Abriendo
tiempos. El oráculo no se equivocó y Susana Díaz,
con discurso de miss pero todas las tanquetas del aparato, será la candidata
socialista a presidir la Junta. Es más, será la Presidenta de la Junta al
volver de vacaciones, si hemos interpretado bien los signos en el cielo y en
las asaduras. De nuevo, alguien llegaría a la Presidencia sin que lo hayan
votado ni los de su propio partido. En la entrevista de Canal Sur, la heredera
hablaba sin embargo de “la fiesta de la democracia”. Desde luego, para algunos esta
democracia es su fiesta. Después de ir ocupando Canal Sur un poco como en el
cuento de Cortázar, Susana Díaz se sentó por fin como candidata ante Mabel Mata
y yo tenía curiosidad por ver si era capaz de decir algo. Me refiero a algo
políticamente consistente, no a esas como declaraciones de futbolista, ese tofu
de tópicos y naderías, como si en vez de un político fuera de una secta de
emporrados o de adoradores de Anne Igartiburu. “Marea de ilusión”, “generando
ilusión”, “un nuevo camino”, “abrir un nuevo tiempo” (lo llegó a decir cinco o
seis veces). Cuando Mabel Mata le pidió que concretara más esa gloriosa
parusía, lo que explicó fue que “la gente lo está pasando mal y por eso nuestro
partido tiene que prestigiar la política, la buena política, la útil, la
decente”. Y ya está. No tiene más. Eslóganes, y con campanillas de sarcasmo. Le
dedicaron mucho tiempo a la legitimidad de su elección, pero la chirigota la ha
visto todo el mundo. Hablar de “voluntad de la militancia” cuando ésta se ve obligada
a firmar con nombre y apellidos sus afectos reales o fingidos y a asumir las
consecuencias y las purgas de equivocarse de bando, sí que es un insulto al espíritu
democrático. Susana Díaz puso como ejemplo las primarias de Almunia y Borrell,
en las que perdió el aparato. Pero Borrell renunció a intentar conseguir los
avales de la militancia precisamente por carecer de un “aparato” que lo
apoyara. Los consiguió de parte del Comité Federal. Bastó para que las urnas
hablaran, esta vez sí democráticamente, y por eso pasó lo que pasó. Ni proceso
“histórico” (UPyD y Equo ya han hecho primarias reales antes aquí) ni “fiesta
de la democracia”. Sólo un traspaso programado usando todo el poder triturador
y condicionante del aparato, que no está la cosa para perder las habichuelas.
Por cierto, a Díaz le preguntaron por una posible imputación de Griñán: “No
puedo contemplarlo porque no veo ningún motivo para ello”, aseguró. O sea, que
si le parece bien lo que ha hecho Griñán y éste resulta imputado, por ahí le
rozaría como un ala de murciélago la complicidad, el encubrimiento o la
tolerancia ante la corrupción. El nuevo tiempo abierto se parecería demasiado
al viejo tiempo todavía sin cerrar. Pero eso ya lo teníamos asumido.
Ocupación. No quiero que entre tanta fiesta susanista y tanto betún se me
pase comentar una interesante reflexión del veterano periodista Pedro de Tena,
estos días atrás en 13 TV. Interesante por la visión global de todo lo que está
pasando en Andalucía y por la gravedad de lo que significa: “Esto de los ERE no
es más que la consecuencia de la estrategia de ocupación sistemática,
institucional, política y social de Andalucía que hizo el Partido Socialista
desde el 82”. Y puso significativos ejemplos: “En el 82 no había ninguna caja
en manos del PSOE, y en el 86 estaban todas. Cajas, medios de comunicación,
subvenciones, todo esto es un mecanismo infernal que ha llevado a un partido a
la descomposición interna moral”. Eso es el Régimen. Estrategia de ocupación,
control total de Andalucía durante más de 30 años. Eso que ya está podrido. Y
cuyo último cachorro quiere abrir un nuevo tiempo, dice.
Leyes
que asfixian. Ah, esos certeros contraataques de Los reporteros a cada ley del Gobierno
Central… ¿Reforma de la administración local? Pues imágenes de niños que se
quedarán sin escuela y de viejitos en silla de ruedas que se asfixiarán
consecuentemente. “Frente al supuesto ahorro económico, muchas personas piensan
que la nueva ley tendrá repercusiones muy negativas”. No hacía falta ni decirlo.
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