánchez Benítez a quedarse satisfecha, se equivocan. Aún hay otra medicina más potente: ser andaluz. Vean lo que le decía a Juan y Medio en una entrevista: “Juan, pirata de la pradera [póngase aquí acento de Chiquito de la Calzada], te veo morenito, te veo con muy buen aspecto, aspecto andaluz dicho sea de paso, un aspecto lozano”. El “aspecto andaluz”, ya ven, la salud idiosincrásica, el vigor identitario. Y aún reforzó su brillante tesis otra vez: “Juan, hijo de farmacéutica y de médico, por eso estás tú tan sano, además de [por] ser andaluz”. Sin duda, lo mejor para estar sano a la manera de Roberto Sánchez Benítez, además de ser andaluz, es ponerse muchas cataplasmas de majadería.
Fantasías de Sisí. A ella, especie de panaderita de un emperador, le pegan mucho los casoplones con verja horrorosa, los candelabros con chorreras, las cortinas con antepasado, los jardines con cupidos y los marquesados de las vajillas. No podían darle a otra que a Inmaculada Casal este programa de cotilleo, tocador y mantelería que es De lujo, donde andaluces con mansión o yeguada nos enseñan en la pinacoteca de su casa, en sus salones hilados, su intimidad acolchada y su vida con muchas capas de nácar (empezaron por la Duquesa de Alba, estampada de ella misma). A la vez, se va desarrollando un debate de chismorreo cursi, entre la decoración y la genealogía. Yo no sé si es peor el encanallamiento de los programas belenestebanistas o este intento de distraer y deslumbrar al pueblo doliente con obscenas y horteras fantasías de Sisí.
Cementerios. Otra vez tuvo la tarde en Canal Sur su largo enterramiento. Esta vez, por ese incendio en una residencia de ancianos. De Juan y Medio a las noticias, cada grito, cada asfixia, cada manta en llamas, fueron contados, revividos, desarrollados y hasta olidos. No se cansan estos pajarracos de alimentarse en los cementerios.
3 comentarios:
Dos cosillas. ¡Menuda manía le tienes al pobre chico de 'Salud al día'! Enamorarse y reirse por prescripción facultativa... ¡Éso está muy bien! Tú fíjate en él por la tele. Parece que se haya puesto dos palancas dentro de la boca para que se le mantenga la sonrisa. Siempre se ríe. Se puede morir medio mundo, pero siempre se ríe. El problema lo tenemos tú y yo, que somos unos tristes, amargados con el resto de nuestra sociedad. Si todo es bello y hermoso. Y un apunte: los sucesos siempre son tema de interés público y hay que tratarlos sin tapujos aunque con los límites correspondientes a cada hora.
Luis, ¿qué te parece la nueva cuña están poniendo en la SER (no sé si en otra emisora más) con la colaboración de la Junta en la que nos piden que nos sintamos orgullosos de ser andaluces como si de un deber patriótico se tratara? Auténticamente enternecedor. No te prives de escucharla (y mucho menos, de comentarla...).
este pseudointelectual/presentador paniaguado de la junta de andalucía tiene motivos obvios para estar siempre riendo. Vive del cuento, de su nula creatividad y los demás a sopas de ajo. Buen artículo, y si supiera las cositas que yo sé de él le arrearía con más saña...pero este chico no es más que una derivada de la España que vivimos, los mejores hace tiempo que se fueron.
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