21 de agosto de 2013

Ouroboros: Lucha obrera en papel (20/08/2013)


He encontrado algunos números de la revista Trabajo y diálogo social en Internet. El último, de abril de 2011, trae a Zapatero en la portada, presidiendo un saludo como de mosquetero con sindicatos y patronal después del acuerdo social y económico que nos salvaba ese año. “Jubilación más flexible, sistema público más seguro”, decía el titular optimista o enamorado del pacto. Luego, anuncios de la Cadena Ser, del espacio Emplea2 de Canal Sur, de colchones con precios especiales para afiliados de UGT Andalucía, invitando al chiste. Y sí, también de su programa de formación para el empleo, con siluetas cursillistas de cierta delicadeza japonesa sobre logos de la Junta y el Fondo Social Europeo. Uno no se imagina que anuncios así puedan costar 29.774,94 euros, cantidad tan increíble por alta como por poco redonda. A UGT le parece de lo más normal. Y a la Junta, que nada dijo cuando le cargaron este descomunal importe, por lo visto también. Un importe que coincide con la factura de la impresión de la revista. En el universo sindical todo se engarza de manera bella aunque azarosa.

Los grandes sindicatos se han convertido en chatarreros del paro, burócratas de sus huelgas, paseadores de ataúdes y fotógrafos de salón. Uno ya no se los cree desde que sus motines y sus silencios se alternan, se contradicen y salen a subasta; desde que los trabajadores, reducidos a invocación abstracta y barata, son su medio y no su objetivo; desde que zumban alrededor de los partidos y del poder político, y, sobre todo, comen de ellos. Han traicionado su historia, se han aburguesado, han terminado convertidos en empresas de pegatinas y mudanzas, y, ahora, van cayendo en el mismo barro de toda la política. Ni monjes del tajo ni guerrilla del pobre, sólo otro negocio con intereses, prole, enjuagues y bolsillos. Metidos en los ERE falsos y sacando de la formación de los parados dinero para su tabaco, su peluquería o su culto, se han incorporado definitivamente a la decadencia y la sinvergonzonería global que nos asola.

No sé cómo se explicará UGT. Ni la Junta, parte pagadora silenciosa como suele. Igual el sindicato presume de calzas de Robin Hood. Al fin y al cabo, todo es por el bien de los parados. Incluso puede ser más importante para el desempleado el que UGT propague sus homilías y encemente sus barricadas que recibir cursos de madera, mueble y corcho como informa la revista. Trabajo y diálogo social es una publicación efectista pero algo cutre. Mucho mejor la revista Unión, también de UGT. Un lujo de maquetación, infografía y diseño. Veo allí publicidad de formación y orientación con trabajadores trazados en un rosa de granizada, y brazos que rompen cadenas hechas con eslabones de euros. Pero también anuncios del Banco Popular o de aseguradoras. Por el bien de la clase trabajadora se puede aceptar dinero del capitalismo o rebañar de algún cajón público que estaba para otra cosa. Luego, en papel, la lucha obrera queda preciosa. Parece una heladería.

No hay comentarios: