7 de julio de 2012

Hoy viernes: Fieras de partido (5/07/2012)


Susana Díaz tiene pinta de profesora de autoescuela, pero dicen que es un 'animal político'. No sé yo. También lo dicen de Zoido, que a mí me sigue pareciendo políticamente una folclórica. Yo distinguiría el animal político de la fiera de partido. Un animal político era Felipe González. Inteligente y seductor, sabía bailar con el partido y besar y mentir al electorado, como un tanguista del Guadalquivir. Tenía percha y labia y era capaz de conllevar un elevado sentido de Estado con una demagogia simple pero artística. Te podía engañar, pero siempre como un mago, no como un buhonero. La fiera de partido es diferente. Mientras el animal político ve como desde arriba su partido, la política, el país y la sociedad, la fiera de partido reduce su ámbito a los pasillos. Por allí da mordiscos o regala chocolatinas, pero sigue pareciendo un visitador médico con ambiciones desmesuradas o asesinas. Ahí pongo a Susana Díaz, que puede ser mortal en un congreso, pero fuera hace política de baratijas, a base de discursos memos, eslóganes de detergente y aviesas pedradas a la inteligencia como a unos pobres gorriones.

Susana Díaz, generación griñanini, crecida como una lechuga dentro del criadero socialista y entrenada ahí como en un dojo; Susana Díaz, que no ha conocido otra cosa, que no sabe otra cosa, fue subiendo en el partido como se sube en esos sitios hasta que la llevaron en góndola a la Junta. Ahora ha vuelto al partido como un viajero oriental, a seducir con sedas, mejunjes, dragones y pecado. En vísperas del congreso provincial de Sevilla, sus propios compañeros la acusan de usar las instituciones para medrar en el PSOE. Ha dicho Borbolla que no se puede competir contra su candidatura porque viene con el sello real del BOJA, esa firma que “sirve para contratar a militantes del PSOE-A”. ¿Escandaloso? No, lo normal en la avilantez de esta política corrupta que mancomuna instituciones y partido, lo público y lo privado, lo de todos y lo suyo... Eso es lo que tenemos, no tanto animales políticos como mediocres con hambre, basureros de la lógica, regateadores de zoco, mortíferos gañanes, loteros de la demagogia y piratas esquineros; esas fieras de partido, avaramente cuchicheantes y urdidoras, como viejas envenenadoras... Y eso, donde hay un partido... En el PP andaluz, que no era un partido, sino una cofradía de pasión alrededor de Arenas, no hay ni aspirantes ni familias ni creo que gente. Sólo Zoido, político al que le veo la corbata como una peineta, y luego un montón de huérfanos. Ya no hay verdaderos animales políticos, esos que al final salían mejor o peor, pero iban acompañados de su estatua y llevaban la posteridad como un perfume canalla. Sólo hay pequeñas fieras de corral y, de vez en cuando, algún triste funcionario, melancólico como Pessoa, que se deja llevar por la sombras de los árboles hacia la tarde, la miseria o la corrupción.

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