30 de agosto de 2007

La muerte de Umbral

Trajino mal con los muertos. No he querido escribir sobre Umbral, cuando el periódico venía mojado de su muerte. Esta pequeña nota, que cuelgo aquí tarde y con dudas, es para dejar constancia de que no es un olvido ni un desprecio, sino un homenaje. Me levanté y escribí otras cosas del día, como manda a veces el oficio y como dejó dicho él mismo: "Lo que hago es desmarcarme cuando el tema está ahí muy mollar, y sé que van a ir todos por ahí...". La columna que aparecerá pronto aquí arriba no lo menciona, no tiene nada que ver con él, pero está llena de Umbral. Disculpen ustedes, pero es que yo no sé rozarme con los muertos ni hablarles como al padre, aunque lo fueran. Sólo le digo: adiós, maestro.

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