28 de mayo de 2013

Somos Zapping: Aparecidos en política y bigote (27/05/2013)


Pescar en la nostalgia. Aznar tiene ese mismo misterio del desaparecido / aparecido en política y en bigote que Zarrías. Claro que Zarrías, reducido ya a leyenda de pastores, ni sale en Canal Sur. Pero Aznar todavía puede abrir el informativo de La Nuestra, que suele empezar por las estampas, ya sean andaluzas o neoyorquinas, más convenientes: el primer piso embargado a un banco, leyes del aborto cuando el PSOE firma un pacto por la igualdad, o los del PP tirándose a la cabeza gaviotas como bumeranes. Los ex presidentes, en fin, se van a pescar en la nostalgia pero vuelven para contarnos cómo se hacían las cosas en los viejos tiempos. Aznar designó a Rajoy a dedo para lo que creía una victoria segura, pero Rajoy ha acabado como un bombín atropellado por sucesivos tranvías. Ahora, comanda un palomar de pobreza desde una cobardía apachorrada. Normal que cabree a Aznar o a otros muchos (y eso que no creo que el estilo ni el equipo de Aznar arreglara algo ahora). El caso es que Aznar apareció en Canal Sur de repente, como Narciso Ibáñez Menta haciendo un Hamlet pepero, pero lo mejor es que luego ese preludio predisponía el ánimo para enlazar con la boda churrigueresca de su hija, la grasilla de Gürtel y Bárcenas. Mucho más importante, por supuesto, que lo que está ocurriendo aquí, que les parece como volver a hablar del bigote de Zarrías, escaldado o arrancado como la pajarita que le dibujaban Idígoras y Pachi.


Aviesa lentitud. Lo comenté la semana pasada y tengo que repetirme. La jueza Alaya ya se merece su rinconcito propio en los informativos igual que Valderas. El vicepresidente sale cada día con un embajador andino o así, y la jueza sale rodando su maletita mientras Canal Sur insiste una y otra vez en contarnos lo que tarda en todo, esa lentitud suya aviesa e innecesaria, como la de los malos de James Bond. Cómo no, lo mismo que están diciendo la Junta y el PSOE (el propio portavoz Álvarez de la Chica en la entrevista de la mañana). El TSJA, con el presidente que más sale, habla y posturea de todos los altos tribunales, Lorenzo del Río, o el CGPJ, apremian a Alaya y la noticia es esta tardanza y cómo nos altera los biorritmos. El PSOE quiere pronto un imputado aforado para que se desfonde esa famosa maletita, Alaya supongo que no quiere que se le escape nadie por gateras políticas en casos con tan enormes consecuencias y, por su parte, Canal Sur ya no sabe cuántas veces poner las imágenes de la jueza entrando y saliendo, que ya son como anuncios de temporada de El Corte Inglés. Eso sí, luego apenas le dedica un minutito a Invercaria, que el otro día describieron como una especie de discrepancia con un amigo informático. Las prioridades.

Irregularidades selectivas. Hablando de tribunales, las noticias de Canal Sur no dijeron por una vez eso de “supuestas irregularidades”. Bueno, quizá fue porque se trataba del caso de la Zona Franca de Cádiz, con imputados nombrados por Aznar (esa invocación). Se limitaron a decir que “entre otros delitos se les acusa de fraude y malversación”. Mucho más claro así, que si no parece que sólo se ha perdido una fotocopia. Que lo recuerden para los ERE y demás.



Valderas es Selina. Hay tres series de televisión que me han impactado por la manera que tienen de tratar el mundo de la política, aunque sea la estadounidense. Boss, con un inconmensurable Kelsey Grammer (Frasier) haciendo de despiadado y corrupto alcalde de San Francisco; House of cards, que coloca a Kevin Spacey en las sucias telarañas de poder alrededor de la Casa Blanca; y Veep, una comedia sobre una especie de vicepresidenta florero (Julia Louis-Dreyfus, Seinfeld), totalmente superada por el cargo, tan inútil y torpe como su equipo, y a la que el presidente encarga asuntos inocuos o ridículos como “filibusterismo”, “empleo limpio” u “obesidad”. Me pregunto qué serie reflejaría mejor la política andaluza y no me decido. Ahora, eso sí, cuando veo la Selina Meyer de Veep, su equipo y las grotescas situaciones en las que se meten, no puedo dejar de pensar en Valderas. Valderas es Selina. Vean la serie y díganme que no.

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