29 de marzo de 2010

Somos Zapping: Cantineras y padrecitos (29/03/2010)

Pitas, pitas. Hay que tener cuidado con las metáforas de animales, que igual hacen heráldica que lo ensucian todo. Una paloma en el cielo puede ser un ángel con Dios en el pico, pero también puede ser el mismo cielo en posición de cagarnos. Hay que tener cuidado, que los corrales apestan y los mulos cocean. Ahora nos ha venido con lengua suelta y palos de gallinero Esperanza Aguirre, esa mujer que hace zarzuelas con la boquita, especie de dueña de la que bien podríamos decir lo que escribió Quevedo: “Más charló que una azuda y una aceña”. “Pitas, pitas”, nos llama Zapatero mientras los andaluces zureamos o cacareamos cluecos, según ella, y así nos lo han sacado en todas las televisiones (yo lo vi en lo de Wyoming, donde hicieron graciosas salchichas con la frase y con Aguirre). Parece que, por una razón u otra, Andalucía siempre tiene reservado por ahí el rincón de la paja, pero ése es tema aparte. Esperanza Aguirre va de castiza, y es verdad, porque nada hay tan español como llamarse perros o gallinas o cabrones o cabestros o puercos o palomos cojos, animales todos de insulto reverendo, mezquino y matarife. Sólo “hijoputa” vence aquí a las bestias, palabrota que por cierto también ha usado Aguirre en sus maneras legionarias de hacer política. No, no voy a ponerme digno ni a salir con eso del “insulto a Andalucía”, que es otra vulgaridad. Tampoco voy a entrar en si los subsidios nos hacen flojos o nos tapan la boca, que no es la cuestión. Pero si las autonomías, los pueblos y los políticos empiezan a llamarse unos a otros con metáforas de chiquero, esto va a ser un lodazal. Aguirre tiene boca de jarro y pulla de cantinera, y aquí quizá hay símiles también rurales pero menos estercolados que los que le salen a ella. Hay que tener cuidado con las metáforas de animales, sobre todo si pretenden restablecer esa España de linde, vergazo, berrido y leche agria.


Dinero de ida y vuelta. Sólo me voy a detener en un coletazo televisivo de ese Consejo de Ministros que tuvo lugar en Sevilla y que en Canal Sur retrataron como poniendo monedas sobre monedas igual que mudéjar sobre mudéjar. Me refiero a la entrevista que le hizo Mabel Mata al presidente (a ella le encantaba decir eso de “presidente”, dejando caer encima de la mesa los pliegues de las mayúsculas y terciopelos con los que entonaba la palabra). Fue, como era previsible, una de esas entrevistas con alfombra donde las preguntas llaman al lucimiento del entrevistado, y hasta los pequeños peros de la periodista parecía que sólo daban el pie para que Zapatero colara su argumentario. La manera de empezar ya fue llamativa. Después de subrayar lo histórico del evento, Mabel Mata comenzó a enumerar los regalos que nos había traído Zapatero a casa en sus camellos. Sacó antes que nada la economía sostenible como una reluciente corona, y luego continuó así: “Pero es que, además, también se aprobaron medidas y ayudas para las zonas afectadas por el temporal y también supimos más, supimos que, por fin, (...) se pusieron de acuerdo para saldar la deuda histórica”. Noten ese “pero es que además”, que significa “por si no fuera bastante [la ley de economía sostenible]”. Parecía una de esas presentaciones que hacía José Luis Moreno, con halagos en ristra. Pero lo mejor fue la explicación que encontró Mabel Mata para no liquidar la deuda histórica con todos sus millones contantes y sonantes. Eso sí que fue un ejercicio de saltimbanquismo, chocante hasta para ese periodismo servilón que transparentaba: “Pero sí es cierto que hay que recordar algo [en lo] que insistía el Gobierno de la Junta, y es que la Junta debe dinero al Estado y por lo tanto, si hubiera entregado ese cheque con el dinero (...) habrá sido, para que nos entiendan cada uno en su casa, una especie de cheque de ida y vuelta, porque se habría restado el dinero que se debía”. ¿Cómo? Intenten ustedes encontrarle sentido, porque yo no soy capaz. No sé si eso significa que la deuda histórica se compensa con lo que Andalucía le debe al Estado (entonces, ya estaría saldada), o que no nos dan el dinero para que no nos liemos sumando, restando o trasegando millones, o que, simplemente, su desfachatez es inconmensurable.


Amor filial. Llamarlo y rotularlo “Pepe Griñán” es poco. Al presidente de la Junta deberían llamarlo en TVE y Canal Sur directamente papi, papito, o mejor opaíto, como corresponde al tierno paternalismo con el que el PSOE cuida de su Andalucía formada por churumbeles y ahijados. Pepe todavía suena a quiosquero amable, a profe bueno o a cura enrollado, y ésa no es la relación que tiene él con su amado pueblo. Es cobarde o tibia la televisión pública. Papito Griñán sería lo suyo. Y el Día de Andalucía se debería celebrar el 19 de marzo. Sería una bonita y merecida demostración de amor filial.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Compárese la entrevista a Zapatero de Mabel Mata en Canal Sur con esta (http://www.tv3.cat/videos/2791850/Entrevista-al-president-del-govern-espanyol) de Monica Terribas un día después en TV3 y entenderás porqué la televisión catalana es un referente de calidad, imparcialidad y profesionalidad.